Capítulo 7 - Remordimientos
- Se acabaron las excusas —dijo en ese tono tan sexy pegándome a él por completo.
Comenzó a besar mi cuello con mucha suavidad mientras que yo seguía sin decir nada. Sus manos se dirigieron hacia mi espalda donde empezó a bajar la cremallera de mi vestido lentamente. Tras bajarla por completo, sus manos se deslizaron hasta mi trasero y muslo sin dejar de besar mi cuello, excitándome cada vez más. Hasta que de repente, me agarró por el trasero y me cargó, apoyó mi espalda en la pared y yo por acto reflejo, lo rodeé con mis piernas y brazos. Me besó con pasión, impaciente, ansioso. Tras separarnos, bajó un poco mi vestido con sus dientes dejando mis pechos al descubierto ya que no llevaba sostén, posó su cabeza allí de inmediato y enseguida comenzó a jugar con mis pechos haciendo que se me escaparan algunos suspiros. Cansado de no tener sus manos libres, me llevó hasta los lavabos donde me sentó. De nuevo se dirigió hacia mi cuello mientras colaba una de sus manos por debajo de mi vestido y sin perder más tiempo, Gray introdujo dos dedos en mí haciéndome gemir con intensidad.
- ¡Ah...!
- Shh... —fue lo único que dijo antes de introducir su lengua en mi boca, callándome— No puedo más Lucy... Tengo muchas ganas de ti...
En ese momento, sacó los dedos de mi interior y me bajó quedando de pie en el suelo, me giró para ponerme de espaldas a él y me acorraló contra el lavabo. Me quitó la ropa interior, me subió el vestido y él se desabrochó el pantalón, bajó su bóxer y se acercó a mí.
- Lo siento pero hoy no estoy juguetón —susurró en mi oído.
- Yo tampoco así que no importa... —dije ansiosa deseando sentirle dentro de mí. Tras mis palabras le dio un pequeño pero excitante mordisco a mi oreja antes de comenzar a introducirse en mí con lentitud.
- mmm... —gemí cuando lo sentí completamente dentro de mí.
Rápidamente comenzó con el movimiento de vaivén, me embestía con fuerza contra el lavabo. Dejó una de sus manos en mi cadera y la otra la llevó hasta uno de mis pechos el cual comenzó a manosear jugando con mi pezón. Podía ver lo mucho que estaba disfrutando el momento gracias al espejo el cual me permitía ver el rostro de Gray aunque estuviera a mi espalda. Se dirigió a mi nuca la cual comenzó a mordisquear, yo ya no podía parar de gemir por lo que al final Gray subió la mano desde mi pecho hasta mi boca para taparla.
- Adoro tus gemidos pero si sigues así al final van a escucharnos... —dijo en ese tono tan seductor que me hace perder la razón— Contrólate un poco... ¿Sí?
- S-sí... —es imposible desobedecerle cuando te habla en ese tono...
Estaba tan perdida en sus salvajes embestidas que no noté como una mano se colaba y comenzaba a tocar mi clítoris, en cuanto sentí el tacto de su fría mano allí me estremecí y gemí con fuerza muy excitada.
- ¡Ah...! ¡Gray...! ¡mmm...! ¡Más...!
- Shh... —fue lo único que dejó salir antes de dirigirse de nuevo a mi cuello para besarlo y mordisquearlo sin perder el ritmo de la penetración. Al cabo de unos minutos, ya no podía más.
- ¡Gray...! ¡Ah...!
- Uff... Pero qué lindos gemidos Lucy... —dijo excitado— Quiero escucharlos... —aumentó la intensidad de las embestidas.
- ¡Ah...! ¡Sí...! ¡Así...! ¡No pares...! —pocos segundos después, tuve mi orgasmo. Gray seguía dentro de mí cuando dejó salir una pequeña risita.
- Qué pronto hago que te corras...
- Vaya, qué arrogante —dije divertida.
- Solo digo la verdad y lo sabes... Soy muy bueno dándote placer —dijo travieso.
- Aún faltas tú —dije ignorando su comentario, era totalmente cierto pero no quería reconocerlo.
- No te preocupes por eso —dijo con una sonrisa lasciva antes de salirse de mí y cargarme como al principio.
Me agarró por el trasero y apoyó mi espalda en la pared, ya no estábamos frente a los lavabos sino de perfil, al menos ahora podía contemplar mucho mejor la perfecta figura de Gray en el espejo. Lo atrapé con mis piernas y rodeé su cuello con mis brazos, él se introdujo en mí de inmediato solo que esta vez, de una sola embestida.
- ¡Ah...! —gemí con intensidad pero entonces Gray me calló con un beso.
Su lengua se enredaba una y otra vez con la mía manteniéndome callada, era lo mejor de tenerle de frente, que podía besarle aunque la penetración fuera más suave en esta postura. Últimamente me he sentido un poco... ¿Deprimida...? Hay muchas cosas que no me gustan de mi vida pero sentir el cariño de Gray siempre me hace sentir mejor. Y eso es precisamente lo que más me gusta de nuestros encuentros... Poder sentir lo mucho que él me quiere a través de sus besos... Unos besos que son para mí... Míos... No de ella... Aunque yo sea solo una amiga...
Tras separar nuestras bocas, no pude evitar seguir gimiendo aunque intentando controlar el volumen de mis gemidos. Me pregunto por qué Gray siempre que bebe me busca... ¿Será que Juvia no le satisface en la cama...? Aunque lo más importante es... ¿Por qué le busco yo...?
- mmm... Gray... —gemí en un tono suave cerca de su oído con la respiración un poco agitada, se sentía demasiado bien— Sí... Ah...
- ¿Vas a correrte de nuevo? —preguntó un poco travieso.
- Eso parece —dije con una sonrisa pues sabía qué iba a decirme a continuación.
- Reconócelo.
- Está bien... Lo reconozco... Se te da muy bien darme placer... Eres muy bueno en esto... —sonrió satisfecho antes de aumentar un poco el ritmo de la penetración. Tras varias embestidas más, tuve mi segundo orgasmo a la vez que sentía como me llenaba lo cual me alarmó— ¿No has usado protección?
- Eh... —aún permanecía dentro de mí en la misma postura— Creo que se me ha olvidado ponerme el preservativo...
- Joder...
- ¿Lu-chan? —esa voz hizo que ambos nos sobresaltáramos— ¿Estás ahí dentro?
- Madre mía... ¿Qué hago...? —le susurré a Gray.
- Ha debido escucharte así que invéntate algo —susurró sin mover un solo milímetro de su cuerpo.
- Sí Levy... —dije nerviosa.
- ¿Te has quedado encerrada? —preguntó preocupada— La puerta está atascada, no se puede abrir.
- No está atascada, está congelada —esa voz hizo que un escalofrío recorriera nuestros cuerpos. ¿Nos había pillado? ¿Ella nos había pillado...?
- Pero qué dices Juvia... —respondió Levy.
- No son tonterías —parecía molesta— Gray hace eso cuando no quiere que alguien le moleste y Juvia hace un buen rato que no le ve, ¿estás con él, Lucy?
- ...
Y tanto... Incluso sigue dentro de mí... ¿Acabo de decir nuestros nombres de manera normal? Juvia siempre nos habla a todos con mucho respeto... Supongo que está realmente enfadada... Joder Lucy, ¿en qué coño piensas? No es momento para eso... ¿Qué le digo? Conoce demasiado bien a Gray, tarde o temprano nos iba a pillar. Miré a Gray en busca de ayuda pero estaba paralizado, tenso, asustado... ¿Qué hago...?
- No estoy con él... —dije nerviosa— Pero... Estoy con alguien...
- ¿Con quién? —preguntó desconfiada— ¿Quién más congelaría el pomo de la puerta?
- ... —joder, nos ha pillado, no sé qué más decir...
- Juvia sabe que Lucy está con él, ¿con quién sino se iría Gray? ¡Abre la puerta o Juvia la echa a abajo!
- Juvia... —dijo una voz sobresaltándonos a Gray y a mí— Cálmate... Gray no está aquí así que te agradecería que fueras a buscar a tu novio y nos dejaras un poco de intimidad...
- ¿Lyon-san...? —preguntaron ambas a la vez muy sorprendidas— Vaya... Qué vergüenza... Juvia lo siente... Creía que...
- Otra vez creías que Lucy estaba con Gray —respondió Lyon— Por favor Juvia, deja de montarte películas —dijo mirándonos molesto, de seguro no le gustaba mentirle a Juvia.
- Juvia siente haberos interrumpido... —dijo apenada.
- No pasa nada.
- Luego tenemos que hablar Lu-chan... —dijo Levy.
- Sí... —respondí y tras eso, finalmente se fueron. Lyon, quien se había colado por la ventana del baño, nos miró.
- Me debéis una muy grande —dijo antes de girarse para que pudiéramos hablar de una manera más presentable...
Gray se salió de mí, se limpió y se colocó bien la ropa, yo hice lo mismo. En cuanto comencé a retocarme el pelo y el maquillaje en el espejo, Lyon se giró para contemplarnos antes de comenzar a regañarnos en voz baja para que nadie pudiera enterarse.
- ¿Se puede saber en qué coño estáis pensando? Joder Gray, que tienes novia. Ni si quiera sé por qué os he ayudado, Juvia debería saber que eres un gilipollas infiel.
- Nadie te pidió ayuda —dijo Gray molesto.
- Pues deberías darme las gracias, si no llego a darme cuenta de lo que ocurría, Juvia os habría pillado.
- Gracias —respondí con mucha sinceridad— Tienes razón, menos mal que te percataste de lo que estaba ocurriendo y decidiste ayudarnos.
- ¡No te pongas de su parte! —dijo Gray mirándome molesto.
- ¡No le grites idiota! —dijo Lyon defendiéndome— Además, ¿cómo se te ocurre serle infiel en el gremio y el día de su cumpleaños? Al final alguien os habría pillado.
- No pienso seguir aguantando tus sermones —dijo dirigiéndose a la puerta pero Lyon le cortó el paso.
- Tú saldrás por la ventana, yo saldré con Lucy por la puerta.
- Tsk —dijo molesto.
- Está bien —dio media vuelta para salir por la ventana.
- Gray —dijo Lyon molesto haciendo que Gray se detuviera pero no que se girara— Espero que esto no vuelva a ocurrir, Juvia no se merece esto y lo sabes.
Gray reanudó su camino hacia la ventana sin mirarle y sin responderle mientras que yo aún permanecía con el pulso acelerado por el susto. Si Juvia se hubiera enterado de la verdad, yo aún seguiría buscando un lugar donde esconderme...
Gray salió por la ventana y poco después, Lyon descongeló el pomo de la puerta para salir ambos por ella. Prefirió callar y yo también, era lo mejor. Así, volvimos en completo silencio hasta donde se encontraba la gran fiesta. Lyon se dirigió hacia la puerta, supongo que va a buscar a Gray en el jardín trasero para seguir regañándole, mientras que yo al igual que siempre, decidí sentarme en la barra donde enseguida alguien se me acercó.
Gray POV
Salí por la ventana del baño bastante molesto y decidí tumbarme en el césped del jardín trasero para intentar despejarme un poco pero me resultó imposible ya que Lyon me siguió y comenzamos a discutir. Él no tiene por qué meterse en mis asuntos, mi relación solo me incumbe a mí. Cuando se marchó, volví a tumbarme en el césped muy molesto. Lyon es un imbécil, aunque reconozco que nos ha salvado el culo, si no llega a ser por él, Juvia nos habría pillado. Debí ser más cuidadoso, ella me conoce demasiado bien... Ah... Deja de decir tonterías Gray... Más bien no debí ir tras Lucy, sabía que al final no podría controlarme, no debí beber alcohol.
- Ouch... —escuché tras notar que algo caía sobre mí.
- Vaya, pero si es mi preciosa chica —dije con una sonrisa levantando el rostro de Juvia, sintiéndome la peor persona del mundo.
- Gray-sama —dijo sorprendida— No sabía que estaba aquí, Juvia lo estaba buscando.
- Pues aquí estoy —estaba muy seria y eso era extraño en ella— ¿Estás bien mi vida?
- ... —parecía dubitativa— Juvia ha hecho algo malo...
- ¿Qué ha pasado? —pregunté intentando sonar preocupado.
- Juvia no encontraba a Gray-sama... Entonces Levy-san le dijo a Juvia que la puerta del baño estaba atascada pero no era así...
- ¿No?
- No... Si no se podía abrir era porque el pomo de la puerta estaba congelado.
- ¿Congelado? —pregunté fingiendo sorpresa.
- Sí... Entonces Juvia... Juvia pensó que Gray-sama estaba dentro con Lucy-san... Ya que Levy-san y Juvia escucharon la voz de Lucy-san dentro... —la aparté un poco por lo que dejó de estar tumbada sobre mí y ambos nos quedamos sentados sobre el césped.
- ¿Qué has hecho Juvia? —intenté sonar molesto ya que sería mi reacción normal pero me estaba muriendo por dentro, no se merecía que le hablara en ese tono.
- Juvia no pensó en Lyon-san... Juvia ha desconfiado de Gray-sama y le ha hablado enfadada a Lucy-san... Y... Juvia... Ha hecho llorar a Lucy-san... —eso sí me sorprendió, ¿cómo que la había hecho llorar? Eso no ocurrió en el baño.
- ¿Qué le has dicho? —ahora sí estaba molesto de verdad aunque seguía sin merecérselo.
- Juvia solo se disculpó con ella... Pero ella empezó a llorar...
- ... —debió sentirse muy culpable en ese momento. Lucy es una chica muy dulce, lo más probable es que se viniera abajo.
- Juvia siente haber desconfiado de Gray-sama... —dijo triste, haciéndome sentir muy mal.
- Está bien Juvia... No importa... —después de todo, era yo quien estaba con ella en el baño así que tu desconfianza no es infundada, como antes.
- Pero...
- Es normal que dudaras al ver el pomo congelado, no pasa nada —no quería enfadarme con ella, nosotros fuimos quienes actuamos mal no ella.
- Juvia... —se acercó a mí temerosa y rodeó mi cuello con sus brazos— Juvia quiere mucho a Gray-sama...
- Lo sé Juvia... —me hizo sentir tan mal que me extrañé al sentir ganas de llorar... La abracé con fuerza y nos quedamos así, en silencio— Juvia... Pase lo que pase, nunca dudes de cuánto te quiero... ¿De acuerdo? —dije antes de darle un beso en la cabeza.
- De acuerdo —ella me sonrió y depositó un tierno beso sobre mis labios.
- Volvamos a dentro, no quiero que pases frío.
- Sí.
Así, volvimos hacia el interior del gremio donde no pude evitar buscar con la mirada a Lucy, estaba preocupado por ella. ¿Y sí seguía por ahí llorando? Pero no la localicé por lo que terminé sentándome con Juvia en un sofá donde intenté actuar con normalidad así que comencé a jugar con ella. Le hacía cosquillas, hacía bromas para que se riera y ella me besaba, mucho, y me encantaban sus besos pero me sentía más culpable que nunca pues tan solo un par de horas antes era Lucy a quien me encontraba besando... Ya conseguí localizarla, se encontraba en la esquina más alejada de la barra, sola, con la cabeza apoyada en su mano y su otra mano en la copa, bebiendo alcohol. Su expresión me preocupaba, no sonreía, solo miraba su copa pensativa. Le han debido afectar mucho las palabras de Juvia y no me extraña, a mí también me ha afectado más que nunca. Parecía que rompería a llorar en cualquier momento aunque era obvio que ya lo había hecho... ¿Debería ir a hablar con ella o eso solo complicaría hoy más las cosas? Mientras me decidía, Lyon se acercó a nosotros haciendo que me inquietara ya que parecía muy borracho pero solo vino a entregarle su regalo a Juvia mientras la devoraba con la mirada. Molesto, agarré a Juvia por la cadera la cual se había levantado por Lyon, y la senté sobre mis piernas, pasé mis brazos por su cintura, agarrándola bien.
- Si ya has terminado con mi chica, vete a molestar a otra parte —dije irritado pero él sonrió con malicia.
- ¿Por qué te pones así conmigo? ¿Tienes miedo de algo?
- ¿Huh? ¿De qué?
- No sé... De que pueda decirle a Juvia algo comprometido de ti... —¿para esto me ha ayudado? ¿Para hacerme chantaje?
- No juegues conmigo Lyon, no saldrás victorioso —dije intimidante.
- ¿Qué ocurre? ¿De qué está hablando Lyon-san? —preguntó Juvia.
- Tsk... ¿Sabes que pasa Juvia? —dijo molesto— Que hay muchas cosas que no sabes de tu novio, te aseguro que no es tan maravilloso como tú crees.
- Así que estabas aquí Lyon —de repente Lucy apareció de la nada y se acercó a él— Te estaba buscando, hemos tenido un problema en el refrigerador y la cocina está muy caliente, necesito que enfríes la comida.
- ¿Por qué yo? Estoy convencido de que prefieres que sea Gray quien te ayude con ese calentón... —antes de que Lucy pudiera reaccionar, me levanté y le di un buen puñetazo.
- Vuelve a hablarle así y te parto la cara —dije colocándome entre él y Lucy muy cabreado.
- Juvia no entiende nada —dijo colocándose entre Lyon y yo— ¿Qué ocurre?
- Que tu novio es un imbécil.
- Por favor, dejadlo ya... —dijo Lucy con la mirada desviada, parecía triste y cansada— Dejémosle intimidad a la cumpleañera y a su novio, ¿sí? No hace falta que vengas conmigo si no quieres pero deja de molestarles... —dijo en ese tono tan dulce.
Lyon la miró fijamente unos segundos antes de dar media vuelta y retirarse. Lucy estaba a punto de hacer lo mismo cuando Juvia agarró su brazo, sorprendiéndome tanto como a Lucy.
- ¿Lucy-san está bien...? —preguntó preocupada— ¿Ha peleado con Lyon-san...?
- ... —pude ver como Lucy me dedicaba una rápida mirada antes de responderle muy apática y desviándole la mirada— ¿Sabes que pasa Juvia...? Que a veces cuando haces algo sin pensar e incentivado por el alcohol, te puedes arrepentir... Y eso luego causa conflictos...
- ¿Lucy-san se arrepiente de lo ocurrido con Lyon-san en el baño...? —de nuevo me miró rápidamente antes de responder con una sutil sonrisa pero sin mirarla.
- Ese es el problema... Que aun sabiendo que hice algo que no debía, no me arrepiento...
- ... —eso me dejó muy impactado, no esperaba esa respuesta para nada.
- ¿Entonces, Lucy-san volvería a hacerlo?
- Probablemente... —dijo mirándome.
- ¿Y qué opina él? —por primera vez, miró a Juvia para responderle.
- Que está enamorado de una maravillosa chica y debe ser fiel a sus sentimientos. No puede seguir jugando con una amiga pues podría perder al amor de su vida.
- Juvia sabe que Lyon-san está enamorado de ella pero Juvia no lo ama a él. ¿Lucy-san quiere que Juvia hable con él? —dijo sintiéndose culpable, consiguiendo que Lucy y yo nos sintiéramos peor todavía.
- No es necesario Juvia. Sólo era un juego, un juego que hoy llegó a su final —de repente me miró— Es mejor así...
- ... —yo no fui capaz de intervenir.
Tenía razón en todo, no podíamos seguir así. Han estado muy bien todos esos momentos con Lucy pero no quiero perder a Juvia, quiero muchísimo a Lucy pero es a Juvia a quien amo, debo serle fiel a mis sentimientos, a mi chica. El juego se nos estaba descontrolando así que es mejor detenerlo ahora antes de que la situación se vuelva más difícil. Aunque sus palabras me angustiaban, sabía que en realidad me estaba hablando a mí en todo momento, entendía lo que me quería decir pero me daba miedo, tenía un mal presentimiento.
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