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Cuarto mes.

Me removí incómoda en la cama, voltee abriendo los ojos y encontrándome una imagen que me hizo sonreír, JeongSan dormía plácidamente a mi lado, una de sus manitos sostenía un pedazo de mi pijama mientras la otra abrazaba al peluche "cookie", tomé el muñeco aventándolo a un costado y con cuidado tomé a mi bebé en brazos acurrucándolo en mi pecho, acaricié sus cabellitos negros, su boquita de labios delgados estaba abierta. Estaba tan enamorada de mi hijo. Era mi mayor sonrisa, mi más grande fortaleza.

Él se removió entre mis brazos quejándose un poco, me abrazó con sus cortos bracitos balbuceando palabras inentendibles.

—Despierta dormilón hoy alguien está de cumpleaños —canturree sonriente— anda bebé, hoy tenemos una fiesta.

Abrió sus ojitos a duras penas para esconder su rostro en mi pecho.

—Buenas días omma —murmuró con su vocecita adormilada, repartí un par de besos en sus cachetitos para molestarlo— no, no quiero beso, ya soy un niño grande.

—Mi niño hermoso —volví a besarle su cabecita y salió de su escondite para mirarme con aquellos ojitos profundos que heredó de su padre.

—¿Le puedo decir a appa sobre mi hermanito o hermanita?

Automáticamente mi sonrisa se desvaneció, en su lugar se formó un nudo en mi garganta y el corazón acelerado. JeongSan terminó enterándose hace unos días sobre mi embarazo cuando nos escucho a Ina y a mi hablar de ello, de paso, descubrió mi vientre que aún no estaba tan abultado pero tenía su gran relieve. Y el querer decírselo a JungKook fue la peor parte. Así que con Ina le rogamos que no dijera absolutamente nada, que todo sería una sorpresa.

Claro, no dejaría que él lo supiera.

—Ya te dijimos con la tía que no podemos decírselo ahora, será una sorpresa, ¿si? —sonreí intentando fingir entusiasmo— ayúdame por favor.

—Si omma, lo prometo —juró levantando su dedo meñique en juramento, bese su cabeza, comenzó a removerse lo que me llevo a hacerle cosquillas que lo deshicieron en una risa muy contagiosa.

Salto de la cama gritando un "atrápame si puedes" divertido, así que lo seguí, jugar con él era de mis momentos más gratos y escapes sublimes. Entre risas salimos de la habitación, corriendo por el pasillo, lo atrapé llegando a la sala para darle otro ataque de besos mientras reía y se quejaba en mis brazos.

—Buenos días, ¡Feliz cumpleaños Jeong! —escuché la voz grave detrás de mi paralizándome en mi lugar.

—¡Tío Tae! —JeongSan salió corriendo a los brazos de este, quien lo cargo de inmediato borrando todo rastro de felicidad en su rostro cuando reparó en mí, o mejor dicho, cuando reparó en mi pancita. Llevaba una remera blanca algo pegada a mi abdomen.

—TaeHyung —chilló Ina llegando tarde, su rostro desfigurándose.

El silencio nos invadió a todos, para colmo el timbre del departamento sonó, ahora TaeHyung y yo nos mirábamos fijamente, él con rostro confundido y pasmado.

—Buenas, ya llegamos, hola a todos —para colmo NamJoon y María junto a sus hijos entraban, Yoongi y Mira con el suyo encontrando el panorama desastroso.

—¿Él lo sabe? —preguntó Tae en un tono ronco que me helo la sangre; él era como mi hermano. Negué conteniendo el aire cuando NamJoon me vio, sus ojos abriéndose demás— ¿piensas hacerlo?

El silencio era lo único que nos acompañaba, al fondo estaban los niños con mi hijo desconociendo la situación de ahora. Negué rotundamente mirándolo a los ojos.

—Sera mejor que lo hablemos en otro lado, los niños no deberían escuchar —hablo Nam sin dejar de observar intercalando sus ojos de mi rostro a mi vientre y viceversa.

Salí a pasos rápidos hacia mi habitación, escuché los pasos de TaeHyung detrás de mi, supongo que los demás igual porque escuchaba cómo querían detenerlo. El timbre volvió a sonar y caí en cuenta de que podría ser JungKook y podría enterarse de la peor manera y justo en un día en el que quería estar  tranquila.

Vi la puerta abierta de lo que era el despacho/estudio dónde usábamos para trabajar entre otras cosas, entré dejándome caer al enorme sillón de dos cuerpos, tapándome el rostro avergonzada. Los murmullos de casi todos me asustaban porque no sabía que estaban pensando sobre mi, de seguro nada bueno, sentí como mis costados se hundían, de soslayo vi que Mira y mi hermana se sentaron a cada lado consolándome, María y Jara también a un costado cerca de mí.

Entre la pequeña discusión que TaeHyung estaba teniendo con Yoongi y JiMin aparecen Jin y HoSeok junto a Serena y Effie sus respectivas parejas. Cartón lleno. Solo faltaba el que puso la semilla y estábamos completos. ¡Dios! No pensé que esto pasaría justo hoy.

—¡Basta! Si, estoy embarazada de cuatro meses, me enteré el mismo día en que firmamos los papeles de divorcio y no —levanté la vista a todos ellos— no se lo diré a JungKook. Es mi decisión. No se lo diré ahora, menos hoy que es el cumpleaños de mi hijo. Así que les pido por el cariño que nos tienen a JeongSan y a mi respeten mi decisión y guarden el secreto.

Todos me miraban atónitos, los últimos allegados peor sin entender lo que estaba ocurriendo, no tenía más palabras que decir, parecía que ellos tampoco. Esto era todo.

🖤🖤🖤

Luego del altercado, las cosas se calmaron solo un poco, TaeHyung estaba muy molesto y no sé si es por el secreto o por toda la situación, siento que está entre medio de dos personas que quiere. Los demás han sido atentos y comprensivos aunque sus caras decían otra cosa. Las chicas fueron las únicas que me apoyaron al cien por ciento. Lo han hecho desde un principio, no puedo estar más agradecida con todas.

Hasta me hicieron reír con sus ideas de organizar un baby shower clandestino como lo hacen en occidente, de ir de compras y de turnarse entre ellas para visitarme y ayudarme a seguir con toda esta farsa. Siempre han visto a JungKook como el más pequeño, el más dulce y amable, todas se han asombrado y decepcionado de todo lo que ha ocurrido. No las culpo, yo también extraño a mi Kookie tierno y adorable.

Me miré fijamente de pies a cabeza frente el espejo de cuerpo entero, apenas se notaba el bulto en mi panza, pasaría desapercibido por el vestido que comencé abotonar. Debíamos seguir fingiendo mientras Jeon se presentará durante toda la fiesta.

Unos toques a la puerta de mi habitación me sacaron de mis pensamientos, terminé de ajustar y acomodar mi ropa para que nada se viera, salí del baño encontrándome con la sonrisa amable de Jara unnie, se acercó tomándome las manos entre las suyas.

—Ya llegaron todos —asentí— ¿estás lista?

Tomé una gran bocanada de aire, sonreí forzadamente y asentí, comencé a caminar hacia la puerta de la habitación, con la morena siguiéndome detrás. Las manos me sudaban y temblaban común nos acercamos a la sala donde todos se encontraban reunidos.

Mis ojos recayeron en Yoongi y HoSeok, quienes me sonrieron y abrazaron al pasar. Luego SeokJin junto a Serena, también me saludaron cariñosamente como ellos lo hacían siempre. Más adelante, Ina sonriendo con TaeHyung de la mano pero él no me dirigió la mirada y supongo que la incomodidad lo invadía en ese momento. Así que solo seguí mi camino.

Juro que iría directo a la cocina a terminar de supervisar unas cosas cuando los vi juntos paralizándome en mi lugar.

En sus brazos, su hijo lo admiraba con ojos felices, sus manitos sobre sus mejillas mientras parecía contarle a su padre algo que lo entusiasmaba mucho. Al lado de ellos, NamJoon quien me regaló una rápida mirada de tranquilidad al igual que María.

Él se percató de mi contemplanza en ellos dos dedicándome su mirada penetrante, sin embargo yo no sé la pude sostener y esperaba que no se diera cuenta de lo nerviosa que me encontraba en ese instante. Hacía tiempo que no nos veíamos, desde ese día en que me descompuse delante de él.

—Bueno, pónganse todos cómodos, que empiece la fiesta —exclamó entusiasmada Ina haciendo que los niños se entusiasmen más, inclusive los adolescentes. Seguí mi camino hasta la cocina, allí estaban Noo-ri junto a los señores Jeon, habían venido por hoy solamente, tampoco sabían nada, aunque la madre de JungKook no dejaba de mirarme y sonreír.

Comenzamos a llevar la comida, a poner música, Ina y Effie eran las encargadas de hacer los juegos para los niños, incluso alguno de los mayores se apuntaron haciéndonos reír en el intento. Preferí que la fiesta solo tuviera pocas personas, aparte de los hyung's de mi ex esposo y sus respectivas familias estaban los abuelos paternos y algunos que otros amigos íntimos y cercanos que compartíamos.

—¿Te sientes bien querida? —preguntó la madre de JungKook entrando a la cocina, me dedicó una sonrisa amable tomándome las manos. Ella es como una madre para mí. Asentí nerviosa.

En eso entraron María y Serena riendo sobre lo graciosos que se veían sus maridos jugando con los niños. Sirvieron algunas cosas en platos mientras intercambiábamos algunas palabras, les dejé que llevarán más bocadillos quedándome a solas con la señora Ji Young.

—¿Lo sabe? —su mirada tan maternal me descolocó, intente ahogar un sollozo, se me formó un puchero y mi rostro seguramente se desfiguró al largarme a llorar, ella me contuvo en sus brazos— tranquila cariño, todo estará bien, se lo difícil que ha sido para ti todo esto, créeme, yo también estoy enojada con Kook, pero aún así debes decírselo.

—Tengo miedo, siento impotencia, rabia y mucha tristeza —susurré aún abrazada a ella— no se merece esto, siento que lo voy a tener todo el tiempo encima si le digo y lo que menos quiero es verlo —otro sollozo salió— él me rompió el corazón.

Dió suaves palmaditas a mi espalda. Al separarnos me sonrió de forma dulce.

—Cuentas conmigo siempre —asentí— seré abuela otra vez —susurra emocionada colocando una mano sobre mi vientre y reímos entre lágrimas. La escena se interrumpe porque el idiota de Jeon aparece como si nada deteniéndose al vernos distanciarnos mientras secamos las lágrimas.

—¿Está todo bien?

—Si, si, —responde Ji Young con una sonrisa— solo recordando viejas anécdotas.

No sé cuál es su reacción ya que le daba la espalda, me mantenía ocupada reponiendo algunos bocados en unos platos. Siento su cercanía, su perfume dulce me avisa.

—¿Cómo te sientes? —mi corazón se aceleró al tenerlo tan cerca y ante su pregunta preocupada con tono dulce. Apenas nos llevábamos unos centímetros de altura, pero aún así era más alto que yo y en estos momentos me sentía pequeña a su lado. En otros tiempos, y si estuviéramos solos, me hubiera lanzado a sus brazos pícara robándole besos. Pero eso ya no lo hace conmigo, sino con otra.

Y mi semblante cambio a uno muy serio.

—Bien —solté fría— lleva esto a los invitados —le entregué un poco brusca los platos sin siquiera mirarlo— vamos omma, ya es tiempo de que preparemos la torta para cantarle a JeongSan —canturree risueña hacia mi ex suegra.

Ni siquiera esperé a que Jeon dijera o hiciera algo, solo salí de la cocina con mis manos cargadas. Todos parecían entretenidos en alguna conversación mientras degustaban la comida, los niños jugaban todos juntos, mi niño está muy feliz, sonríe como hace mucho no lo hace, eso me hace sonreír más a mi.

Preparamos la mesa donde la torta y otras golosinas, dulces y demás decoraban, JeongSan subió a los brazos de su padre, yo me acerque del otro lado estando cerca de ambos, comenzamos a cantar la típica canción, algunos sacaban fotos o filmaban, los más pequeños esperaban ansiosos alrededor de la mesa, todo estaba saliendo muy bien, la canción terminó y sin haberlo previsto JeongSan me acerca abrazándome por el cuello, al instante siento la mano de Jeon en mi espalda baja tensándome de más, finjo una sonrisa mientras soplábamos la velita número cuatro entre los tres.

Me zafé del agarre de los dos, JungKook me miró de soslayo de forma extraña, espero que no haya notado mi vientre abultado, por favor no. Seguía fingiendo la sonrisa, conteniendo las lágrimas, el pelinegro acerco a nuestro hijo quien pidió un abrazo entre nosotros. ¿Por qué en estos momentos? Accedí al cariñoso abrazo cerrando los ojos y escuchando los aplausos, sentí un beso en mi frente que estoy segura no fue de mi hijo, me encontré con su sonrisa de conejo ni bien abrí los ojos.

Mis piernas temblaron, así que me aleje, me aleje al otro lado de la mesa, me aleje con la excusa de buscar el cuchillo para cortar el pastel, que se encontraba por ahí. Mis nervios estaban a punto de explotar, ¿por qué diablos me dio ese beso? ¿quién se creía? ¿por qué lo hace? ¿qué pretende?. Sentí las manos de JiMin sobar mi espalda con lentitud, susurró a mi oído que respirara pues estaba temblando. Creo que todos se quedaron boquiabiertos antes el gesto afectuoso de Jeon hacia mí.

Lo peor es que lo hace como si realmente siguiera sintiendo algo por mi, cuando no es así, cuando ni siquiera pensó en luchar por los dos. Por nuestro matrimonio. Mi irritación hacia él crecía cada vez más.

La fiesta siguió toda la tarde, fue la excusa perfecta para que Bangtan estuvieran juntos después de tanto tiempo, gracias a qué cada uno ya tenía sus propios proyectos y asuntos personales. Me mantuve lo más alejada posible de mi ex esposo, varias veces lo encontré mirándome fijamente como si me analizará, pero a su vez con cierta añoranza en sus ojos o eso me pareció. Para mí suerte, los señores Jeon no se quedarían a dormir aquí, JungKook los había hospedado en su departamento, quería pasar más tiempo con sus padres antes de que volvieran a Busan.

Una vez todo termino, todos se fueron, pude respirar, pude sentirme más tranquila. Sentarme a pensar en todo lo que había ocurrido en el transcurso del día. Sobre todo lo mucho que JungKook estuvo pendiente de mis movimientos, "Gia no te ilusiones, ni siquiera lo pienses, ni se te ocurra, él está muy feliz con su metro setentaicinco de curvas disque perfectas. Mientras tú llevas a su hijo/a en tu vientre".

Ya no más. Era momento de pensar en mí.

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