Capítulo 13 - ¿Seducción?
Lucy POV
- Lucy... —escuché de repente dándome cuenta de que en algún momento, yo también me quedé dormida— Lucy... Despierta... Ya vamos a llegar a la estación...
Abrí mis ojos encontrándome con los de Gray quien se encontraba sentado a mi lado. Casi había anochecido por lo que decidimos buscar al mago fugado al día siguiente e ir hacia la posada. Una vez allí, nos encontrábamos en la recepción cuando una chica nos reconoció, después de todo, la fama de Fairy Tail aumentaba cada día, pero a los pocos segundos su admiración por ambos se centró solo en Gray con quien intentaba ligar... Mientras que él conseguía deshacerse de ella amablemente, yo decidí escoger una habitación para no perder más tiempo.
- ¿Os quedan habitaciones libres? —pregunté.
- Claro. ¿Una o dos? —preguntó mirando a Gray.
En ese momento recordé lo que Mirajane me dijo. Ni si quiera me planteé seguir su consejo pero algo hizo que comenzará a pensar en intentar aquella locura. ¿Debía intentar seducirle...? Lo cierto era que probablemente, resolvería muchas de mis dudas... Por lo que algo se apoderó de mí y me hizo actuar de esa manera...
- Una.
- De acuerdo, serán 200 jewels.
- ¿Puedo pedirte un favor...? —dije en tono seductor apoyándome en su mesa, mostrándole bien mi escote.
- C-claro... —tragó saliva nervioso mientras observaba mi escote con disimulo.
- Si ese chico pregunta, solo quedaba una habitación. ¿De acuerdo? —dije en el mismo tono.
- Como quiera...
- Gracias —le sonreí y le guiñé un ojo. No necesito sobornar al recepcionista con dinero tal y como me dijo Mirajane, les convenzo fácilmente con mi cuerpo.
- ¿Te encargaste de las habitaciones? —preguntó Gray.
- Si... Pero solo les queda una libre...
- ¿No hay ninguna posibilidad de que alguien deje su habitación? —preguntó Gray al recepcionista.
- No, lo siento señor.
- ... —me miró serio hasta que de repente sonrió— No me importa dormir contigo, después de todo, no sería la primera vez —cogió la llave de la habitación y sacó su cartera.
- Ya la pagué yo.
- ¿Por qué hiciste eso? —no le gustaba que le pagaran las cosas.
- ¿Por qué no? Además tú compraste los billetes de tren.
- Ah... —suspiró irritado.
- Si tanto te molesta, invítame a cenar —dije con una sonrisa haciéndole sonreír.
- Está bien —dijo sonriente.
Nos dirigimos hacia nuestra habitación donde Gray me dejó ducharme la primera. En la ducha intenté aclarar un poco mis ideas pues a pesar de que decidí no seguir el consejo de Mirajane, lo estaba haciendo... Obligué a Gray a venir conmigo a una misión a solas, le engañé para que durmiera conmigo y ahora debía decidir si seguir hasta el final... ¿Pero cómo...? ¿Cómo podría seducir a Gray...? Seducir hombres era algo muy fácil para mí pero con Gray no tenía nada que ver, de hecho, incluso me daba vergüenza... Además, ¿qué haré si me rechaza...? Un intento de seducirle podría hundir por completo nuestra amistad... Pero quien no arriesga, no gana... ¿No? Y no creo que pudiera soportar más estas interrogaciones, necesitaba respuestas. Por lo que salí de la ducha totalmente decidida a seducir a mi mejor amigo. Se encontraba sentado en la cama, parecía pensativo, al igual que en el gremio, ¿tendrá algún problema?
- ¿Va todo bien Gray...? —pregunté preocupada, al parecer le pillé desprevenido pues se sorprendió.
- Sí, claro, ¿por qué lo dices?
- Hoy estás muy serio y pensativo... ¿Hay algo que te preocupe? —tras mirarme unos segundos, bajó su cabeza y sonrió de forma sutil pero entonces, se levantó.
- ¿Hoy? ¿Es que has estado observándome todo el día? —se encontraba de pie frente a mí.
- Lo cierto es que sí, te vi muy decaído esta mañana... —dije, no sé por qué decidí ser sincera, supongo que era la mejor opción para intentar seducirle. De nuevo, se sorprendió mucho pero de nuevo, sonrió.
- No te preocupes tanto por mí, ¿vale? —inesperadamente, depositó un dulce beso en mi mejilla antes de dirigirse hacia el baño.
No le resultaba difícil expresarme su afecto pero sí demostrármelo, no solía abrazarme a no ser que realmente lo necesitara, mucho menos un beso, por lo que me confundió su comportamiento. Mientras él se duchaba, yo me dirigí hacia mi maleta aunque no traje muchas cosas, quería ponerme algo sexy para la cena pero solo llevaba un vestido normalito por lo que no me quedó más opción que ponérmelo. Era un vestido muy corto negro con un bonito escote y la espalda descubierta. Por suerte, suelo llevar tacones por lo que pude ponerme unos bonitos zapatos negros de aguja. Me solté el pelo por completo y lo dejé un poco despeinado. Para el maquillaje, utilicé los ojos ahumados y un rosa muy suave en los labios, estaba muy dispuesta a seducirle por lo que me puse lo más guapa posible con lo que tenía. Cuando salió de la ducha, yo ya estaba lista. Se quedó muy impactado tras verme tan arreglada mientras que yo me quedé embobada mirando su cuerpo pues solo se había puesto los vaqueros y las gotas de agua aún caían desde su pelo hasta su torso donde se resbalaban lentamente. Él es demasiado sexy... Y esa escena me estaba excitando demasiado...
- Vaya, te pusiste muy guapa —sonrió, esperaba que entrara en su juego aunque lo cierto era que me alegraba que me tratara como siempre.
- Siempre estoy guapa —dije con una sonrisa haciéndole sonreír.
- Pues sí, para qué mentir... —dijo antes de comenzar a secar su pelo con la toalla.
Eso sí que no me lo esperé, normalmente dice todo lo contrario para molestarme, lo normal habría sido una repuesta del tipo... "Idiota... No sé para qué te tomas tantas molestias si lo tuyo no tiene arreglo". Pero no siguió el juego... Estaba extrañamente sincero, no entendía nada, me impactó tanto ese cambio en su comportamiento que ni si quiera supe cómo responderle.
Se terminó de vestir y bajamos al restaurante de nuestro alojamiento. Nada más entrar, todos los hombres me miraron, lo cierto era que no me veía mal pues siempre estoy preciosa, pero otras veces había estado más hermosa y aun así siempre causaba la misma reacción en los hombres. Algunos incluso miraban con envidia a Gray, si ellos supieran que no está saliendo conmigo... Gray se dirigió a la barra para pedir nuestra cena mientras que yo me quedé sentada en la mesa. Al estar sola, tres chicos se acercaron a mí.
- Oye monada, ¿qué haces con ese idiota?
- Eres preciosa, podrías conseguir alguien más atractivo —¿más atractivo? Pero si Gray derrite a todas las chicas con solo mirarlas... Es irresistible...
- ¿Por qué no te vienes con nosotros? De seguro te divertirás mucho más que con él.
- ¿Sabéis de quién estáis hablando? —dijo una chica molesta acercándose a nosotros, tras fijarme me percaté de que era la chica que intentaba seducir a Gray en la recepción— Ese "idiota" es uno de los magos más poderosos de Fairy Tail, Gray Fullbuster, el irresistible mago de hielo.
- ¿De Fairy Tail? —preguntaron sorprendidos.
- Así es —dije irritada— Así que marchaos antes de que me enfade, él no es el único mago de Fairy Tail aquí —les mostré bien mi marca.
- Es mentira, ¿no veis que ese idiota no lleva ninguna marca? Vamos, no seas tonta y ven con nosotros —se atrevió a agarrar mi muñeca. Estaba a punto de sacar mis llaves cuando alguien más intervino.
- ¿Tenéis algún problema con mi chica? —dijo muy serio, estaba muy enfadado.
- Que está contigo —dijo riéndose, los otros dos comenzaron a reír también.
- No te metas y no te haremos daño —en ese momento Gray agarró su cuello con una mano y comenzó a congelar el interior de su cuerpo, haciendo que soltara mi muñeca.
- Podría acabar con tu vida ahora mismo pedazo de basura —dijo sin alzar la voz en un tono tranquilo pero muy intimidante. A los pocos segundos, ya no podía respirar pues congeló sus pulmones. En ese momento, se acercó a su oído— Si te vuelvo a ver cerca de ella, te mataré.
- ¡Suéltale! —dijo otro de los chicos. Gray lo soltó y cayó al suelo, se agachó para estar a su altura.
- La próxima vez no congelaré tus pulmones, congelaré tu corazón y morirás en el acto.
- ¿Va todo bien? —preguntó un camarero asustado— ¿Hay algún problema...?
- No, estos chicos ya se iban. ¿Verdad? —respondió Gray.
- Sí... Ya nos vamos... —ayudaron a su amigo y se fueron los tres.
- Ohh Gray, eres increíble —dijo la chica emocionada pero de repente agarró su brazo algo que no le gustó nada a Gray— ¿Por qué no cenas conmigo...?
- Déjame en paz —dijo borde alejándola de él, en ese momento estaba demasiado enfadado como para ser amable— Tengo novia así que deja de seguirme, no quiero nada contigo.
- Solo te gusta porque tiene un cuerpo escultural —dijo irritada señalándome.
- No soy tan superficial —dijo Gray molesto pero ella por fin se marchó.
Qué mal empezábamos la cena... Si no conseguía aliviar el mal humor de Gray, por nada del mundo conseguiría seducirlo.
- Gracias por protegerme... —dije pues el silencio comenzaba a incomodarme. Él me miró serio, otra vez. ¿Por qué estaba tan serio? ¿Y por qué no me decía qué le ocurría...? Estaba claro que algo le sucedía.
- No tienes que agradecerme algo así —me sonrió y apoyó su codo en la mesa y su cabeza en su mano— Además, esas son las consecuencias de estar con la belleza personificada...
- ...
Eso me sorprendió, no esperaba una respuesta así para nada y lo peor era que no parecía estar jugando como de costumbre... Parecía ir en serio... Y eso me hizo sentir nerviosa... Ni si quiera sabía qué responder, incluso me sonrojé como una idiota algo que muy pocas veces me había ocurrido además estaba acostumbrada a los piropos de los chicos que intentaban seducirme. El problema era que no era un chico desconocido, era Gray quien me lo había dicho y por alguna razón, me sentí feliz pero avergonzada aunque también confusa, nunca había actuado así conmigo por lo que seguía sin entender su comportamiento.
- No... No soy tan hermosa... —dije desviándole la mirada.
- ... —parecía impactado con mi respuesta— ¿A dónde ha ido tu seguridad y arrogancia?
- No sé...
Tras un pequeño silencio, volvió a hablar.
- Eres preciosa Lucy, quien diga lo contrario está ciego o te tiene envidia —dijo serio mirándome en la misma postura. De verdad que no entendía por qué me decía estas cosas, seguía serio por lo que seguía sin ser su típico juego. ¿Qué pretendía?
- ¿Tan hermosa te parezco?
- Tienes a todos los tíos del restaurante babeando por ti, ¿por qué iba a ser yo diferente? —aún seguía mirándome fijamente con la cabeza en su mano. No parecía estar jugando y eso me inquietaba.
- ¿Babeas por mí, Gray? —dije burlona en un tono un poco seductor, intentando volver a nuestro juego de siempre pero entonces, bajó su mirada y sonrió.
- Quien sabe...
- ...
Me sentía confusa pues no sabía si estaba jugando o iba en serio... Lleva toda la noche sin jugar, ¿por qué iba a hacerlo ahora...? Pero eso significaría que... ¿Está intentando seducirme...? Decidí contraatacar de forma sutil, quizás así descubriría si solo jugaba o si de verdad iba en serio conmigo...
- No soy la única siendo observada, la mayoría de las chicas te observan extasiadas...
- Lo sé, soy irresistible —dijo prepotente.
- Vaya, que arrogante —sonreí.
- Solo digo la verdad.
- Bueno... Eres muy sexy y eso les gusta mucho a las chicas...
- Eso te incluye a ti.
Me miró pero esta vez de forma muy diferente, tanto su sonrisa y su mirada eran muy seductoras. ¿Qué está pasando? ¿Se ha dado cuenta de lo que pretendo y me está contraatacando...? Es muy irritante, quería seducirlo pero al final es él quien me está seduciendo a mí... ¿Qué hago?
- Quien sabe... —le pagué con la misma moneda pero me salió mal, muy mal.
- Yo lo sé —dijo cambiando su postura por fin pero la cambió para acercar su rostro al mío, su tono de voz se volvió increíblemente seductor— Te quedaste embobada mirándome cuando salí de la ducha...
- Es cierto, tan embobada como tú cada vez que miras mi escote —dije sin alejarme de él con una sonrisa triunfante. Él sonrió y se alejó de mí, yo había ganado este asalto.
- Touché —dijo sonriente aceptando su derrota.
En ese momento, el camarero llegó con la cena, todo estaba delicioso. Tras el postre, nos subimos a nuestra habitación donde yo estaba dispuesta a ir a por él. Nada más entrar, me dirigí hacia mis cosas para comprobar qué me había traído para dormir dándome cuenta de que había olvidado coger uno de mis conjuntos. Quería ponerme uno de mis conjuntos para dormir pues la mayoría son bastante sexy pero al final tendría que dormir en ropa interior, tuve que cambiar de estrategia.
- Gray... —me dirigí hacia él quien se encontraba sentado en la cama cambiándose de camiseta, él me miró antes de colocarse la otra por lo que tenía el torso descubierto— ¿Puedes ayudarme con la cremallera...? Se ha atascado —la atasqué a propósito.
- Claro.
Tras intentarlo varias veces, la cremallera comenzó a bajar. Se encontraba a la espalda del vestido y llegaba hasta el principio del trasero por lo que podría ver mi ropa interior. No llevaba sostén por lo que agarré el vestido por delante para que no cayera. Entonces, sentí las frías manos de Gray acariciando mi espalda desnuda de forma lenta, sobresaltándome un poco.
- Tienes bastante tensión acumulada en tus hombros y espalda, ¿no te duele...?
- Un poco pero ya estoy acostumbrada...
En ese momento, sus manos se colaron por dentro de mi vestido, acariciando suavemente mi piel para acabar encerrándome entre sus brazos. Pegó mi espalda por completo a su torso y dio un suspiro mientras apoyaba su frente en mi hombro. Me sentí confusa pues no entendía por qué me abrazaba así tan de repente.
- ¿Qué..?
- Te echo mucho de menos, Lucy —dijo antes de que pudiera terminar mi frase— Tengo mucho miedo... —dijo aferrándose a mí con más fuerza.
- ¿A qué? —pregunté.
- A perderte. La distancia entre nosotros se agranda cada día y no lo soporto... —por alguna razón no pude evitar sonreír.
- No vas a perderme, Gray —dije acariciando su cabeza la cual permanecía en mi hombro derecho— Nunca podría sacarte de mi vida, te necesito mucho más de lo que crees...
Solo sentí un tierno beso en mi cuello antes de que una sensación de frío inundara mi cuerpo en cuanto Gray se separó de mí. De repente el ambiente entre nosotros se volvió pesado por lo que decidí dejar mi intento de seducción para otro día. El silencio me incomodaba así que decidí acabar con él.
- Gracias por ayudarme con la cremallera.
- Nada —dijo sin mirarme.
Entonces, me quité los tacones y me dirigí hacia el baño para desmaquillarme. Cuando salí, Gray estaba recostado boca arriba en la cama bastante adormilado, incluso tenía los ojos cerrados, yo me encontraba en ropa interior.
- ¿Te importa si duermo en ropa interior...? —pregunté. Él me miró, se veía muy lindo y gracioso tan adormilado pero entonces sonrió y volvió a cerrar los ojos.
- Te he visto desnuda en más de una ocasión, ¿por qué iba a importarme que duermas en ropa interior? —dijo divertido con una sonrisa mientras que yo me avergoncé, me sentía incómoda cuando hablábamos de nuestros encuentros sexuales...
- Porque en esos momentos estábamos llenos de alcohol, pensé que quizás te incomodaría ahora que no es el alcohol quien dirige nuestras acciones... —de nuevo me miró con aquella mirada tan indescifrable de antes.
- No me incomoda verte en ropa interior —dijo con una sonrisa pícara antes de levantarse de la cama— Además, no eres la única que dormirá así...
Se dirigió hacia el refrigerador y sacó una botella de agua, incluso bebiendo de una botella se ve tan sexy... Se acercó a la cama de nuevo y se quitó la camiseta y los pantalones quedándose en bóxer. Yo decidí acomodarme en la cama justo en el lado contrario en el que él se encontraba solo que yo me tumbé boca abajo, era tan cómoda que enseguida cerré los ojos.
- Gray...
- ¿Sí?
- Podrías darme uno de tus masajes... —pedí en un tono dulce. Entonces, escuché esa risita tan linda que siempre me gustó tanto. Yo seguía en la misma posición con los ojos cerrados.
- ¿Y eso por qué? —preguntó.
- Porque soy encantadora y no puedes decirme que no —de nuevo escuché esa risita.
- Prueba otra vez.
- Porque... Me quieres mucho y no quieres verme sufrir... —dije en un tono un poco más serio, arriesgándome un poco. Esta vez no escuché nada pero al poco tiempo, sentí las frías manos de Gray en mi espalda.
- Tienes suerte de que te aprecie tanto.
- Soy una suertuda —dije un poco burlona haciéndole reír.
Sentí como desabrochaba mi sujetador y bajaba los tirantes sin preguntar aunque no me importaba, había mucha confianza entre nosotros, si nos habíamos incluso acostado... ¿Qué importaba ya lo demás? Sentí como esparcía un aceite corporal por mi espalda y comenzaba a masajear haciendo círculos con sus pulgares, se sentía realmente bien... Sobre todo cuando sus dedos hacían presión en mi piel, aliviando el dolor de mis hombros... Siempre ha sido tan bueno dando masajes... Aunque claro, ¿en qué no es bueno...?
- ¿Hay algo que hagas mal...? —pregunté muy relajada haciéndole sacar de nuevo esa risita tan linda.
- Algo habrá supongo —dijo divertido— Estoy muy lejos de ser perfecto...
- Pero qué dices... Eres increíble... —dije en un tono más serio.
- Tú sí que lo eres... —dijo casi en un susurro.
De nuevo, olvidamos nuestro típico juego para dar paso a nuestra sinceridad. Pensé que lo mejor era no responderle y eso hice, me quedé callada y él tampoco volvió a hablar. Al poco tiempo Gray había aliviado mi dolor mientras que a mí me resultaba cada vez más difícil no quedarme dormida... Se sentían tan bien sus manos acariciando mi piel... Estaba casi dormida cuando Gray terminó su masaje. Sentí como volvía a abrocharme el sujetador antes de levantarse de la cama, supuse que se dirigió al baño para lavarse las manos. Poco después, sentí como se acomodaba a mi lado en la cama para dormir, yo cambié mi posición y me coloqué de lado mirando para él.
- Gray... —dije muy adormilada y sin ni si quiera abrir mis ojos.
- ¿Sí?
- Te quiero mucho, aunque últimamente estemos tan distanciados... —por alguna razón, sentí la necesidad de hacerle saber eso. Después de todo, él me demostraba su afecto continuamente, no como yo.
- Lo sé... Yo también te quiero mucho, ya lo sabes —tras sus palabras las cuales expresó en un tono muy suave, sentí cómo depositaba un dulce beso en mi frente antes de que él me arropara con la sábana. Poco después, me quedé profundamente dormida.
----------------------------
Hola a todos ^^ Solo quería disculparme ya que la semana pasada al final no pude publicar el capítulo, lo siento mucho T_T Intento publicar uno por semana pero a veces me resulta complicado ya que tengo mucho que hacer en la universidad :( Y por eso mismo no puedo fijar un día ya que los subo cuando tengo un ratito. Sé que os gusta más tener un día fijo en el que siempre actualice pero prefiero no fijar nada a deciros un día y que al final no pueda subir nada ese día. Aun así, seguiré intentando publicar un capítulo por semana. Dicho esto, espero que os haya gustado el capítulo ^^
Os quiero 🖤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro