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capítulo diecisiete

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xvii. Alguien ha ocupado mi lugar.

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-Creo que me estoy sintiendo tentada a saltar de la cornisa, el suelo se ve más cómodo que la cripta de mi tía Kris-verborrea Hope sentada al filo del edificio balanceando las piernas con los ojos azules fijos en la superficie bajo sus pies ¿Será mejor terminar como pegatina machacada en el asfalto antes que encarar a su padre? Simple y sencillamente, sí-Que es muy posiblemente a donde me van a recluir por lo que hice.

-Hope...

-Mis tíos, lo saben, Pete-El humor ácido de su voz se esfuma, el semblante se le endurece y los ojos pierden el característico brillo verdoso dentro de sus orbes zafíricos-No tiene caso fingir lo contrario, estoy nadando contra corriente y para ser honesta, ya comencé a ahogarme.

El arácnido menea la cabeza con parsimonia sellando los labios antes de cometer cualquier estupidez, tampoco está en sus cinco sentidos para pensar correctamente, el zumbido de los helicópteros de rescate le truena en los tímpanos reiterándole su estrepitoso fracaso del que sufrirá severas represalias al igual que su temblorosa compañera. 

Le falló a Tony y a Rebekah que confiaban en él.

Le falló a los civiles que dependían de él.

Y sobretodo, se falló a sí mismo.

Quizás los Stark tenían razón al recalcarle que sus esfuerzos no son más que pataditas de ahogado de un niño jugando a ser un superhéroe y escarbando desesperado por la validación del resto. Se siente atrapado en una espiral de desesperación similar, Hope no es solo su compañera, es alguien que comprende el peso de las expectativas y las decepciones de una manera que pocos pueden.

Sus pensamientos se entrelazan con los recuerdos del fiasco en que resultó la misión, se arrojaron a lo desconocido sin un plan, improvisar puede resultar beneficioso como fatídico y en su caso terminó desastroso, los errores que cometieron por su inexperiencia se convierten en una carga adicional que pesa sobre sus hombros. Se siente pequeño, insignificante, un niño atrapado en un mundo de adultos constantemente luchando por encontrar su lugar.

-No eres la única que siente que se está ahogando, he estado ahí, más veces de las que puedo contar. A veces parece que nada de lo que hacemos es suficiente ¿Verdad?

Para este punto ninguno tiene la fuerza para consolar al otro ¿Cómo pueden darse ánimos mutuamente si individualmente carecen del mismo?

Es imposible llenar un vaso con un jarrón que está vacío.

La expresión endurecida de la tríbrida se suaviza ligeramente al ver la vulnerabilidad en los ojos de Peter, sabe que él la entiende, quizás mejor que nadie, ambos han sentido la presión de ser algo más grande, algo más fuerte de lo que creen poder ser y arribó el día que tanto temieron, el instante en que el peso que cargaban los aplastó.

-Todo el mundo espera mucho de mí, soy la tríbrida original, el bebé mágico milagroso que fue profetizado para desolar el planeta, una criatura como ninguna y no soy más que la patética excusa de un fracaso-suspira con pesadez apretando los ojos y suprimiendo los labios en una fina linea reteniendo la carga que está por expulsar-Pero ¿Qué pasa cuando no podemos estar a la altura? ¿Qué pasa cuando fallamos?

El arácnido boquea, quisiera otorgarle una respuesta a sus preguntas dado que el también la requiere, más no tiene nada que ofrecerle, está tan perdido como la castaña rojiza, ninguno posee la cabeza ni el corazón para consolar al otro, ambos cayeron y carecen de fortaleza para ponerse en pie, se sumieron en el mismo charco de miedos, culpa, vergüenza e inseguridades donde no pueden salir.

El sonido de los propulsores de los trajes de la pareja Stark Mikaelson surcando en el aire achica los músculos de los adolescentes alistándose emocional y psicológicamente para la severa amonestación que se les avecina. Hope suspira con pesadez respirando hondo repetidamente guardando la compostura en virtud de ahorrarse el bochorno de ser descubierta.

-Previamente en "Peter mete la pata" Te digo que no te metas en esto, en vez de eso, hackeas un traje muy caro para ir a nuestras espaldas a hacer exactamente lo que te pedimos que no hicieras y no conforme, se te ocurrió que era maravillosa idea invitar a tu amiguita a la excursión-El chico de Queens traga en seco inquieto ante la voz raposa y cruelmente irónica del hombre de hierro, cuando está enfadado su habitual sarcasmo hasta cierto punto cómico, se afila tajante como el filo de una cuchilla que no quieres que te ensarten.

-¿Están todos bien?-consulta Parker consternado por la integridad de los pasajeros del ferry.

-Sí, pero no gracias a ustedes dos-La voz de Rebekah no indica ningún ápice de furia, cólera o enojo, más bien es una amalgama de decepción y tristeza lo cual es mucho más devastador para los jóvenes-Por más nobles que fuesen sus intenciones, no midieron las consecuencias.

A Hope le carcome los sentidos escuchar lo que en su opinión es un enunciado hipócrita por parte de su tía ¿Con qué derecho le daba cátedra de no medir consecuencias una de las responsables de la creación de Ultron? Quizás si la tríbrida no estuviese tan enfurecida con las emociones a flor de piel, se hubiese maldecido por ese tipo de pensamientos, más en el calor del momento, pasa las piernas por encima de la cornisa y se pone de pie caminando hacia la armadura de Rebekah con una determinación que refleja los genes de su padre.

Peter le hace compañía indignado por el primer comentario y encara a la original con franqueza-¿No gracia a nosotros? Intenté hablarles de esas armas, pero no me hicieron caso ¡Esto no hubiera pasado si me hubieran escuchado!-Les reclama con la voz quebrada en un vilo de impotencia, rememorando las instancias en que se desgarró las cuerdas vocales en un vacío intento por advertirles la problemática que a su parecer no le prestaban el debido cuidado. No porque le restaran gravedad, sino porque el informante era un adolescente novato y su compañera con complejo de héroes, como él y Hope concordaron una vez, los trataban como niños y esperaban que actuasen como adultos-Si les importara, estarían aquí.

Bien dicen que la palabra tiene poder.

El grotesco estruendo metálico de ambas armaduras aterrizando simultáneamente y en una horrorífica coordinación, los pliegues que cubren el rostro y el plano frontal de sus anatomías se retiran revelando que a diferencia de la última vez, los trajes no están vacíos, tras ellos aparecen nada más y nada menos que Tony Stark y Rebekah Mikaelson en carne y hueso con expresiones reprobatorias talladas en sus visajes que rara vez denotaban. Los adolescentes coaccionan retrocediendo por inercia perplejos de la trascendencia de la discusión, la pareja camina hombro con hombro en su dirección, poniendo a temblar a Hope y Peter quienes se codean mutuamente pensando en como escapar de los policías malos.

-Si te hicimos caso ¿Quienes creen que llamaron al FBI?-El multimillonario es quien acapara la palabra elevando su tono de voz y es que a como Tony Stark es un excelente tío y mentor, tenerlo cara a cara enfadado solo te provoca ganas de salir corriendo en la dirección opuesta e implorar por tu alma no volver a topártelo-¿Sabes que yo fui el único que creyó en ti? Todos, incluso Rebekah, dijeron que estaba loco por reclutar a un chico de catorce años.

-Tengo quince-Le corrige le arácnido sin dejar de retroceder agarrándose de la chica de New Orleans a medida que son asechados por el castaño y la rubia que los tienen caminando en círculos alrededor de la plataforma.

-¡Cállate! ¡El adulto está hablando!-Enserio, deberían cederle el apellido Mikaelson a Tony porque el grado de autoridad que les consigue intimidar les rememora que ha convivido mucho tiempo con esa familia-¿Y si alguien hubiera muerto hoy? Ustedes hubieran tenido la culpa, tú, niño, si tú hubieras muerto...Yo hubiera tenido la culpa-Su voz más que relajarse decae en un punto de inflexión que le pone las cartas en la mesa que no quiere visualizar-No necesito cargar con eso.

-Si, señor, disculpe...

-No es suficiente.

-Yo solo quería ser como usted-declara el adolescente abatido con la pesadumbre de una ilusión hecha pedazos, que su modelo a seguir, a quien se esforzó por complacer le reproche  que es un incompetente, le desploma cada uno de sus sueños, no es Tony Stark y nunca le llegará ni siquiera a la suela de los zapatos.

-Y yo quería que fueras mejor.

El golpe es contundente, la ojiazul enrolla su brazo con el de Peter sosteniéndolo física y emocionalmente tras el porrazo de realidad que parece mandarlo contra el piso. Hope aprieta la mandíbula rechinando los dientes, no puede más, se está absteniendo demasiado y no cree tener tanto autocontrol.

-Anda, suelta lo que tienes atorado o te vas a atragantar-Los ojos azules feroces de Rebekah Mikaelson perforan los de la heroína a través de la máscara, la rubia alza el mentón manteniendo una postura firme-Sé que hay mucho que tienes para decirnos, pero primero quiero que te quites la máscara, Hope.

El miedo se apodera de la castaña rojiza de una manera visceral hundiendo sus garras en su pecho y apretando hasta que siente que apenas puede respirar, el ritmo cardíaco le resuena en los oídos como un tambor de guerra rápido y ensordecedor marcando la sintonía de su pánico creciente. Su piel se siente fría y húmeda percibiendo que la han sumergido en agua helada despertándola duramente con un temblor incontrolable que le sacude el cuerpo.

Sus ojos azules normalmente chispeantes y llenos de determinación, ahora están dilatados y vidriosos reflejando incredulidad e incertidumbre, escuchar su nombre de la boca de su tía cuando ella está portando su disfraz de heroína anónima es un golpe inesperado que la deja sin aliento. La máscara que lleva puesta, su única barrera entre su vida secreta y su verdadera identidad ahora le oprime la cara asfixiándola y reprimiéndola, es incapaz de emitir un sonido, cada palabra que intenta formar se ahoga en su garganta.

La sorpresa se mezcla con el miedo creando un cóctel tóxico que le nubla la mente, no entiende cómo su tía la ha descubierto o cuánto sabe realmente.

Una parte de ella quiere gritar, protestar, negar con descaro la verdad que ha sido desvelada, pero sería retrasar lo inevitable, debió de haber previsto que este día llegaría, lo único que le quedaba es amarrarse el traje y enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Peter la sujeta con fuerza tratando de ofrecerle una ancla en medio del caos sacando ánimos y consuelo de donde no los tiene, más su presencia es un recordatorio de su fracaso, de cómo sus decisiones han puesto en peligro no solo su vida, sino también la de él y por encima de su propia caída, a la chica de New Orleans le intranquiliza que le deparará a su amigo ahora con la verdad aflorando a la superficie.

La joven Mikaelson se arranca la máscara de sopetón evidenciando su semblante agotado, cabizbajo, derrotado y pisoteado, sintiéndose avergonzada y sobretodo vulnerable al mostrar su verdadero rostro y con ello su doble vida. Sus tíos contraen el visaje satisfechos con la obediencia de la adolescente que les confirmó lo que de un inicio se vinieron olfateando.

-¿Cómo...? ¿Cómo supiste?-balbucea Hope mordiéndose el interior de las mejillas maquinando la avalancha de nieve que la va a sepultar.

Rebekah da un paso más hacia adelante con una madurez que luce como la progenitora a punto de reprender a su niña-Hope, soy tu tía, he visto más de lo que piensas, tus movimientos, tus acciones, tus nervios cuando hacíamos alusión a la compañera de Peter, la primera fecha de su aparición coincidiendo poco después de que entraste a Midtown, la cercanía de ambos, Washington D.C...Todo encaja.

-Y usaste el mismo traje de combate que en la pelea en Alemania, Andy, te lo he dicho, hasta para hacer cosas a escondidas, se tienen que hacer bien-El humor de Tony ya no es afable o ameno, es crudo y burlesco de la peor manera para la joven Mikaelson que entume los hombros avergonzada ¿De verdad se le pasó por alto un detalle tan evidente como el uniforme?-Parker.

-¿Si?

La atmósfera se tensa como una cuerda estirada al límite cuyos hilos se van desmochando en una milésima de segundo, Peter se siente diminuto bajo la mirada penetrante de la pareja como un niño atrapado haciendo algo terriblemente mal ¡Y así fue! El aire está cargado de electricidad y el silencio que sigue al llamado de su nombre le está consumiendo las pocas neuronas que tiene funcionando estrujadas por el estrés.

La vampiresa original es la primera en romper el silencio, se pasea la lengua por las encías frustrada, los ojos azules apagados sin ningún brillo que derroche compasión, su voz saldrá afilada como una navaja-Peter, te confié a mi sobrina, te pedí que la protegieras, que la mantuvieras a salvo, que la ayudarás a adaptarse a una vida de adolescente normal ¿Y qué hiciste? Tiras a la basura lo que te indico y la arrastras a esto, la pusiste en peligro-Su tono es duro sin rastro de la usual calidez maternal y la dulzura incondicional con la que ha procurado al joven castaño, sus palabras son una acusación directa que corta profundo.

El arácnido traga con dificultad percibiendo que el suelo bajo sus pies podría desmoronarse en cualquier momento-Yo...Lo siento, no quise...

-Silencio-lo acalla Stark con una voz que es un látigo azotando con apatía e intransigencia-No se trata de lo que querías o no querías hacer, se trata de lo que hiciste-El hombre araña quiere encogerse ante sus ojos oscurecidos. Él podrá ser el aprendiz predilecto de Iron Man, en cambio, Hope es su familia-Te explicamos meticulosamente cual era tu trabajo, ser su tutor en la escuela, ser su amigo o no sé que demonios esté pasando entre ustedes dos, lo primordial era mantenerla al margen de esta clase de asuntos y en su lugar la incentivaste, la metiste de lleno en el juego ¿Qué estabas pensando?

El corazón de Peter late desbocado doliente por la velocidad con la que bombea retumbando contra su caja torácica queriendo escapar igual que su dueño-Pensé que...Pensé que podía ayudarla, que juntos podríamos...

-¿Ayudarla?-Rebekah alza una ceja incrédula comprimiendo la mandíbula-¿Crees que hacerla partícipe de estas peleas, de este caos, era ayudarla? No tienes idea de lo que Hope ha pasado, de lo que significa para nosotros y ahora...-La rubia cierra los ojos un momento respirando con pesadez antes de continuar con tal de no perder los estribos-Está aquí y su seguridad se vio comprometida porque no supiste hacer tu trabajo.

Para Parker, cada palabra de Rebekah es un golpe bien encestado en el estómago, se aferra a la manga de su traje buscando una forma de justificar sus acciones y de afincarse a la realidad antes de perderse en la ansiedad, todo lo que siente es culpa, un remordimiento que lo tiraniza por completo.

-Esperaba más de ti, Parker, pensé que podías manejarlo, que podías hacer las cosas bien, pero parece que me equivoqué-El millonario se aparta sin soportar mirarlo por más tiempo.

El chico de Queens agacha la cabeza y la vergüenza le arde en sus mejillas, las palabras mordaces con las cuales lo acribillaron son una condena, una que contribuye una carga más a sus adoloridos hombros. Ha fallado, no solo como un héroe, sino como un amigo, puede que sus intenciones de proteger a Hope eran genuinas, pero la realidad es que la ha puesto en peligro y eso es algo que no puede deshacer, mucho menos perdonarse.

-Lo siento...

-Tienes mucho que aprender, niño y te diré una cosa: La próxima vez que pongas en peligro a alguien por tus decisiones, asegúrate de que estás preparado para enfrentar las consecuencias. 

-¡Ya fue suficiente!-Hope ruge rechinando los dientes desembocando que su voz impacte semejante a un rayo embravecido que silencia a los presentes. Sus ojos azules con una capa verdosa destellan la rabia que expresa con una sola mirada que expone sin necesidad de palabras que es una digna hija de su padre, imponiendo respeto e intimidando con tan siquiera una ojeada.

Tony y Rebekah se quedan en silencio anonadados por la repentina intervención de su sobrina, el tono con el que ha ladrado no es el de una adolescente asustada, sino el de alguien que ha tomado una decisión irrevocable.

-Peter no me obligó a nada-declara la tríbrida con un ímpetu de acero dejando claro que no está dispuesta a retroceder-Fui yo quien quiso patrullar con él-Hace una pausa tratando de contener la tormenta de emociones que se agitan en su interior al vaticinar que el clima se alterará con ella-Estoy harta de sentirme inútil, de ser la criatura más poderosa del planeta y no poder hacer nada más que esconderme detrás de los pantalones de mi familia, de que no me den un lugar porque supuestamente soy una niña ¡Y no he vivido como tal! Desde los Acuerdos de Sokovia y el Registro Sobrenatural me estoy cayendo a pedazos porque no soporto el miedo de que en cualquier momento entren por la puerta y me rapten para usarme como rata de laboratorio, me tortura la culpa de que no pude ayudar a evitar que esta familia este regada por el mundo ¿Y saben algo? Dentro de tanta basura fue gracias a Peter que me pude poner de pie y saborear un poco de mi adolescencia-La mirada de Rebekah se suaviza pidiéndole retomar la palabra con un solo gesto que su sobrina le niega-No me voy a disculpar por querer reparar el daño que esta familia ha causado, no soy el monstruo que todos esperan ver cuando escuchan que la hija de Klaus Mikaelson está involucrada, no puedo ser como ustedes y lamento si eso no cumple con sus expectativas-Se colma los pulmones de coraje y solloza reteniendo las lágrimas que le quieren brotar-Peter no tiene la culpa de nada de lo que hice, solo estaba tratando de protegerme porque sabía que sí no patrullaba a su lado, lo haría por mi cuenta y eso sería peor, no existe ningún escenario en el cual me iba a quedar de brazos cruzados porque estoy exhausta de ser un mueble, tú lo dijiste tía, debo perdonarme a mi misma y la única manera en que lo hago es portando este traje para ser útil.

Irónicamente, en la instancia de ser apresada al ser destapada su identidad, hacía meses que no experimentaba una libertad tan plena como ahora al haber escupido lo que se tenía encarnado en las cuerdas vocales.

La original da un paso hacia adelante, su rostro deformado en una mezcla de comprensión y preocupación-Hope, nuestra prioridad es que estés a salvo, queremos que entiendas los peligros a los que te estás exponiendo ¿Por qué crees que tus tíos, tu padre y yo nos integramos a Los Vengadores en primer lugar? ¡Para expiar el mundo de amenazas contra las que tu no tuvieras que luchar! 

-¡No puedo seguir viviendo con miedo! ¡¿No lo entiendes?! ¡Quiero ser algo más, quiero hacer algo más!

-Esto es insólito-murmura la Mikaelson mayor meneando la cabeza desconcertada-Tu padre se va enterar de esto, lo siento, Hope, no puedo encubrirte esta vez.

La tríbrida emite una risa carente de gracia fulminante de cólera-No te estoy pidiendo que lo hagas, descuida, sí tengo que gritarle sus verdades en la cara así como hice contigo, ten por seguro que lo haré.

-Esto no está funcionando, los dos, me van a devolver sus trajes-esclarece Stark eludiendo encarar a los adolescentes, no sabe con quien abocar su frustración, si con ellos por sus decisiones impulsivas o consigo mismo por permitírselos.

-¿Por cuanto tiempo?

-Para siempre.

-¡Esto sí que es ridículo!-se queja la joven de New Orleans agarrándose el cabello a la vez que su compañero le suplica al hombre de hierro que reconsidere su veredicto.

-¡Esto es todo lo que tengo, no soy nada sin el traje!-se sincera Peter en un arranque desesperado que Hope no le contradice porque ella se siente igual al respecto ¡Les están arrebatando una parte de sí mismos, aquella que los ayuda a sentirse más fuertes y que consolida su sentido de identidad.

Por el contrario, Stark agudiza sus ojos marrones escudriñándolos no con enojo, más bien con un tinte de lástima y pesar que es mucho peor-Si no eres nada sin el traje, no deberías tenerlo-El guantazo es aplastante dejando sin habla a los adolescentes, Hope le quiere rebatir, más se muerde el labio antes de explayar su veneno con un comentario fuera de lugar del que se arrepentirá luego-Ay, parezco mi papá.

-No tenemos otra ropa.

-Ya arreglaremos eso.

Absolutamente ningún neoyorquino portaría esas ridículas camisetas con el emblema en letras enormes y coloridas "Amo New York" Rebekah Mikaelson reconoce de primera mano lo vergonzoso que es y es debido a lo mismo que vistió a sobrina con una de esas absurdas vestimentas a conjunto con unos jeans holgados que con el viento, Hope considera que va salir volando en cualquier momento ¡Y no estaría mal teniendo en cuenta lo que la espera en su hogar!

El sermón de su vida, el castigo del siglo y la inevitable obligación a cortar lazos con Peter.

Las puertas del elevador se abren de par en par y con ello la frecuencia cardíaca se le dispara complementándose con su respiración errática que no consigue poner a raya, la piel se le encrespa presagiando que a estas horas, su progenitor ya recibió la llamada de su tía, es un barril de pólvora al que ya le prendieron fuego.

Hope adelanta un pie dentro del penthouse de su familia ingresando con cautela implorándole a cualquier deidad que se apiade de ella.

Por supuesto que sus súplicas no fueron escuchadas.

-¡Hope!-La voz grave y autoritaria de su padre le taladra los tímpanos conduciendo un estímulo que la pone en alerta, no es ajena a escucharlo gritar, Klaus Mikaelson no es conocido por charlar precisamente en voz baja sin acabar desgarrándose las cuerdas vocales en el transcurso, no obstante, venir con los ánimos por el subsuelo gracias a su misión fallida y que algo en su manera de hablar le pronostica que la conversación no va a acabar bien, la tiene más susceptible.

La tríbrida se mordisquea el interior de las mejillas y cierra los ojos con fuerza antes de girarse sobre sus talones en medio eje siguiendo la presencia de su padre y a la vez rehusándose a encararlo-Papá, yo...-La voz le tirita quebrándose antes de que pueda continuar, las palabras se atascan en su garganta incapaces de ser formuladas de manera coherente, se anima a abrir los ojos y enseguida se arrepiente al contemplar la expresión que su padre le ofrece.

Klaus camina hacia ella y su mirada es ardiente entre tanto la observa con algo mucho peor que decepción o rabia, es indiferente, como si pudiera ver a través de su fachada adentrándose en su mente y exponiendo cada uno de sus pensamientos. Es la armadura acusadora con la que se enfrenta a sus enemigos que confabulan en su contra, no de la manera en que usualmente lidia con su única hija.

Si, nada saldrá bien.

-¿Cómo pudiste ocultarnos algo así, Hope?-Inesperadamente, su voz es emitida en un peligroso susurro cargada con una intensidad que hace que Hope se sienta acorralada-¿Cómo pudiste exponerte de esta manera? ¡¿En qué momento se te pasó por tu inmadura cabeza que esto era una buena idea?! ¿Tienes idea de lo que podría haberte pasado? ¡¿En que te estabas metiendo?!

Hope intenta hablar, su boca se siente seca y las palabras no llegan a formarse del todo, está encarcelada en los ojos azules lúgubres de su padre, lo que previamente diagnóstico como indiferencia, se distorsiona en la furia y la decepción que temía atisbar en él, una mezcla tan poderosa que apenas puede soportar estar bajo su escrutinio.

Antes de que alguno de los dos prosiga, es Natasha quien se adelanta a intervenir tratando de mediar en la situación-Nik-Acota estabilizando una línea entre finura y rigidez, la rusa es consiente de lo delicada que es la situación, la exasperación de su marido es justificada y no pretende invalidarla,  más se coloca en los zapatos de su hija y es evidente que la adolescente está sufriendo con demasiadas cosas hostigándola-Tranquilo, podemos solucionar esto con calma.

El híbrido desprende una risa nasal agitando la cabeza con incredibilidad-¿¡Calma!? ¿Cómo se supone que mantenga la calma cuando mi propia hija, mi hija, se puso en peligro de una manera tan absurda?-Hace una pausa respirando con dificultad intentando erradamente controlar la cólera que amenaza con desbordarse-¿Te das cuenta de lo que has hecho, Hope? Te pusiste en la línea de fuego ¡Sabiendo que los ojos del mundo están encajados en nosotros! ¡La familia está en el ojo del huracán, no nos podemos dar el lujo de correr riesgos! Por Dios, en que me he convertido...Ahora debo contener mis instintos, mis ganas de mandar al demonio la democracia, masacrar a nuestros enemigos, a esos cerdos que te tienen en la mira y tomar de una vez por todas lo que nos pertenece a fin de protegerte, me abstengo de hacer las cosas a mi manera ¿Y tu vienes a ponerlo en jaque? ¿Por qué? ¿Por jugar a ser una heroína?

Hope finalmente encuentra su voz y endereza la espalda en un gesto que determina su postura-¡Yo no tengo la culpa que se te ocurriera degollar al presidente! ¡No estaba jugando, papá! ¡¿No lo entiendes?!-La angustia le rebasa y se traslada una mano al pecho buscando sostener su corazón triturado-¡No puedo ser la clase de persona que se siente cómoda ignorando las injusticias! ¡No soy así! ¡No está en mi naturaleza hacer de la vista gorda! ¡Tengo en mis manos el poder para hacer un cambio! ¡La responsabilidad recae en mí y no puedo simplemente ignorarla! Quiero ser alguien que marque la diferencia, que use sus poderes para algo más que causar dolor y destrucción, no voy a construir mi legado en sangre y horrores, con lo del ferry...Cometí un error, lo acepto, me haré responsable y trabajaré mejor la próxima vez, solo quería...Quiero hacer algo bueno.

Klaus la repara con el rostro endurecido por la mezcla de emociones que lucha por mantener bajo control-¿Algo bueno?-Repite satirizando el discurso de su hija con una ironía que es mordaz-No tienes idea de lo que es bueno, Hope, lo único que lograste fue ponerte en peligro ¡¿Que habría pasado sí Tony y Rebekah no aparecían a tiempo?! Y por si fuera poco ¡Mira lo que ocurre en Washington D.C! ¡La policía llegó intervenir! ¡¿Qué hubiera pasado sí descubrían tu identidad?! ¡¿Te pusiste pensar en eso?! ¡No, por supuesto que no!

-¡Oh, me pregunto de donde habré heredado el no usar las neuronas antes de actuar!

-¡Repite lo que acabas de decir, Andrea!

Natasha ubica una mano en el brazo de Klaus en un intento de calmarlo-Niklaus, me temo que ya fue suficiente-Sus ojos verde se ensamblan con los de Hope llenos de compasión-Hope, entendemos que querías ayudar, tenías buenas intenciones, pero lo que hiciste fue...Imprudente. Peter y tú actuaron de imprevisto y no se detuvieron a pensar en que podría salir mal.

Las lágrimas se acumulan en los orbes zafíricos de la castaña rojiza a lo cual sorbe con valentía negándose a llorar frente a su padre-No quería que nadie más resultara herido, lo juro.

– ¿Y quién decide lo que es correcto, Hope?-El original la interrumpe cruzándose de brazos y sonriendo cortante-¿De qué te sirve jugar a ser una vengadora sí no estás a salvo? A estas alturas todo New York, Washington D.C, el país entero conoce tu existencia y podría ser cuestión de tiempo para que el Consejo toque las puertas para restaurar la ley de los brazaletes antimagia, no voy a permitir que eso suceda, no mientras yo pueda evitarlo, así tenga que cortarte las alas.

El silencio que sigue es denso cargado con la tensión que llena el aire. La rusa mira al híbrido con preocupación sabiendo que las cosas solo empeorarán si sigue por este camino.

-Hope, estás castigada, irás de la escuela a la casa sin escalas, me encargaré de ir por ti para que no te escabullas con ese mocoso que seguramente fue quien te metió esas ideas a la cabeza-La viuda negra sujeta con dulzura las manos de su hija al percatarse de que las ventanas proceden a temblar ante la mínima atribución de que Peter sea el culpable de la situación-Ve a tu cuarto, ahora, lo mejor para ti será que desaparezcas de mi vista al menos por unas horas y agradece que me estoy portando razonable.

Hope abre la boca para protestar y es su madre quien con un gesto que la detiene, sabe que es inútil discutir, no con su padre en este estado. Sin decir nada más, asiente lentamente, girándose para marcharse, no antes de ver la mezcla de dolor y preocupación en los ojos de su padre.

El trayecto a su habitación que habituaba a sentirse rápido y ligero, ahora parece un calvario cargando con una exorbitante cantidad de peso emocional aplastando sus hombros al punto de que trastabilla y le cuesta un par de segundos recomponerse. Las palabras de su padre resuenan en su mente golpeándola como un martillo, no quería decepcionarlo, no quería hacerle daño y es exactamente lo que ha ocasionado.

Cierra la puerta de su cuarto detrás de ella ignorando los llamados de Gael, Lizzie, Josie o Yelena quien se enruta a la sala seguramente para discutir con su cuñado, no le presta cuidado, se desparrama en su cama y se ensarta los auriculares en los oídos subiendo la música a tope en su celular, entierra su rostro en la almohada permitiendo que las lágrimas que ha estado conteniendo fluyan libremente, sintiéndose más sola y perdida que nunca, atrapada en una situación que no sabe cómo arreglar.

Las plumas que rellenan el cojín ahogan el grito desgarrador que grazna explotando la lámpara de noche y la bombilla de su habitación en miles de cristales hechos trizas esparciéndose por el suelo. Si bien no quiere platicar con nadie, no quiere dirigirle la palabra a nadie, por inercia teclea un mensaje de texto a cierto contacto en su teléfono que es su número de emergencia siempre que el mundo le cae encima.

"Te necesito, ven a New York en cuanto puedas"

Hope despega los ojos despacio procurando no lastimarse al tener las pestañas encaramadas unas con otras después de casi deshidratarse llorando hasta caer dormida, su almohada húmeda por las lágrimas derramadas. Estira sus extremidades aún somnolienta sintiendo una pesadez en su cuerpo, como si la tristeza la hubiera aplastado durante el sueño dejando un vacío en su pecho que no podía llenar. El dolor que la consumió antes de dormir prevale latente, más frío, más denso, como si se hubiese congelado en su interior.

Mira alrededor de su habitación donde la luz de la noche penetra débilmente por las cortinas, suspira pesado hincando sus ojos en el astro y aparta la cara con pena-Perdóname, mamá, entenderé si te avergüenza tener a este fracaso de hija.

Nada le parece real, todo es distante, no tiene fuerzas para moverse, apenas para respirar, sus pensamientos son un torbellino caótico, fragmentos de la discusión con su padre, la gravedad de sus propias decisiones y la incertidumbre de lo que vendrá después.

El impulso de hablar con Peter la aborda de repente, una necesidad desesperada de escuchar su voz, de sentir que no esta sola en este abismo de emociones. Quería contarle todo, abrirse y dejar que él la sostuviera, no obstante, su amigo está igual de destrozado que ellos, ambos fueron arrollados por la misma tempestad, y ahora, más que nunca, necesitan espacio para lamer sus heridas.

Hope respira adolorida, el aire raspa su garganta inflamada por el llanto, le urge que Peter sepa que no esta enojada con él, que entiende que ambos cometieron errores, pero no esta segura de poder manejar la conversación sin quebrarse de nuevo. Era como si la fortaleza que había construido a lo largo de los años se hubiera desmoronado de golpe, y ahora, solo quedan los escombros.

El pensamiento de enfrentarse al arácnido, de verlo reflejando en sus magullados ojos chocolates el mismo dolor que ella siente, la aterra, no quiere ver sus orbes usualmente radiantes apagados, llenos de la misma culpa y autodesprecio que la consumen a ella. Lo mejor es dejar que ambos procesen lo ocurrido antes de intentar reconstruir lo que queda de su relación.

El silencio es sofocante, la soledad devastadora y es en ese momento de inflexión donde Hope se da cuenta de que, en el fondo, no quería estar sola, que ese caparazón en el cual se recluía para supuestamente no encariñarse y confiar en las personas equivocadas es una pantalla, una ilusión de que no necesita la compañía de nadie, siendo la realidad radicalmente opuesta.

Con un esfuerzo que parece sobrehumano, Mikaelson se levanta de la cama y camina hacia la ventana, mirando el cielo teñido de negro con pinceladas respingadas de blanco, se abraza a sí misma tratando de contener el frío que la invade por dentro, más ningún calor externo podrá aliviar la sensación de vacío que la domina.

Por ahora, deberá soportarlo sola.

O eso creyó.

-¡No me importa que esté castigada, va a hablar conmigo y no te estoy preguntando!

En medio de la tormenta, un destello se asoma arrebatándole una sonrisa de gozo a la tríbrida quien es inundada por una afable paz al receptar la voz femenina con acento francés cuya portadora abre la puerta de su habitación omitiendo olímpicamente las ordenes de Klaus.

-¿Viniste?-Interpela Hope con una lágrima solitaria rebotando en su mejilla sin apartar la vista de la vampiresa alta de melena castaña abundante de ondas naturales, ojos café, figura esbelta, vestimenta de color negro y delineado perfecto.

La francesa se encoge de hombros cruzando el umbral y cerrando la puerta tras ella-Tu llamaste.

-Gracias por estar aquí.

-Tío Klaus me contó todo, vine para ser tu fabuloso apoyo emocional, es lo que hacen las primas ¿No?

Si la relación entre los mellizos Mikaelson era estrecha y especial, la de sus primogénitas, Hope Mikaelson y Klara de Martel, no se quedaba atrás, las primas hermanas comparten un lazo mítico e inquebrantable, la distancia no es impedimento para que se mantengan incondicionalmente al lado de la otra

La castaña rojiza se abalanza a los brazos de la castaña quien la recibe estrechándola contra su fecho procurando que su descomunal fuerza vampírica no le triture los huesos, la ojiazul se rehúsa a lloriquear, más de alguna u otra forma requiere expulsar lo que tiene almacenado en su cabeza, en su alma, en su corazón, Klara no la interroga, no abre la boca para expulsar comentarios mordaces como frecuentemente hace teniendo en cuenta su humor ácido, se limita a cerrar el pico y acariciar el cabello de su prima.

-No soy la mejor con palabras, Hope, si esperas un discurso motivacional no soy la persona indicada, aún no aprendo esos dones de Steve, pero si quieres a alguien que se siente a tu lado para escucharte o simplemente mirar al techo sin decir nada, aquí me tienes.

Y la Mikaelson adolescente le otorga la razón, no necesita un cotilleo de palabras bonitas, quiere respaldo.

La tríbrida se separa de la vampiresa despacio y con la yema de los dedos se remueve el exceso de agua acumulado en los ojos-Ni yo sé que decir, esto es un desastre, soy la comidilla de toda la familia, mi papá me odia, mis tíos están decepcionados, creo que una jaula en alguna oficina clandestina del gobierno no suena mal ahora.

-No digas eso-A pesar de ser severa y algo apática, la francesa no es una persona que utilice un tono maternal para reprender a alguien, en cambio, se cruza de brazos reparando hitamente a la joven que tiene delante-No te voy a negar que las llamadas van y vienen en nuestro círculo, tu identidad sigue a salvo de los civiles, del gobierno y del Consejo lo cual es una excelente noticia, pero yo que tú ponía en silencio mi celular si no quieres escuchar sermones.

Hope deja escapar un suspiro prolongado y tembloroso, sus hombros aún tensos procesando las palabras de la castaña. Aunque hay un leve toque de ironía en la forma en que la vampiresa se expresa, la tríbrida sabe que detrás de esa fachada dura se encuentra un profundo cariño y preocupación.

Klara siempre ha sido la hermana mayor en la que podía apoyarse.

-No puedo evitar sentir que le fallé a todos-confiesa la joven repudiando el que su voz se  quiebre ligeramente. Se frota los ojos de nuevo tratando de mantener a raya las lágrimas que amenazan con volver-Sabía que ser parte de esta familia no sería fácil, pero...Pensé que podría manejarlo, pensé que podía hacer lo correcto.

Klara ladea la cabeza, sus ojos avellanas idénticos a los de su madre se suavizan al contemplar la angustia tallada en el rostro de su prima-Te voy a ser honesta, ser parte de esta familia es caminar en una cuerda floja sobre un abismo lleno de monstruos, siempre va a ser difícil, y siempre habrá personas que no entiendan tus decisiones por ser diferentes a lo que acostumbramos, algo hipócrita si me lo preguntas porque todos aquí nos hemos apuñalado la espalda y les parece un comportamiento más sano que intentar ayudar a las personas, entiendo la preocupación por tu caso, más no estoy de acuerdo que Klaus te crucifique por ello, metiste la pata hasta el fondo, no te puedo justificar, actuaste de forma precipitada y te pusiste en peligro considerando que te tienen en la mira, mira que te regaño porque se muy bien lo que es sumergirte en un embrollo por no pensar con tres dedos de frente, pero eso no significa que tus decisiones sean equivocadas solo porque algunos no las aprueben, tenías mejores intenciones que cualquier otra persona en nuestra familia, mi madre y mis tíos escogieron ser vengadores por un motivo egoísta, tú eres el verdadero significado de lo que es querer ser un héroe.

Hope deja caer la cabeza sintiéndose un poco más expuesta de lo que le gustaría, incapaz de esconder lo que realmente siente en ese momento, la honestidad de su prima, cruda y comprensiva, le produce una amalgama de alivio y vergüenza. Alivio porque, por fin, alguien ve las cosas desde su perspectiva. Vergüenza porque, en el fondo, sabe que Klara tiene razón, actúo impulsivamente sin pensar en las consecuencias y ahora estaba pagando el precio.

-Pero las intenciones no siempre bastan ¿Verdad? Lo que hice...Nos puse en peligro a todos y por mucho que quisiera hacer lo correcto terminé haciendo todo lo contrario.

-Es cierto que las buenas intenciones no siempre son suficientes, pero eso no quiere decir que lo que intentaste hacer no tenga valor. Querer ayudar, querer cambiar el mundo para mejor...Eso es algo que muchos de nosotros hemos olvidado y sí, puede que hayas cometido errores en el proceso, no obstante, eso no te convierte en alguien menos valiosa, al contrario, significa que estás aprendiendo, que estás creciendo, me enorgullece que no olvidarás la frase que comenté una vez.

-Si crees firmemente en algo, debes luchas por eso así el mundo entero intente detenerte, no te rindas, tu sigue defendiendo esos ideales que te hacen ser quien eres, eso te convierte en el tipo de persona que el futuro necesita cuando existen millones que no les interesa cambiar un mundo que les queda corto-La chica de New Orleans recita palabra por palabra la lección que recordaba de memoria promulgada por su prima, una sufragista y activista social, desplaza una mano a su rostro tratando de contener las emociones que seguían burbujeando dentro de ella-Mi papá...Él nunca lo ve de esa manera y no puedo soportar la idea de que piense que soy una decepción.

-Klaussy posee una manera particular de mostrar sus emociones, es implacable, duro y un insoportable dictador a la décima potencia, pero le aterra tanto la idea de perderte que el muy imbécil no sabe como manejarlo-Klara hace una pausa buscando las palabras correctas-Todos en esta familia estamos reverendamente jodidos de la cabeza, estamos botando los tornillos a medida que caminamos, tú eres lo más puro que tenemos, lo único que no está dañado y en su afán de querer preservar tu inocencia, te sobreprotege constantemente.

La tríbrida asiente aún con la presión abrumadora saturándole el pecho-Es que no es solo eso...Es la decepción en sus ojos, en los ojos de mi papá, de mi tía, como si no pudiera ser la persona que ellos necesitan que sea.

La vampiresa exhala suavemente tocándole el brazo en un gesto tranquilizador-Esa es la cuestión, Hope, no se trata de ser la persona que ellos necesitan que seas, sino de ser la persona que tú necesitas ser. No te preocupes tanto por cumplir las expectativas de los demás, eres la hija de Klaus Mikaelson y Hayley Marshall, pero también eres tu propia persona, con tus propias decisiones, tus propios sueños y si a veces esas decisiones no le agradan a alguien, bueno, que se jodan, pero nunca te pierdas a ti misma en el proceso, eso sí, tienes que usar la cabecita de vez en cuando, lo sé a mi tampoco me gusta pensar mucho, sin embargo, es parte de crecer y empezar a madurar entender que cada acción tiene una reacción, debemos ser precavidos con que desatamos en el proceso, no seas como yo, ni siquiera escucho mi consejo.

Hope atesora las palabras de su prima, le sirven de bálsamo para tranquilizarse, más no puede ignorar el dolor de haber defraudado a su familia.

-Supongo que...Todavía tengo que aprender a balancear todo eso.

-Y a grabarte que la responsabilidad no es solo tuya, no tienes porqué encaramarte cargas ajenas, somos familia, y eso significa que el peso se divide o te vas a aplastar otra vez con él.

Aún le queda mucho por resolver, será un largo y doloroso recorrido donde deberá enfrentar las consecuencias de sus actos, por ende, la europea no erra al exponerle que parte de crecer es asumir sus responsabilidades, enmendar sus errores, no ser dura consigo, perdonarse creen en sí misma y no en las expectativas de nadie, evidentemente, no será sencillo trabajar cada problema, más el primer paso al cambio es aceptar las problemáticas que la aquejan.

-Gracias, Klara-Le agradece sonriéndole débilmente con autenticidad-No sé qué haría sin ti.

-No tienes que agradecerme, ahora ¿Quieres hablar más sobre todo esto o prefieres que cambiemos de tema y nos enfoquemos en otra cosa?

La joven de New Orleans tuerce los labios pensativa y aunque le queda mucho que decir, también reconoce que precisa un descanso de todo el peso emocional que ha estado cargando.

-Tal vez deberíamos hablar de algo más por un rato.

-Está bien, entonces hablemos de cualquier cosa menos de responsabilidades, expectativas, y drama Mikaelson por un rato ¿Qué tal si me cuentas sobre la última película que viste? He estado tan ocupada que no he tenido tiempo para ver nada reciente, pero te informo que me quedaré unos días en New York y..¡Iónica y Cordelia vendrán pronto! Así que prepara ropa bonita porque saldremos con ella y tus amigas, mi madre se encarga del chiflado de tu padre.

Hope esboza una pequeña sonrisa sintiendo cómo el nudo en su pecho se desamarra, está por abrir la boca cuando, el sonido de su celular notificándole un mensaje en su bandeja de entrada resuena y su corazón se acelera ilusionada porque se trate de Peter, en cambio, el golpe de la desilusión es agonizante.

Iván: Buenas noches, bonita.

¿Quieres salir mañana?

Hope: Hola.

No puedo, estoy castigada

Iván: ¿Tu? ¿Castigada?

Hope: El asunto del Declatón.

Iván: Oh, entiendo...

Entonces voy a tu casa.

Hope: No creo que sea buena idea...

Iván: Vamos, bonita.

Te llevaré cannolis.

Nos podemos sentar en la azotea.

Y nadie se dará cuenta.

Hope: Bueno, necesito despejarme un poco...

Te espero a las tres.

Ni un minuto antes.

O mis papás te verán.

Iván: Como ordenes, bonita.

-Entonces...¿Le aceptaste una cita porque estabas aburrida?

-¿Y porque quieres suplir la ausencia de Peter?

-No lo digan sí porque suena horrible...

-¡Es horrible!-braman Yelena, Josie, Lizzie, Gael y Klara de manera unánime encaramados en la isla de la cocina dedicándole miradas acusadoras a la castaña rojiza que retira una bandeja del horno.

-¡¿Le horneaste galletas azules?! ¡¿Qué te pasa?! ¡Él no es tu Percy Jackson! ¡Ese es Peter!-La Saltzman rubia gesticula con las manos exageradamente como si Mikaelson hubiese cometido un crimen de lesa humanidad.

-¡Ya les dije que no es una cita! Solo me va a acompañar unas horas, estaremos en la azotea, papá y mamá Nat volverán a las cinco de su reunión en el Consejo para verificar que todo esté en orden después de mi incidente.

-¡¿Desde cuando aceptas una "cita" de la nada?! ¡¿Cómo le permites que venga a la casa?!-La francesa va a sufrir una embolia de lo conmocionada que está masajeándose las sienes y sorbiendo un largo trago de su botella de vino igualando a una madre estresada.

La tríbrida deposita la bandeja contra la mesa en un estruendo metálico que acalla a sus detractores dejando en claro que le colmaron la paciencia-Peter ni siquiera es mi novio para que se estén comportando como si le estoy siendo infiel.

-Hope ¿De verdad no ves lo mal que se va a sentir cuando se entere que el tipo en el cual no confía está aquí? No estoy diciendo que no puedas salir con quien quieras, pero...-menciona la Saltzman castaña con serenidad modulando su tono de voz y escogiendo meticulosamente las palabras para no prenderle fuego al barril de pólvora de su amiga-Iván no me parece la mejor opción.

La castaña rojiza blanquea los ojos-Ay por favor, dejen las ridiculices, a Peter no le interesa ¿De verdad son tan ingenuos? Está perdidamente idiotizado por Liz ¡Ella es de quien se tiene que preocupar! ¡No estoy en su radar romántico y ya es hora de que se quiten esas absurdas ideas de la cabeza!

-Mira, Esperancita, a este paso, le estás haciendo la competencia a la madre de Phineas y Ferb y a Dora La Exploradora de quien es más ciega.

Yelena asiente apoyando la opinión del mexicano-Exacto, además de que con lo que me contaste que vino a tu casa sin que le dieras la dirección me hace sospechar que es un posible asesino en serie, debo vigilarlo, iré a montar guardia encima de un árbol cerca de su casa antes de irme de New York.

Hope resopla claramente irritada por los comentarios y con el rostro encendido por la mezcla de cansancio y enojo-No estoy tratando de llenar los zapatos de Peter con la presencia de Iván, esto no tiene nada que ver con ninguno de los dos, tampoco estoy buscando casarme con él. Solo... Necesito una distracción ¿De acuerdo? Me hace falta una bocanada de aire fresco, despejar mi cabeza y olvidarme de todo lo que pasó tan siquiera sea por un par de horas.

Josie siempre más empática y calmada, la voz de la razón intenta mediar en la conversación-Hope es entendible de que necesitas un respiro y todos estamos aquí para contribuir a que te sientas mejor, sin embargo ¿No crees que hay formas mejores de lidiar con esto? Tu misma lo dijiste, no se trata de los chicos, se trata de ti y a veces las distracciones incorrectas pueden empeorar las cosas.

La joven Mikaelson se restriega una mano por el rostro frustrada percibiendo el peso de sus palabras como un yunque sobre sus hombros, y sabía que, en el fondo, tenían razón, más no es lo suficientemente valiente para aceptar que reunirse con personas ajenas a su círculo en su propio hogar en un momento crítico, es un acto contradictorio a sus creencias, no obstante, las ansias por querer escapar de su burbuja, rebusca a un demonio por conocer.

-No quiero pensar en lo que hice, mucho menos en lo que ocurrirá después, estoy destrozada por donde quiera que me miren, no tengo pies ni cabeza para acomodarme de nuevo, mi vida es un desastre, si Iván puede sacarme una risa y hacerme compañía, entonces no veo el problema. así que les pido amablemente que me dejen en paz-La ojiazul ordena las galletas en un plato redondo de porcelana y les dedica una última ojeada arisca sentenciando que no dará su brazo a torcer-Me está esperando, hablamos luego.

Sin darles oportunidad de rebatir sus argumentos, se gira sobre sus talones dejándolos con la palabra en la boca, con una mano sostiene el plato a la vez que con la otra acarrea dos vasos y bajo el brazo derecho acarrea una botella de jugo de naranja sin mucho esfuerzo enrutada hacia el pabellón que la conduce a la azotea. Abre la puerta empujándola con los hombros y se introduce percibiendo la gélida corriente de aire chocar contra su rostro.

Iván yace recostado contra una silla despreocupadamente contra la baranda con esa sonrisa desafiante, relajada y juguetona, los ojos grises curiosos rastreando algo en lo que entretenerse. Al verla, se incorpora y esboza los labios en una curva ladina con tintes galantes, es sumamente apuesto, no tiene caso negarlo, tiene la pinta de chico malo y el corazón de un cachorro amigable, más Hope no puede evitar compararlo con Peter, con él era todo intensidad y conexión sin palabras, Iván es solo una sombra sin peso una presencia que no llena los huecos sino que los deja aún más vacíos.

-Te tardaste-se mofa el escocés sin ningún reproche real en su voz, la chica de New Orleans se deja caer a su lado y coloca el plato sobre una mesita metálica que tiene años sin barnizar, su superficie reflejando el sol de tarde-Pensé que me habías dejado plantado.

Hope fuerza una risa suave apenas un susurro que se pierde en la brisa, sus labios se estiran, pero la sonrisa no alcanza sus ojos que permanecen distantes como si estuvieran buscando a alguien más en la multitud de edificios lejanos de la ciudad. No se siente parte de la escena, no es lo que tenía premeditado, es como si estuviera actuando en una película que no entiende recitando líneas que no significan nada para ella.

-No te preocupes no iba a dejarte esperando.

El de ojos grises toma una galleta mordiendo mientras la observa con esa mirada que parece querer leerla sin molestarse en pasar de la primera página, es fácil, sin complicaciones y eso debería ser suficiente, pero no lo es.

-¿Ya probaste los cannolis?

-Sí, eran mi sueño desde que vi Cake Boss, gracias por el detalle.

La distancia entre ambos es más que física, es emocional, dos líneas paralelas que, por más que se acerquen, nunca se cruzan.

-¿Sabes? Me sorprende que tu papá sea tan estricto, bueno, ni siquiera lo conozco ¿Es del tipo que te grita o es más de los que te ignoran hasta que aprendes la lección?-indaga el adolescente sin apartarle los ojos de encima a su compañía-El mío pertenece al segundo grupo, te aplica la ley del hielo y luego se queja porque no sabes administrar tus emociones.

Hope intenta no fruncir el ceño sabiendo que la imagen de Klaus Mikaelson en la mente de Iván es la de un padre normal y no la del híbrido milenario con un historial de sangre y caos. Iván no tiene ni idea de que está hablando acerca de un genocida que supera por lejos a los simples mortales que estudian en clase de historia.

-Mi papá, digamos que no es fácil de describir, a veces creo que ni yo lo entiendo y eso que soy su única hija.

El europeo se encoje de hombros vertiendo el jugo en los vasos

-Creo que está exagerando, nada más te quedaste dormida y faltaste al decatlón, no mataste a alguien, de igual manera ganamos y te ahorraste el pánico colectivo en el monumento de Washington, eres Hope Marshall, estoy seguro de que incluso cuando haces algo mal, sigues siendo la mejor en todo.

La tríbrida se queda en silencio mordiéndose el interior de la mejilla para no replicar, el de ojos grises no tiene idea del peso que ella lleva sobre sus hombros, para él y el resto del instituto la vida de Hope es perfecta, llena de éxitos y privilegios, desconociendo que detrás de la jaula de oro, hay una joven atrapada en un mundo que la juzga, la vigila, y que, en este momento, la está condenando.

-No siempre es así-contradice la adolescente hincando los ojos en el horizonte buscando una salida invisible-Todos cometemos errores.

-Hey, anímate, a veces un error no es más que eso, un pequeño desliz, lo importante es no quedarte atrapada en él-Iván se inclina hacia adelante con una sonrisa que Hope no logra encontrar reconfortante-Además tienes amigos que te apoyan, como yo.

Hope asiente mecánicamente igual que un robot programado para presentar la actuación de su vida, la conexión que tanto anhela no llega. Se siente aprisionada en una conversación que no le pertenece fingiendo que está bien cuando, en realidad, todo se siente roto y fuera de lugar.

-Gracias, aprecio que estés aquí, de verdad.

Devereux le cuenta sobre su día, le narra historias acerca de su vida, alguna anécdota divertida que normalmente haría reír a cualquiera, Mikaelson interviene con un par de palabras para complementar la conversación cuando es necesario pretender que le presta atención, le es inevitable pensar que Peter habría captado la amargura en el fondo de su mirada, habría entendido la grieta silenciosa que crece en su interior sin necesidad de palabras. Al contrario de Iván quien no ve más allá de la superficie y se conforma con lo que ella le muestra.

Cada vez que Hope intenta sentirse presente, su mente vuelve al arácnido, a sus encantadores ojos chocolates, a su forma de comprenderla sin necesidad de explicaciones, a cómo podía hacer que cualquier silencio compartido se sintiera pleno y cómodo con su vómito verbal y comentarios ocurrentes que antes la sacaban de quicio y ahora añora más que nunca.

Apoya los codos en sus rodillas y se frota el rostro con las manos tratando de arrancarse el desasosiego que la consume. Iván sigue hablando, su voz es un murmullo lejano, un ruido de fondo que no puede competir con el caos de pensamientos que la asedia. Se siente más sola que nunca atrapada en un escenario que no fue hecho para ella, sin el ancla que Peter siempre representó.

Maldice en cada idioma que conoce a ese estúpido héroe araña con mallas que osó a colarse en su corazón penetrando sus sentidos imposibilitándole sacárselo a rastras de la cabeza y se maldecía a ella también por permitir que su corazón le ganara a su cabeza.

-¿Y dónde está Peter?

Hope casi se atraganta con un sorbo de jugo cuando escucha la duda del adolescente, es una pregunta sencilla, sin malicia, pero la simple mención de chico de Queens le azota el corazón contra la caja torácica. Carraspea antes de animarse a inventar un buena excusa que justifique la ausencia del castaño.

-Peter...-La joven hope hace una pausa dudando, no puede evitar que su mirada se pierda momentáneamente en el cielo, la pregunta duele más de lo que debería-No lo sé, supongo que está ocupado con sus cosas, no hemos hablado.

El escocés menea la cabeza, una vez más, sin percibir el trasfondo de las palabras de su cita.

-Vaya, te pregunto porque es raro que no esté contigo detrás de tus faldas, parecen inseparables. Seguro lo verás pronto, no te preocupes, ya sabes cómo es, afanado y ocupado con cosas del dichoso Internado Stark-Iván ríe levemente tomando otra galleta ocasionando que a la tríbrida se le encrespe la piel-A veces pienso que solo te busca por tus buenos contactos con Industrias Stark, un chico listo, sin duda.

Hope lo examina detenidamente, sus ojos azules se entrecierran ligeramente, el pecho le sube y le baja errático, su expresión facial no cambia demasiado recabando con éxito disimular el desconcierto desembocado por ese desdeñoso comentario. Se supone que Devereux no tiene porqué saber que sus lazos con Tony Stark son tan estrechos, ante los estudiantes y docentes de Midtown, Hope y Peter son unos simples pasantes sin pena ni gloria en la prestigiosa empresa.

-¿Disculpa?-La chica de New Orleans suelta la palabra con incredulidad y desconfianza, respira hondo recobrando la compostura y deposita el vaso en la mesa con un pequeño golpe. Iván sigue comiendo sin ponerse a escudriñar la magnitud de lo que expulsó su boca-¿De dónde sacas eso?

-¿No es verdad? Te ofrezco una disculpa si no es cierto, de verdad, pero tengo entendido que eres cercana a Stark o al menos eso es lo que dicen los rumores-Iván hace un ademán con la mano restándole importancia como si se tratara de simple chisme de colegio-Por eso digo que no me sorprendería que Peter se la pase pegado a ti, digo, ser un pasante es una cosa, codearte con Tony Stark en la misma mesa, es pertenecer a las grandes ligas.

El corazón de Hope late con fuerza y una sensación amarga le avasalla ardientemente el pecho, por supuesto que nada de lo que dice es verdad, a lo mejor sí, Peter se le acercó bajo las ordenes de sus tíos con la intención de cuidarla, una tarea encomendada con el fin de garantizar su seguridad, comenzaron a patrullar juntos por su interés en común de ganarse el reconocimiento que merecen y probar su valor, su relación se desarrolló de una alianza estratégica a la de una amistad genuina porque el aprecio floreció entre ambos con un química orgánica que eran incapaces de esconder, se enamoró del chico de Queens porque nunca se atrevió a juzgarla por su apellido o la manera en que los ojos del mundo la señalaba, la vió por quien era, no por el historial de su familia.

Con la posibilidad de la traición alimentando sus pensamientos intrusivos, esos momentos en los que se sintió verdaderamente vista y comprendida, ahora se tambalean al borde de un precipicio desdibujados por la tormenta de incertidumbre que se cierne sobre ella. El eco de sus risas compartidas, la calidez de sus conversaciones y el apoyo mutuo naufragan en un mar de preguntas sin respuesta.

La duda se arrastra por su alma como una sombra implacable, la certeza que una vez la envolvía, que Peter era un faro de genuino afecto y amistad, se ha tornado en un espejismo, un brillo en la distancia que parece escapar de sus manos. La idea de que su cercanía pudiera ser una fachada construida sobre el deber y no sobre el cariño verdadero es un cuchillo que rasga el tejido de su corazón.

Se queda cautiva contra la espada y la pared, entre el deseo de creer en la autenticidad de su conexión y el dolor de la posibilidad de que haya sido solo una ilusión.

No quiere dudar de él, no cuando el chico le ha otorgado su lealtad y apoyo incondicional, lo conoce como la palma de su mano y quiere usar sus poderes para sacar volando a Devereux por atreverse a difamarlo, por el contrario, el miedo, la paranoia de que su vulnerable corazón enamorado pueda resultar herido, quieren ocupar el timón de su veredicto.

-Oh, no debí decir eso, fue muy insensible, por favor perdóname, es solo que...Bueno, Parker es brillante, un genio por sí mismo, pero en este mundo, todo es una red de contactos, veces no es tanto lo que sabes, sino a quién conoces...

Hope suspira con pesadez negando con la cabeza, ya no es solo la distancia con Peter o la tensión con su familia lo que la inquieta, sino la creciente sospecha de que su vida y las personas en ella están entrelazadas de formas que nunca anticipó. Aunque Iván no lo sepa, acaba de sembrar una semilla de duda que ella no podrá ignorar fácilmente.

Por otro lado, la joven de New Orleans no es la única que cuyo corazón ha sido ultrajado.

Peter Parker se movió con sigilo entre los edificios de Manhattan columpiándose con los lanza telarañas que tenía de repuesto, su rostro oculto detrás de la primera máscara casera que elaboró ahora arrugada y desgastada por el tiempo que se mantuvo guardada en un rincón de su habitación. En su mano, carga con una bolsa plástica llena de los sándwiches preparados con los ingredientes favoritos del dúo, a lo mejor no eran los de Delmar's después de la explosión del local, más el arácnido se esforzó por replicar la receta que a su compañera le fascinaba.

Hope Andrea Mikaelson Marshall.

Aquel nombre que no ha parado de merodear por su cabeza, tras el desastre del ferry, ser despojado de su uniforme y con nada más que una autoestima pisoteada fue recibido por los reclamos de su tía, quien no tardó mucho tiempo en suavizar en un cálido abrazo que cuanta falta le hizo. Pasó el resto de la noche y la mañana siguiente con el celular jugueteando entre sus dedos preguntándose sí era buena idea marcarla a la tríbrida o siquiera enviarle un mensaje de texto a lo que desistió, su mente no estaba en sus cabales y ambos precisaban su propio espacio.

Más tarde, un bombillo de ideas se le encendió y se encamino a la cocina para preparar una agradable merienda y emprender viaje a visitar a su amiga en cuanto Gael le confirmó que Klaus Mikaelson y Natasha Romanoff estarían fuera de casa unas horas así no le ocasionaría problemas a la adolescente con su presencia.

A medida que se acerca a la azotea, el brillo de las luces de la ciudad se refleja en su máscara, distorsionando la realidad en un juego de luces y sombras, la brisa de la tarde se cuela entre las costuras de su traje haciendo que los movimientos fueran más incómodos, pero el peso emocional que carga parecía ser mucho más pesado que el físico. 

Aterriza en la copa de un frondoso árbol contiguo al edificio donde residen los Mikaelson, el mismo sitio donde meses atrás la vió recién llegada a la Gran Manzana, sola, desparramada charlando con la luna, ahora el panorama que se le presenta es un golpe directo encestado su corazón. Hope esta acompañada por Iván compartiendo un momento que, en su perspectiva, parecía estar lleno de la ligereza que él tanto anhela brindarle. Los sándwiches que habían sido preparados con el más sincero de los afectos, ahora parecían una carga más que un regalo.

Peter se detiene oculto entre las sombras, su respiración se trastorna irregular estudiando la escena a medida que su estómago se retuerce, el corazón le duele con una intensidad agonizante, ella disfruta de la compañía de alguien más, los latigazos le laceran el pecho en una tortura extenuante peor que cualquier calvario. Aprieta los labios en una fina línea y los ojos se la aguadean.

Tal vez su presencia ya no es necesaria, o peor aún, que quizás nunca lo fue realmente.

Intenta enfocar su mente en el propósito original de su visita, en la intención de hacerla sonreír, de ofrecerle una conexión reconfortante en medio de su tumultuoso mundo. Sin embargo, el significado de su esfuerzo se difumina reemplazado por un dolor que no puede consolar.

¿Por qué no era él quien estaba sentado ahí con ella?

Como una cruel broma del destino, sus recuerdos rebobinan una tonada que años atrás repetía hasta el cansancio y que ahora se quiere arrancar con todo y cabeza puesto que le evocan lo que ha perdido.

"Me abraza el cielo y vuelo sin parar hacia tu encuentro, llego a tiempo, ya no estás, alguien ha ocupado mi lugar"

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