-¿Eres virgen o maricon?-dijo con un tono burlón, enseguida me pego una cachetada- ¡Ya Soobin, cógeme!- gritó desesperada, sus reacciones eran extrañas, nunca antes había visto un humano tan desesperado.

En un instante comprendí su reacción, baje la mirada y vi que su celular estaba encendido se lo quite del bolsillo, estaba grabando nuestra conversación. Ella estaba actuando para dejarme como un enfermo.

Su actitud me genero mucho odio,lo tiré contra el piso para que se rompiera, ella gritó. Enseguida le tape la boca con mi mano para que nadie la escuchara.

Ya no me importaba si ocurría una tragedia, de todas formas podía desaserme del cuerpo.

- ¡¡No soy virgen!!! ¡!!Nunca debiste entrar!!!-dije enfurecido, enseguida empuje contra la pared con toda mis fuerzas.

Tomo el celular del suelo solo tenía una pequeña rotura en su pantalla, se lo vuelvo a quitar y me siento en el sofá para relajarme un poco, no tenía intenciones de matarla. Busco ese maldito audio en su dispositivo y no estaba.

En eso veo una notificación, de una persona llamada Michi:

Michi: ¿ Tienes las fotos de Soobin? Graba un audio acostándote con él... ¡Hazlo!

Siento la presencia de alguien ,me paro y estaba ella sangrando por su cabeza, en su mano sostenía la lámpara de mi mesita de luz, ella temblaba del miedo.
- Piensas pegarme mocosa-le dije y enseguida le quite intente quitarle la lámpara, gritaba pidiendo ayuda desesperada, no quería matarla pero merecía una explicación.

Se tira al suelo y empieza a gritar que la deje de manosear y no la viole, le tapo su boca.

-Dios santo deja de gritar, inútil- dije en voz baja, se desmayo y vi como caían gotas de sangre en mi mano, estaba sediento pero contenía mis impulsos

Al tocar mi piel la sangre sentí como mis colmillos crecían, la dejé en el suelo y corrí para buscar mis píldoras. Tome dos juntas y me relaje, perder el control iba a ser lo último.

Regrese y la niña no estaba más en el suelo era muy rápida pero no podía escaparse. Escucho golpes brusco en la puerta trasera y camino rápido. Ella estaba sentada en el suelo llorando, al verme lloro más fuerte.

-Por favor no me mates- me rogó , no dejaba de caerle gotas de sus ojos oscuros.

Me puse a su misma altura y le dije

- No pienso matarte pero creo que me debes una explicación- me refería a los mensajes

-Piensas que diré la verdad, jaja- se burló de mí, enseguida la tomé del cuello con mis propias manos.
Me pego con su cabeza y la solté ,salió corriendo buscando otra salida, a los inmortales no nos dolían los golpes.

La seguí y vi como intentaba salir por la puerta principal, con sus manos golpeaba de nuevo, imposible de abrirla porque las llaves las tenía en el cuello. Poco a poco al ver qué no tenía salida, veía como se sentaba en el suelo y con su sus manos trataba de cubrirse.

-Lo siento, déjame salir-susurro en voz baja

Sin dudarlo la tomé de las muñecas con una soga para que no escapara y la lleve a otro sitio, se encontraba en el sótano de mi casa.

-No me violes- me rogó

-Tienes 11 años, no pensaría jamás en violarte pero no te dejare irte- mencioné mientras bajaba las escaleras. Disfrutaba verla sufrir, me hacía sentir poderoso.

-No soy una niña, tengo 18 años-aclaro

-No me interesa-dije serio, ella era la causante de todos mis problemas

A los minutos entramos a una habitación donde tenía las cajas de la mudanza y una cama. Le quitó la soga y ella miro el lugar con desagrado.

-Piensas dejarme en este lugar mugroso, Soobin- se quejo

- tienes suerte de no morir -dije mirándola con desagrado, no comprendía cómo podría hacer tanto daño

Sonó el teléfono y se lo di para que respondiera , era su hermano. Ella le dijo que volvería al día siguiente que estaba en la casa de una amiga.

-Escúchame una cosa, no quiero que te metas en cosas raras,te vi los otros días fotografiando a un Idol-dijo su hermano, la había obligado a ponerlo en alta voz a su hermano, quería escuchar su conversión

-Pero... no es para tanto, sabes que necesito el dinero-dijo temblando

-Buscate un trabajo digno, un día te voy a encontrar muerta y ahí no voy a saber que hacer, mamá tiene bastante problemas - le dijo él y enseguida se puso a llorar, grite su brazo para contenerla y del otro lado empezó su hermano a preguntar que estaba pasando, porque escuchaba el crujido de que alguien comía galletitas, ella cortó la llamada.

No paraba de llorar me daba pena pero no podía dejarla ir, ya que tenía un golpe en la cabeza y moretones en su cuerpo. Mire para todos lados y dije elevando la voz

-¡Deja de llorar! ¿Es lo único que sabes hacer?-

-Mira si me vas a matar, hazlo rapido- se arrodillo ante mí

-¡ Párate del suelo!-grite y ella obedeció- No pienso matarte como te dije anteriormente debes quedarte, ya que tienes una herida-

Ella se sorprendió y en ese momento sentí olor a humo, me di vuelta y vi un aro de fuego que apareció en el suelo, sabía que era mi hermano. Ella se asustó por lo que estaba pasando y cubrió su rostro con una almohada.

-¡ Que lindo verte hermanito!-exclamo Huningkai con alegría y enseguida miro a la jovén- Vaya, un platillo delicioso- se acercó a ella, temblaba del miedo.

-No la asustes Huningkai-dije apartandolo

-Hermano hiciste un gran trabajo, matemosla- sugirió Huningkai

-Prometiste que no lo harias- me recordó ella

-Nunca escuches las promesas de un...- en ese momento antes que mi tonto hermano diga la palabra "vampiro" tape su boca con su mano.

- Soobin... Nunca escuches las promesas de Soobin-dije asustado, la tomé de la mano y la lleve a curarle sus heridas con alcohol ella gritaba de dolor

- lo siento por tu teléfono, te comprare otro- dije la lleve al baño y cure sus heridas, mientras recitaba una oración para que sus moretones se curen rápido.

Al pasar las horas mi cuerpo volvió a ser el mismo de antes,mis ojos volvieron a la normalidad estaba impactado con lo que hice, observe mis manos quedaba algo de líquido rojo, lamí mis dedos con placer. Nunca imaginé que volvería a tener aquellas conductas malignas, me sentía desepcionada de mi mismo.

-Perdon- le dije al cuerpo de la chica llorando por ella, no tenía control de mi mismo, no recordaba nada.

-Nunca imaginé que ibas a ser el mismo de antes estoy orgulloso- me dijo Huningkai regalándome una sonrisa macabra

Enseguida arrastre el cuerpo y lo metí en la bañera, luego iba a pensar que hacer antes de salir del baño lave mis manos con jabón cuidadosamente queban restros de su sangre en mi manos.

Recorrí todas las habitaciones de la casa buscando una respuesta de porque lo hize y quite las sábanas de la cama para luego quemarlas en el jardín . Los vecinos pensaban que solo quemaba hojas secas.

Cómo siempre lo hacía tuve cuidado de que la llama no fuera tan grande.

-¿ Que ocurrió?-dije mientras contemplaba la fogata ocacionada

-Todavia preguntas, creo que fuiste poseído por el gato-dijo Huningkai que estaba a mi lado

-¿ El gato?- cuestione

-El gato negro que tiene un ojo azul y otro verde, la leyenda dice que uno de los cinco chicos fue castigado por sus pecados por una traición, le salieron cuernos de venado una noche...-conto la historia

- Pero es solo es mito...No es un cuento para niños-me corregí

Regrese a adentro para limpiar con guantes y productos de limpieza, los rastros que pude haber dejado con sangre de la víctima, era muy cuidadoso en todo momento. Huningkai me ayudaba a limpiar el lugar.

En ese momento me quedé pensando de el cuento del gato, no sabía si era real, quizás sin darme cuenta había sido el elegido.

Al día siguiente desayuné una bebida fría, me negaba a tomas de nuevo la sangre de la niña, una vez que consumes sangre humana no puede salir . Algo debía comer pero quería esa carne fresca, mi mente pensaba en eso.
Me puse a pensar en pocos días iba a entrar en descomposición y de alguna forma debía llevar el cuerpo de ella algún lado pero recuerdo que solo la estaba curando y nada más.
Busque el teléfono de la niña y tenía cuatro llamadas perdidas de su madre, no sabía cómo explicarle que no estaba más en este mundo. En ese instante sonó de nuevo y atendí la llamada.

- Hija ¿ Dónde estás?- pregunto la señora

-hola-dije nervioso

-¿Tu quien eres?-pregunto ella

-Pues... Su novio-respondi más nervioso aún

- Su novio- grito desde el otro lado, de fondo se escuchaba a su hermano decir :

-¿Cómo su novio? No la autorize a mi hermana a tener novio-

- Creo que se dio de casualidad...- tragué saliva, de seguro su hermano era alto y babucon.

-¿ Con quien hablas, Soobin?-dijo Huningkai

-¿Hay dos hombres ahí?-pregunto su hermano y corte la llamada

Me sentí agitado, no se cómo pude decir eso. Algo debia hacer