09
—Lo siento.
Fue lo primero que dijo Taehyung cuando abrió la puerta del apartamento que compartía con Yoongi, el cual se encontraba en aquellos momentos sentado en el sofá. La mirada que le dio el pelinegro pudo haber sido de rabia, coraje, decepción o incluso desprecio, pero él solo le miró con curiosidad, incluso si sabía a lo que se refería.
—Debió haber estado malditamente bueno para que desaparecieras toda la noche —dijo el mayor, aunque con algo de reproche en su voz—. Jimin y yo estábamos preocupados, Taehyung.
—Lo siento —repitió. Casi se había convertido en su palabra favorita. Ya ni siquiera la decía con honestidad; solo salía de su boca sin más—. Jimin... ¿Está acá?
Yoongi suspiró mientras dejaba el celular a un lado.
—En la cama. Supremamente borracho —respondió—. Amanecerá con una severa resaca.
El castaño dejó su saco en el sofá, incapaz de mirar a su hyung a la cara. No podía decir si se arrepentía de haber cedido ante los autoritarios encantos de Jungkook, pero lo cierto es que ahora se sentía un poco más miserable por hacerle aquello a Yoongi. Era un desagradecido por morder la mano que hasta el momento solo le había cuidado.
Tragó en seco mientras buscaba algo que decir.
—Hyung... Yo... Creo que... —Y se detuvo al ver la pequeña marca roja en el cuello del mayor, abriendo los ojos con sorpresa—. ¿Jimin y tú...?
No sabía si eso le alegraba, le desilusionaba, le enojaba o le aliviaba. Sí estaba muy confundido, mas era como si una carga le fuese retirada de los hombros. Lo hizo sentir menos culpable. Se sentía justo, de alguna manera, que su hyung mirara hacia otros horizontes.
—No —respondió Yoongi con brusquedad, aunque después se llevó la mano a la nuca, algo avergonzado—. Él estaba realmente borracho... Lo intentó, no voy a negarlo. Pero... Pensé en ti y luego yo solo... No sé, tenía la vaga esperanza de que...
Rechazaras a Jungkook. Las palabras quedaron implícitas en el aire tenso de la situación.
Taehyung bajó sus hombros con tristeza, la misma que estaba reflejada en aquellos oscuros ojos. También había resignación. Era inútil luchar por alguien que estaba luchando por alguien más.
—Lo mío con Jungkook ha terminado —declaró con más determinación de que la que sentía—. Quizá te hagas una idea de cuánto me ha lastimado ese idiota, y no creo que pueda soportarlo más. Pero hyung —Sonrió con algo de nostalgia y sus ojos brillaron con las lágrimas—, yo no puedo estar contigo. No ahora. No es justo que piense en Jungkook cuando estoy contigo... Yo necesito alejarme, necesito un respiro de esta mierda.
—¿Qué estás diciendo? —preguntó Yoongi con un poco de miedo.
—Renuncié a la empresa. Creo que regresaré a Daegu, al menos unos meses —respondió el castaño. Su pecho dolía horrores al ver la expresión desesperada del pelinegro, como si quisiera gritarle que no fuera un idiota, que se quedara—. Te pediría que me esperaras, Yoongi hyung, pero no es justo. Tienes derecho a hacer tu vida con alguien más. Alguien roto como yo no vale la pena.
Taehyung pasó por su lado con la cabeza gacha, zanjando la conversación. Era mejor así. No podía engañarlos a ambos y mantener una relación de física mentira. Primero debía sanar las heridas que Jungkook había provocado y aprovecharse de Yoongi lo convertiría en un monstro, tal como Jeon.
—Idiota —farfulló el pelinegro agarrando su muñeca para así detenerlo. Las lágrimas también hacían de sus ojos dos esferas brillantes—. Tú vales la pena, Taehyung. Mucho.
El solo hecho de que te preocupes por mí en una situación así te hace más increíble, pensó. Tú eres quien necesita ayuda y es a mí a quien quieres ayudar. Quería pedirle que no se fuera, pero finalmente Taehyung tenía toda la razón. E incluso si no la tuviera, había algo en su mirada que le dijo a Yoongi que era lo mejor.
Tomó una honda respiración y tiró del castaño en un abrazo. Tal vez Kim Taehyung renacería como el fénix. Y brillaría para alguien más. Si ese alguien no era él, entonces no iba a forzar las cosas. Ahora que no tenía cadenas, su dongsaeng era libre y eso le confería el don de hacer lo que le diera la gana.
—Gracias —murmuró Taehyung en medio del abrazo, aunque estaba llorando como un estúpido—. Pero no te despidas de mí, hyung. No así. Volveré.
—Solo asegúrate de no tardar mucho —gruñó Yoongi con voz rota.
—Lo intentaré... —El castaño se separó para limpiar sus mejillas—. Iré a hacer las maletas. Quiero irme cuanto antes. Ah, y hyung... Con cuidado con Jiminie. Su orgullo no le dejará ser el de abajo, nunca.
♥
—¡Es todo muy apresurado! —exclamó Hana con una expresión angustiada, mientras Taehyung, casi ignorándole, echaba sus pocas cosas en aquella cajita que había conseguido—. Tae, no puedes irte así como así...
El castaño suspiró. La tierna y cariñosa chica lucía en verdad confundida con aquella repentina noticia, algo dolida incluso —aunque no más que su hermano, que solo observaba de brazos cruzados en el umbral de la puerta—, y no hallaba manera de explicar lo que pasaba sin dañarla contándole la verdad. Tampoco quería mentirle. Estaba bastante cansado de eso.
—Seguiremos hablando —prometió en falso, pues lo último que quería era mantener contacto con la esposa de Jungkook—. Así que no estés triste, Hana.
Ella abrió la boca para hablar, pero en ese instante su celular sonó y se vio obligada a salir de la oficina para contestar. Solo quedaron Jimin y Taehyung allí, sumidos en un incómodo y tenso silencio que pronto llegaría a su fin.
—Eres un hipócrita —Soltó el rubio entonces, en voz baja. Su mirada gacha estaba fija en la baldosa bajo sus pies—. ¿Cómo puedes sonreírle a Hana sabiendo lo que haces a sus espaldas? ¿Cómo puedes fingir que eres su amigo? No sé si eres un descarado o alguien admirable por esconder todo el odio que le tienes.
Taehyung tragó en seco, atento en seguir guardando las cosas de su escritorio en la caja, el cual ahora estaba muchísimo más vacío. No podía decidir si el tono de su amigo era de curiosidad o de desaprobación, pero era obvio que le estaba recriminando.
—Lamento que te hayas enterado así —farfulló casi inaudible.
—Ah, ¿es que acaso planeabas contarme? Vaya, me siento alagado —dijo irónico.
—Escucha, lo último que quiero ahora es discutir contigo —Se giró con un hondo suspiro, decidiendo que lo mejor era dejar de morder su labio si no quería arrancárselo—. Me equivoqué y lo sé. Pero decirte que lo siento sería mentirte...
Jimin levantó la mirada para verle, algo sorprendido. Pero el castaño no lucía como si mintiera. Y claro que no lo hacía: Taehyung no lamentaba haber conocido a Jeon Jungkook o liarse con él. Lo único que lamentaba eran las condiciones. Tal vez si Jungkook no fuera casado, o si al menos tuviera un maldito corazón...
—¿Y por eso vas a huir? ¿Crees que yéndote del otro lado del país vas a superar todo esto? —bufó Jimin con cinismo—. Ten. Antes del viaje quiero darte un regalo... —Llevó la mano a su bolsillo trasero y luego, para sorpresa de Taehyung, le dio un zape en la frente—. Toma un puto cerebro, corazón, porque me has resultado más imbécil de lo que creí.
Taehyung frotó su frente con la mano, algo enfurruñado. Odiaba cuando Jimin hacía eso, pero no tuvo tiempo de quejarse. La atropellada voz de Hana acercándose en el pasillo y el nombre que llamaba los hizo a ambos callar abruptamente, a sabiendas de lo que se venía encima.
—Hablando del rey de Roma...
A pesar de que la puerta ya estaba abierta, esta se estrelló contra la pared cuando Jungkook irrumpió en la que pronto sería la antigua oficina de Taehyung. No le tomó ni siquiera dos segundos decodificar dos segundos lo que estaba pasando.
—Así que es en serio que te vas —chasqueó, refiriéndose a su escritorio medio vacío y las paredes blancas, donde ya no estaban la infinidad de fotos pegadas.
—Así es —respondió el castaño con un asentimiento. Hana estaba detrás de los tres hombres, tratando de comprender por qué todos parecían molestos y poseídos por el mismísimo diablo.
—Tú y yo tenemos que hablar, Kim Taehyung.
—Nop —objetó este—. Usted y yo, señor Jeon, ya no tenemos nada que decirnos.
El menor gruñó dando un paso en su dirección, conteniéndose. Quería preguntar qué demonios significaban aquellas palabras, pronunciadas la noche de la reunión. Taehyung no había contestado sus llamadas desde ese día y ni siquiera lo encontró en su apartamento cuando le buscó. No obstante, decirlo en voz alta haría que Hana —y Jimin, según pensaba—, preguntaran a qué se refería.
—Hablo en serio —siseó con voz dura. Taehyung se alzó de hombros y casi imperceptiblemente le dio una mirada de súplica a Jimin. En aquellos momentos estaba actuando con indiferencia, como si le importara un pepino la presencia de Jungkook. No estaba seguro de que fuera así si estuvieran solos.
—Yo también.
—Jungkookie —llamó Hana en voz baja, tomando su brazo—. Tae está en su derecho de dejar la empresa. Tendrá sus razones, amor...
Jungkook la miró. Su cara era todo un poema: molestia, desesperación, fastidio y frustración se reflejaban en sus marcadas facciones. Tenía ganas de apartarla, quitársela de encima y gritarle que ella no entendía absolutamente nada. La ira comenzaba a bullir dentro de él con demasiada rapidez y la única persona que podía calmarle era la misma que estaba provocando todo eso.
—Me iré y trataré de cumplir la promesa que me hice hace tanto tiempo, Jungkook —dijo el castaño. Casi parecía que solo fueran ellos dos en aquella oficina—. Esta vez no volveré..., así que no me esperes con esa sonrisa triunfal en la cara.
Y Jungkook sabe que dice la verdad cuando Taehyung le sonríe. No es una sonrisa falsa, ni siquiera triste o condescendiente. Es real y brillante, peculiarmente cuadrada y hermosa.
Con ese gesto siente que le arrancan un pedazo de su alma, como si garras hubieran hecho camino dentro de sus vísceras y las hubieran arrancado de un tirón. Duele un infierno ese vacío en su interior, pero no puede hacer nada.
Taehyung ya ha tomado su decisión.
Capítulo corto~ Ahora sí, a partir de ahora todo será enfocado en Jungkook.
Quizá vean las mismas escenas del pasado, pero de la perspectiva de Kookie. Les explicaré también el capítulo 00 y 01, quién sabe... 🤗
NO SÉ NADA LOCO, NO SÉ 😂
Casi lloré con la parte Taegi, casi. ❤️
Aunque no me crean estuve haciendo este capítulo desde las 3:30 pm... Finalmente decidí dejarlo corto. No tengo nada más que agregar para este ciclo que se ha cerrado... 🙆 Bueno, ahora sí comienza la cuenta regresiva.
¡Sonrían! 🤗❤️
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