008 ; my home.
STRANGER THINGS FANFIC || 🕹️
❝ oh baby, I can feel the rush of adrenaline ❞
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
▋⌕ capítulo ocho ˚ 。🪓
━━━━━━
【 mí casa 】
RACHEL SALÍA DE LA PREPARATORIA en dirección a la salida donde Max estaba siempre. Pasó por el estacionamiento en el cual estaba su hermano entrando al auto. Supuso que esperaría dentro a que ambas llegasen.
Rachel siguió de largo y se encontró a Max en las escaleras de la salida junto a un grupo de cuatro chicos acompañándola.
Parecían hablar pero al momento en que la vieron llegar se quedaron callados y por consecuencia de ello Max se dio la vuelta viéndola.
—Hola Rachel —saludó con una sonrisa tímida. Algo estaban haciendo que no querían que ella se enterase.
—Max —sonrió y miró a los chicos con curiosidad—. Hola —les regaló una sonrisa y ellos saludaron con la mano rápidamente.
— ¿Qué haces aquí? —preguntó Max a la rubia, dejándola confundida con la pregunta.
— ¿Cómo que qué hago aquí Max? Vengo a buscarte, nos vamos a casa —dijo con confusión en su rostro pasando una vez más la mirada por los chicos, solo que está vez con más desconfianza.
—Oh, cierto... ah... —Max miró a los tres acompañantes y ellos a ella—. Olvidé decirles —movió su mano fingiendo una risa—, tenemos un taller después de la escuela —Rachel alzó sus cejas cruzándose de brazos.
— ¿Ah sí? —cuestionó.
—Si, si —respondieron los cuatro a la vez.
— ¿Y de qué es ese taller Max?
—De... ah... —bajó su cabeza apretando sus labios.
—Audiovisual —respondió un chico de pelo oscuro—. Un taller audiovisual, si, eso —repitió pero ahora con más seguridad que antes.
—Audiovisual si —Max señaló con el dedo índice al del pelo negro—. Búscame dentro de... dos horas —sonrió de lado colgándose la mochila al hombro.
— ¿Dos horas?
—Ajá —asintió varias veces.
—Bien... —dudó pero al final optó por aceptar aquello. Esos niños no tenían pinta de ser más que del tipo que estudiaba todos los días y sacaba buenas notas. Confiaba en que Max sabría manejar la situación si algo pasaba—. Pero ten cuidado.
Empezó a caminar hacia atrás sin despegar los ojos del grupo de chicos delante de ella.
—Oye... —un niño con risos en el cabello la llamó antes de que se fuera—, ¿tu conoces a Steve?
— ¿Harrington? —él niño asintió—. Si claro... ¿por qué?
—No... por... por nada —negó dedicándole una amplia sonrisa antes de subir los escalones y adentrarse a la escuela junto a Max y sus otros tres amigos.
Rachel negó ante el momento que había vivido. Fue raro... muy raro. Aquellos niños no es que le dieran mala espina, todo lo contrario, parecían simples niños para nada inofensivos pero sospechaba que no existía ningún taller audiovisual.
Después de todo, eran niños, no sabían mentir del todo bien.
Riéndose ante la situación volvió al estacionamiento que se encontraba casi vacío a diferencia de algunos autos y motos que aún estaban allí.
Y ninguno era el de su hermano...
Rachel escaneó rápidamente todo el estacionamiento y se quedó mirando el lugar donde debería de encontrarse el Camaro de su hermano.
—Eres un puto imbécil William... —soltó entredientes mientras pasaba su mano por su cabello.
—Sospechaba que te había dejado cuando lo vi irse sin nadie acompañándolo —una voz detrás de ella que reconoció al segundo la hizo darse la vuelta encontrándose a Steve sonriendo apoyado en su auto.
—Es que ya parece un niño pequeño cuánto le quitan un dulce —se quejó pasando su mirada a la de él.
Steve la miró de arriba a abajo y descruzó sus brazos acercándose a ella.
—Puedo llevarte si quieres, no tengo mucho que hacer a decir verdad —se encogió de hombros.
Rachel pensó en aquella opción. Su hermano estaba enojado con ella, a su hermano no le caía bien Steve y que su hermano vea que él la llevó a su casa... perfecto, sería perfecto.
Lo miró y sonrió de lado. Parece ser que Steve entendió el gesto porque se dio la vuelta caminando hacia su auto y abriendo la puerta apoyándose en ella.
—Vamos —movió su cabeza e ingresó al auto seguido de ella que también lo hizo.
Rápidamente tomaron el camino de la carretera hacia la casa de los Hargrove.
— ¿Hay alguien en tu casa? —la pregunta de Harrington la desconcertó a lo que giró su cabeza para verlo.
—No... que yo sepa solo está Billy —respondió con el ceño fruncido—, pero luego tengo que buscar a Max.
Steve asintió sin quitar la vista del frente.
—Puedo llevarte cuando busques a Max —sugirió el chico mirándola de reojo.
— ¿Te estás invitando a mí casa Harrington? —inclinó su cabeza con una sonrisa.
Steve ladeó su cabeza de un lado a otro y le sonrió.
— ¿Me invitarías?
Rachel abrió su boca con impresión por el arrebato del chico pero terminó por reírse de ello y asentir.
—No hay problema que te quedes Steve —se encogió de hombros—. Con Billy enojado me aburro constantemente.
—Entonces voy a entretenerte —aseguró el chico cambiando la marcha del auto—. Al menos hasta que busquemos a Max —agregó.
Una vez llegaron a su casa Steve estacionó su auto a un lado del de Billy, bajándose ambos y caminando hacia la entrada de la casa.
—No será la parte rica de Hawkins pero... —hizo una pausa abriendo la puerta de la casa— se justifica con que nuestra buena vida quedó en California —soltó una risa invitándolo a pasar.
Lo guió hacia el pasillo donde se encontraban todas las habitaciones de la casa. La música que salía de la habitación de Billy se escuchaba desde que abres la puerta de la casa, aturdiendote un poco luego del silencio de afuera.
Pero parece ser que Billy escuchó a su hermana llegar así que la puerta de su habitación se abrió dejando a Rachel y Steve parados en la puerta de la chica.
— ¿Cómo te fue caminando? —dejó la frase al aire cuando localizó la persona que acompañaba a su hermana.
—Bastante bien hermano —le aseguró sonriendo—. Déjame cuando quieras, se cómo volver —abrió la puerta de su habitación dejando pasar a Steve primero.
—Rachel —el tono de voz en su hermano no fue muy agradable de escuchar.
— ¿Qué carajos quieres? —le cuestionó poniendo sus ojos en blanco.
— ¿Qué hace Harrington en nuestra casa? —señaló con el dedo índice y viendo el como sus hombros se encontraban tensados podía deducir que no estaba muy contento con ello.
— ¿Yo te cuestiono las chicas que traes a casa? —hizo cómo si pensara—, es verdad, no —sonrió ampliamente—, así que no me jodas hermanito —entró a su habitación y cerró la puerta.
Steve estaba delante de la estantería donde se encontraban gran parte de los premios ganados por el surf. Allí había tanto trofeos como diplomas por la participación que eran entregados en cada competencia.
— ¿De qué son? —señaló los trofeos dorados delante suyo.
Rachel se separó de la puerta donde estaba apoyada su espalda y caminó hacia él tomando uno de ellos de la repisa.
—Surf —respondió leyendo la inscripción debajo de el objeto—. Este fue por la selección juvenil de Francia.
— ¿Francia? —abrió su boca impresionado.
—Si bueno, no fue en Francia como tal pero los jueces y participantes eran de allí —se encogió de hombros dejándolo en su lugar.
—No sabía que hacías surf —Steve la miró apoyando un hombro en la pared y cruzando sus brazos.
—Es que nadie lo sabe —dijo sinceramente—. De aquí, de Hawkins, solo Ruby sabía —ladeó su cabeza—. Y ahora tú también.
—Me siento especial —bromeó él con una mano en su pecho.
— ¿No que querías saber más de mí? —se río ella ante los gestos de él.
—Oh si, claro que sí —asintió seguro—. Solo me sorprendió que hagas surf y... —miró las medallas que colgaban— y que seas tan buena al parecer.
—Era parte de la selección juvenil de California —se encogió de hombros fingiendo modestia— claramente soy buena.
Los dos rieron y Rachel se sentó en su cama haciendo una seña con su cabeza para que Steve también lo hiciera. El chico lo dudó unos segundos pero terminó por aceptar.
—No creo ser bueno en algo —habló Steve haciendo que Rachel lo mirara con cara de confusión.
— ¿De que hablas? ¿Y el básquet? —preguntó cruzando sus brazos con curiosidad de cual sería su respuesta.
—Tu hermano me aplastó —bromeó y Rachel comprendió que era una broma de su parte.
—Billy era capitán de su equipo en California hasta que... bueno —apretó sus labios— decidió dejarlo.
— ¿Por qué lo dejó si era capitán?
—Muchas cosas le pasaron en ese año —apoyó su espalda en la pared—. Supongo que no podía cargar también con un equipo entero y... decidió dejarlo.
Tras aquello comenzaron una conversación que luego le siguió otra y otra... y así estuvieron por una larga hora, hablando de temas sin sentido pero que no aburrían a ninguno.
ST FANFICTION!
旗BY BUGHARTHHEDA | 2022.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro