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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟏- 𝐇𝐢𝐣𝐨𝐬

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El mas pequeño de los príncipes de las Islas del Sur llegó antes de lo previsto. Con apenas 36 semanas de embarazo y en pleno paseo, la reina notó que un liquido transparente salía de su cuerpo. Como no era primeriza sabía perfectamente lo qué estaba pasando. Acababa de romper fuente. Sin embargo era demasiado pronto, así que el pequeño había nacido bajito de peso y un poco debil.
Al nacer antes de tiempo, los niños prematuros no están totalmente preparados para la vida fuera del útero y pueden necesitar más ayuda para mantener la temperatura corporal, alimentarse y respirar. Y aunque no era su culpa, ese fue el primer indicio de debilidad que su padre condenó en el.

"Es demasiado pequeño para ser  un Westergaad"  "No puedes hacer nada bien Johanes"  "tu abuelo debe estar revolcándose en su tumba al saber que el mas mediocre de sus nietos lleva su nombre" "Un tonto como tu no puede ser mi hijo" "¿Que sabe un mediocre como tu sobre las responsabilidades de ser un rey"

Con el animo caido el joven rey miraba el enorme barco que llevaría a su familia de vuelta a las Islas del sur.

—Majestad —La voz de Kai lo sacó de sus pensamientos. —Sus ordenes se cumplieron al pie de la letra, el barco que llevara a su familia a las Islas del sur esta en las mejores condiciones.

—Gracias Kai —Colocó las manos sobre el robusto hombre. —Como siempre un trabajo exelente.

Con una pequeña sonrisa el padre del ahora rey de Arendelle observaba de lejos a su hijo conversar con uno de los sirvientes. Estaba totalmente satisfecho y sobre todo orgulloso de su hijo. Ese al que ahora todos consideraban como un héroe, pero que en el pasado para el, solo representaba una terrible carga.
"En un futuro cuando sea rey, las cosas van a ser diferentes" recordó las palabras de su joven hijo el día que se llevó a cabo la boda de Franz y Bet.
«Hans» pensó impaciente al ver su joven hijo reunirse con su esposa y fijando los ojos fijos en ella como si en el mundo no existiera nada mas valioso. «Johanes» ¿Por qué lo invadía ese sentimiento? Su hijo lo tenia todo, incluido su respeto. ¿Por qué sentía que lo necesitaba?

—Partiremos pronto Padre —Lars se acercó con prudencia al ver su padre tan concentrado.

—La reina Elsa es enserio es encantadora —Señaló a la rubia quien adorablemente hablaba con los hijos de Lars. La dulce chica se habia encariñado mucho con Miranda, la menor de sus nietas. ¿Y como no hacerlo? La niña desbordaba ternura. —Y parece que el instinto materno esta despertado en ella. Espero descendencia de su parte muy pronto —El antiguo rey De las Islas del sur solo podía imaginarse lo poderosos que iban a ser sus nietos. Imaginaba todo el territorio que iban a poder ganar con las habilidades de que la reina de las nieves poseía. «Poderosa magia y el cuerpo de un Westergaad daba solamente a un gobernante indestructible»

—Pero si apenas se acaban de casar padre.

—Eso no es excusa. Ya quiero sostener en mis brazos al primero de los hijos de Hans.

—También lo espero —Sonrió falsamente Lars tras recordar la sombría actitud que su hermano menor había desarrollado.
—Por cierto padre   Además. Hans me pidio poder quedarse con Esteban por un tiempo. Al parecer debe tratar unos asuntos y necesitara su ayuda aquí

—¿Tiene algun problema?.

—En realidad no es nada de lo que no se pueda encargar el solo, pero al parecer tiene alguna clase de plan para Esteban. Sabes que es su sirviente favorito.

Impresionado con la fria actitud del que penso el mas debil de sus hijos sonrió. —Que se quede con él todo lo que necesite, incluso puede ser algo permanentemente si así lo desea Hans.

—Muy bien.

—Papi —Miranda corrio entusiasmada a los brazos de su padre.  Seguida por una sonriente Elsa y un muy sereno Hans —La tia Elsa dice que puedo quedarme una temporada si tu lo permites.

—si la reina lo dijo no tengo ningún problema por su puesto que puedes hija —Lars se dirigió con mucho cariño a su amada hija.

—Príncipe Lars, para mi es un placer tener en casa a mi sobrina favorita.

—la princesa Miranda es alguien digno de Arendelle —Agrego Hans.
La pequeña peli-roja se sonrojó escandalosamente escondiense en los brazos de su padre. Animado el rey colocó la mano sobre la cabeza de la pequeña mientras Elsa le sonreía complacida. Ante tal acto Lars sonrió casi olvidando lo siniestro y cruel que su hermano podía llegar a ser, junto a Elsa cambiaba drásticamente su fria actitud.

Miranda y Esteban se quedaron tal y como Hans dispuso.

Elsa estaba mas que encantada con la pequeña, pues era traviesa, excesivamente conversadora y tan adorable y dulce como pocas niñas de 6 años. Miranda era uno de esos niños que iluminaba con su dulzura cualquier lugar al que iba, además  de cierta manera la hija de Lars le recordaba a Anna cuando era pequeña. Incluso la peinaba con dos adorables colitas.

—Asi que lo extrañe mucho, a el y a Sitron tambien— habló la pequeña comiendo de un mordisco una pequeña galleta. —Por eso ya no me gustaba vivir en el palacio, mi tío Hans es muy divertido y sabe bien cualquier cuento, por eso me puse triste cuando mi tio Franz dijo que el tío Hans jamás iba a regresar, dijo que en el mar los bobos se pierden, como los tíos Rudi y Runo que tardaron muchos años en volver y el tio Rudy volvio sin un ojo por que un gato se lo comió —Elsa desenredaba el cabello de la niña mientras esta le contaba cientos de cosas.

—El tío Franz parece ser muy imagínativo.

—El abuelo lo llama una bola de malas ideas.

—¿El abuelo si te agrada? —la joven reina comenzó a trenzar el delicado cabello de la niña.

—Un poco ¿Sabías que intentó cocinar a Sitron una vez? mi tío Hans se puso muy triste y casi se va de casa. —Elsa se detuvo por un momento, recordando las palabras que alguna vez compartió con ella. "Ellos siempre me ignoraron. En realidad nunca sentí el castillo como un hogar real. Las islas del sur, no son un lugar tan bueno para vivir" «Hans» pensó con suma tristeza, pues al parecer su vida pasada al Igual que la de ella parecía haber sido muy difícil.

—¿Sabes tia Elsa? —La voz de la niña la trajo de nuevo a la realidad. —Me gusta estar aqui, contigo y el tio Hans.

—a nosotros tambien nos encanta contar con la compañia de alguien tan maravilloso como tu.

—¿De verdad?

—Por su puesto, siempre puedes contar con Arendelle como un segundo hogar —Sonriente Elsa besó su frente con gentileza. Las puertas de este palacio estaran siempre abiertas para ti mi niña —La reina la guió hasta su comoda cama y la arropó como su madre solía hacerlo con ella y Anna —Es hors de descansa, mañana será un día muy largo.

—¿Me puedes contar un cuento? Uno como los que siempre me lee mi tío Hans.

—Lo siento pero no me se ninguno —Pudo ver un rostro un poco decepcionado. —Pero, ¿que te parece una canción? —la niña le sonrió amablemente y tomo la mano de la  que la miraba con ternura, —Donde se unen, Viento y mar Un río lleva mil memorias que hay, Duerman ya y en calma estén, Pues él conserva lo que fue...

No pasó mucho para que la niña quedara profundamente dormida. Elsa cerró la puerta con una sonrisa, caminó por el pasillo donde su esposo ya la esperaba y tras recordar la conversación con la niña lo abrazó con todas las fuerzas de su corazón. —Cariño —Susurró con un amoroso tono de voz..

—¿Que sucede? —Sonrió con extrañado.

—Yo... —Elsa respiró profundo como tomando el valor de sacar aquello que se encontraba guardado dentro de su pecho. —Te prometo felicidad, cada día será de alegria, yo voy a esforzarme mucho para darte la felicidad que en el pasado te negaron con egoismo.

—¡Elsa! —la abrazó con todavía mas fuerza conmovido por sus dulces palabras. —No tienes que esforzarte, estando a mi lado ya me das toda la felicidad que siempre desee.

Los ojos de la reina se llenaron de lágrimas, luego solo sonrió un poquito sonrojada intentó animar un poco el ambient
—Miranda tiene demasiada energía. Fue muy difícil lograr que se durmiera. No puedo creer que tenga toda esa energía.

—Seguramente los nuestros serán mas tranquilos —dijo el rey tomando a su mujer en brazos.

—¿Que? —se soltó  un poco del entusiasmado hombre —Es muy pronto para pensar en eso ¿No?

—¿No deseas tener hijos conmigo? —pregunto un poco confundido.

-No, no es eso. Es que yo... —apenas y pudo responder.

—¿Es que tu...

—Yo, yo le pedi a Gerga que prepara tu baño —con gran habilidad la chica cambió de tema, guiando al rey hasta el baño real, el mas grande y hermoso de todo el palacio.—¡Bienvenido! —Elsa abrió la puerta presentándole a Hans un lugar cálido, amplió e iluminado solo con velas. —Te dejare un momento ¿De acuerdo?

Los sirvientes ya habían preparado el baño tal y como a le gustaba a el, sin embargo este no se veía nada complacido.—Quedate, tu te vez muy estresada —susurro mientras besaba su cuello. —Tomemos juntos el baño, Asi te daría un masaje y tu estres desparecería —Sin mucho esfuerzo la conveniencio.Sonriente se despojo de la ropa quedando en paños menores y metiéndose dentro del agua.—¿Me acompañas mi lady? —Hans extendió la mano regalándole a Elsa una de esas sonrisas pasivas a las que ella no podía resistir.
Nerviosa y con algo de pena la chica se despojó de la ropa y lo siguió.—¡Cielos! ¿Enserio puedes ser asi de perfecta?

Al instante ella se sonrojó. —¡Basta! ¿estas, loco?—dijo quedando frente a él.

—Si, estoy loco por tu culpa —acarició sus hombro con la yema de los dedos y claramente sin poder evitarlo con su solo contacto la reina se estremeció.

—Que digas cosas como estas me apenan.

Tener a la rubia entre sus brazos era lo que mas esperaba Hans en todo el dia.—Lo siento no puedo evitarlo —acto seguido comenzó a acariciarla con suavidad. —Pero es que solo es la verdad, Elsa eres tan hermosa, te amo mas cada día —de poco en poco sus caricias y besos se volvían mas intenso y eso comenzó a sonrojarla mas. —Pero quiero escucharlo de tu boca, di que eres mía.

—Yo, soy solo tuya —respondió extasiada.

—Entonces, dejame hacerte un hijo esta noche por favor —al escuchar aquello la reina se separó muy agitada y dejando escapar un poco de su poder en forma de escarcha. Esto provocó que el rey la mirará algo apenado —¿Estas bien? ¿fui muy brusco? perdoname, soy un completo tonto no quise hacer algo que no te gustara
—Acarició su mejilla haciendo evidente su pena. —perdoname.

—No fueron tus caricias, tus caricias me encantan —apenada desvío la mirada. —Pero pensar en nuestros hijos. ¡Eso me asusta mucho! —rápidamente se acercó a el y lo abrazó como buscando su protección.

—Elsa.

—sabes todo lo mal que la pase con el problema de mis poderes. Crecí sintiéndome un monstruo, con miedo de lastimar a la gente que amo, sola y con tanta vergüenza. Yo, no quisiera un futuro asi para nuestros hijos.

—No, no pienses eso, Elsa tus poderes no son algo de lo que te debas avergonzar, eres perfecta tal cual eres. Piensa que quizás nuestros hijos nacerán comunes y corrientes como yo —Bromeó tratando de animarla —Soy el mas debil de los Westergaad.

—Basta, no es gracioso —Ahogó el llanto —Si nacieran como yo y... —el la abrazo mas fuerte, sin dejar que terminara.

—No tendría nada de malo que nacieran como tu. Los amaria tal y como te amo a ti. Quizás tendríamos que tomar mas seguido chocolate y usar mas abrigos, pero sería maravilloso.

—¿De verdad no te molestaría que nacieran como yo?

—Si fueran como tu, tendría mucha suerte —ambos comenzaron a reir. —Tu eres irresistible reina mia.

—¿Podríamos esperar un buen momento para tener un hijo?

—Ya no pienso presionarte —con amor besó su frente, luego volvieron a lo suyo. Solo que no hubo mas que algunas caricias y cariños, asi terminaron de bañarse y fueron su habitación para dormir.

—¿Hans?

—¿Que?

—¿cuales son los cuantos de los que siempre habla Miranda? —preguntó con algo de sueño.

—¡Ah, eso! Los cuentos de Flynnigan Rider, historias de un espadachín rico y gallardo que tenía una gran cantidad de emocionantes aventuras dondequiera que iba.

—Flynnigan Rider — pronuncio la reina tras intentar no quedar profundamente dormida. Pero obvio bi lo logró.

—No dejare que te aparten de mi. Espere demasiado por ti —Susurró mientras acariciaba su rostro. Estaba por quedarse dormido también cundo un ruido en la puerta lo despertó, tomó una bata y abrió sin despertar a Elsa.
Era Esteban quien con una mancha de sangre en la cara lo esperaba en la obscuridad.

—¡Majestad! —Habló Esteban con respeto y dedicando una reverencia a su rey. —Lamento atreverme a interrumpir su noche, pero era muy importante que supiera que su encargo esta hecho.

—¿Y esa formalidad?

—Ahora eres el rey.

—Eso no cambia la confianza entre nosotros. Tu eres un amigo mio.

—Gracias Hans —Retomó la compostura.
—estaban no muy lejos de aqui —Dijo él soldado orgulloso. —en una cabaña a las afueras del reino.

—Exelente, yo sabía que podía confiar en ti, eres un rastreador exelente —Sonrió siniestramente.
—¿Y que esperamos? ¡vamos inmediatamente! —Concluyó el rey con gran satisfacción.
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CONTINUARÁ...



¿Cual habrá sido el mandato de Hans?
Cada vez se vuelve mas malvado.

Espero y sigan leyendo

Sin mas me despido. Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía.
Si les gustó no olviden comentar como siempre su opinión es importante.❤❤

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