HB!
Para la personita que me acompaña día con día y que se ha vuelto mi pequeña familia ♥
A Namkyu le ponía increíblemente feliz que llegase el 19 de marzo, estaba completamente emocionada y por eso desde que despertó esa mañana se puso a bailar en medio de la sala. Cuando su recién levantado novio salió a ver el escándalo que tenía su novia la miró sorprendido.
—Kyunnie, son las 8 de la mañana, ¿qué rayos pasó? — Preguntó incrédulo, estaba seguro que esa chica que danzaba por todos lados no era su novia, ella no estaría despierta tan temprano.
—¡Hoy es 19 de marzo! — Exclamó como si esa esa fuera la respuesta de todo, mientras Namjoon captaba ella hacía su famoso paso de la revolvedora.
O sea, movía los brazos como si envolviera algo, algo muy tonto.
—¿Eh? — Seguía sin captar.
—Hey, que es el cumpleaños de tu mejor amiga, qué triste que no lo recuerdes — negó con su cabeza desaprobando aquello.
—Ah...¿Y? — Su novia le miró feo por tal indiferencias — Ay amor, he pasado muchos cumpleaños junto a ella, ¿qué tendría este de especial?
—Pues, todo, ya lo verás — agitando sus caderas se fue de ahí directo a su cuarto, ese día sería largo.
***
—¡Happy birthday to you! — Empezó a cantar Hoseok mientras llevaba un pequeño ukelele, HyeSook, su novia, estaba aún enredada en las sábanas de la cama.
La chica extendió su cuello con los ojos apenas abiertos y lo miró con un gesto demasiado gracioso. Él chico se lanzó a la cama y fue a abrazarla deprisa.
—¡Feliz cumpleaños! — Gritó moviéndose como gusano encima de ella, la chica se despertó de una al haber tanto jaleo de mañana.
—¡Ya desperté! — Afirmó intentando zafarse de Hoseok, a veces resultaba algo empalagoso.
Igualmente lo adoraba.
—Vamos, Namie me ha estado molestando desde las 8 am para despertarte — le dijo pegándose a su cuello, queriendo estar lo suficientemente pegado a ella.
—¿Y a ella qué le picó?
—No sé — respondió con tono chillón, haciengo aegyo para HyeSook, algo sospechoso.
—Ah, que tenía planes para hoy — se quedó pensativa, había estado algo emocionada respecto al su cumpleaños.
Algo extraño porque ella a duras penas se acordaba de los cumpleaños de los demás, se sabía únicamente el de ella misma y el de su adorado novio Namjoon.
—Vamos a desayunar — le apuró a salir de la cama, la chica tuvo que ser arrastrada para ello.
***
Años atrás cuando las dos estaban en su segundo semestre de la universidad, se encontraron por casualidad y su amistad creció bastante rápido, decidiendo que vivirían juntas en unos cuantos meses de conocerse. Se llevaban bien, era lo único que importaba en ese tiempo, a pesar de ser tan diferentes las dos encajaban. Namkyu, la desordenada que se la pasaba haciendo tonterías y diciéndolas a cada momento del día, un alma que corría por la vida sin frenos y que justamente por eso se llevaba grandes golpes. HyeSook, la calmada, la que tenía todo ordenado y planeado en su vida, tímida ante la vida pero tenaz, a pesar de no tener una gran experiencia era lo suficientemente inteligente para manejar lo que se le presentaba. Mientras que HyeSook le daba orden a la vida de Namkyu, esta ponía en ritmo a la de las dos.
Vivieron durante años juntas, pasando por todo, siendo las más fieles confidentes de la otra y metiéndose en todo tipo de locuras, unas muy tranquilas pero para ellas eran memorables y dignas de unas grandes risotadas.
Como la vez en que Namkyu terminó siendo rechazada por su crush, ella en vez de deprimirse creó miles de memes que hacían reír a su amiga. También cuando HyeSook se enfermó por comer en el Mc'donalds. Y un sinfín de cosas que para los demás podrían resultar nada emocionantes, pero que para ellas eran momentos inolvidables y de burla.
Seguramente fue cosa del destino el enlazar sus vidas de esa forma, porque si Namkyu no hubiera conocido a HyeSook, no habría conocido a Namjoon y a la vida de la castaña no habría llegado Hoseok.
Pues, mientras que Namkyu hablaba todo el tiempo de su hermano mayor, Hoseok, un abogado en ascenso que para ella era la persona más graciosa del mundo, HyeSook no paraba de contarle sobre su mejor amigo Namjoon, el chico pervertido que le hablaba de sus experiencias ya que ella no tenía ninguna.
—Creo que serías perfecta para Namjoon — le comentaba seguido HyeSook.
—¿Y es guapo? — Preguntaba enseguida ella, interesada en ese chico.
—Pues...es agradable — respondía de inmediato.
El día que Namjoon estuvo en la ciudad en la que ellas dos vivían y fue presentado a Namkyu, esta se fue de espaldas.
—¡Por qué no me dijiste que era tan guapo! — Le reclamó golpeándole el costado derecho con su codo.
HyeSook quedó sorprendida por el hecho de que fuera del gusto de su amiga.
Pero para que HyeSook conociera a Hoseok pasó bastante tiempo, no fue hasta la graduación de ambas que lo miró por primera vez, caminando con un ramo de rosas e infundado en su traje gris perfectamente puesto que sintió que se le caían los calzones.
—Felicidades, hermana — le dijo a Namkyu entregándole el ramo de rosas, sin embargo traía uno más, miró a HyeSook con esa hermosa sonrisa que ella adoró al instante de verla — Tú debes ser HyeSook, Namie me ha hablado mucho de ti, felicidades por graduarte — entregó el ramo restante.
Los ojillos perversos de Namkyu iban del uno al otro, sabía que ahí había un flechazo y que debía unirlos, costase lo que costaste. Después de todo Hoseok era su familiar más preciado.
—Mi hermano quería ser bailarín — platicó ese día en la noche luego de su fiesta de graduación, ambas estaban en la cama de Namkyu hechas bolita a un lado de la otra sin creerse que al fin eran graduadas — pero ya sabes, tuvo que hacerse cargo de mí
HyeSook sabía esa parte de la historia, en la que su madre había muerto y su padre nunca se hizo cargo de ellos, admiraba a Hoseok por haber cuidado tan bien de su hermana, puesto que él había hecho posible que siguiera estudiando.
—Es un sol — murmuró, volteó a ver a su amiga y la encontró ya dormida.
Rió bajito al ver eso, en silencio salió de su habitación para dejarla dormir.
Los caminos de ellos cuatros siguieron avanzando hasta que un día las dos decidieron dejar de vivir juntas, cada una tomaría su camino con su pareja. El día de la mudanza para ambas fue triste, se acaban las mañanas en las que HyeSook ya estaba despierta y aparecía recién levantada Namkyu con el cabello enmarañado y una cara de: Help me. Las noches locas en las que se ponían a ver vídeos graciosos sobre su grupo favorito, reían sin parar, cantaban y decían tontería y media.
Ya no más chocolatito caliente con pan, de esos ricos que hacía HyeSook para las dos para acompañar la película o serie.
—Oh mira, es la jaula de HamHam — dijo Namkyu mostrándola a su amiga que estaba empacando cosas junto a su novio Hoseok.
—¿Dónde estaba? — Se apresuró hacia ella para verla, le traía tantos recuerdos.
—Metida en mi armario hasta el fondo — contestó riéndose — todavía recuerdo cuando la compramos
—¡Ay sí! Miramos un vídeo de hámster y nos miramos con nuestra carita de siete, u, siete, erre mayúscula, estaba lloviznando pero igual fuimos hasta el centro a comprar la jaula — Namkyu comenzó a dar saltitos de la emoción.
—¡Sí, sí, sí! Regresamos a casa con la jaula pero sin el hámster
—¡Y seguimos con la jaula pero sin el hámster! — Agregó Hye, a lo que ambas se pusieron a reír como locas, sus novios las observaban con una sonrisa, no les entendían ni mierda pero igual era gracioso verlas así — Ay mae, qué triste
—¡Ya sé! Cuando se nos escapó, marrrdito HamHam, yo no se lo perdono — agregó la rubia mirándola con un gesto súper triste.
De la nada comenzaron a berrear y se abrazaron.
—¡No quiero dejar de vivir contigo!
—¡Yo menos, mae!
Y siguieron llorando, sus dos novios las miraron con ternura y culpa, de alguna forma sentían que estaban rompiendo algo muy importante para ellas. Después de todo se habían vuelto una familia, una pequeñita, de dos, estaban seguras de que si la otra no hubiera estado en su vida las cosas no habrían resultado tan bien.
Ahora no se imaginaban sus vidas lejos de la otra y sin embargo debían afrontarlo, al hecho de que comenzaban una nueva etapa. Se separaron con una sonrisilla para quitarse las lágrimas.
—Me tienes que visitar
—Tú igual, pero lo haces, luego eres bien floja — reclamó Hye.
—¡Nada, tú eres una ermitaña! Tenemos que seguir saliendo, de compras, al cine, a comer, a Shintai — ambas pusieron sus caritas de "7u7r".
—Sí, sí, es más vamos la otra semana
—¡Vale, vale!
Rápidamente volvieron a ser las mismas, no iban a dejar de verse por nada del mundo, eso seguro.
***
Namkyu estaba terminando de hacerse las cejas cuando apareció Namjoon mostrándole una playera blanca, la chica abrió la boca enormemente.
—¡Eso no!
En otra parte de la ciudad algo similar sucedía, puesto que HyeSook corría por la sala intentando escapar de su novio que venía detrás de ella con aquella playera.
—¡Te voy atrapar! — Anunciaba Hoseok detrás de la castaña que iba lo más rápido que podía.
—Dios, no me hagas esto — pedía la chica, sin embargo su novio la atrapó cogiéndola de la cintura con sus dos brazos y levantándola ligeramente, los pies de ella quedaron colgando.
—Sólo póntela ya — le susurró en el oído erizando la piel de la chica.
Cuando él se ponía así de serio hacía que sus piernas temblaran, era una suerte que Hoseok la mayoría del tiempo fuese una persona despreocupada y divertida, haciendo gestos graciosos en todo momento, porque si no estaba segura ella que la tendría de rodillas siempre, ya con verlo ponerse su traje cada mañana le causaba estragos.
—¿Te la pondrás? — Preguntó cambiando de tono y girándola hacia él, ahora lucía una enorme sonrisa que mostraba sus dientes.
—Yah, lo haré — tomó la prenda, a regañadientes tuvo que usarla — no me combina — se cruzó de brazos molesta.
—Te ves preciosa — Hoseok puso su dedo en aquella parte donde a la castaña se le formaban los hoyuelos que poseía, no podía evitar poner una sonrisa cuando hacía eso.
Entonces su dedo estaba dentro de su hoyuelo derecho y Hoseok sonreía aún más feliz.
***
Namkyu estaba cruzada de brazos, era graciosa la forma en que lucía tan molesta cuando se veía más infantil de lo normal, casi parecía una niña. Se había amarrado su cabello en dos bolitas, a las que llamaba dangos, un pequeño short junto a sus botas de combate y esa playera blanca que su novio le obligó usar, no le gustaba como se veía.
—Quita ya esa cara — Namjoon le picó la mejilla, la chica no reaccionó hasta que vislumbró a lo lejos a su mejor amiga junto a su hermano.
—¡Aquí! — Les gritó enseguida agitando su mano lo más que podía.
En cuanto estuvieron cerca fue a abrazar a HyeSook, ella le recibió con gusto.
—¡Feliz cumpleaños! — Decía la rubia con felicidad mientras daba saltitos al no contener su emoción.
—Gracias — contestaba la cumpleañera abrazando fuerte a su amiga y también dando saltitos — ¿Qué vamos a hacer hoy?
—¿No es obvio? — Namkyu se separó y alzó sus brazos para mostrar el fondo — vamos a Disneyland — señaló el recién abierto parque de atracciones.
—Olvidé que ya estaba inaugurado — abrió la boca sorprendida, le encantaba Disneyland y ver desde donde estaba el enorme castillo le ponía aún más emocionada, sin embargo sus ojos vieron fijamente la prenda que traía su amiga — ¡Tú también!
—¿Eh? — La rubia se percató de que andaban prendas similares, estiró su playera — ¡Es cierto!
Ambas chicas llevaban playeras blancas que les quedaban algo grandes y cada una decía: Namjoon's girlfriend y Hoseok's girlfriend, respectivamente en vinil rosado. Compartieron una mirada de molestia, rodaron los ojos al mismo tiempo.
—¡Vamos ya! — Tomó el brazo de Namjoon y comenzó a jalarlo hacia dentro.
Era mejor pasar por alto aquello.
Lo mejor de andar en un parque de atracciones como ese, era la comida, en definitiva eso era lo que pensaba Namkyu porque no era muy aficionada de subirse a montañas rusas y cosas que lucieran peligrosas, en eso era similar a su hermano mayor que también ponía cara de miedo.
—Nosotros nos quedamos aquí — espetó la rubia enganchando su brazo al de Hoseok.
—Par de miedosos — se burló HyeSook y subió junto a Namjoon.
Las dos gallinas, es decir, los hermanos, se quedaron allí despidiendo a sus parejas con una gran sonrisa.
—Gorditos y bonitos — murmuraba Hoseok a su hermana.
En cuanto vieron que se perdieron en la fila de la montaña rusa suspiraron tranquilos.
—¿Lo trajiste? — Preguntó ella con aire misterioso.
—Por supuesto — le guiñó un ojo confiado.
—Ayyy, ya quiero ver la cara de felicidad de Hye — dio saltitos completamente feliz y se movió al ritmo de la música que estaba sonando, se le unió su hermano haciendo movimientos bobos.
Comenzaron a reírse de estar haciendo tonterías con todo el mundo observándolos, decidieron mejor ir por un helado en lo que esperaban a sus parejas, las filas no eran precisamente cortas. Terminaron comprando orejas de Mickey a juego, aunque lucían más graciosas junto a los dangos que tenía ya en la cabeza Namkyu.
—Deberíamos subirnos a algo — comentó Hoseok viendo que aquellos dos no llegaban.
—Sí...— ambos se vieron cómplices y supieron lo que debían hacer.
Cuando HyeSook y Namjoon bajaron de la montaña rusa, con el cabello alborotado y el estómago hecho un revoltijo, se dieron cuenta que aquellos dos no estaban. No tuvieron que buscar tanto puesto que los encontraron dando vueltas en el carrusel, ambos montados en sus sendos caballos.
—¡Wiii! — Decía Namkyu como si fuera una niña pequeña.
—¡Yeeeeih! — Le seguía Hoseok.
Los otros dos que observaban aquello empezaron a reírse de ellos, fue inevitable que se dieran cuenta que ya estaban ahí y empezaron a hacer caras graciosas cada que pasaban frente a sus parejas.
Era obvio que los hermanos Jung poseían una chispa que hacía que nunca fuese aburrido estar con ellos, cuando ambos se juntaban todo parecía ser hilarante, más brillante. Así como el par de amigas encajaban bien debido a sus personalidades, las dos parejas de amantes lo hacían igual, se complementaban y como grupo era mejor.
Luego de que acabara eso decidieron ir a comer, lo gracioso fue ver cómo toda la comida venía en forma de Mickey, más bien este ratón estaba en todas partes.
—Siento que Jungkook está en todos lados — comentó Namkyu entrecerrando los ojos, su novio la codeó riéndose.
—No seas mala con él — intentaba no reírse, pero no podía.
—¿Quién es Jungkook? — Preguntó HyeSook curiosa.
—Es un amigo de Namjoon, tiene cara de rata, yo le digo Ratkid — contestó orgullosa.
—Ay, que grosera eres
—¡Es que si tiene cara de rata! — Para probarlo sacó su celular para mostrar fotos de ella con el susodicho.
—Sí cierto — aceptó HyeSook junto a Hoseok, los cuatro empezaron a reírse.
—¿Cómo es que tienes tantas fotos con él? — Quiso saber Namjoon, su novio sólo rió.
—Es divertido, a veces salimos por ahí — confesó.
—Hmmm...
—Le presenté a un amigo nuestro, a Tae — dijo para que le entendiese HyeSook.
—Oh, Tae — murmuró recordando a su amigo.
—¿Quién es él? — Ahora quería saber Hoseok.
—Era nuestro amigo gay de la facultad, todo un divo — contestó Namkyu.
—Estaba algo loquito la verdad, bien anarco-queer — agregó Hye — de hecho Nam estuvo metida en eso con él
—Shhh, no me recuerdes mi pasado oscuro — apuró a querer callarla.
—¿Qué pasado oscuro? — Se interesó Namjoon.
—Cosas que no quiero recordar, en fin — apuró a cambiar de tema — Ahora esos dos andan saliendo
—¿En serio? — la rubia asintió de prisa.
La plática siguió fluyendo, recordando más cosas de sus años de universidad. Habían pasado apenas dos años desde que dejaron de vivir juntas, pero seguían siendo inseparables, cuando se reunían se la pasaban parloteando de lo que fuese, inclusive a sus novios les costaba seguirles el ritmo.
***
Al final el día terminó con el desfile de Disneyland, era de noche ya, todo se iluminaba por las luces del parque, había muchas personas que estaban viendo el espectáculo. Parado a su lado tomó ligeramente su mano para comenzarla a llevarla a otro lado, Namkyu se fijó de inmediato en ello y les siguió en silencio junto a Namjoon.
Las demás partes del parque habían quedado vacías, fue fácil caminar hacia el castillo, justo enfrente de la puerta de éste se detuvo, se paró delante de su novia y la tomó de los hombros.
—¿Sucede algo? — Quiso saber confundida por ser sacada del desfile.
Su amiga ya tenía la cámara de su celular directo hacia ellos, grabando aquel momento.
—Sí, hay algo que quiero preguntarte — buscó en el bolsillo de su chaqueta la cajita negra que estaba ya esperando por ellos.
Los ojos de HyeSook se iluminaron al ver aquello, miró los ojos de su novio sin creerlo aún.
—Creo que al fin es el momento indicado, tenía mucho miedo de dar este paso ¿sabes? No quería dejar sola a mi hermana o que sintiera que estaba déjandola de lado — empezó a decir mientras sostenía entre sus dedos la cajita negra afelpada — además de que realmente no creo en los finales de cuentos de hadas, pero se ha vuelto bastante fácil comenzar a creer desde que te conocí — ladeó su cabeza y finalmente se arrodilló enfrente de ella, abrió la cajita — HyeSook, ¿te gustaría casarte conmigo?
—¡Sí, sí, por supuesto que sí! — Con los ojos llorosos fue a abrazarse del cuello de su novio y a besarlo.
Namkyu tenía los ojos llorosos de igual forma al presenciar algo tan hermoso, estaban tan feliz de poder presenciar aquello.
—Ay, Namjoon, ¿lo viste? Fue tan hermoso— Preguntó a su novio, sin embargo no escuchó respuesta de este.
Se volteó hacia atrás con todo y cámara en mano para buscarlo, pero se encontró con un anillo extendido hacia ella. Parpadeó con fuerza al ver cómo su novio estaba arrodillado.
—Supongo que no quería quedarme atrás — comentó él mostrando sus hoyuelos — además, no creo encontrar a otra persona que me haga tan feliz como lo haces tú — sostuvo sus dedos con cariño, besó su mano y luego procedió a meter el anillo en el dedo indicado.
—Ni siquiera me lo has preguntado — murmuró ella sollozando.
—No hace falta, sé que amas tanto como yo a ti — se levantó listo para acogerla en sus brazos y así fue.
—Tonto — susurró hundiendo su rostro en el pecho de Namjoon.
Finalmente los dos chicos pudieron usar sus respectivas playeras diciendo: She said yes.
***
Hay muchas formas de encontrar el amor, porque este viene en diferentes presentaciones, algunas personas tienen la dicha de encontrarlo en una pareja y otras en amigos. Sin embargo, Namkyu y HyeSook tenían el placer de tener ambos, el haberse conocido fue quizá el mejor regalo que pudieron haber obtenido.
—¿Tienes miedo? — Preguntó ella acomodando el velo de su amiga.
—Mucho, creo que me voy a hacer tantita pipí — dijo en ese tono que les hacía reír.
—Cálmate, yo tengo miedo de caerme, mira que ser la que entregue al novio y la dama de honor al mismo tiempo no es tan sencillo — empezó a parlotear y pavonearse como venía haciendo desde meses atrás.
—Yah, además en un mes será mi turno de ser la dama de honor — tembló al recordar que seguía teniendo trabajo de bodas.
—¡Yeih! — Animó Namkyu como sólo ella sabía hacerlo, HyeSook rió ante las boberías de su amiga —En fin, debo irme ya a ver al novio — se dio la vuelta para salir del cuarto, abrió la puerta y antes de salir regresó la vista hacia su mejor amiga que estaba parada en medio del cuarto con aquel hermoso vestido de novia.
No pudo evitar correr a abrazar a su amiga de nuevo antes de irse, ambas se abrazaron con fuerza y luego se separaron.
—Suerte — se dijeron ambas.
Sin lugar a dudas, sus vidas todavía tenían un largo camino por recorrer, HyeSook se preguntó si así como el amor que le tenía a Hoseok duraría tanto como su amistad con Namkyu. Sonrió feliz al darse cuenta que sería así, ninguno de los dos le permitiría que acabase, los hermanos Jung eran así.
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