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Sexto mes.

Había llegado al fin el día del ultrasonido dónde sabríamos el sexo del bebé, aunque mi humor no es del todo buena. He estado muy tensa, apenas he probado bocado, intento cuidarme  y alimentarme correctamente por el bebé, pero a veces simplemente me perdía en una vorágine de pensamientos sin sentido. Hasta me he aislado de las amistades, no quiero la lastima de nadie. He tenido que salir lo menos posible y más cuando periodistas de todo tipo invadieron la entrada del complejo esperando a que yo saliera para responder sus preguntas cizañeras.

No voy a negar que la noticia del compromiso me lastimo mucho y llore otro mucho, era un zombie andante, y aún así seguía amándolo, necesitándolo como loca. Las hormonas no me ayudaban, cambiaba demasiado de temperamento, hasta he discutido con Ina, no nos hemos hablado durante tres días, fue TaeHyung quien nos junto, para variar él también estaba molesto con esta noticia, así que se disculpó conmigo y me apoyaría en mantener el secreto. De Jeon, al menos yo, no he sabido nada.

Una de las asistentes me hizo pasar al consultorio, me indico que tomará asiento mientras esperaba a mi obstetra, estaba sola nadie podía acompañarme, en realidad no le he comentado a nadie sobre la fecha, Ina tampoco lo sabía, pero si se lo dije a alguien más, aún así intentaba respirar todo estaba siendo muy complicado, el peso que tenía sobre mi espalda era mucha, ni siquiera podía fingir delante de mi propio hijo.

La puerta se abrió y con la asistente que me hizo pasar anteriormente, entro Ji Young, ella me sonrió de forma dulce recordándome un poco a JungKook, tenía muchas cosas de su madre, entró hasta acercarse dejando que me acurruque en sus brazos, mi cabeza cayó sobre su hombro mientras sentía sus caricias en mi espalda. Apenas duramos unos minutos abrazadas cuando la obstetra entró con una carpeta en mano y una sonrisa. Esperaba que todo saliera bien.

—Buenas tardes, ¿están listas? —nos miramos con Ji Young cómplices y le asentimos a la mujer, ella ya sabía toda la situación familiar, pero era de las profesionales que jamás diría algo— bien, acuéstate en la camilla y sube tu camisa para que podamos hacerlo de forma cómoda.

Obedecí en silencio, nerviosa, aún me sentía débil por todo lo sucedido anteriormente. La doctora colocó sobre mi vientre abultado un gel bastante frío que me hizo estremecer, acto seguido movió por toda la zona el dispositivo. Estábamos en silencio, mi mano era sostenida de forma cálida por la señora Jeon, me daba mucha tranquilidad su presencia.

—¿Preparadas para saber el sexo del bebé?

—Si, no sé si la madre esté emocionada, pero yo estoy súper emocionada —parecía querer dar saltitos de alegría— ya tengo tres nietos varones, no pierdo la ilusión de una niña. —reímos. La doctora volvió a mover el aparato.

—Bueno, me da mucha alegría informarles, que en efecto, esperan una niña, Gia, ¡Felicidades! —lloriqueamos las dos contentas, Ji Young porque tendría una nieta y yo por todos los sentimientos encontrados— ahora escuchemos su corazoncito.

Prendió un botón en la pantalla de la máquina dejándonos escuchar un ruido extraño, eran como latidos pero lentos y pesados. El rostro de la obstetra no era la mejor, comencé a preocuparme.

—¿Pasa algo? Dime qué mi bebé está bien.

La médica no contestó, siguió moviendo ese aparatito concentrada en la pantalla, tecleando. Quería llorar, iba a llorar si algo malo pasaba. Hasta que terminó, guardo y apagó el aparato, me cedió papel para que me limpie y me acomode la ropa,  nos indicó que la sigamos al escritorio donde tenía más papeles, carpetas y una laptop.

—Tranquila mamá, no es nada malo, solo que con todo el estrés que estás pasando y los resultados del análisis de sangre que salieron con números bajos debo advertirte que debes cuidarte mucho más —nos miro de forma severa— Gia, tu embarazo pasa a ser de riesgo.

Siguió hablando, lo sé porque su boca se movía, pero yo simplemente estaba hiperventilando, me faltaba el aire, sentía como un zumbido en los oídos, sudor frío recorrer mi nuca, las pulsaciones de las venas de mis sienes saltando a mil y luego oscuridad.

🖤🖤🖤

De a poco comencé a recobrar la conciencia, aún sin siquiera abrir los ojos la cabeza me daba unas punzadas molestas. Mi nariz captó el olor típico de hospital, antiséptico. Abrí mis ojos, la luz de aquella habitación blanca me molestaba un poco, llevé una mano a mi cabeza mientras intentaba levantarme pero mi cuerpo estaba algo débil.

Miré hacia mi brazo derecho que tenía puesta una vía, lo que me faltaba, me desmayé ¡Mi bebé! Comencé a desesperarme, en ese momento vi entrar a la médica junto a Ji Young, ambas preocupadas intentando calmarme, me sentía abrumada y aterrada, me muero si le pasa algo a mi bebé.

—Tranquila, tranquila Gia, estás bien, la bebé está bien, pero necesito que tú estés tranquila. Piensa por favor en tu salud y bienestar.

Dejé caer mi cabeza en la almohada totalmente abatida, miré el techo con las lagrimas recorriendo los costados de mi rostro. Sentí la calidez de la mano de la señora Jeon en la mía susurrándome que todo estaría bien, acariciaba mis cabellos de forma apacible, me hacía sentir mejor, más tranquila, más segura.

¿En qué momento todo se fue cuesta abajo? ¿cómo deje que todo se fuera debilitando? ¿Cómo deje que me afectará a tal magnitud? Podría echarme la culpa por estar pendiente de lo que siento, de que sigo molesta, enojada, triste, adolorida, sintiéndome humillada por culpa de Jeon, pero también debo echarme la culpa de mi estado, de no cuidarme de más, de no pensar en mi futuro junto a mis hijos. En mí, mi felicidad, mi bienestar, en mi salud. En mi. Soy un desastre.

—¿Omma?

—¿Mmhh?

—¿Usted cree que soy una mala madre? —pregunté con la voz quebrada, ella se acercó más a mí sosteniendo fuerte de mis manos.

—Seo Gia, ni se te ocurra dudar de ti, eres una mujer extraordinaria, una madre excelente que ha criado a un hermoso niño —podía notar lágrimas asomarse por sus ojos con arrugas casi imperceptibles— has sido una compañera y esposa admirable, una gran amiga y persona, mi hijo no podría haber escogido mejor mujer que tú —una de sus manos acariciaba mi mejilla con ternura— yo te siento como la hija que no tuve. Y aunque JungKook ha cometido un grave error al dejarte ir, debes saber que eres muy fuerte, podrás siempre ante cualquier dificultad. Siéntete orgullosa de la familia que has logrado. Y este bebé —señaló posando su mano sobre mi vientre— está bebé es una bendición más. Cuando él lo sepa, tal vez se enojara al principio, pero los amara, cuidara y protegerá siempre.

No pude soportar las lágrimas contenidas, sus palabras me habían llegado. Tal vez eso me faltaba escuchar para terminar con toda esta incertidumbre, con todo este juego de victimizarme y no seguir adelante, no tomar las riendas de mi vida y ser aquella mujer fuerte como en el pasado que no se dejaba intimidar por nada y conseguía lo que quería.

Está vez iba ser diferente, está vez me levantaría con la cabeza en alto, albergando en los más profundo una fuerza imbatible que comenzaba a emerger. Si él había decidido dejarnos para ser feliz, lo mismo haría yo. Si, en el momento en que sea necesario se lo contaría, pero no ahora. Era mi voluntad, mi cuerpo, mi decisión.

Una vez llegamos a casa me encontré a todas las chicas esperándome, podía escuchar a los lejos las risas de alguno de los niños, inclusive de mi bebé. Les sonreí genuinamente sintiéndome mejor de lo que alguna vez estuve, como hace tiempo no lo hacía.

Ina fue la primera en abrazarme fuertemente. De camino a casa decidí contarles por mensaje a las chicas sobre el ultrasonido, así que no me sorprendía encontrarlas allí todas juntas.

—¿Estás bien? —preguntó Effie dándole un suave apretón a mi brazo izquierdo, le sonreí asintiendo. Apenas nos separamos con mi hermana, las miré a todas Ji Young se acercó hasta colocarse a mi lado, le rodee el hombro con uno de mis brazos.

—Se que he estado mal, se que no ha sido fácil, pero… —miré a la señora Jeon quien me sonrió de forma maternal instándome a proseguir— decidí que ya no puedo hacer nada más que volver a ser feliz, debo superar como siempre he superado las cosas, esto no me detendrá.

Todas estaban más cerca de mi como en ronda, me escuchaban atentamente y podía sentir el apoyo y cariño de todas sin que lo dijeran. Sentía el ambiente llenarse de algo lindo.

—Haremos el baby shower que querían ustedes —las miré sintiendo la emoción en cada una, vislumbrando entre ellas asomarse lagrimas por sus ojos— me complace contarles que tendremos una niña.

Finalicé con lágrimas en los ojos y una sonrisa, los gritos de festejo no se hicieron esperar, todas abrazándome a la vez. Una vez nos separamos sentí las manitos de JeongSan tocar mis piernas, lo tomé entre mis brazos a pesar de mi vientre besándole, los niños me miraban algo asombrados.

—La tía Gia está gorda como un bombo —murmuró el hijo del medio de Serena y SeokJin, SenJi, recibiendo un codazo de su hermano mayor HoJin. Su madre lo regaño haciendo que los demás rieran un poco.

—Escúchenme bien, niños —hablo firme Ina cruzada de brazos colocándose frente a todos— esto será algo que debemos mantener en secreto, su tío JungKook no debe saberlo por nada del mundo.

—¿Por qué Ina unnie? —preguntó la niña de diez años de María y NamJoon, NaRi.

—Ay tonta, porque el tío JungKook metió la pata engañando a la tía Gia —le contestó el hijo adolescente de los susodichos anteriormente, JooNa, recibiendo un golpe y regaño por parte de María, su madre, causando más risas.

Avergonzado se acercó a mí con un puchero lastimero haciendo una reverencia de noventa grados.

—Perdóneme por favor, no fue mi intención decir eso. Pero no puedo evitar sentir tristeza.

—No te preocupes cariño —respondí haciendo que me mirara restándole importancia a su comentario— ya está. Ya pasó.

Suspiré sonoramente sintiéndome un poco menos tensa, menos enojada y sintiendo que podría con esto y cualquier cosa. Les miré a todos quienes me miraban algo expectantes.

—Pronto él lo sabrá, mientras tanto, ayúdenme a mantener el secreto ¿si? —hable mirando a los niños— les agradecería que sean mis cómplices.

—Obvio que si, cuente conmigo, noona —dijo JooNa alzando en alto su mano como jurando, seguido de los dos adolescentes de SeokJin junto a su hermana JiNa y Soffie la niña de HoSeok y Effie.

—Seremos unas momias en sus tumbas —rebatió NaRi de la mano de las gemelas casi adolescentes de JiMin y Jara, MinJa y MinHa.

—Que eso no le quepa la menor duda unnie.

—Claro que si —siguieron las gemelas.

—Todos estamos contigo, Gia —murmuró Mira con MinGi en brazos— todas lo estaremos.

Miré a JeongSan quien me sonreía fascinado por la noticia, apoyé mi frente contra la suya cerrando mis ojos, sintiendo las caricias que sus manitos repartían por mis mejillas. Sintiéndome un poco más alegre al saber el apoyo que tenía.

A pesar de que, aún siento amor por el padre de mis hijos, debo dejarlo ir y encontrar mi propio camino a ser feliz. Las cosas de a poco se pondrán en su lugar. El momento llegará y él lo sabrá.


Este capítulo tiene un poco de humor. Espero que les haya gustado. Pronto se vienen los capítulos del dramon, espero expresarme bien.
No olviden votar comentar, me alegran mucho. Gracias por darme la oportunidad.
💜

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