𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟒- 𝐋𝐮𝐳 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 (𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞𝟐)
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El embarazo era un tema que a la reina no le gustaba tocar. Debido a esto su bebé había permanecido oculto por casi 5 meses. 5 meses en los que el bebé se había vuelto más activo, pues en este punto Elsa de su embarazo ya podía sentirlo moverse con más frecuencia. Era como si sus latidos y los los de su bebé se entrelazaran en perfecta sincronía, como si sus movimientos suaves, le hablaran sin palabras.
Elsa jamás había experimentado algo tan mágico...
—Buen dia majestad —la saludo Olga una mucama que se había convertido en una buena amiga, pues a pesar ser un poco mayor que ella tenían mucho en común...
—se lo digo majestad mi marido es un verdadero torpe, no me hace caso —se quejó mientras con dedicación acomodaba cada uno de los libros de la reina —Llega muy cansado por que trabaja demaciado para mantenerme a mi y a los niños, es una excusa tonta de verdad es una suerte que usted aun no tenga niños.
—Olga, los niños son un regalo.
—los niños solo llegan a cambiar todo respecto a los esposos...
Lo demás fue irrelevante para la reina quien ignoró a Olga durante largo rato, al punto de no darse cuenta cuando esta terminó de arreglar la habitación y se marcho para ayudar con la cena.
Esa mañana Hans le había dicho que llegaría un poco tarde...
Así que pasaría un largo rato sola. Simplemente no podía sacar de su mente las palabras de Olga. No se había puesto a pensar en como lo tomaría Hans así que con un poco de temor toque su vientre que en esos últimos día había crecido un poco más.
—Por qué no puedo solo decirle —Se lamentó —El estaría feliz, pero me quedé en silencio por casi 6 meses, se molestara por que guarde algo tan importante solo para mí. Lamento mucho todo esto, no te sientas triste por favor, no tiene nada que ver contigo querido, yo sueño con poder ver tu carita, con tus manitas pequeñas, con tus ojitos curiosos,y tus risas tan tiernas. Ya quiero con abrazarte, y llenarte de besos y sé que tu padre estará molesto pero solo un poquito —acarició su vientre con cariño y en respuesta el bebé se movió al igual que el revoloteo de una mariposa, era era casi como si hubiera reaccionado a su voz y su muestra de cariño. En el mes número cinco el bebé desarrolla enormemente el sentido del tacto siendo capaz de distinguir el frío del calor y especialmente al bebé de Elsa le encantaba el frío de esta y sobre todo su voz. —Te amo tanto pequeño —sonrió mientras miraba por la ventana como se ocultaba él sol...
Tal y como prometió en la mañana Hans llego un poco tarde pero no demasiado, pues deseaba con todo el corazón cenar junto a su esposa. Como cualquier noche conversaron despues de la cena a luz de la chimenea y con una taza de chocolate.
Esta vez Elsa decidió contarle sobre sus padres y lo doloroso que había sido para ella perderlos a corta edad...
Al verla llorar y a pesar de ser un tema doloroso Hans también habló ni de sus padres a quienes describió como las personas que mas cruel lo trataron, pero apesar de todo los amaba sinceramente...
—nos tenemos a Nosotros- acarició su cabello —Ya no necesito nada más que tu compañía—Hans sonrió y Elsa en respuesta se pego a él quien de inmediato la rodeo con sus brazos, como tratando de brindárle seguridad...
Pasaron un largo rato de ese modo, tanto que ni se dieron cuenta cuando se quedaron dormidos. La rubia lo miró detenida mente, era tan guapo, pasó su mano por su rojo cabello y le dio un beso en los labios los cuales mantenía abiertos ligeramente. Se acomode de nuevo junto a él e intento dormir. Le parecia tan romantico dormir en ese pequeño espacio.
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A la mañana siguiente, cuando abrio los ojos ya no estaba junto a ella de hecho ella ya estaba en su habitación...
Sonrio al imaginar que como lo hacia todas las mañanas, Hans había salido a cabalgar junto a Sitron. Así que con pesadez se levantó de la cama y fue allí que notó como la sabana blanca estaba manchada de sangre, de inmediato al intentarse ponerse de pie llegó el dolor fuertes presiones en el vientre similares a los colocó menstruales además de unos insoportables pinchazos en la parte baja de la espalda, en la zona lumbar.
La reina estaba desesperada y lo único que se le ocurrió fue ir a donde Gerda, y Kai pero ni siquiera logro salir de la habitación, pues él aire comenzó a faltarle, las piernas dejaron de responder, el terrible frío se hizo presente y todo se volvió negro...
Desperto por el sonido de la lluvia cayendo y miro a su alrededor, después de mucho tiempo sus poderes se habian salido de control, pues la habitación estaba super congelada. —Al fin despierta mi niña Elsa—
Gerda estaba frente a ella con ese rostro lleno de afecto.
—Gerda —torpemente iba a preguntar que había pasado pero entonces recordo al bebé quien podía estar en peligro...
—No sé sobre salte mi reina, a pasado por una situación muy delicada —acuno el rostro de Elsa rompiendo así el protocolo que por años había seguido
—Mi bebé —sollozó tras volver a recostarse.
—Reina Elsa me teme que debe estar tranquila, alterarse solo traerá más complicaciones —Habló el doctor Haugen quien hasta el momento había permanecido en las sombras. —Gracias al cielo ese bebé es muy fuerte.
Un sumo cariño Gerda colocó un paño húmedo sobre la frente de la rubia.
—pero...
—Majestad esto no significa que vaya a perder a su bebé, sin embargo tampoco es descartado el hecho que esté en peligro . Es fundamental que se mantenga tranquila y relajada. No podrá hacer esfuerzos y tendrá que permanecer en cama. El apoyo emocional en estos momentos es muy importante, y sobre todo seguir las indicaciones del médicas que le de.
—Al menos ya te bajo un poco la fiebre —sonrió más animada la amable mujer que con devoción cuidaba a Elsa mientras que el doctor dejaba sus indicaciones y varios frascos con medicinas.
—Estaba soñando que caía de muy alto, tenía mucho frió.
—no se preocupe son solo pesadillas. Aunque en realidad estaba gritando él nombre del Rey.
—Es cierto ¿Dónde está Hans?
—No lo sé mi reina, estaba muy alterado y abandonó el palacio hace rato.
—¡Tengo que ir con el!
—¡Por la memoria de sus padres, recuerde al bebé que carga en su vientre!
De inmediato Elsa volvió a su posición, lloraba tras imaginar a Hans lejos. De pronto los enorme ventanales comenzaron a llenarse de un grueso hielo y seguida a ellos el resto de la habitación.
Llenando a Gerda y al doctor de un aterrador asombro: el duro invierno tristemente parecía volver tras la partida del rey. La nieve con sus largos copos caía a su alrededor blanqueando el piso.
Lo que Elsa desconocía en ese momento era del viaje que el príncipe había echo para encontrar a los trolls que Kai había mencionado. Los seres conocedores de magia, capaces de ofrecer una solución para ayudar a la reina. Esteban casi caía de su caballo tras mirar como ante sus ojos lo que parecían unas piedras se transformaban en seres humanoides...
—Hans —habló con temor tras ver al rey bajar de Sitron, sin embargo se vio en la necesidad de seguirlo para protegerlo.
—Es extraña la canción que el viento esta entonando esta noche —el más viejo de los trolls se acercó lentamente a el jove rey, quien empuñaba su espada sin temor.
—He venido hasta aquí buscando una forma de sanar a mi esposa y a mi primogénito...
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"No eres digno del espíritu piadoso, tú no amas con suficiente fuerza a la reina"
Elsa abrió los ojos descubriéndose todavía postrada en aquella cama, pero esta vez con su amado a su lado, su rostro están lleno de golpes y también algunas marcas que parecían frescas e inflamadas y no era para menos, Gran Padie lo mandó en busca de una poderosa hierba que sanaría las dolencias de la reina, sin embargo conseguirla había sido muy peligroso, casi imposible.
—¡Hans! —sin duda se sentía mejor, pues era capaz de levantarse y sus dolores habían desaparecido. —¿qué te pasó en la cara?
Al oír su voz el rey levanto la vista, pero no respondió. Se quedó mirándola como un total tonto
—¿Estas muy molesto? perdona por preocuparte, pero tranquilo ya esto...
El no la dejó terminar, pues sin aviso la abrazo por la cintura, sintiendo por primera vez él pequeño y poco abultado vientre de Elsa ¿cómo pudo no darse cuenta? Conmovida la reina pudo sentir la preocupación y los latidos de su corazón en ese abrazo.
—¿por que escondiste tu estado todo este tiempo? —La chica se sentío apenada con ganas de llorar, así que simplemente no respondió —¿en verdad después de todo no confías en mi?
—No, no eso Hans.
El muchacho la apretó contra su pecho y sentio ganas de llorar. —Tu eres maravillosa, probablemente no soy lo suficientemente bueno para ti. Ahora soy un rey que trata de hacer lo mejor para su reina y para su pueblo, trabajo mucho y has tenido que soportar todo eso sola y yo no tenía idea de tu sufrimiento —bajó la mirada —pero quiero estar contigo, estar a tu lado con nuestro hijo o hija —parecía muy entusiasmado y a pesar de que sonreía tenía el seño fruncido. —Se que sientes miedo, juro que no quería forzarte a tener un hijo, sé que tú no deseabas tener un hijo todavía.
—Deja de decir eso, creo que ni tú, ni yo estamos listos para esto pero si te quedas conmigo , no me importa lo dificil que sea, criaremos juntos a ese pequeño.
—Claro que sí Elsa, ya sea que nazca siendo especial como tu o común como yo, si definitivamente voy a estar a tu lado.
El corazón de Elsa casi se detuvo al escucharlo hablar así, no supo porque pero los ojos se le llenaron de lágrimas, lágrimas de felicidad
—Hans.
—¡Elsa, no llores!
—lo siento, no puedo evitarlo soy muy feliz, quiero estar a tu lado por siempre —sin mas se arrojó a sus brazos y lo apreto con fuerza, incluso habían olvidado a los empleados que miraban sonrojados la esena. —Hans estas helado.
—Es que cabalge bajo la lluvia para llegar rápido —sonrio divertido.
todo había salido muy bien, Elsa estaba segura que había escogido un hombre maravilloso para compartir mi vida.
Los 4 meses siguientes pasaron rápido y sin contratiempos, gracias a los esfuerzos del rey. Era increíble ver cuanto había crecido el vientre de la reina.
Todo Arendelle se regocijaba de alegria, los regalos no dejaban de llegar. En el castillo habia suficientes cosas como para 100 bebés. Sin dejar de mencionar con cuanto amor el rey los cuidaba. Lo único que faltaba era que el bebé llegara.
—¡Elsa espera! ya te dije que yo puedo hacer eso —Hans le y había quitado unos papeles —¿Quién te trajo esto? Seguramente fue Kai, ya le dije mil veces que no haga caso, que por el momento el único que se encargará soy yo.
—y yo ya te dije que leer unos cuanto papeles no me daña.
—No me importa, no quiero que te estrese, el bebé podría estresarse también —tal y como si fuera una niña le acomodó la almohada y se puso a mirar los papeles el.
—El bebé está muy se mueve mucho, creo que va a ser un niño muy inquieto como Anna —Sonrió Elsa acariciando su gran vientre. —Ella siempre sonreía incluso cuando dormía.
Apresuradamente Hans se acercó y con mucho amor comenzó a acariciar el vientre de su esposa, tratando de que esta no recordara a la princesa —también era curioso, me gustaba trepar árboles y montar a caballo. Yo le voy a enseñar a montar y también aprenderá a navegar como un príncipe azul —Elsa acarició su cabello con cariño —Lo imagino libre y muy inteligente.
—Se movió ¿Lo sentiste?
—Si, creo que nunca lo sentí tan inquieto.
—Le gusta tu voz, creo que está ansioso por conocerte.
—Sabes Elsa, he pensado mucho y cabe la posibilidad de que tenga tus poderes.
—¿Eso te molestaría?
—No, también podría ser un chico común como yo ¿te molestaría?
—solo si saca tus pecas, son demasiadas—bromeó la rubia.
—pero si la pecosa aquí eres tú —habló fingiendo indignación y después colocó él rostro sobre su enorme vientre. —esta bien hijo o hija, tu puedes ser como te plazca, ni a tu madre ni a mi nos molestara —se levanto y le dió un poco de te luego la miro fijamente.
—basta ya te dije estoy perfec...
No pudo terminar la frase pues sentío como un rastro de agua bajaba por sus piernas seguido por un fuerte dolor.
—¿Elsa? ¿Te encontras bien? te vez pálida ¿Dime te duele algo? —la miró un poco alarmado.
—Hans, el bebé ya viene —la primera contracción llegó y el dolor fue insoportable —¡Hans duele mucho!
—¡Resiste solo un poco! ¡Iré por ayuda!
—¡ESTA BIEN, PERO CORRE!!!!
En cuestión de minutos la habitación se llenó de gente que ayudaria a recibir al bebé, algo que estaba poniendo muy nerviosa a la reina pues la temperatura comenzó a descender de forma escandalosa.
—Majestad, tiene que mantener la calma.
—¡Toda esta gente debe irse ! —gemía de dolor. —No podré controlar mi poder —Se retorció en la cama congelándola de golpe.
—tranquila majestad—el doctor trataba de calmar a la reina fallidamente.
—¡Duele! —De nuevo el hielo se hizo presente llenando casi por completo la habitación.
—Tranquila, estoy aquí —Hans apretaba su mano a pesar del terrible frío.
—Majestad, me he preparado durante todos estos meses para poder traer al heredero de Arendelle, así que le suplico mi rey favor de esperar afuera con los demás.
—Pero...
—Majestad, ella necesita concentrarse
—Me niego, estaré con ella.
—Esta bien, voy a estar bien no te preocupes por nosotros.
No muy convencido salio de la habitación.
Todo habia sido muy difícil y tratado con mucho cuidado. Incluso con solo 2 personas asistiendo el parto y el resto esperando.
De pronto el frío desapareció por completo tras el último grito de dolor de Elsa.
—por favor mi reina una vez mas —y tras ese último esfuerzo y con la luna de testigo el doctor pudo ver nacer a un saludable bebé. —Felicidades, majestad Es un varón muy saludable —Dijo el doctor pasándole a su pequeño hijo, una hermosa criatura de cabello castaño rojizo.
—Majestad puedes pasar, su familia lo esperan —Gerda y el doctor salieron y ellos se quedaron a solas.
—Elsa —Hans estaba muy nervioso.
—acércate —obediente se acercó a la cama solo para mirar a las 2 personas que mas amaba, en él mundo.
—Elsa —pronunció mientras tomaba en brazos a su hijo, para despues besar su pequeña cabeza. Era simplemente hermoso Ignorante del mundo y de sí mismo, indefenso e inocente, curioso miraba a su alrededor estaba despierto y activo
—¿Cómo es posible que tenga mi nariz? —sonrió complacido.
—¿Qué me dices del nombre? —Elsa sonrió dulcemente.
—Quiero que se llame Magnus
—¿cómo tu padre?
—Será el primero de sus nietos es tener su nombre —Sonrió tras buscar la aprobación en la mirada de la reina.
—Me parece un gesto hermoso—sonrió contenta. Hans pasó al pequeño de nuevo con su madre y simplemente permaneció a su lado, escuchando como desde afuera la gente de su reino celebraba la llegada de su príncipe heredero.
—¿escuchas eso? Todo el mundo esta muy feliz por tu llegada, mi pequeño, serás un niño feliz y amado —Elsa besó la pequeña frente.
CONTINUARÁ.....
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Fue toda una odisea buscar un nombre adecuado, pero al final me decidí por el nombre del padre de Hans.
Bueno sin mas me despido.
Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía. Si les gustó no olviden votar o como siempre su opinión es importante.❤❤
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