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3.26. Confesiones


Título Alternativo: Denki se hace amigo de personas que hacen preguntas complicadas.

[...]

Katsuki lo miró con una expresión de escandalo tan graciosa que Denki se habría echado a reír si la situación no hubiera sido delicada.

—¿Casarte con él? —inquirió Katsuki con escepticismo apenas se recuperó de la impresión—, ¿él?

—SHHHH —dijo Denki aferrándolo del brazo para recordarle la situación en la que estaban—. Todo tendrá sentido si nos sentamos a charlar un momento. Por favor —añadió al ver la expresión veleidosa en el rostro de Katsuki.

—¿Vas a confiar en él?

—Sí —dijo Denki mirando a Shouto—, porque conozco su secreto y a cambio de guardarlo espero que él conserve el secreto que voy a contarle ahora. ¿Está claro?

Shouto lo miro con calma, después miró a Katsuki y de nuevo a Denki.

—Después de lo que has dicho, él —inclinó la cabeza en dirección de Katsuki— terminara adivinándolo.

—Katsuki lo hará, sí.

—Y el secreto ya no será secreto.

—Claro que sí, porque él guardará tu secreto de la misma manera que ha guardado el mío.

—Eso no lo sabes.

—Lo sé, Katsuki sabe guardar secretos, ¿no es así? —y miro al Príncipe Bakugou esperando una confirmación.

Katsuki frunció el entrecejo y pareció librar una batalla consigo mismo, después tomó a Denki del codo y lo hizo girar para mantener la conversación en privado.

—Quiero la verdad, ¿por qué lo has invitado?

—Porque creo que corre peligro.

El ceño de Katsuki se acentuó mientras sus ojos barrían el rostro de Denki estudiándolo.

—¿Qué te hace pensar eso?

Denki lo miró con terror mal disimulado mientras pensaba sus palabras con muchísimo cuidado.

—Para explicarlo necesito contarte lo que he oído hoy, así que entre más pronto lo pongamos al corriente de la situación más pronto encontraremos una solución a este problema.

—Eso no explica por qué crees que vas a casarte con él.

—Lo entenderás cuando lleguemos a esa parte de la historia, ¿de acuerdo?

Katsuki gruñó, pareció discutir consigo y al final emitió un suspiro irritado. Denki le sonrió pero al girarse vio que Shouto estaba encaramándose en la ventana listo para marcharse.

—Uoh, espera, espera, ¿a dónde vas?

—Me voy —respondió Shouto con tranquilidad apenas girando el rostro para mirarlo.

—No, tenemos que hablar.

—No quiero hablar con él —y con eso señaló a Katsuki que volvió a fruncir el ceño—, y ciertamente no quiero que él sepa nada de mí.

Denki se pasó una mano por la cara en un gesto instintivo, al hacerlo no pudo evitar el gesto de dolor al tocarse el moratón.

Maldita sea la enemistad que estos dos comparten, ¿cómo carajos haré que se hagan amigos?

Apartó las manos, tomó aire y miro a Shouto pensando en qué decir.

—Te dije que hablaríamos del compromiso, pero necesito que sepas toda la verdad y lo que ese compromiso conlleva antes de que lo consideres siquiera. Quédate y escucha, solo esta noche, después podrás irte y lo único que voy a pedirte es discreción. No hablaras de esto con nadie, ni siquiera con Keigo, y a cambio te juro por mi sangre y mi vida que Katsuki y yo guardaremos tu secreto.

—No puedes jurar en su nombre.

—Tienes razón. Katsuki, ¿juras guardar el secreto de Sho?

—No

—Como un favor hacia mí, ¿prometes guardar el secreto de Sho?

Katsuki gruñó, arrugó la cara y tras la mirada insistente de Denki suspiró.

—Como sea.

—Eso no es un sí —dijo Shouto.

—Katsuki —insistió Denki—, ¿juras guardar el secreto de Sho?

Hubo una pausa en la que ambos hombres se miraron con abierta antipatía mientras Denki contenía las ganas de pellizcarlos ambos. Finalmente, Katsuki masculló:

—Lo juro.

—Sho, ¿juras guardar el secreto de todo lo que se diga en esta habitación?

Shouto miró a Denki y después a Katsuki. Parecía increíblemente suspicaz.

—Lo juro.

Denki emitió un suspiro de alivio.

—Entonces hablemos, no tenemos tiempo.

Denki fue el primero en alejarse hacia la zona que había arreglado para su reunión. Había acomodado todos los cojines de su habitación alrededor de una pequeña mesa sobre la alfombra más mullida que había en el cuarto; ahí espero pacientemente a que los otros dos lo imitaran. Ambos obedecieron con muchísima renuencia, y escogieron dos esquinas opuestas sin dejar de mirarse con abierta hostilidad. Sin perder tiempo Denki comenzó con su historia, la misma historia que le había contado a Eraser, Izuku, y a Katsuki, la misma historia con los mismos detalles y las mismas omisiones –no hablar de Noche, no hablar del Sistema, no hablar del compromiso–.

Katsuki –que la había oído dos veces– guardó silencio sin apartar los ojos de Shouto. Shouto, en cambio, dejo de mirar a Katsuki para centrar toda su atención en Denki mientras su expresión iba de la incredulidad a la alarma conforme el relato iba desenvolviéndose. Al igual que Katsuki, Shouto no interrumpió el relato, espero hasta que Denki terminó de hablar antes de empezar con las preguntas. Preguntas sobre los sirvientes, su médico, e incluso sobre los Asesinos Negros, muchas de ellas eran preguntas que Katsuki mismo había hecho por lo que fue él quien las contestó permitiendo que Denki se tomara un momento para descansar.

—¿Han descubierto de qué veneno se trata? —pregunto Shouto casi al final.

Por toda respuesta Katsuki volvió a sacar de la pechera de su uniforme la bolsita con las bolitas diminutas de color rojo, pero en lugar de tres solo quedaban dos.

—¿Y la otra? —pregunto Denki.

—La ocupe como muestra —respondió Katsuki—, quería ver si podía descifrar sus componentes.

—¿Qué pruebas has hecho? —intervino Shouto y con eso ambos se enfrascaron en una conversación complicada sobre venenos. Katsuki seguía enfadado –se le veía en la cara– pero era obvio que le resultaba estimulante discutir los detalles técnicos con alguien más porque la irritación en su voz disminuyó hasta el punto en que Denki empezó a considerar que existía una posibilidad real de hacer que esos dos pudieran ser amigos.

¿Cómo inicia una amistad? se dijo, ¡con hobbies comunes!, si consigo que trabajen juntos en el veneno, tal vez la convivencia lime las asperezas. No es como si el objetivo fuera convertirlos en mejores amigos, solo tienen que aprender a soportarse, ¿verdad? Estoy seguro de que el Sistema...

Solo entonces Denki se acordó de la advertencia que había oído momentos antes.

<Sistema, ¿estás ahí?, ¿la trama del Protagonista sigue en peligro?>

<Sí>

<¿Es por lo que dijo Katsuki?>

<El Príncipe Bakugou ha llegado a la misma conclusión que el Protagonista, eventualmente expresara sus intenciones de entrar en el despacho del doctor lo cual es una consecuencia lógica de la situación, pero de hacerlo arriesga el curso natural de la Trama>

<¿Y qué harás al respecto?>

<Yo no puedo interferir. Es tu responsabilidad>

<¿Mía? Yo no soy responsable por lo que hacen los personajes de esta historia>

<Te recuerdo que al aceptar la actualización del Sistema quedó estipulado que todas las modificaciones y ramificaciones creadas por la decisión de ofrecerle una misión al Protagonista quedaban bajo la completa responsabilidad del Príncipe y es tu obligación corregir cualquiera que cree una alteración en el Destino del Protagonista. Tu misión es evitar que el Príncipe Bakugou decida ingresar solo al despacho del Doctor Yakumo>

<Puedo retrasarlo, pero no indefinidamente, ahora es cuando me gustaría saber cuándo vuelve el Protagonista. Ha pasado más de un mes>

<Ahora que formas parte de la Trama tienes prohibido conocer spoilers de la misma>

Denki maldijo en silencio regresando su atención hacia sus acompañantes, quienes seguían discutiendo sobre libros, venenos y procedimientos. Dándose cuenta de que el tema podía alargarse indefinidamente, Denki se aclaró la garganta.

—Me alegra ver que son capaces de apartar sus diferencias para tratar este tema. Agradezco infinitamente el apoyo que puedan brindarme, y aún si deciden retirarse no habrá rencores ni mala voluntad. ¿De acuerdo?

—Yo no pienso abandonar hasta no encontrar al asesino detrás de esto —dijo Katsuki. Denki le sonrió.

—¿Y tu familia no sabe de esto? —pregunto Shouto.

—No

—¿Por qué?

La misma pregunta de siempre, pensó Denki bajando los ojos sin dejar de suspirar. Sé honesto, Denki, hay muchas verdades que puedes pronunciar en voz alta.

—Para ustedes la idea de que haya un asesino tras de mí no es descabellada, posiblemente es una verdad con la que han tenido que convivir durante toda su vida, pero lo primero que me preguntó Eraser, el líder del Clan, tras haberle contado la situación fue: ¿Por qué matarte a ti? Una pregunta que suena curiosa en su boca, solo si no conoces mi situación. Mi título solo es eso, no incluye poder o influencia de ninguna clase. No tengo amigos, negocios o propiedades. En resumen, no soy nadie. Matarme a mí no reporta beneficio para nadie. No soy el primogénito, no soy el favorito, ni siquiera tengo rivales. Así que no dejo de pensar, ¿por qué alguien querría matarme? ¿por qué un grupo de asesinos está detrás de todo esto? Y la única respuesta que se me ocurre es que yo no soy el blanco. Eraser mismo lo dijo. Eso significa que los responsables están detrás de alguien más y por tanto revelar la información que tenemos sin pruebas, sospechosos o culpables solo provocara que los asesinos desaparezcan o que apresuren sus planes. Así que, no, mi familia no puede saber esto hasta que no sepamos exactamente quién está detrás de este complot. No los arriesgare de esta forma.

—¿Y no sabes quién es su verdadero blanco? —pregunto Shouto.

Denki parpadeó.

—Quiero que ustedes saquen sus propias conclusiones.

—Pero tú conoces a la gente de la corte.

—En realidad no, como te dije me he pasado mi vida encerrado así que ustedes se encuentran exactamente en la misma posición en la que yo me encontré cuando inició todo esto. La única ventaja que tienen es que pueden salir, observar y hacer preguntas.

—¿Eso significa que tampoco vas a decirnos quiénes son tus principales sospechosos? —insistió Shouto

—Ya se lo he preguntado —respondió Katsuki mirando a Denki—, insiste en que no quiere hablarme de él.

—¿Él?

—El tipo que le da miedo —resopló Katsuki mirando de nuevo a Shouto—. Huyó de él en el baile y se comporta como corderito cuando el tipo anda cerca.

—¿Quién?

—El guardia de su padre. Se llama Noche. Estuve al pendiente de él esta tarde, pero el tipo es un muro, uno cortés y extremadamente seco.

—¿Noche? —pregunto Shouto frunciendo el cejo mientras su mente luchaba por asociarle un rostro a ese nombre—, ¿huyes de él? Pero si estaba contigo en el jardín esta mañana.

La declaración hizo que ambos se giraran para mirarlo, y Denki experimentó la vivida sensación de ser una mariposa atravesada por cuatro alfileres.

—También estuvo contigo cuando —se interrumpió a media frase y terminó señalando la cara de Denki—, estuvo durante el incidente.

—Dijiste que no te había tocado —exclamó Katsuki con ira.

—SHHHH —murmuró Denki—, y no fue él.

—No, no lo fue —dijo Shouto—, de hecho, él te lo quito de encima. Por lo que he visto él siempre está ahí para calmar al Emperador. A Keigo le causa desconfianza su excesiva cortesía, si bien Keigo tiene la manía de escudriñar todo lo que dice la gente buscando algún significado oculto así que no me sorprendió su suspicacia.

Denki se emocionó cuando Shouto mencionó a Takami. No menciones a Noche, no digas nada del compromiso a menos que alguien más lo mencione primero, no hables del futuro o de suposiciones hipotéticas. Haz preguntas en voz alta y deja que saquen sus conclusiones.

—¿Qué dijo el oficial Takami después de nuestro encuentro en el jardín?

—Lo mismo de siempre —tras eso se encogió de hombros y el gesto hizo que Denki quisiera sacudirlo.

¡Detalles!

—¿Le preocupa la guerra?

—Por supuesto, el rey está listo para ella, mi hermano también lo apoya y el único que no esta de acuerdo con todo esto es Keigo que convenció a mi padre de intentar una tregua. "Un último intento", le dijo y aquí está.

—¿Y las negociaciones no están funcionando?

—No. Como te dije las condiciones que impone tu padre son demasiado abusivas, y ya oíste lo que dijo Keigo, aún hablando con tu tío o con el administrador del Emperador, no estamos recibiendo respuesta.

—Te importaría repetir la conversación para Katsuki —dijo Denki—, palabra por palabra o al menos como lo recuerdes.

Así que Shouto resumió la conversación entre Noche y Keigo de forma tan precisa que Denki quiso aplaudirle. Si bien Katsuki pareció aburrirse con las cuestiones políticas fue lo suficientemente cortés para escuchar con atención a Shouto con la misma intensidad que parecía ocupar para todo. Tras acabar Katsuki se quedó callado antes de mirar a Denki.

—Tú lo dijiste. Dijiste que había gente en la corte de tu padre que buscaba la guerra y que por eso iban a venderte.

¿Cuándo dije eso?

—Lo balbuceaste cuando fuiste a buscarme a la posada, justo antes de salir corriendo. Antes de que encontráramos el veneno. ¿Por eso quieren casarte con el estúpido de Shigaraki?

—Creí que no había compromiso —dijo Shouto—, ¿o es verdad que la casa Shigaraki ha pedido tu mano?

Katsuki se rio.

—Ese inútil no quiere casarse, lo ha dejado muy claro.

—¿Cómo lo sabes?

—Kirishima y yo estuvimos ahí cuando el inútil le dijo a Denki que todo era idea de su padre y que él no planeaba participar. Con oírlo entendías que este compromiso no va a llevarse a cabo, ¿no es así?

Ambos volvieron a mirarlo y Denki tuvo que bajar la vista, repentinamente abrumado por la atención.

—Él hijo de los Shigaraki no quiere casarse —dijo Katsuki.

—Tu padre tampoco quiere que te cases con él —añadió Shouto.

Denki cerró los ojos y tomó aire.

—Es cierto, el joven Shigaraki no quiere casarse, pero no importa, no me interesa hacer vida marital con él, lo único que quiero es vivir en mi casa con mis sirvientes y mi guardia, eso es todo y no me importa si para ello tengo que casarme. Es algo que no puedo evitar.

—Claro que puedes —dijo Katsuki—. Podrías negarte. Dile a tu padre que no.

—No puede —respondió Shouto con calma—, ¿verdad?

—¿Por qué no? —insistió Katsuki—, es su padre, tiene que escucharlo. Aún si se opone tienes que imponer tu voluntad.

Denki sonrió, un gesto amargo.

—La voluntad de mi padre es dura como el acero y afilada como el cuchillo, deja marcas visibles en aquellos que lo desafían —tras decirlo alzo la cara y miró a Katsuki que se tensó mientras sus ojos recorrían el morado en su cara.

—Te lo dije —intervino Shouto—, para obligarlo a cambiar necesitarás que todos a su alrededor lo enfrenten. Habla con tu tío sobre esto.

—Mi tío está seguro de que no voy a casarme, y si insisto lo primero que hará será buscar a mi padre.

—Entonces tus hermanos.

—El Príncipe Heredero está en combate, ni siquiera estoy seguro de cuándo va a volver. Y mi hermano Neito venera el suelo que pisa mi padre, le está costando mucho verlo por quién es, sin mencionar que ahora mismo está enfadado conmigo.

Katsuki y Shouto se miraron, y Denki intentó no retorcerse de la humillación que suponía exponer la situación que vivía.

—Hoy en el jardín —añadió Shouto tras una pausa—, justo antes de que me pidieras venir, tenías una expresión aterrorizada, ¿por qué?

Denki contuvo un suspiro de alivio al oír la pregunta antes de mirarlos. No hables de Noche sino de la mujer que has oído esta Noche.

—Cuandome hicieron venir al palacio escogí a uno de mis sirvientes al azar para que me acompañara, pero solo la he visto un par de veces porque me han asignado a otro grupo. Esta mujer era la cocinera en mi casa, es la persona que rompió una tetera por accidente y entró en pánico cuando intenté hacer que la ayudaran a recoger el desastre. En la noche del baile, la oí a ella aunque no estuve seguro hastaque la oí esta tarde, era su voz y estaba hablando con alguien más sobre el compromiso y sobre mi medicina, le dijo a la otra persona que había dejado de beberme el té con azúcar. El nombre de esta mujer es Ina y la han asignado al pabellónde los emisarios de Ame.

[...]

NA/

¿Cuántas veces tendrá Denki que repetir su historia? 

Que pasen un buen fin de semana, nos vemos en el que sigue. 

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