Especial: Aquella noche
¡Hola a todos! ^^ Sé que suelo dejar las notas al final del capítulo pero esta vez decidí ponerla en el principio. Este capítulo es un especial ya que aún no quiero continuar la historia hasta no estar 100% segura de publicar lo que tengo escrito pero como hace tantísimo que no publico nada, decidí hacer un especial en el que veremos como fue ese primer encuentro entre Gray y Lucy desencadenante de toda la historia, por lo que podría considerarse el capítulo 0 ya que el capítulo 1 comienza cuando se despiertan tras aquella noche... Como os podéis imaginar, este especial narra el primer encuentro sexual entre ellos por lo que prácticamente es todo lemon; aun así, espero que os guste :) Y una vez más quería disculparme por mi gran ausencia aunque ya expliqué el motivo de ella por lo que no voy a enrollarme más, de verdad que lo siento :( Pero os prometo que a mediados de septiembre volveré a publicar más seguido y además, os traeré dos fanfics nuevos que espero que os gusten ^^ Muchas gracias a todos por vuestra paciencia y por leer mis historias, os quiero ❤❤
Gray POV
Todos se divertían celebrando el compromiso de Mirajane y Laxus pero yo estaba un poco aburrido, no sabía dónde estaba Juvia y había bebido demasiado, casi no me tenía en pie. Me encontraba solo apoyado en la barra donde me estaba terminando otra copa. Mis ojos no dejaban de posarse en la misma persona, Lucy. Ella se encontraba bailando, tan hermosa como siempre, y como siempre, estaba irresistible con ese vestido negro que parecía hecho exclusivamente para su perfecta figura, simplemente no podía dejar de observarla... Hasta que ella se acercó a la barra para pedir otra copa, me encantaba pasar tiempo con ella por lo que decidí jugar un poco, como solía hacer.
- ¿Qué hace una chica tan guapa en un lugar como este? —ella rio divertida.
- ¿No es un poco cutre esa frase?
- Tal vez, pero sigue funcionando.
- No conmigo, prueba otra vez.
- Si ser sexy fuese un delito, te pasarías la vida en la cárcel —de nuevo rio.
- ¿De verdad que no sabes cómo seducirme, Gray...? —dijo en un tono seductor acercándose un poco a mí. Supuse que estaba jugando por lo que no le di importancia.
- Podría seducirte a ti y a cualquier chica, esas no son las frases que uso para ligar.
- ¿No? Entonces inténtalo una última vez con tus frases.
- ¿No estás cansada?
- No, ¿por qué? —preguntó extrañada por mi repentina pregunta.
- Por qué llevas toda la noche dando vueltas por mi cabeza —me miró sorprendida unos segundos hasta que sonrió, pareció gustarle mi frase— Por cierto, tienes algo en la cara.
- ¿El qué? —comenzó a limpiar su rostro pero yo agarré su mano con delicadeza y la aparté, acercando mi rostro al suyo.
- La sonrisa más bonita que he visto en mi vida —dije en un tono seductor pero tierno a la vez. Su sonrisa se agrandó.
- Esto sí funciona —dijo sonriente— ¿Cómo terminas tu intento de seducción? ¿Qué frase usas?
- No sé besar... ¿Tú podrías enseñarme...? —dije en un tono seductor. Me mostró una sonrisa muy sexy.
- Claro... ¿Quieres probar uno de mis besos...? —dijo en un tono irresistible acercándose a mi rostro.
Ya no sabía si seguíamos jugando o no... Pero parecía totalmente dispuesta a besarme y el problema era que probablemente nunca sería capaz de rechazar un beso suyo... Nuestros labios se encontraban a escasos milímetros cuando sentí un fuerte golpe en la espalda, provocando que me alejara de ella.
- ¿Pero qué...? —dije girándome, comprobando que me habían lanzado un plato de comida, me habían manchado toda la camisa— Tsk... Tendré que ir hasta mi apartamento para cambiarme...
- Te acompaño —dijo Lucy de manera repentina.
- No es necesario, además, no tardaré mucho.
- Vamos... He bebido tanto que me vendrá bien un poco de aire —su hermosa sonrisa nublaba mi mente por lo que accedí a que me acompañara.
Yo también había bebido mucho y no pensaba con claridad por lo que no le di importancia, nunca pensé que acabaríamos así... Por lo que nos dirigimos hacia mi apartamento de forma lenta, dando un paseo nocturno. Una vez allí, me dirigí hacia mi armario para escoger una camisa pero no sabía cuál ponerme por lo que llamé a Lucy quien se encontraba en el salón, esperándome.
- Lucy, ¿puedes ayudarme a elegir una camisa? —pregunté desde mi cuarto.
- Claro —escuché antes de oír sus tacones acercándose a mi habitación. Saqué tres camisas y las coloqué sobre la cama.
- ¿Cuál te gusta más?
- Ésta —dijo señalando una azul.
- mmm... Prefiero ésta —dije cogiendo una de color negro.
- La otra te quedará mejor con ese pantalón —me la quitó de las manos y me dio la azul.
- Pero me gusta más esa —dije intentando quitarle la camisa pero ella la movió para que no pudiera quitársela— Vamos Lucy... Dámela...
- Ven a por ella —dijo con una sonrisa traviesa. De nuevo intenté quitársela sin resultado.
- Te vas a enterar —dije divertido.
Ella intentó huir hacia el salón pero la pillé enseguida antes de que consiguiera salir de mi habitación, la atrapé por la espalda y comencé a hacerle cosquillas en sus costados.
- ¡Gray, para! —dijo entre carcajadas intentando liberarse de mí, ya ni si quiera sostenía mi camisa. Entonces la giré para verla de frente pero sin soltarla, manteniéndola atrapada entre mi torso y mis brazos.
- ¿Qué voy a hacer contigo? —dije divertido con una sonrisa.
- Hagas lo que hagas, no dejaré que te pongas esa camisa esta noche.
- Qué mala eres...
- No sabes cuánto —dijo en ese tono tan irresistible de nuevo acercándose a mi rostro por lo que de nuevo, dudaba entre sí solo estábamos jugando...
Me puse nervioso por lo que la solté pero justo en ese instante, ella tropezó y me empujó sin querer haciéndome caer en la cama boca arriba, ella cayó sobre mí boca abajo. Era una situación peligrosa... Demasiado peligrosa... Podía sentir todo su cuerpo pegado al mío... Entonces ella posó sus manos en mi rostro y comenzó a acariciarlo.
- Gray... —dijo en ese tono que me hacía perder la cordura— No sé besar... ¿Tú podrías enseñarme...? —dijo con una sonrisa traviesa.
Todo se estaba descontrolando, habíamos bebido demasiado, no éramos del todo conscientes de lo que estábamos haciendo, lo único que tenía claro era que éste era el tercer intento de Lucy por besarme y obviamente, no iba a rechazarla...
- ¿Quieres probar mis besos...? —dije en un tono irresistible acariciando su rostro con mi mano derecha, ansioso por su respuesta.
- Sí...
Parecía impaciente y no era la única, me moría por besarla por lo que no esperé ni un segundo más y uní mis labios con los suyos en un dulce beso que no tardó en ser correspondido por ella. Introduje mi lengua lentamente en su boca donde nuestras lenguas comenzaron a acariciarse de forma sutil. Poco a poco los suaves movimientos iban aumentando la intensidad, cada vez eran más bruscos, su lengua juguetona no dejaba ni un milímetro sin explorar de mi boca excitándome cada vez más. Nuestras lenguas danzaban sin parar dentro de nuestras bocas, haciendo el beso más y más apasionado, estaba claro que ninguno de los dos queríamos terminar aquel beso. Cuando no pude evitar atraer su rostro al mío para hacer el beso más profundo, supe que ya no podría parar...
El deseo se apoderó de mí por lo que comencé a acariciar su muslo lentamente hasta colar mi mano por debajo de su vestido. En cuanto notó mi mano por su piel, ella coló sus manos por debajo de mi camisa para inspeccionar todo mi torso con delicadas caricias que me gustaban demasiado... Justo en ese momento, decidió terminar aquel largo e intenso beso para bajar hasta mi cuello donde empezó a depositar dulces besos que no tardaron en convertirse en excitantes mordiscos con los labios mientras comenzaba a desabrochar mi camisa. Una vez abierta, comenzó a mordisquear mi cuello mientras bajaba su mano lentamente acariciando mi torso hasta llegar a mi miembro, el cual se encontraba ya bastante erecto... Desabrochó mi pantalón sin dejar de jugar en mi cuello y coló su mano por debajo del bóxer, acariciando mi miembro directamente.
- Lucy... —dije excitado— ¿Qué...? —no me dejó terminar la frase pues introdujo su lengua en mi boca.
Mientras me besaba, sentí que agarraba mi miembro y tras acariciarlo un poco, comenzó a mover su mano de arriba hacia abajo lentamente, se sentía demasiado bien... Entonces se separó de mis labios y descendió despacio por mi torso dejando algunos pequeños besos y mordiscos por el camino hasta llegar a mi miembro... Solo pude tragar saliva tras ver donde se había detenido... Bajó un poco el pantalón y el bóxer, agarró de nuevo mi miembro y tras darle varias lamidas, se lo introdujo de una sola vez en la boca haciendo inevitable que dejara salir un gemido.
- L-Lucy... —dije muy excitado. ¿Cómo habíamos llegado a eso...? ¿Y por qué ella tenía el control...? Me tenía totalmente dominado...
Enseguida comenzó con el movimiento de vaivén, subía y bajaba mientras sentía cómo su lengua se movía dentro de su boca, lamía todo mi miembro mientras su rostro subía y cuando estaba arriba, lamía en círculos la punta hasta que su rostro volvía a bajar. Nunca pensé que Lucy sería tan buena en el sexo oral... Aunque estaba claro que sería buena en la cama. De repente, aceleró el ritmo y sentí que iba a correrme.
- L-Lucy... Para... —dije con la respiración entre cortada pero no me hizo caso— L-Lucy... Si no paras v-voy a... Ah... —no pude más y terminé corriéndome en la boca de Lucy quien se lo tragó todo, excitándome como nunca.
- Lo siento... —dije cuando ella sacó mi miembro de su boca pero tras ver cómo lamía los restos de su cara, me di cuenta de que ella estaba incluso más excitada que yo.
- ¿Por qué? —preguntó— No necesitas disculparte por esto... —dijo en un tono irresistible bajando hacia mi miembro para lamer los restos.
- ¿Q-qué haces...? —pregunté excitado.
No obtuve respuesta y ya me había cansado de ceder el control por lo que la agarré con fuerza y la empujé, tumbándola sobre la cama, enseguida me acomodé entre sus piernas lo que ella me permitió con gusto.
- ¿Quieres hacerme tuya, Gray? —preguntó con una sonrisa lasciva. Que fuera tan directa me excitaba mucho.
- No te imaginas cuánto... —dije en un tono seductor.
- ¿A qué esperas entonces...? —dijo ansiosa.
Yo estaba desesperado, llevaba demasiado tiempo deseando que esto pasara y ahora que estaba a punto de ocurrir, no quería desperdiciar ni un solo segundo más a pesar de que me moría por jugar con ella. Por lo que ni me paré a quitarme la ropa, simplemente bajé un poco más mi pantalón y bóxer; tampoco me detendría con la suya, solo subí un poco su vestido y moví hacia el lado el pequeño tanga que llevaba para comenzar a introducirme en ella de forma lenta hasta estar por completo dentro de ella.
- mmm... —gimió excitada.
Enseguida comencé con el movimiento de vaivén, aumentando de forma progresiva la velocidad y en consecuencia, los gemidos de Lucy. Quería jugar con ella ya que en los preliminares no pude hacerlo pues los dirigió ella... Por lo que sin disminuir el ritmo de la penetración, me dirigí hacia su cuello para depositar pequeños mordiscos en él. Con una de mis manos comencé a inspeccionar sus pechos hasta que decidí bajar la cremallera de su vestido la cual se encontraba en el lado derecho, liberando así sus pechos, y como era usual en ella cuando usaba este tipo de vestidos, no llevaba sostén. Una vez libres, comencé a jugar con sus pezones provocando que sus gemidos se intensificaran pero decidí callarla con un beso. Introduje mi lengua en su boca donde mi lengua buscaba ansiosa a la suya, ella posó sus manos en mi cabeza y la atrajo hacia ella para hacer el beso más profundo mientras se le escapaban algunos gemidos dentro de mi boca. Bajó un poco mi camisa desabrochada descubriendo mis hombros y parte de mi espalda, coló sus manos por debajo de mi camisa para recorrer mi espalda con suaves caricias pero en ese momento decidí agarrar su cadera y levantarla un poco, haciendo más profunda la penetración.
- ¡Ah...! ¡Sí...! ¡mmm...! —sus gemidos se intensificaron, me excitaban tanto esa expresión de placer y esos deliciosos gemidos que pensé que perdería la cordura esa noche— ¡Ah...! ¡Gray...! —si seguía gimiendo así mi nombre acabaría volviéndome loco.
- ¿Sabes? Te ves preciosa ahora mismo —dije con la respiración agitada a lo que ella respondió con una sonrisa.
Rodeó mi cadera con sus piernas y atrajo mi rostro hacia el suyo para besarme con mucho deseo. Yo aumenté la intensidad de la penetración provocando que ella no pudiera parar de gemir.
- ¡Ah...! ¡Gray...! ¡Sí...! ¡Así...! —sentí cómo su interior comenzaba a contraerse— ¡Más...! ¡No pares...! ¡Sigue...! —me excitó tanto verla así que al igual que ella, yo estaba a punto de correrme.
- No te preocupes, no pienso parar —dije excitado con la respiración agitada.
- ¡Ah...! ¡G-Gray...! —su vagina comenzó a apretar mi miembro mientras disfrutaba su orgasmo por lo que no pude más y terminé corriéndome dentro de ella.
Me salí de ella y decidí contemplarla un momento, sus piernas estaban un poco temblorosas, su respiración muy agitada e incluso todavía dejaba salir algunos excitantes suspiros, cómo me ponía verla así... Aun no estaba saciado de ella aunque ni si quiera sabía si podría estarlo, solo sabía que quería más, necesitaba más... Por lo que me quité toda la ropa dispuesto a seguir en una segunda ronda. Ella sonrió de forma lasciva tras percatarse de mis intenciones, se inclinó y se quitó el vestido el cual tenía enroscado en su cintura además del tanga. Me miraba ansiosa completamente desnuda en mi cama, esperándome. Cuando me acerqué a ella, me empujó, quedé recostado sobre el cabecero de la cama mientras que ella se colocó sobre mí dándome la espalda. Se recostó sobre mi pecho, agarró mi miembro y lo introdujo dentro de ella lentamente, dejando salir un excitante gemido mientras lo hacía aunque no era la única, se sentía tan bien estar dentro de ella en esa postura que no pude evitar dejar salir un pequeño suspiro. Ella comenzó a mover su cadera en círculos de forma lenta, se sentía demasiado bien... Como no tenía mis manos ocupadas, decidí jugar todo lo que no pude antes por lo que comencé a acariciar sus pechos con mis manos mientras que jugaba en su cuello con mi boca. Tras varios lametones comencé a mordisquear su cuello lo que parecía gustarle. Sus gemidos se hicieron mucho más evidentes cuando comencé a jugar con sus pezones sin abandonar su cuello, pero entonces ella cambió los movimientos comenzando un vaivén, se movía hacia delante y hacia atrás provocando que yo no pudiera evitar dejar salir algunos suspiros... Hasta que de nuevo cambió sus movimientos y empezó a moverse de arriba hacia abajo, poco a poco iba aumentando el ritmo hasta que decidí dejar sus pechos y agarrar su cadera para ayudarla a moverse, intensificando rápidamente el ritmo de la penetración y su profundidad, ella comenzó a gemir sin parar.
- ¡Ah...! ¡mmm...! ¡Sí...! ¡Gray...!
Poco después, seguía ayudándola con una sola mano pues bajé la otra hasta su entrepierna donde comencé a acariciar su clítoris sin dejar de mordisquear su cuello y oreja. Ella no podía parar de gemir mientras no disminuía el ritmo de la penetración hasta que de nuevo noté como su interior se contraía dispuesto a dejar salir su segundo orgasmo.
- G-Gray... Córrete conmigo... —dijo con la respiración agitada aumentando la velocidad de la penetración mientras movía la cadera de una forma tan increíble que no tardé en sentir que me venía de nuevo.
- Uff L-Lucy... —dije entre jadeos— N-no puedo más...
- Y-yo tampoco.
En ese momento volví a notar como su vagina me apretaba consiguiendo exprimir hasta la última gota de mi miembro, de nuevo me corrí dentro de ella mientras ella tenía su segundo orgasmo. Aún seguía dentro de ella cuando dejó caer su espalda sobre mi torso y recostó su cabeza en mi hombro con la respiración muy agitada, necesitaba besarla por lo que agarré su rostro, lo giré e introduje mi lengua dentro de su boca donde enseguida se encontró con la suya y comenzaron a jugar. Tras finalizar el beso, ella se apartó de mí y se recostó a mi lado en la cama boca abajo mientras intentaba relajar su respiración. No sabía si ella ya estaba saciada pero yo no lo estaba, por lo que tras contemplar un momento su hermoso cuerpo desnudo, subí su cadera sin previo aviso y me introduje dentro de ella de una sola vez.
- ¡Ahh...! ¡G-Gray...! —gimió con intensidad.
Estaba muy excitado por lo que la penetraba profundo, con fuerza, quizás estaba siendo un poco rudo pero ella no se quejaba... Más bien parecía disfrutarlo mucho. Sin perder intensidad, fui aumentando la velocidad consiguiendo que Lucy se corriera a los pocos minutos.
- Joder Gray... —dijo entre jadeos tras su tercer orgasmo— No pares ahora...
- No pienso parar en toda la noche... —susurré en su oído de forma seductora mientras comenzaba de nuevo el movimiento de vaivén.
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