3.10. Sombras
¡Saludos a todos mis lectores! Para los nuevos bienvenidos y felicitaciones por haber llegado hasta aquí. Y un abrazo enorme para quienes ya andaban por aquí y soportan mis esperas. Agradezco mil veces el apoyo, cada comentario, voto y corazón. Los quiero.
Título Alternativo: Denki oye una conversación que no debería oír.
[...]
Denki se detuvo y contemplo las sombras que seguían creciendo en los pasillos del anfiteatro. Había llegado a una intersección donde tres bocas oscuras –izquierda, derecha y de frente– lo conducían a tres pasajes aparentemente iguales. Las lámparas que habían iluminado la entrada no se veían por ninguna parte y tampoco había señalamiento alguno que le indicara el camino, había andado en la penumbra cada vez más oscura esperando encontrar el salón de banquetes, sin éxito
Es obvio que en lugar de volver me he desviado de forma terrible. No sería la primera vez. Y supongo que quedarme aquí a esperar que alguien pase y me rescate tampoco es posible, así que tengo tres opciones.
Pero era mirarlas y dudar porque parecían exactamente iguales. La idea de pasar otra media hora vagando en la oscuridad le daba dolor de cabeza, pero tampoco podía esperar que alguien fuera a buscarlo siendo que nadie sabía que estaba ahí así que suspiró, se frotó los ojos y reanudó la marcha escogiendo una salida al azar.
Me pregunto en dónde estará Shinsou, ¿habrá llegado ya con la familia de Toka?
Pensar en Shinsou lo deprimía, no conseguía sacudirse la ansiedad de no saber si se encontraba en peligro o no; además, aunque el Sistema había dicho que su muerte no era automática, no significaba que se encontrara completamente a salvo.
¿Qué pasa si al volver quiere colarse en el despacho del doctor junto con Izuku?, ¿cómo diablos evito que haga eso?
<Sistema, ¿cuánto tiempo me queda antes de que los emisarios sean asesinados?>
<Tiempo imposible de estimar>
<¿Por qué?>
<Es decisión del Protagonista y él no está aquí>
<¿Y cuándo vuelve?>
<Imposible de estimar>
Vaya...
<Pero el asesinato ocurre después de entrar al despacho, ¿verdad?>
<En teoría pero dadas las modificaciones de la trama no está claro si sucede durante el evento, inmediatamente después del evento o tras un periodo de espera>
<Pero Izuku entrará al despacho>
<Sí>
<¿Fantasma irá con él?>
<No>
Denki emitió un suspiro de alivio.
<¿Y cuánto tiempo me queda antes de que tenga que verme obligado a completar las subtramas?>
<Calculando... La estadía del Príncipe Katsuki se acerca a su fin, está noche descubrirá los planes de su madre y mañana se marchará>
<¡¿Tan pronto?!>
<Has modificado la trama. Originalmente el Príncipe Katsuki se internaba en el bosque para alejarse de su madre y al aburrirse terminaba por marcharse al pueblo; como no conseguía abatir a uno de los Elaphus no se veía obligado a bailar con la hija de la familia Hado y por tanto no descubría las intenciones de su madre>
Denki se abstuvo de maldecir en voz alta, en su lugar apretó los puños y rechinó los dientes.
<¡Debiste haberme dicho esto antes de que aceptara las subtramas!>
<No importa, puedes evitar que se marche>
<¿Cómo?>
<Evita que baile con la hija de los Hado>
<¡Ni siquiera he llegado ahí!>
El Sistema no respondió y Denki siguió avanzando hasta llegar a lo que parecía un pequeño jardín desde el cual podía verse las dos lunas que iluminaban ese mundo. A oscuras era difícil apreciar la belleza del lugar, solo había sombras y formas amorfas; sin embargo, podía suponer que era un espacio destinado para usarse durante los intermedios así que por fuerza debía conectarse con los salones principales.
Denki avanzó por el camino circundante indeciso sobre cuál salida tomar, al detenerse arrugó la nariz y comenzó a señalar mientras pensaba:
Es la salida, no es la salida, es la salida, no es la salida... [*]
Estaba tan inmerso en su canción que tardo un momento en detectar el murmullo de voces que se acercaba, al hacerlo tuvo que ahogar su primera reacción de gritar auxilio y correr hacia ellos porque tampoco quería llamar la atención de esa forma. Sería terrible que la gente supiera que me perdí aquí. Así que Denki esperó un momento y en ese momento alcanzó a distinguir una de las voces.
—¿Estás segura?
Conocía esa voz, era la voz que le daba pesadillas y su reacción natural fue quedarse absolutamente quieto a salvo detrás de una de las columnas que sostenían el techo de piedra. Del terror hasta se le olvido respirar.
—Completamente. Los he oído hablar está mañana.
—Eso podría ser un problema.
—Solo si dejas que lo sea, ¿cuáles son tus ordenes?
—Mantente alerta, si lo que has dicho es cierto tal vez no tengamos que tomar medidas drásticas.
—Como digas, ¿algo más?
—Solo una cosa. Nuestro pajarito no se bebió su medicina está mañana.
—Ya te lo había dicho, adquirió esa mala costumbre desde hace algunas semanas, y desde que llegara al palacio me es imposible monitorearlo.
—¿Por qué? La receta es la misma de siempre.
—No estoy segura de que pueda identificarla, simplemente se ha vuelto más precavido desde que su cuidador decidiera actuar por su cuenta. Si algo sabe mal lo dejará.
—Para eso era el azúcar.
—Pero como ahora recibe visitas es raro que endulce el té a su edad, y cuando nadie lo hace por él suele dejarlo.
—Esto no puede seguir así, el síndrome de abstinencia podría matarlo.
—Ha sobrevivido a él antes, pero me encargaré del asunto personalmente. ¿Cómo va la venta de la avecita?
—Nuestro comprador ha resultado ser un mocoso altanero y absurdo, me hace dudar seriamente en utilizarlo.
—No acudiste a ellos por el encanto del hijo sino por el ejército que tiene en sus manos.
El resto de la conversación se perdió cuando ambas siluetas terminaron de cruzar el jardín y se internaron nuevamente en los pasillos del anfiteatro. Denki se quedó atrás, mudo y aterrado, con el corazón en la garganta. Permaneció en el mismo lugar intentando encontrarle sentido a la conversación y solo reaccionó hasta que sintió una mano en su hombro.
Tres cosas sucedieron a la vez: Denki saltó, se giró de prisa y gritó. Un grito de espanto absoluto que hizo a la otra persona apartar las manos en alto. Al comprobar que el recién llegado no era Noche, el grito de Denki murió entre respiraciones temblorosas.
—No me asustes así —murmuró entre dientes.
—Lo siento —respondió Sho con calma—. No ha sido mi intención.
—¿Los oíste?
Por favor dime que los oíste.
—¿A quiénes?
Mierda.
—¿Acabas de llegar?
—Sí, me dirigía al palacio cuando te he visto aquí. ¿Qué haces?
Denki se frotó las manos que sentía heladas luchando por recuperarse del susto. Sabía que tenía que pensar en esa conversación con calma, pero lo más importante en ese momento era atenerse a las reglas del Sistema y evitar los temas prohibidos. Se sacudió el pánico y miró la cara del Príncipe de los Todoroki.
No, espera, él no sabe que yo lo sé. A ver, Denki, recuerda, tienes que hacerte amigo de este chico y hacer que también sea amigo de Katsuki. Mejor eso que pensar en lo que te han estado metiendo en el cuerpo durante años.
—Me da vergüenza admitir que me he perdido —dijo tras una pausa—. Estaba esperando una señal divina para saber hacia dónde ir.
—¿Y a quienes oíste?
—¡A las ardillas!... prefiero creer que eran ardillas y no ratas, aunque podrían haber sido arañas.
—¿Arañas?
—Arañas muy grandes. O tal vez un gato.
—¿Un gato?
—Está oscuro, me es imposible determinarlo con seguridad. En todo caso, ¿por qué vas al palacio? No me digas que el evento ha terminado.
—No, pero yo he terminado con el evento.
Denki recordó entonces que a Shouto Todoroki no le gustaban las reuniones sociales.
Ah, ¿cómo voy a convencerlo de que se quede conmigo? Podría dejar que se marchara y buscarlo mañana, pero no, no puedo dejar pasar esta oportunidad. Si Katsuki está aquí lo mejor es que empiecen a interactuar lo más pronto posible, y con gente alrededor, al menos así no llegarán a las manos... espero.
—Ahora que lo pienso no te vi en la cacería de esta mañana.
—No me gusta matar animales inocentes.
Ya.
—Una decisión muy noble.
—Eso me recuerda —continuó Shouto sin hacerle caso—, planeaba dejar esto en la biblioteca pero supongo que puedo dárselo ahora.
Entonces metió la mano en el bolsillo secreto que tenía la pechera de su túnica para después extenderla hacia él.
—¡Mi cascabel! —respondió Denki con emoción aferrando la delicada pieza con ambas manos mientras esbozaba una sonrisa de pura felicidad. El terror y la incertidumbre se desvanecieron mientras apretaba el cascabel contra su pecho.
<¡Felicidades! Atributo Especial Desbloqueado: Satisfacción>
Denki alzó la cara y le ofreció una reverencia gentil.
—Muchas gracias, temía haberlo perdido para siempre. Me has dado una alegría inesperada.
—Ha sido un placer, Príncipe. Y me disculpo por el malentendido con la biblioteca.
—Olvídalo, fui yo quien se comportó como un necio.
—Insisto-
—Yo también puedo insistir así que mejor lo dejamos así. ¿Planeabas ir mañana a la biblioteca?
—No, me marchó temprano.
¡¿Tú también?!
<¡Sistema! Apenas los conozco y ya se están marchando, ¿por qué?>
<El objetivo de cada subtrama es interactuar con ellos y has tenido suficientes oportunidades para intentarlo>
<¿Suficientes? Solo los he visto un par de veces>
<Y en ambas ocasiones terminaste huyendo>
<No es justo>
<Tendrás que convencerlo de que se quede>
Joder. Estoy seguro de que puedo convencerlo de quedarse si le digo que la seguridad de Keigo Takami está en riesgo.
<Recuerda que una de las leyes que te permite quedarte aquí es no revelar información del futuro a los personajes>
Denki se apretó las manos mientras barajeaba opciones.
—¿Estás bien? —dijo Shouto arrancándolo de su ensimismamiento— Te has quedado callado.
—Estoy pensando.
—¿En qué?
—En como convencerte de que te quedes.
Eso le gano un parpadeó incrédulo y le dio tiempo de seguir pensando.
Si no puedo darle información del futuro puedo hablar de cosas del pasado, ¿verdad? Cosas que podría haber descubierto en un libro, o escuchando rumores.
<...>
Entonces Denki esbozó otra luminosa sonrisa.
—Si te quedas —le dijo— guardaré tu secreto.
—¿Qué secreto?
—¿Cuántos secretos tienes?
—Ninguno.
—Inténtelo de nuevo, Alteza.
—Lo siento, Príncipe, pero ese título-
—El cuarto Príncipe de los Todoroki sufrió un terrible accidente durante su infancia, un accidente que le ha dejado una terrible cicatriz. Se ha recluido en el castillo de su padre y los rumores sobre su destino son incontables y fantásticos. Algunos creen que ha muerto, otros que vive encerrado y unos más que se ha escapado. Supongo que es lógico que nadie en la corte de mi padre haya sospechado de ti siendo que no te conocen, pero me temo que no me encuentro dentro de ese grupo.
—Alteza, creo que está cometiendo un error.
—Oh, ¿de verdad?, bueno, supongo entonces que tendré disculparme públicamente frente a Keigo Takami. Le pediré que presente una disculpa en mi nombre al Rey Todoroki por haber confundido a su cuarto hijo con un simple soldado, ¿verdad? No te preocupes por el escándalo, estoy seguro de que los rumores morirán en unas semanas, especialmente si son falsos.
No dejo de sonreír y se mantuvo quieto, sabía que Shouto valoraba muchísimo el secretismo de su identidad y la idea de ser expuesto lo convencería de quedarse. Lamento el chantaje, Príncipe, pero estoy en una carrera contra el reloj.
—Preferiría que no hicieras eso —respondió Shouto.
—Y yo preferiría que no tuvieras que irte.
—¿Por qué?
—Porque este tratado de paz es importante, no tienes idea del trabajo que mi hermano ha puesto en este evento. Y estoy seguro de que si tu padre te ha enviado ha sido para garantizar que llegue a buen puerto.
—Mi padre no me envía.
Oh, rayos.
—Bueno, no importa, eres un Príncipe y estoy seguro de que Keigo Takami aprecia que estás aquí aún si no tiene permitido reconocer tu presencia ante nadie.
—No conoces a Takami.
Errrggg
—Los rumores circulan por toda la corte —por favor no me digan que estos dos se llevan mal, por favor que no me haya equivocado.
—Aprecio enormemente que Keigo me permitiera venir, pero en realidad no me necesita.
—Y sin embargo tu deber es asegurar la paz, Alteza
—Por favor, Príncipe, no use ese título.
—De acuerdo, Sho, nada de títulos y nada de nombres reales, pero tiene que ser un acuerdo de ambas partes así que agradecería que me llamaras Denki.
Le ofreció otra sonrisa y una inclinación de cabeza.
—Alteza...
—¿Qué sucede Alteza? —respondió él haciendo que Shouto volviera a quedarse callado—. Mejor dime, ¿por qué te urge irte?
—No quiero que mi padre sepa que estoy aquí.
—Sin embargo, te arriesgaste a venir, ¿por qué?
Shouto no respondió y solamente sacudió la cabeza.
—Además —continuó Denki—, Izuku no me lo perdonaría si le digo que se perdió la visita de su amigo.
—¿Cómo sabes que conozco a Izuku?
Mierda
—¿Ah?, pues Izuku es hijo del Emperador, pero no habíamos pasado tiempo juntos hasta que él volvió de la Academia. Me contó muchísimas cosas de sus compañeros y sus clases, también me hablo de un Sho que había huido de casa para alistarse en secreto en la Academia, y de un Katsuki que resultó ser el Príncipe Bakugou, y de otros más. Y después simplemente ate cabos cuando oí los rumores de que los emisarios de Ame viajaban con un graduado de la Academia, no es como si pudieras encontrar chicos con tu descripción en todas partes, ¿verdad?
Buena salvada, Denki.
Finalmente, Shouto pareció desinflarse.
—Vayamos a esa fiesta, Sho —dijo Denki y le hizo una seña para que guiara el camino. Tras un suspiro cansado el muchacho obedeció. Mientras avanzaba Denki volvió a tocar al Sistema.
<No puedo revelar información del futuro, pero eso no se aplica si dicha información es accesible para todo el público>
<...>
<Tengo derecho de sacar conclusiones en voz alta, ¿no?>
<...no puedes expresar información del futuro como hipótesis no comprobadas. Por ejemplo, no puedes predecir que habrá un ataque contra los emisarios sin tener pruebas>
<Pero no estaría violando la ley si mis conclusiones en voz alta hicieran que alguno de los personajes descubriera la conjetura que habla del futuro por cuenta propia>
<No creo...>
<Por ejemplo, no puedo decirle a Katsuki que su madre quiere casarlo con la hija de los Hado porque eso es información del futuro, pero con las pistas suficientes él podría llegar a esa conclusión>
<...>
<Lo suponía. Gracias>
Denki mantuvo su sonrisa y firmeza, pese a que la conversación que había oído entre las sombras había despertado un miedo en el fondo de su corazón que no dejaba de aletear.
[...]
[NA]
[*] Iba a escribir la canción que cantamos en mexico "De tin marín, de do pingüe", que utilizan los niños para elegir una opción entre varias, pero siendo que Denki no es mexicano busque su equivalente en japónes pero no lo encontré. Si alguien lo encuentra o lo conoce se lo agradecería muchísimo. En todo caso imaginen la escena con Denki señalando los pasillos y eligiendo uno al azar.
En otras noticias, ColorsInTheSky comentó una vez sobre el peligro de que Denki hubiese pasado tantos años bajo la influencia de una droga, y sí, lo cierto es que antes de verse libre de esta tendrá que pasar por una limpieza nada agradable. Después de todo no hay nada mejor para mantener el control que asegurarse que la victima no pueda simplemente dejar la droga solo por decisión propia.
Pero ya veremos como le va en el baile. Saludos.
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