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Capítulo 14 - Acercamiento

Lucy POV

A la mañana siguiente, desperté muy cerca de Gray, demasiado cerca... Podía sentir su respiración en mi rostro. Abrí los ojos para encontrarme con el lindo rostro de Gray totalmente dormido, se encontraba de lado mirando para mí mientras que yo me encontraba de lado mirando para él. No pude evitar acariciar su rostro...

- Juvia tiene tanta suerte de tenerte... —mientras que yo solo te pierdo más cada día... No es justo...

Él siempre me estaba demostrando su aprecio, no como yo... Por lo que no pude evitar depositar un dulce beso, al igual que él hizo por la noche conmigo, solo que yo se lo di en la mejilla. A diferencia de él, a mí me resulta difícil mostrarle mi afecto cuando está despierto por lo que solo puedo hacer este tipo de cosas mientras duerme. Supongo que por eso no conseguí nada anoche, no fui capaz de seducirle aunque tampoco es que lo intentase mucho... Con él simplemente no soy capaz de actuar así... Supongo que sobria nunca podré acercarme a él como lo hago estando ebria... Lo que más deseaba era abrazarle, lo echo tanto de menos que no sé... Necesitaba estar muy cerca de él... Porque estaba asustada, no entendía mis sentimientos, Gray actuaba extraño conmigo ayer y Mirajane me había llenado la cabeza de preguntas... Comenzaba a agobiarme un poco por lo que me giré decidida a dejar la mente en blanco y dormir un poco más, pero en cuanto sintió que me alejaba de él, se acercó a mí y pegó su pecho a mi espalda. Pasó su brazo por mi cintura, abrazándome, y dio un pequeño suspiro. Parecía estar mimoso a pesar de estar dormido... Y eso me hacía sonreír... Pero algo borró enseguida mi sonrisa, ese algo fue darme cuenta de que Gray buscaba cariño pero no de mí, sino de Juvia, con quien debía haberme confundido y es normal, es con ella con quien suele dormir... Aun así, a los pocos minutos volví a quedarme dormida hasta que me desperté tras notar que Gray se movía. Todavía me abrazaba cuando le escuché suspirar profundamente, a los pocos segundos, sentí un tierno beso en la mejilla y finalmente, sentí como sus brazos se alejaban lentamente de mí. No entendía su repentino cariño... ¿Será que me echa de menos...? Quizás echaba de menos pasar tiempo conmigo... Solo sé que desde que comenzamos la misión está extrañamente cariñoso conmigo y eso solo me crea más preguntas. Él se levantó de la cama tras arroparme un poco y se dirigió hacia el baño donde enseguida escuché el ruido de la ducha. Yo me coloqué boca arriba en el medio de la cama y me estiré, algo me decía que tendríamos un día complicado.

- Veo que despertaste —su voz me sacó de mis pensamientos, yo aún permanecía tumbada dentro de la cama.

- Sí... —dije adormilada.

- ¿Desayunamos aquí o bajamos al restaurante?

- ¿Bajamos?

- Pues vístete entonces —dijo con una sonrisa un poco traviesa mirando mis pechos, olvidé por completo que me encontraba en ropa interior.

Me vestí y bajamos a desayunar. Nada más terminar, nos dirigimos hacia el bosque donde supuestamente estaba escondido ese mago, no podíamos seguir perdiendo el tiempo. Caminamos durante un buen rato, aquel bosque era bastante denso y frondoso, tanto que al menos yo, estaba completamente perdida, pero no encontrábamos rastro de ese mago hasta que de repente, escuché como el aire era cortado.

- ¡Cuidado Lucy! —gritó Gray preocupado.

Sabía que ese sonido era porque alguien había lanzado algo pero no sabía desde dónde me atacaría por lo que no podía esquivarlo. Pero al parecer, Gray si lo había visto pues consiguió empujarme a tiempo, esquivándolo por completo aunque ambos caímos al suelo. Me encontraba tumbada boca arriba mientras que él se encontraba sobre mí boca abajo, tenerle sobre mí me ponía nerviosa.

- No va a ser fácil... —dije preocupada.

- ¿Estás asustada? —preguntó extrañado pero preocupado.

- Un poco... La verdad...

- Yo estoy aquí contigo así que no te preocupes, sabes que te protegeré —eso me hizo sonreír.

- Pero si estoy más preocupada por ti que por mí —dije traviesa.

- ¿No confías en mí? —preguntó sorprendido.

- Soy más fuerte que tú —dije divertida mientras él se levantaba.

- Vaya, qué arrogante —dijo sonriente tendiéndome la mano para ayudarme. Tiró tanto de mí que terminé totalmente pegada a él, esa cercanía me ponía nerviosa a pesar de que nunca me había pasado eso con él, pero a la vez, me gustaba estar tan cerca de él— Pues te recuerdo que acabo de salvarte.

- ¿Qué es lo que nos ha atacado? —pregunté alejándome de él, intentando calmarme— No vi nada.

- Creo que la magia de nuestro enemigo es el viento, así que habrá que estar muy atentos y tener mucho cuidado.

En ese momento, escuché como el aire era cortado de nuevo y una vez más, no conseguía ver el ataque. Entonces Gray, creó una pared de hielo frente a nosotros la cual recibió el impacto, cortando el hielo en cientos de trozos, preocupándome el gran poder que tenía ese mago pues muy pocos conseguían atravesar el hielo de Gray. Decidí moverme de una vez por lo que cogí la llave de Scorpio y utilicé mi magia Star Dress. Lo primero que hice fue esparcir arena por todo nuestro alrededor, de esta manera pude ver el siguiente ataque el cual se dirigía hacia Gray por lo que hice un remolino con la arena y lo lancé hacia aquella poderosa magia que destruyó mi remolino. Preocupada, me acerqué a Gray.

- Es demasiado fuerte —dije preocupada— Y lo peor es que ni si quiera se deja ver.

- Tenemos que averiguar dónde se encuentra, no podemos evadir sus ataques eternamente.

De nuevo, volvió a atacarnos solo que esta vez, eran más de un ataque. Gray volvió a crear un escudo de hielo mientras que yo hice una pared de arena. Por suerte, conseguimos esquivar todos los ataques pero de repente, escuché un sonido que hizo que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo pues parecía un gran ataque imposible de esquivar.

- ¡Lucy! —gritó preocupado.

Me giré para ver como Gray corría hacia mí, al parecer, no estaba equivocada con ese ataque... Volví a girarme para ver el ataque y así intentar esquivarlo pero entonces sentí como Gray me abrazaba desde la espalda, pegándome a él por completo, mientras todo se volvía negro. Deduje que Gray me encerró con él dentro de un gran escudo de hielo el cual debía tener más de una capa pues escuchaba cómo seguía formándose el hielo de Gray fuera de donde nos encontrábamos. A los pocos segundos, escuché un gran ruido, el ataque debía haber hecho impacto con la primera capa del escudo de Gray. Ese fuerte y ensordecedor ruido se fue intensificando haciendo que Gray dejara salir algún quejido. Yo estaba paralizada, ni si quiera entendía del todo qué estaba ocurriendo, no sabía qué hacer ni qué iba a pasar. Solo sentí que algo empezó a caerse sobre mí hasta que perdí la consciencia. Cuando desperté, vi que ambos nos encontrábamos en el suelo con todos los trozos del escudo de Gray a nuestro alrededor. Observé el lugar pero parecía vacío, probablemente el enemigo nos dio por muertos y se fue. Debajo de algunos trozos, se encontraba Gray a quien me dirigí de inmediato, estaba inconsciente.

- Gray, vamos, despierta —dije preocupada apartando los trozos de él. Comprobé su pulso y respiración pero ambos parecían normales, aliviándome— Gray... Vamos... No me asustes...

Abrió sus ojos lentamente, encontrándose con los míos.

- ¿Te encuentras bien? —pregunté preocupada agarrando su rostro.

- Algo dolorido... Pero estoy bien...

- ¿Por qué hiciste eso? Podrías haber muerto —dije conteniendo algunas lágrimas.

- Si no lo hubiese hecho, podrías haber muerto tú —de repente posó su mano izquierda en mi rostro— Y no soportaría perderte...

- ... —no entendía por qué actuaba de esa manera, por qué me decía algo así... Entonces, me agarró con fuerza y me tumbó sobre él, quien seguía tumbado en el suelo, para abrazarme— ¿De verdad te encuentras bien...?

- Sí... Es solo que... Me asusté mucho... Creí que esta vez no lo conseguiríamos...

- Ha sido culpa mía... —dije inclinando un poco mi cabeza para contemplarle pues aún seguía abrazándome— No soy rival para ese mago... Lo siento mucho Gray... Al final siempre es lo mismo... —algunas lágrimas comenzaron a resbalarse por mi rostro— Siempre terminas herido por mi culpa...

No pude decir ni una sola palabra más pues sin previo aviso, Gray agarró mi rostro con sus manos y lo atrajo hacia el suyo, uniendo sus labios con los míos en un dulce beso. Me quedé totalmente inmóvil, me impactó que Gray me besara de forma tan repentina y sin haber bebido alcohol, no entendía nada... Entonces, su lengua se coló en mi boca sin permiso y comenzó a inspeccionarla de forma lenta en busca de la mía, en cuanto la encontró, la atrapó en un perfecto baile que parecía no tener fin.

- ¿Qué...? —intenté hacer una frase cuando nuestros labios se separaron pero me sentía aturdida.

Él sonrió, supongo que le hace gracia verme tan confusa... Mi rostro permanecía entre sus manos muy cerca del suyo, incluso podía sentir su respiración... Yo estaba paralizada, completamente perdida en sus ojos... No sabía qué decir o hacer... Me sentía aturdida, confusa. No entendía su comportamiento, y lo que es peor, no entendía mis sentimientos.

Permanecimos así, mirándonos en silencio. Yo quería intentar comprender qué sentía, quería besarle... Pero no me atrevía a hacerlo... Él probablemente está esperando mi respuesta... Y acaba de besarme... No creo que me rechace si le beso... ¿No...? En ese momento, sus dedos se enredaron en mi pelo, haciéndome reaccionar. Le miré los labios, de verdad que quería besarle... Él volvió a sonreír, en ese momento comprendí que estaba jugando conmigo, sabía que quería un beso pero no iba a dármelo, me estaba poniendo a prueba, quería ver si sería capaz de besarle yo... Nerviosa, me acerqué lentamente a sus labios depositando un suave beso sobre ellos donde al igual que él hizo, colé mi lengua en su boca encontrándome rápidamente con la suya. Nuestras lenguas se entrelazaban una y otra vez hasta que dimos por finalizado el beso. Nos miramos en silencio durante unos segundos hasta que decidí levantarme y alejarme de él, incluso le di la espalda pues me sentía realmente confusa, nerviosa, asustada... No lograba comprender nada y eso me agobiaba, incluso me sentía un poco avergonzada...

- Ese mago es un rival complicado, lo mejor será que pensemos un plan —dijo de forma repentina ya de pie, como si esos besos no hubieran existido.

- Si pudiéramos sacarlo del bosque... Aquí estamos en desventaja... —dije girándome intentando volver a la realidad.

- Creo que por el momento es mejor regresar a la ciudad, si vuelve y descubre que seguimos con vida, no dudará en atacarnos.

- Tienes razón... Volvamos... —me sentía estúpida actuando así pero ni si quiera podía mantenerle la mirada.

Así, caminamos hasta la posada donde nada más entrar recordamos que compartíamos la misma habitación... Ambos nos miramos serios pues eso suponía que debíamos dormir juntos tras esos extraños besos de antes. La tensión e incomodidad entre nosotros había aumentado de nuevo. Una vez en la habitación, Gray se duchó primero y luego entré yo, pero al salir del baño tras mi ducha, visualicé a Gray sentado en la cama agarrándose el hombro con expresión de dolor. Me dirigí hacia él de inmediato.

- ¿Te encuentras bien? —pregunté preocupada.

- Sí, no te preocupes...

- Déjame ver —dije colocándome de rodillas detrás de él.

No dijo nada por lo que levanté su camiseta para comprobar el estado de su cuerpo, encontrándome con algunos moratones, el más grande lo tenía en el hombro. No era nada grave, el dolor es molesto pero en unos días estaría como nuevo, ni si quiera tenía heridas. Bajé su camiseta dejándola como estaba pero entonces, mientras observaba su espalda, decidí comprobar algo, por lo que le abracé. Quería comprobar qué sentía mientras lo hacía y de nuevo, era muy diferente a lo que sentía con los demás. Me sentía bien, con ganas de seguir abrazándole e incluso con ganas de besarle... Él seguía callado, supuse que esta vez era él quien se sentía confuso con mi comportamiento y no sabía qué decir.

- Gracias por salvarme... —dije apenada aun abrazada a él— Hoy solo te he causado problemas...

- No tienes que agradecerme algo así Lucy...

En ese momento, alguien llamó a nuestra habitación. Gray se levantó de la cama liberándose así de mi abrazo y se dirigió hacia la puerta. Era el servicio de habitaciones pues al parecer, Gray encargó nuestra comida mientras yo me duchaba. Comimos en completo silencio, el ambiente era realmente incómodo algo que yo quería cambiar, pero no sabía cómo hacerlo.

- ¿Cómo podríamos hacerle salir del bosque? —pregunté en un intento por suavizar la situación.

- Aún no se me ocurrió nada.

- ¿Y si hablamos con los ciudadanos? Quizás averigüemos si viene alguna vez a la ciudad, podríamos tenderle una emboscada.

- Podríamos intentarlo.

Así, en cuanto terminamos de comer, cada uno se marchó por su cuenta para reunir toda la información posible. Lamentablemente tras varias largas horas, yo no conseguí nada útil y ya había anochecido, por lo que me dirigí de nuevo a la posada. Ni si quiera subí a la habitación pues me moría de hambre, así que fui hacia el restaurante donde visualicé a Gray pidiendo en la barra. Decidí jugar un poco, quizás así normalizásemos un poco la situación... Por lo que me acerqué a él sin que se diera cuenta y me coloqué a su espalda desde donde le tapé los ojos.

- ¿Quién soy...? —susurré en su oído.

- La diosa que acaba de cruzar la puerta.

- ... —aparté mis manos de su rostro muy confusa pues no esperaba ese tipo de respuesta.

Ya en serio, ¿a qué está jugando desde ayer? Odio que me haga esto, él nunca me ha dicho este tipo de cosas, más bien lo contrario, su respuesta normal habría sido algo como "La idiota que acaba de entrar". ¿Qué es lo que pasa por su cabeza? ¿Qué pretende con esos comentarios y con el beso que me dio de forma repentina...? Obviando todas las veces que bebimos alcohol, Gray nunca ha intentado tan si quiera besarme... ¿Por qué lo ha hecho ahora...? No entiendo nada.

- ¿Qué vas a pedir? —preguntó sacándome de mis pensamientos.

- Aún no me he decidido...

- Volvemos a encontrarnos —dijo una repentina voz a mi espalda. Me giré encontrándome con Rogue Cheney.

- Eso parece ­­—le sonreí— ¿Estás de misión?

- Sí.

- ¿Tú solo?

- No, vine con Sting pero me dejó para ligar con una chica.

- Ya veo —reí un poco, después de todo eso era un comportamiento muy típico mío... Al final Levy tenía razón cuando dijo que Sting era como yo, al menos en ese aspecto.

- ¿Ya cenaste?

- Aun no.

- ¿Quieres acompañarme? —una vez que traspasas su barrera, es mucho más simpático de lo que parece a simple vista.

- Tenemos cosas que hacer —dijo Gray en tono molesto.

Me giré para contemplarle, estaba reposado sobre la barra, apoyado en su codo. Le dedicaba la misma mirada fría e intimidante que mostró con el chico de ayer... Una expresión que no me gusta ver en él. ¿Por qué se pone así siempre con Rogue...? ¿Qué debería hacer...?

- No estoy hablando contigo así que ahórrate tus respuestas —entonces Gray se acercó a él.

- Vuelve a hablarme así, y te convertiré en cubitos de hielo —dijo desafiándole con la mirada.

- Inténtalo —vi como Gray comenzaba a mover sus manos, de seguro iba a utilizar su magia por lo que por acto reflejo, agarré su brazo. Últimamente estaba muy agresivo... Y no lo entiendo, él no es así...

- Gray... Cálmate... —él me miró molesto unos segundos y se soltó de mi agarre de forma brusca. De verdad que no entendía nada.

- Haz lo que te dé la gana —dijo volviendo a la barra, dándome la espalda.

- ¿Qué...? —dije confusa.

- Vete con él de una vez, estás deseándolo.

- Tsk... —dije molesta, ya estaba harta— ¿Se puede saber qué narices te pasa? No entiendo en qué piensas pero aclárate de una vez.

De repente dio un gran puño en la barra, sobresaltándome, mis palabras parecieron enfadarle... Me miró muy molesto, no me gustaba cuando me miraba así... Entonces miró aún más cabreado a Rogue, y de nuevo me miró a mí. Dio un gran suspiro lleno de mal humor y se marchó sin decirme una sola palabra más. De verdad que no entendía nada... Entonces el camarero comenzó a llamarle pues había pedido la cena y se iba sin pagarla.

- No se preocupe, yo me la comeré —dije evitando que Gray le hiciera daño al camarero... De verdad que está muy agresivo...

Por lo que al final, me comí lo que Gray había pedido cenando tranquilamente con Rogue aunque casi no podía concentrarme en lo que me decía pues no podía dejar de pensar en Gray. Está tan extraño... Ayer parecía intentar seducirme con todas esas cosas que me decía... Hoy me besó... E incluso me tentó a besarle yo... Y eso hice... Y ahora además de seguir con los mismos comentarios seductores de ayer, se enfadó sin motivo... ¿Qué será lo que pasa por su mente...?

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