Canadá y México x USA -2-
Notas del cap
Hola, lamento mucho las tardanzas pero me quede bien picada dibujando nsfw ¬w¬ que pueden ver en mi twitter, así que, honestamente, me olvide de seguir publicando esto que ya tenía escrito... aun así, aquí lo traigo XD
¡A leer!
2 - Cuando éramos colonias
Siempre se hizo esta pregunta que no podía acabar de tener una respuesta correcta. Siempre se pregunto, en qué momento había comenzado todo esto y, todavía aun más alarmante, el momento en que había cambiado y se había transformado de ese modo tan... aterrador
Canadá. En ese entonces, Acadia, miraba fijamente a su hermano mayor Trece Colonias recibiendo golpes con una vara de madera parecida a una regla por no haber cumplido correctamente con sus tareas del día. Su hermano no paraba de llorar y, aunque se mantenía fuerte y no gritaba, era claro, en sus manos ya sangrantes, que este humano se estaba propasando con su hermano
Por desgracia y agradecimiento de Acadia, estaba oculto al otro lado de una puerta, acariciando el doloroso bulto en sus pantalones cortos mientras observaba a su hermano agachando la cabeza entre suaves disculpas antes de volver a su asiento y continuar con sus estudios de ese día
Acadia había dado media vuelta y había marchado a su propia habitación, de la que no debía de salir en realidad pues aun seguía con sus deberes. En el camino, cuidando esquivar a todos los guardias y a sus padres, Acadia se volvió a hacer la misma pregunta que se aclaro una vez en la soledad de su propia habitación ¿En qué momento ese sentimiento de cariño infantil entre hermanos, se había transformado en un amor mas allá de lo fraternal?
Acadia recargo su espalda contra la madera y lentamente se dejo caer mientras su mano lentamente bajaba hasta su entrepierna y sobaba sobre la ropa soltando un pequeño gemido antes de morder su labio en nervios, temeroso de ser escuchado
¿En qué maldito momento de su vida, ese amor mas allá de lo fraternal se retorció en excitación y deseo por contemplar su hermosa carita llorosa y sonrojada mientras estaba debajo de su cuerpo suplicando por piedad?
Mordió su labio inferior con más fuerza, sus manos pasaron de la ropa y envolvió con ambas manos su miembro comenzando a acariciarlo en una estimulación que venía acompañada por una imagen nueva para sus fantasías. Su hermano, llorando, aunque aguantando las ganas de gritar, con sus grandes ojos, sus mejillas sonrojadas, su voz llamándolo suavemente con miedo y el, acariciando su cuerpo lleno de moretones por los golpes de los maestros y adultos
Su nerviosa voz pidiéndole que se detenga, que era un sentimiento extraño, que no era correcto mientras él, cada vez, más loco, tocaba mas, lo acariciaba, le daba un placer que no terminaba de comprender. Acadia mordió su labio al grado de sentir el sabor metálico de la sangre justo cuando, su propia imagen mental lo llevaba a ver el cuerpo cubierto de ropa de su hermano y como, sus manos, que habían acariciado sobre la ropa a su hermano, por fin desprendían los pantalones para ver la desnudez de su hermano
—Trece Colonias —jadeo golpeando su cabeza contra la madera justo cuando llego al orgasmo manchando sus manos y cuidando no manchar sus ropas. Jadeo cansado y nervioso, sacando sus manos de su pantalón y observando el liquido semi blanquecino que pegajoso, se mantenía entre sus manos
Soltó un jadeo cansado y se puso en pie, caminando hacia su baño para lavar sus manos y limpiar los restos que pudieran pasar. El apenas tenía 13 años, Trece Colonias tenía 14 ¿Cómo podía pensar en eso si eran tan pequeños?
Bueno, los countryhumans recién colonizados tomaban la apariencia de niños pequeños, si, de hecho, de recién nacidos. Para ellos, ser colonizados era como volver a nacer, pero, tras diez años, la mente del country crecía hasta la de un adulto joven mientras que su cuerpo seguía el crecimiento de un humano normal, así que, Acadia, con tan solo trece años de edad, miraba y fantaseaba con su hermano mayor
Y que, honestamente, la gente que vivía en la mansión donde se encontraban los cuatro countrys no fuera cuidadosa por las noches cuando tenían sus momentos de pasión, no ayudaron a la joven mente de Acadia. Solo sumaron imágenes, ideas, sensaciones y cosquillas a su vientre que pronto vio desbordadas sobre su hermano mayor que inocente a los oscuros deseos de Acadia, seguía sonriéndole con un cariño inocente de hermanos
Y muchas veces, Acadia se sintió miserable por desear de ese modo pecaminoso a su propio hermano mientras sabia que la pureza de Trece Colonias aun estaba intacta... y entonces, volvía su excitación porque ¿Y si el manchaba su inocencia? ¿Y si él era quien le arrancaba la pureza y lo corrompía hasta dejarlo tan mal como estaba él?
«No, no, no, no» se regaño mientras echaba agua fría a su cara «Trece Colonias no tiene la culpa de nada, no merece que le haga daño» se regaño mentalmente
Una vez sale del baño, más relajado y concentrado para poder terminar sus tareas del día, descubre a uno de los sirvientes de su hogar entrando y, luego de dar una reverencia respetuosa a su persona, anunciar que sus padres los estaban llamando a ambos hermanos
Lo siguiente que supo, es que estaba siendo golpeado dulcemente por un cálido abrazo por otro country de su edad, bueno, de la edad de su hermano. Nueva España era, en ese entonces, un buen amigo de ambos hermanos, aunque, podía apreciar, por sus gestos de "cariño" que parecía tenerle mucho mas aprecio a Trece Colonias. Le regalaba más dulces, le daba más besos, le contaba más historias y cuidaba mucho más sus heridas. Bueno, era bien sabido que de ambos hermanos, Trece Colonias siempre era el que se llevaba los golpes y Acadia parecía tener los mimos
—Acadia —a lo lejos, tal vez creyó escuchar su nombre mas no era relevante, sino observar a su hermano y a su amigo hablando entre sí con grandes sonrisas, siendo Nueva España quien limpiara las lágrimas de su hermano— ¡Acadia!
Pego un brinco y giro su mirada encontrando a su madre llamándole con reprimenda. Acadia se disculpa por estar distraído y la mujer, en suaves suspiros le explica junto a Trece Colonias que ese pequeño y su padre se quedarían en su hogar por asuntos de negocios entre reinos, por tanto, debían de tratar a Nueva España como un invitado a su hogar. Acadia afirmo junto a Trece Colonias, siendo Acadia quien no acabara de estar de acuerdo con esta situación
Lo siguiente que sabia Acadia era que directamente ya se encontraba en la mesa compartiendo sus alimentos con Nueva España, apenas a un costado de su hermano, siendo su atención robada por el country invitado que, aunque serio y recto, parecía cada tanto romper las reglas y hablar con Trece Colonias logrando que ambos fueran regañados en repetidas ocasiones. La sensación de enfado le había consumido más de lo que quería admitir, aun así, solo se limito a observarlos en un silencio analítico. No era un misterio para el saber de los sentimientos de Nueva España hacia Trece Colonias, pero ¿Qué iba a pasar con él? ¿Lo iban a alejar de su hermano?
Bueno, es verdad que no podían hacer mucho al respecto si cabía la posibilidad de que lo alejaran, al final del día, tenía que aceptar que había lazos que lo unían a su hermano, lazos de sangre que no podía romper no importando que tanto intentara, así que, si esa era la situación a la que se debía de enfrentar, un pensamiento malicioso le carcomió
¿Por qué no tomar a su hermano antes de que alguien más lo arranque de su lado? Está bien, aceptara que lo lleven lejos de él, pero antes de que eso pueda pasar, él lo iba a devorar
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Tras su primer pensamiento de hacerlo suyo, Acadia se había mantenido callado, quieto como siempre solía ser, solo en silencio, observando cómo las cosas se desarrollaban entre su hermano y Nueva España. No podía intervenir aun si lo deseara, entonces, ¿Cómo tomaría lo que era suyo por derecho? Negó
Avanzo por el jardín de su hogar, preguntándose cómo podría tomar la oportunidad si es que esos dos siempre estaban juntos, aun en sus estudios. Un hipido le hizo frenarse por un segundo y, girando su rostro hacia su derecha, más lejos, entre espesos árboles y arbustos, pudo ver a Trece Colonias sollozando
Un escalofrío corrió en la espalda de Acadia mientras un cosquilleo volvía a atorarse en su vientre queriendo llegar a su entrepierna, mas, lo que había frenado su deseo de acariciarse a si mismo observando a su hermano, había sido, ver que no estaba solo. De hecho, se encontraba en los brazos de Nueva España quien, con voz suave, le trataba de tranquilizar con caricias inocentes y dulces. Acadia trago nervioso, observando cómo se desarrollaba la situación entre ambos countrys
Palabras dulces que aliviaron el dolor en Trece Colonias, pequeños chistes que consiguen volver los sollozos en risas torpes y entonces, mientras se miran, Nueva España en su pequeña búsqueda de hacer travesuras, comienza a hacer cosquillas al cuerpo ajeno, una cosa lleva a la otra, ambos caen al pasto, Trece acaba debajo de Nueva España y, mientras se miran, es Nueva España quien acaba de acortar la distancia robándole un beso inocente a Trece Colonias, apenas una presión sobre los labios ajenos en un acto lleno de cariño
*Crack*
El ruido de una ramita tronando los hizo alejarse con fuertes sonrojos en sus mejillas y avergonzados, dándose la espalda y tomando sus pechos con nervios. El latido de ambos corazones no podía detenerse, resonaban con fuerza contra sus pechos que casi los dejaban sordos, y aun así, ninguno pudo darse cuenta que la razón de la ramita rota, había sido no una pisada, sino la mano de Acadia quien, en su cólera, acabo rompiendo una rama con su mano
«Muy bien Nueva España» gruño mientras volvía con paso lento de regreso a su hogar «Tu robaste su primer beso» bufo en cólera «pero seré yo quien se lleve su primera vez en la cama» juro enfadado
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La noche se cernía ya tranquila, los más jóvenes (Acadia, Trece Colonias y Nueva España) habían ido a sus habitaciones a dormir mientras los adultos aun se mantenían despiertos acabando sus respectivos negocios o al menos, eso era o que el mundo debía de saber. Algo era seguro. Nadie en esa mansión estaba dormido, aun cuando todos fingieran que si
Acadia avanzo, con pasos tranquilos y sigilosos, no necesitaba la vela para saber el camino que debía de tomar. La oscuridad de los pasillos le permitía ir tranquilo, sin miedo de ser descubierto por alguien. Sonrió suavemente cuando, luego de algunos pasos más, consiguió llegar a su destino. La habitación de Trece Colonias
Toco un par de veces en un ritmo que solo entre ellos como hermanos podrían reconocer como un código secreto que anunciaba de quien se trataba, Acadia accedió a la habitación luego de escuchar el permiso para pasar y, descubrió a su hermano terminando de ponerse el camisón para ir a dormir. Sonrió suavemente, intentando que su sonrisa no mostrara sus verdaderas intenciones, al menos no aun
—¿Acadia? —pregunto Trece dejando de darle la espalda para verlo de frente— ¿Sucede algo hermano? ¿Necesitas algo? —pregunta en su inocencia, Acadia niega suavemente y rasca avergonzado su mejilla suavemente
—No me siento cómodo en mi cama —se expresa— ¿Puedo dormir hoy contigo hermano? —con la clásica inocencia en su mirada y en su pregunta, sabe que Trece Colonias con un suave suspiro termina cediendo y asintiendo
Ambos suben a la cama que es claramente mucho más grande de lo que un par de niños podría necesitar. Acadia espera a que Trece se acomode en la cama y, antes de que su hermano acomode las cobijas para irse a dormir, Acadia se sienta en la cama, observando a su hermano quien, curioso de que no se haya acostado aun, solo lo mira confuso
... ... ...
—¿Sucede algo malo? —pregunta en su inocencia, observando una suave negatoria de su hermano antes de acercar su rostro y, tomándolo con cariño desde sus mejillas, besarlo
Pero no era un beso como el que había recibido de Nueva España que era dulce y cuidadoso, este era diferente. Sus labios se habían apretado en cuanto sintió los labios de su hermano y los mismos habían sido mordidos creándole un leve dolor. Trece soltó un pequeño jadeo incomodo por el dolor, siendo callado rápidamente por una lengua resbalosa y caliente que rápidamente recorrió su boca atrapando su lengua en un juego que le hizo sentir extraño
Sus manos corrieron a los hombros de Acadia, hizo un intento por alejarlo, pero extrañamente, las manos que lo aferraban de las mejillas pasan a tomar sus manos y empujarlas para quedar directamente sobre la cama. Trece se asusta, su corazón salta con mucha violencia, está confundido, no entiende lo que pasa y, mientras trata inútilmente de entender lo que no puede comprender, Acadia mueve su cuerpo, lentamente se abre paso sentándose entre las piernas de su hermano mayor
—¡¡MMgaaaaa!!! —Jadeo nervioso Trece Colonias apenas tuvo la oportunidad de respirar tras ser roto el beso, su cuerpo se siente débil, su mente esta mareada, se siente débil y siente que Acadia mueve sus manos amarrándolas arriba de su cabeza. Asustado, encuentra que al menos puede poner sus manos sobre su pecho, pero hay una soga amarrando directamente sus manos desde las muñecas que no puede liberar— ¡¿Qué estás haciendo Acadia?! —pregunta casi en un grito que es callado por la mano de su hermano y, con su otra mano, colocar un dedo sobre sus propios labios en señal de que guardara silencio
—Guarda silencio hermano —regaña suavemente Acadia— no querrás que los adultos nos encuentren y nos azoten —responde como reprimenda, Trece Colonias siente un leve escalofrío tras escucharlo y lucha por soltarse— tranquilo, no hare nada malo —susurro al tiempo que pasaba una de sus manos hacia el pecho de Trece comenzando a acariciar sobre su ropa haciendo poner nervioso al contrario
—Esto no es divertido Acadia —gruñe Trece en un intento vago porque su hermano reaccione, sin embargo, Acadia sonríe, por fin, mostrando su verdadera forma, su verdadero ser. Una sonrisa maliciosa y corrompida por el deseo que oculta más de lo que se alguien de tan solo catorce pueda comprender— ¿Acadia?
La pregunta de Trece es tras saberse visto por una mirada que de pronto siente pesada y que, parece desnudarlo y exponerlo. La sensación de quedar indefenso ante su mirada le parece desagradable, pero apenas parece ser de importancia cuando las manos de su propio hermano viajan desde el pecho de Trece hasta la orilla del camisón subiéndolo con cuidado y lentitud, entre caricias que pasan por sus piernas dándole escalofríos no demasiado agradables
—No Acadia —volvió a rugir incomodo cuando sus manos llegaron desde sus piernas a su entrepierna. Ahí, Trece Colonias apretó sus piernas para que no tocara. Estaba sonrojado, nervioso, su corazón no paraba de latir; las caricias de Acadia se sentían tan extrañas que lo tenían confundido, pero algo era seguro, no quería que lo tocara, se sentía raro y sentía que no era correcto. Contrario a ver que su hermano se alejara y lo dejara en paz, pudo sentir como las manos de Acadia lo tomaron desde las rodillas y haciendo fuerza abrió sus piernas consiguiendo sentarse cercas suyo
Algo de Acadia se había restregado contra su pequeño miembro y le había dado escalofríos incómodos, no sabía si eso era agradable pero, estaba bastante seguro que estaban yendo por un lugar que no era agradable en absoluto para Trece Colonias. Jadeo de nuevo, cuando sintió de nuevo que su hermano se empujaba levemente y golpeaba suavemente su cadera con sus propias caderas. Un escalofrío le carcomió y, la leve sensación de saber lo que estaba haciendo su hermano, no le agrado en absoluto
—Descuida, prometo que tu también te vas a sentir muy bien —susurro bajito, volviendo a empujar sus caderas suavemente sobre las de su hermano, otro escalofrío le recorrió luego de sentir como Acadia parecía cada vez dejar de solo empujarse para restregarse también. Un escalofrío le recorrió y su cuerpo, reacciono incomodo con una erección titubeante de surgir
Las manos de Acadia que habían servido para abrir las piernas de Trece dejaron de empujarse para abrir a su hermano cuando sintió que sus fuerzas se perdían y entonces, tomo la oportunidad de pasar su mano, volviendo a subir el camisón de Trece, dejando al descubierto su ropa interior y ese bulto pequeño que había sobresalido
No hubieron palabras, Trece trato de cubrirse con sus manos aun atadas pero no lo consiguió, su hermano bajo su ropa interior y, observando su miembro semi erecto, lo tomo con una de sus manos y suavemente comenzó a estimularlo, encontrando el rostro nervioso de su hermano haciéndose hacia atrás entre nervios y jadeos pequeños. Sonrió con ternura ante la imagen y, despacio, se dejo caer sobre su hermano. Sus rostros apenas colindaban pero el aliento de ambos se combinaba a la perfección. La mano de Acadia acariciaba con insistencia y velocidad a su hermano, sus ojos observaban el gesto sonrojado y nervioso de Trece y entonces, lentamente, se fue acercando, con sus labios entreabiertos, respirando con pesadez debido a la excitación y, tomo los labios de su hermano robando otro beso igual de profundo y lujurioso como el primero
La mano que acariciaba sin parar la erección de Trece sintió pequeños saltitos, Acadia sintió los nervios en el cuerpo de su hermano y, aun sin acabar de comprender lo que ocurría con él, lo que descubre es a su hermano ahogando un gritillo entre sus labios, luego algo húmedo en su mano. Acadia se aleja del cuerpo de su hermano y descubre lo ocurrido. Se había corrido solo con la mano de Acadia
Acadia sintió todo distante en ese momento, como si quisiera desmayarse tal vez. Podía escuchar a lo lejos, muy lejos el jadear de la cansada voz de su hermano, su mirada solo se mantenía atrapada por su propia mano manchada de un liquido semi blanquecino caliente y espeso que lentamente escurría cayendo sobre su hermano quien debilitado, temblaba suavemente
Al subir su mirada para ver como se encontraba su hermano, la erección que no se había dado cuenta que tenia entre su ropa interior, dio un brinco doloroso. La imagen que siempre se había imaginado a medias, ese rostro lloroso y sonrojado de su hermano se había cumplido justo delante de sus ojos. Esto era real, esto, no era un sueño ni una de sus tantas fantasías con Trece Colonias. Esto, era muy real...
Su rostro perdido en algún punto de la habitación, con sus ojos entrecerrados, lagrimas escurriendo pequeñas desde sus ojos, un sonrojo en sus mejillas y su respiración jadeante, con su boca entreabierta y un hilo de saliva escurriendo desde la comisura de sus labios, además, estaba temblando suavemente y sus manos yacían atadas aferrando el camisón que ya no cubría su erección y su reciente corrida sobre la mano de su hermano
Acadia sintió que se iba a desmayar por la impresión de ver que la realidad se volvía aun más deliciosa que sus propias fantasías. Bajo la mano manchada en la semilla de su hermano y tanteando por primera vez la zona, imposibilitado a dejar de ver el gesto hipnótico de Trece Colonias, encuentra su recto y, con cuidado, empuja un dedo en su entrada. El acto hace a los ojos de Trece abrirse con sorpresa y ahogar un quejido
El contrarío tiene que tomar una de las piernas de su hermano para empujarlo y que no trate de cerrar su piernas de nuevo. Ahora, Acadia se dedica a mirar el trasero de su hermano y como empuja el dedo manchado en semen casi transparente. Lo mueve de delante hacia atrás; entra y sale, sintiendo como las paredes internas de Trece lo aprietan cada que entra y que parece querer succionarlo cada que sale su dedo. El dolor en su miembro y ese cosquilleo en su vientre se vuelve apenas aguantable mientras un segundo dedo se empuja en la entrad de su hermano que estira sus manos atadas para tratar de detenerlo de su trabajo
Acadia sujeta las manos de su hermano y empuja con más velocidad sus dedos dentro de su hermano, Trece ahoga un jadeo, su cabeza se hace hacia atrás y su cuerpo se arquea. Acadia se detiene y se aleja de su hermano, su cuerpo regresa a la cama y un quejido de protesta brota en su garganta aun si no quería que sonara. Acadia baja la mirada de nuevo a su mano manchada aun en semen ajeno y, con esa misma humedad, por fin, eleva su camisón y baja su ropa interior, apretando con su mano sucia su propio miembro
Se sentía viscoso y resbaloso, ya no estaba tan caliente como hace un momento pero al saber que era la corrida de su hermano le había excitado mucho y, ahora, mientras movía su mano con velocidad, observo a su hermano apenas recuperando el ritmo de su respiración. Acadia negó, no quería que acabara aun
Toma las piernas de su hermano y, con una de las suyas guio su pene humedecido y erecto justo contra la entrada de Trece. Ambos se miraron, aun confusos de lo que estaba sucediendo, pero, mientras Acadia vuelve a recostarse sobre Trece, tomándolo de las mejillas y mirándose a los ojos, sus caderas se empujan consiguiendo abrirse paso entre las entrañas del mayor
Los ojos de Trece se abren y un gritillo sale apenas interrumpido por los labios de Acadia quien besa con lujuria a su hermano. Su interior apretaba mucho, estaba muy caliente y lo estaba volviendo loco. Ambos hermanos cierran sus ojos, Trece trata de patalear pero no puede hacer nada, sus gemidos y temblores se ven apenas apreciados por Acadia quien no para de besarlo y de acariciar sus mejillas
—Duele... Acadia —jadea cuando ambos se alejan del beso respirando con dificultad— me lastimas —volvió a quejarse con lagrimas en sus ojos. Acadia atrapo sus mejillas una vez más, viéndose a los ojos. Un sentimiento de deseo brotó en Acadia al saberse visto por esa mirada y, sin poder evitarlo, sus cadera se movieron embistiendo a su hermano quien soltó otro quejido de dolor
—Guarda silencio por favor —pidió hipnotizado por la mirada del otro— harás que nos descubran y no quiero detenerme ahora —suplico bajito, moviendo sus caderas a un ritmo torpe y lento, aun no terminaba de comprenderlo, pero no podía y no deseaba detenerse
—Pero duele mucho —jadeo Trece Colonias cerrando sus ojos y tratando de alejarse del cuerpo del menor— y no es correcto que hagamos esto —lucho por removerse, ahogando otro gemido luego de sentir otra embestida en su interior lastimándolo— Acadia... somos hermanos... no está... bien... —se ahogo con sus ojos cerrados
—No me importa —corto sus palabras, se enderezo en su lugar y, tomando las piernas de Trece Colonias las coloca sobre sus hombros, sujetando su cadera, comienza a empujarse con fuerza— quiero que seas solo mío hermano, no te daré tan fácil a Nueva España —gruñe de nuevo, notando que los labios de Trece han dejado de reclamar y ahora solo jadean con gritos cada vez mas fuertes
El dolor ha pasado a convertirse en un placer hilarante para ambos. Acadia se ve obligado a meter a la boca de Trece Colonias un pañuelo para callar sus gritos, de pronto, el sonido distante de una puerta siendo tocada con un ritmo que solo Acadia reconoce le hace soltar una media sonrisa maliciosa
«Ya está aquí» pensó con victoria, giro el cuerpo de Trece Colonias dejándolo con las rodillas apoyadas sobre la cama y, tomando sus caderas se empuja con mucha más fuerza haciendo a Trece Colonias hacer su cabeza hacia atrás en gemidos ahogados por el placer desesperante
—Con permiso —se hace notar la suave voz tímida de Nueva España quien, ahogando un jadeo de sorpresa, se encuentra a si mismo delante de una escena que lo pone nervioso
—Te tardaste en venir —respondió Acadia aun empujándose contra el trasero de su hermano— Nueva España. Trece Colonias es mío —gruño con burla, tomando de sus cabellos a su hermano y jalando su cabello para que su rostro se levantara de la cama y dejara ver su rostro sonrojado y sudado— pero no soy mala persona —respondió— puedo dejar que te unas a mí, pero tenlo en mente —amenazo, saliendo casi por completo del interior de Trece Colonias para, posteriormente, entrar con fuerza otra vez haciendo al country correrse por fin ante la embestida— Trece Colonias siempre me pertenecerá
Trece Colonias reacciono al nombre de Nueva España, en especial cuando juraría que escucho a su hermano hablando con alguien. Al girar su mirada en dirección de la puerta, encontró a Nueva España, viendo con sorpresa lo que ocurría en la habitación. Trece intento removerse y escapar de su hermano, pero aun era sujetado desde su cabello, jadeo cuando, aun sensible por haberse corrido, volvió a sentir como era penetrado por su hermano quien no paraba de hablar algo que para estas alturas Trece Colonias ya no comprendía por el placer
Cree haber escuchado la voz de Nueva España y luego la risa de Acadia y entonces, silencio, hasta que unas manos cálidas y gentiles apartaron el paño de su boca, sus ojos se abrieron y encontró a Nueva España viéndolo con un fuerte sonrojo, perdido en alguna parte de su mente mientras sus manos, temblorosas tomaron sus mejillas y se fundieron con él en un beso dulce y amable
Los ojos de Trece Colonias se abrieron confundido, las manos de Nueva España comenzaron a acariciar su cuerpo aun cubierto por el camisón y, despacio, comenzó a apartarlo para dejarlo desnudo. Un escalofrío recorrió su cuerpo pero, cuando vio a Nueva España bajar su pantalón y su ropa interior, dejando ver su miembro demasiado cercas de su propio rostro, Trece Colonias trago nervioso
—Por favor Trece —pidió bajito— ayúdame
—Pero... —jadeo— ¿Qué hago? —dudo en preguntar, sin haber notado que las embestías de Acadia se habían detenido y que la misma mano que había jalado sus cabellos, ahora empujaba su rostro contra el miembro erecto de Nueva España restregándolo contra su rostro hasta chocar su cara con el estomago de Nueva España
—¿No es obvio? —hablo Acadia— mételo en tu boca y chupa
Contrario a la brusquedad de Acadia, Nueva España tomo su barbilla levantando un poco más su rostro y, viéndolo con un lindo sonrojo susurro que solo lo hiciera si quería. Trece Colonias aun no entendía exactamente que debía de hacer, pero obedeció a las ordenes de Acadia y, abriendo su boca, Nueva España guio su miembro a la boca de Trece metiéndolo despacio
El gemido que broto en Nueva España le pareció lindo a Trece Colonias quien, cerrando su boca alrededor del miembro del contrario, comienza a recorrerlo con su lengua. Su sabor era salado y algo extraño pero, el movimiento de Acadia le obliga a mover su cuerpo entero. Apenas apoyado de sus manos aun atadas, Trece Colonias siente como entra y sale el miembro de Nueva España de su boca y escucha como aun con sus manos cubriendo su boca, Nueva España sigue gimiendo haciendo un gesto que le parece lindo. Ahora, es la lengua de Trece quien trata de recorrer la extensión del contrario hasta que las bruscas embestidas de Acadia se vuelven más rápidas. Trece se aleja de su labor y entre jadeos deja caer su rostro a la cama
Nueva España toma de nuevo el rostro de Trece y lo eleva, ahora, sus labios se unen en un beso lujurioso mientras las entrañas de Trece sienten un dolor quemar cuando algo caliente y espeso comienza a llenar su interior
—Hhhgggg —en un gemido ahogado, Acadia por fin se ha corrido dentro de Trece Colonias y, tras observar que lo que había evitado que su hermano soltara otro gemido había sido Nueva España y su beso, le hizo tener una idea traviesa— Ven Nueva España —ordeno
Confundido de que el siempre amable Acadia diera ordenes, Nueva España obedece. Acadia recuesta a Nueva España y luego, tomando a Trece Colonias lo empuja, Trece queda con sus piernas a los lados de Nueva España, Acadia toma el miembro aun duro de Nueva España y guía el trasero de Trece para que se siente en su interior. Un gemido ahoga a ambos countrys mientras Acadia quien toma las caderas de Trece, guía su propio miembro a la entrada de Trece
—Nueva España~ —solloza Trece dejando su rostro en el pecho del country que, abrazándolo y dándole caricias inocentes, también suelta un fuerte gemido ahogado cuando siente que su miembro no solo es apresado por el calor de Trece, sino que algo también entra invadiendo el lugar y crenado un placer demasiado doloroso para todos los presentes
En un grito que intentan callar los tres, a una sincronía perfecta, acaban corriéndose. No pudieron soportar tanto y, mientras Trece cae inconsciente en los brazos de Nueva España, el country latino y Acadia salen despacio, sintiendo que sus penes yacían empapados de algo pegajosos y que, poco después, el interior de Trece dejaba salir el mismo liquido espeso
—¿De verdad es buena idea que ambos tengamos a tu hermano? —pregunto Nueva España a Acadia una vez que acomodaron con cuidado a Trece en su cama con su camisón devuelta en su cuerpo. Acadia asintió
—Si aceptas, dejare que sigas tomando a Trece, si no, me asegurare que nunca lo vuelvas a ver en tu vida y yo me quedare con el solo para mí —Nueva España guardo silencio un momento, desviando su mirada a Trece Colonias y suspirando
—Está bien
«Está hecho» pensó Acadia. Ahora Nueva España no podría quitarle a Trece Colonias, siempre y cuando, le permitiera a Nueva España tocar de vez en cuando a su hermano; seria él, quien realmente lo tendría para siempre
Notas finales:
Bueno, lo dicho, me quede avanzando un comic nsfw... un comic lemon hard 7w7 de Perú x México, así que, me obsesione con seguir, se me olvido que tenia aquí caps para publicar y bueno, hasta apenas tengo la fuerza para despegarme del comic y seguir con esto XD lamento las demoras XD. Ahora, pasemos a datos extra porque hay algo importante que explicar en ellos
Datos extra:
*Primero que nada, no estoy del todo segura, pero creo recordar que el nombre de Canadá mientras era colonia, era exactamente Acadia... si no es el caso, discúlpenme XP estoy pendeja
**IMPORTANTE: (esto lo explique dentro de este mismo capítulo pero por si las dudas lo vuelvo a explicar en diferentes partes)
*Los countryhumans que fueron colonizados, como el caso de nuestro trió; tienen una situación en particular especial. Me explico:
Una vez que un country es colonizado, el colonizador (UK, España, Francia) tienen la oportunidad de elegir la "edad" y/o apariencia del country colonizado. Obviamente, es más fácil controlar a las colonias si son niños pequeños, por eso, tienden a tener apariencias de niños pequeños o incluso de recién nacidos
*Unido al punto anterior, aquí hay algo importante. Los countryhumans (sin importar si son colonizadores o colonias) no son violentos contra los otros countrys. O sea, Uk, España y Francia como padres, bien podrían ser estrictos, pero jamás llegar al grado de herir a sus colonias. O sea, que pueden imaginarse a padres amorosos y primerizos. Entonces ¿Por qué Trece Colonias y Nueva España están heridos? Fácil:
*En esta idea, los humanos pueden lastimar a un countryhumans. Si bien, no pueden conseguir matarlos, si que pueden herirlos de gravedad y, sabiendo cómo somos de hijos de puta, que no les extrañe que los humanos de los países colonizadores traten con piedras y palos a las colonias. Lo malo. Los countrys como tal, no pueden hacer mucho para ayudar a las colonias, ahí, los adultos estaban atados de manos y pies por culpa de su propia gente (los reyes en este caso)
**Siguiente punto realmente importante: Al ser countryhumans, estos tiene un tipo de crecimiento muy diferente. Me explico:
*(Si bien, esto se pensó específicamente para las colonias, me imagino que cuenta para todos los countrys) Las colonias, como he dicho, tienden a tomar el aspecto de niños pequeños y algunos incluso hasta de recién nacidos (ya sea por elección de la gente del país victorioso o por deseo del mismo countryhumans) pero, esto tiene cierta desventaja para la colonia dado a que, al tener el aspecto de un niño pequeño, su forma de pensar es exactamente la de un niño pequeño. O sea, que si tienen a una colonia como un recién nacido, la colonia actuará como eso, un recién nacido
*Unido al punto anterior. Las colonias crecen como humanos, hasta la edad de 15 años. Una vez teniendo 15, los countrys pueden elegir su apariencia de edad, aunque por lo regular, siguen creciendo como humanos normales y son ellos mismos los que deciden en que apariencia quedarse, si verse más viejos o quedarse con una edad aparente
**Punto importante unido a lo anterior. A diferencia de su edad física, su edad mental es otra cosa muy diferente y, de hecho, en cuanto las colonias consiguen llegar a la edad (apariencia) de 10 años, entonces, su forma de pensar cambia a la de un adulto joven. Por fortuna, los countrys no tienen que lidiar con cosas como la pubertad o adolescencia, pero es cierto que en menos de un año (de los 10 a los 11 años) su forma de pensar cambia bruscamente definiendo en sí, la personalidad del country. Aun así, si lo ponemos en forma de pensamiento, pasan a ser adultos jóvenes aunque su cuerpo sigue siendo de un niño de 10 u 11 años. Esto explica el porqué Canadá, pese a tener 13, tiene pensamientos subidos de tono con su hermano y el porqué Trece tiene una personalidad más inocente pese a tener 14
*(pasando de los puntos importantes) La razón de que también Acadia acabe teniendo deseos subidos de tono con Trece Colonias es en partes porque los sirvientes de la mansión donde viven todos... no son muy cuidadosos cuando tienen sexo ¬¬ y sin querer, Acadia los vio y bueno, una cosa llevo a la otra XD
*Toy trastornada porque, mientras que pasa el lemon de Acadia con Trece, si leyeron bien, dije que nadie en esa casa estaba durmiendo ¬w¬ me acabo de imaginar así a lo wtf un lemon entre Uk y Francia ukeandose a España XD ho si, España siempre pasivo ¬w¬. ¿Qué es real y que no? no tengo idea, les dejo a su libre y cochina imaginación imaginar que estaban haciendo los countrys mayores, si tratados políticos o una orgia XD
*Err esta parte ya no supe hacerla correctamente... la idea, es que Acadia sabe de antemano que lo que siente por Trece es incesto, y sabe también que habrá algún country que algún día, consiga el corazón de su hermano y lo aleje... y dijo. "Si a esas vamos, primero me lo tiro yo" XP
*Es obvia la atracción entre Trece Colonias y Nueva España. Acadia lo sabe bien, así que decidió manipular a Nueva España para que le dejara estar dentro de la relación. Aunque, a forma de ver de Nueva España, es él (Nueva España) quien entra en la relación de Acadia y Trece... que hijo de puta resulta ser Acadia aquí... el bastardo fue inteligente...
*Pese a que es la primera vez de todos, Acadia es quien más tiene "experiencia/conocimiento" por los sirvientes que ha visto teniendo sexo... aunque, pese a todo, Nueva España fue lindo y cuidadoso con Trece Colonias a comparación de Acadia... clásico también ¬¬
*Se podrá decir que a partir de este momento es que empieza el "tormento" de Trece Colonias para con Acadia
Por ahora no creo necesitar explicar algo mas con respecto a esta trama ¿cierto? Por ahora, creo que será todo
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Que tengan lindo día
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