La fiesta había salido tan bien que no podía describir la felicidad que sentía en mis adentros, ahora todos estaban descansando en sus respectivas habitaciones. A pesar de que quise que JeongSan durmiera conmigo, él prefirió estar con los niños, quienes armarían una pijamada todos juntos.

Cansada era poco, bailé, comí, reí, lloré. Demasiado paso que no sé cómo abordarlo; sobre todo que Jeon se encuentre entrando a la habitación con suma confianza en estos momentos.

—¿Cómo te sientes? —preguntó un tanto cohibido parado en el umbral de la puerta. Se notaba un poco incómodo, hasta tímido diría yo, haciéndome sonreír por dentro.

—Bien, un poco —jadee al sentir un calambre, al segundo JungKook se encontraba acomodando otra almohada a mi costado, lo que hacía que tuviera su rostro a escasos centímetros. Nos miramos por breves segundos, porque rápidamente la desvié para otro lado que no sean sus ojos inquisidores— la bebé se siente inquieta ya que el lugar se hace cada vez más pequeño. Pronto saldrás lindura, queda poco, mi nena.

Le hablé a mi panza sonriendo, de soslayo vi la tonta sonrisa que Jeon tenía en rostro y como se desvanecía porque parecía querer decirme algo de lo cual no se animaba, rodé los ojos ante su cobardía.

—¿Qué?

—Creo que se lo que puede hacer que se relaje —comentó en voz baja mirando su mano tatuada— lo hacía con JeongSan y resultaba tan bien que dormías toda la noche.

Y sentí el aire atascarse en mis pulmones. No contesté. Porque sabía a lo que se refería y es de las cosas que más me enamoraba de él y que en estos momentos, solo quiero morirme.

No esperando a alguna respuesta, se levantó de mi lado y volteó alrededor de la cama hasta llegar al lado izquierdo, se deslizó lento por el colchón hasta recostarse con ayuda de su brazo para no dejar caer todo su peso sobre mi mientras la otra daba caricias suaves a mi vientre abultado.

Feeling like I’m breathing my last breath
Feeling like I’m walking my last steps
Look at all of these tears I’ve wept
Look at all the promises that I’ve kept

I put my heart into your hands
Here’s my soul to keep
I let you in with all that I can
You’re not hard to reach
And you bless me with the best gift
That I’ve ever known
You give me purpose
Yeah, you’ve given me purpose

¿Había dicho cuánto había extrañado su voz? ¿No?, pues lo he extrañado con cada partícula de mi ser. Su voz suave hace estragos en mi corazón, la bebé va dejando de moverse de a poco.

Thinking my journey's come to an end
Sending out a farewell to my friends, for inner peace
Ask you to forgive me for my sins, oh, would you please?
I'm more than grateful for the time we spent, my spirit's at ease

Cuando llega el tercer párrafo, me mira de manera intensa, como si a través de la letra intentará decirme algo. Quiero esquivarlo, pero no puedo es más fuerte que yo. Por lo que nos miramos fijamente mientras sigue cantando y repartiendo caricias a la piel expuesta de mi vientre.

I put my heart into your hands
Learn the lessons you teach
No matter when, wherever I am
You're not hard to reach
And you've given me the best gift
That I've ever known
You give me purpose everyday
You give me purpose in every way
Oh, you are my everything
Oh, you are my everything

Su voz me relaja demasiado, sus caricias a mi vientre igual, su cabeza reposa sobre mi pecho aún sigue cantando, la bebé dejo de moverse una vez empezó la canción, una vez escuchó la voz de su padre. Pero este momento, este instante es más que hermoso, es un momento demasiado íntimo entre los dos.

Y tengo dudas de si su actitud al cantarme mirándome fijamente a los ojos quiere decir lo que remotamente aún, muy en el fondo, en lo más recóndito, espero suceda.

Seguimos mirándonos, ahora todo es silencio, mi corazón late muy rápido y quiero llorar, malditas hormonas. Se mueve un poco con intenciones de acercarse a mi rostro. ¡Oh, Dios! No.

—Descansa nena, me quedaré un rato más por si necesitas algo —besó mi frente. Solo eso. ¡Mierda!

No respondo, tengo cara neutral, se me hace bien mantenerme sería sin que se me note lo alterada que estoy. Me arropa con el edredón mientras me acomoda las almohadas para mejor descanso. Y cuando creo que podré dormir, se levanta quitando su suéter varios talles más grande quedándose en una camiseta blanca que me permite ver su bien formado torso y sus brazos con tatuajes.

Mierda, mierda y más mierda. Siento un calor subir por mis extremidades y no quiero echarlo de mi lado diciéndole que me puse cachonda. ¡Te odio Jeon JungKook! Así que cierro los ojos en un intento de ignorar que se acostó a mi lado.

Hago los ejercicios de respiración que Effie me había enseñado una vez, pero todo se va al carajo cuando siento su mano repartir caricias a mi espalda, su aliento cálido chocando mi nuca, no se en que momento me voltee. Sigue en lo suyo y mi cuerpo reacciona acoplándose al de él o mejor dicho, pegó mi trasero contra su entrepierna frotándome.

Gemí, alto y claro. Todo se detuvo. Y de un momento a otro me largo a llorar como una condenada y él en medio de la confusión, supongo, intenta abrazarme.

—Quita tus manos de mí, JungKook —chillo entre dientes.

—Si es por el dolor o alguna molestia déjame…

—¡No puedes ayudarme si estás tocándome de esa manera! ¡No entiendes acaso que estoy cachonda y tú no me ayudas desvistiéndote delante de mí! ¡Maldita seas Jeon, no puedo estar tranquila sin el pensamiento de que te quiero entre mis piernas!

Lo grité, alto y claro. Que vergüenza. Dios. Me quiero morir. Siento una ardiente humillación acompañada de vergüenza.

Sus ojos desorbitados mirándome asombrado al segundo desternillándose de risa. Lo odio. Lo golpeó en el hombro, pero eso es como una caricia para este saco de músculos. Deja caer su cabeza en la almohada mientras va cesando su risa, mis ojos están llenos de lágrimas, tapó mi rostro con mis manos. Ya no quiero nada. Solo tranquilidad.

—Nena...

—No me llames nena, no soy tu nena, deje de serlo hace meses JungKook —exclamé hipando. Sentí la calidez de sus manos sobre las mías apartándolas de mi rostro mirándome de forma dulce.

—Lo se, nen… lo sé, lo siento, solo quiero estar contigo y ayudarte. Me iré así no te molesto mas y podrás descansar mejor.

—¡No!... perdón —bajé la cabeza, el llanto, ¡aish! Estúpidas hormonas— no sé que me pasa, siento demasiadas cosas, te necesito y me haces bien, pero no puedo olvidarme de lo demás. No puedo. Me duele. Y tú no me lo facilitas cuando vienes y haces como si nada. Quiero odiarte y no puedo. Y Dios Santo, juro qué me desmayare ahora sino te pones algo, JungKook me estás provocando.

Soltó una risita divertida y suspiró negando con la cabeza.

Volvió a arroparme hasta el cuello, dejando que mi cabeza reposara sobre su pecho, abrazándome, acariciándome. Creo que no entendió el concepto de no tocarme. Pero que bien me hacía.

—No haremos nada que tú no quieras —susurra, un puñetazo en su tabla de lavar es lo que recibe, su quejido de dolor es música para mis oídos, me apretuja más contra si dejando un casto beso en mi frente— descansa mi Gigi.

Hacia años que no me llamaba así. La última vez había sido cuando me pidió que me quedase una noche con él.

Siento que las cosas entre nosotros comenzará a cambiar solo por el bien de nuestros hijos. Ojalá todo sea para bien.

No sé fien de las últimas palabras, o si?
No saben lo que me alegro escribir este capítulo, me reía de cómo salió. Espero a ustedes les guste.

Pregunta: les sale las canciones en multimedia en los capítulos??

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Cuidense, tomense si agüita diaria y escuchen muchi Bangtan para tener un día lindo.
Besos 💜