STRANGER THINGS FANFIC || 🕹️
❝ the vacancy that sat in my heart
is a spacthat now you hold ❞
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▋⌕  capítulo cinco ˚   。🪓
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【 muchas revelaciones 】

SIEMPRE CREYÓ CONOCER A BILLY, incluso más que a ella misma, siempre habían sido él y ella contra todo lo que se les cruzaba. Hubieron circunstancias de la vida que la hicieron conocer más a su hermano de lo que incluso se hubiera imaginado.

Hasta ese momento.

Se había quedado en la habitación de su hermano mientras que Max y Once iban hacia la piscina para averiguar algo más de lo ya encontrado, o todo lo contrario, confirmar sospechas.

Rachel se negaba a creer que Billy era capaz de lo que Once lo acusaba.

¿Matar a alguien? No. Jamás se atrevería.

¿Secuestrar a alguien? Mucho menos.

Entonces... ¿Qué carajos estaba sucediendo?

Ya... el vivir en un pueblo donde tenían personajes sobrenaturales a la vuelta de la esquina abría muchas posibilidades de lo que le podría estar pasando a su hermano pero... ¿por qué a él? ¿por qué no a ella que ya estaba enterada de todo? Porque si, daría mil veces su vida ante la de su hermano y preferiría siempre que le estuviera sucediendo a ella lo que sea que le pasara a Billy.

Levantó su mirada nuevamente hacia la habitación.

No había nada fuera de lo común, no había nada que indicara algo diferente en Billy.

Tomó aire y colocó sus manos sobre sus rodillas para levantarse.

Necesitaba repuestas y para eso necesitaba más de una cabeza.

Necesitaba a Dustin y Steve.

No iría a trabajar ese día, de por si estaba lloviendo y sumándole que su hermano podría ser un loco psicótico poseído por algo más allá de su conocimiento, no era buen día para ir a trabajar.

Sabía que Steve no la buscaría, su turno en la heladería estaba pasando justo en ese momento así que no le quedó de otra que usar nuevamente la motocicleta de su padre.

Estaba lloviendo y usarla no era muy seguro, pero necesitaba respuestas cuanto antes y estando en su casa no haría más que sobrepensar nuevamente.

Algo que no le convenía en esos momentos.

La lluvia le empapaba toda la ropa y no la dejaba ver mucho el camino así que agradeció vivir cerca del centro comercial porque en menos de diez minutos ya estaba entrando en él sacudiendo su cabello mojado.

Llegando al centro de Starcout chocó con una persona la cual escuchó disculparse y frunció el ceño sabiendo quién era.

— ¿Robin? —la chica se paró sobre la fuente del centro comercial mirando hacia los lados con desesperación— ¿Qué sucede?

—Sucede que estoy cerca de decifrar el código —le respondió sin siquiera mirarla.

La rubia sintió dos presencias más detrás de ella y supo enseguida que eran Dustin y su novio.

— ¿Qué hace esta loca ahora? —Steve la miraba como si fuera lo más raro del mundo.

—Steve —le recriminó Rachel mirándolo de reojo encongerse de hombros.

—Lo decifré —dijo de pronto.

— ¿Qué decifraste? —cuestionó Steve sin entender.

— No lo sé tu dime —le contestó sarcásticamente su novia.

—El código, lo decifré —afirmó Robin con una sonrisa que iluminaba todo su rostro.

—Robin, te amo —soltó Rachel igual o más emocionada que la chica.

Billy claramente debía de esperar...

(...)

Para nada decifrar el código era sinónimo de estar bajo lluvia en la azotea del centro comercial vigilando a un camión de zapatos entregar cajas a un depósito.

Pero aún así, allí estaban, bajo lluvia y vigilando al camión de zapatos.

Ridículo.

Robin decía algo pero al estar con la lluvia cayendo sobre ellos y estando lejos de ella no entendía nada.

— ¿Qué carajos está diciendo? —gritó por encima de todo el ruido pero nadie le respondió— Genial.

— ¿Qué crees que hay ahí? —les preguntó Steve.

—Yo creería que zapatos —contestó ella irónicamente— O sushi —todos dirigieron su mirada hacia ella— ¿Qué? ¿No qué ese lugar vende comida china? —señaló las cajas que tenían dibujadas un panda.

—Yo sugiero que hay algún tipo de armas, o bombas —contestó Dustin exagerandolo todo.

—Armas químicas —dijo Robin sin quitar su vista de los hombres que descargaban las cajas.

—Lo que sea, están armados hasta los dientes.

Rachel lo pensó y Dustin tenía razón, no habría tanta seguridad en una entrega de zapatos o comida.

Algo más había detrás de todo eso.

—Genial —habló Steve sarcásticamente mientras se pasaba la mano por los ojos — Es genial.

—Están abriendo la puerta —dijo Rachel entornando su vista hacia las puertas de metal.

— ¿Qué hay ahí? —le preguntó Robin a Dustin que era el que tenía los binoculares.

—Cajas y más cajas —respondió el chico.

—Déjame ver —pidió Steve.

—No, estoy viendo yo —tironeó Dustin.

—Chicos basta, van a escucharnos.

Pero claramente nadie le hizo caso y cuando un estruendo se escuchó todos bajaron sus cabezas hacia el suelo.

Rachel respiraba aceleradamente sintiendo el peso de algo sobre su estómago. Steve tenía su mano sobre ella mientras también trataba de normalizar su respiración.

—Puta madre, a ver cuándo hacen caso —se quejó hacia su novio el cual pasaba su mano quitando los mechones de pelo que habían caído sobre su rostro.

Volvieron a entrar al centro comercial goteando agua por todos lados.

—Creo que hayamos a tus rusos —le dijo Robin a Steve caminando apresuradamente devuelta a Scoop Ahoy.

—Muy amigables no parecían —protestó la rubia.

—Los rusos nunca fueron amigables...

Luego de cerrar todo Robin se fue por su lado y por ende los únicos que quedaban eran Dustin, Steve y Rachel.

— ¿Estás segura de que no quieres que te lleve? —preguntó nuevamente Steve hacía Rachel que se encontraba sentada sobre la motocicleta— Está lloviendo demasiado Rach.

—Oye, está bien —asintió ella—. He manejado en peores climas Steve, esto no es nada —señaló la lluvia que caía fuera del estacionamiento—. Lleva a Dustin a su casa —movió su cabeza hacia el auto de Steve dónde el chico ya se encontraba.

—Odio que seas tan terca Rachel —se quejó el castaño pero no puso más peros a la situación—. Ten cuidado y avísame cuando llegues a tu casa ¿Entendido? —alzó una ceja acercándose hacia ella.

—Lo entiendo corazón, si —asintió con su cabeza.

Steve posó su mano sobre el cuello de ella y la acercó para dejarle un beso en su cabeza. Sonrió al separarse y corrió hacia su auto donde Dustin lo esperaba impacientemente.

Rachel se puso el casco y arrancó hacia su casa viendo a Steve doblar en la dirección contraria a ella.

Llegó a ella y nuevamente, aunque en la situación era de esperarse, el auto se su hermano seguía sin estar estacionado fuera.

Entró a su casa con el casco bajo el brazo y colgando la chaqueta empapada en la entrada.

Cenó algo rápido sabiendo que su padre ni su esposa se encontraban en la casa y luego se dirigió a la habitación de Max.

Tocó dos veces la puerta y la abrió luego de escucharla decir que pasara. Dentro estaban ella y Once, sentadas sobre la cama.

— ¿Alguna novedad? —les preguntó sentándose a los pies de la cama.

Las dos chicas le resumieron su encuentro con Billy y Heather en la casa de la misma y Once soltó sus preocupaciones sobre que nada de lo que había pasado tenía sentido alguno.

— ¿Por qué no lo tiene, Ce? —preguntó Rachel.

—La sangre... el hielo... —murmuró mirándolas a ambas.

—Billy ya lo dijo Ce, a Heather le dio fiebre y se tomó un baño helado, por eso ahora está mejor —respondió Max, más tratando de convencerse a ella misma que a Once—. Tiene que ser eso —aseguró Max—. Nosé de dónde habrá salido esa sangre pero... la vimos, las dos la vimos y está completamente bien.

— ¿Y qué hay de Billy? —Once preguntó lo que Rachel temía preguntar.

— ¿Qué hay con él? —cuestionó Max.

—Lucía muy mal.

—Creo que siempre luce igual de mal —trató de bromear Max.

—Espera, ¿mal como? —preguntó Rachel.

—No lo sé —negó Ce—. Pero estaba raro, más raro de lo normal.

—Está bien, basta —Max las hizo callarse a ambas—. Billy no es ningún asesino y lo comprobamos cuando vimos a Heather hoy —asintió dejando eso en claro para las tres—. Dejemos de preocuparnos por él, está bien, está perfecto.

Rachel se levantó de la cama saludando a ambas con un beso en la cabeza.

—Espero que tengas razón Max —les sonrió a las dos, abriendo la puerta de la habitación—. Buenas noches chicas.

Antes de dirigirse a su habitación le avisó a Steve que había llegado entera a su casa.

Ya yendo q su habitación con eso y mucho más en su cabeza, se acostó a dormir esperando que el día siguiente sea todo un poco más decente de lo que fue ese agotador día.

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