Privet drive, media noche.

Dos personas ya adultas se encontraban caminando mientras hablaban, sus nombres eran Minerva Mcgonnagal y Albus Dumbledore.

Minerva: ¿son ciertos los rumores albus?

Albus: eso me temo profesora... el bueno y el malo

Minerva: ¿y los chicos?

Albus: hagrid los traerá

Minerva: ¿cree sensato confiar a hagrid algo tan importante como esto?

Albus: profesora.. confiaria a hagrid hasta mi vida

Un ruido lejano se escucha, ambas personas miran a sus espaldas, el el cielo se ve una luz que se acerca al igual que el sonido, una motocicleta conducida por un hombre alto y robusto llamado hagrid.

Hagrid: profesor dumbledore, profesora Mcgonnagal

Albus: sin problemas, confio, hagrid

Hagrid: no señor, los cachorritos se durmieron mientras sobrevolabamos Bristol-rie, mira los dos bultos- intenten no despertarles-le entrega uno a dumbledore- aqui tiene -le entrega el otro a Mcgonnagal-

Minerva: albus, ¿cree que se encontraran a salvo dejándolo con esta gente?-dice mientras caminan hacia la puerta de una casa- los e observado todo el dia, son los peores muggles que se pueda imaginar, un desastre

Albus: la única familia que les queda

Minerva: estos chicos serán famosos.. no habrá ningun niño en nuestro mundo que no conozca sus nombres

Albus: exacto y es mejor que crezcan al margen de todo eso... hasta que esten listos.

Ambos dejan a los bebes en la entrada del numero 4 de privet drive, hagrid para ese momento se encontraba llorando.

Albus: tranquilo hagrid.. no es un adios para siempre a fin de cuentas

El gigante asiente y vuelven su vista a los bebes, dumbledore deja sobre uno de ellos una carta.

Albus: buena suerte... Harper y Harry Potter