2.17. Destino
¿Qué es esto? ¿Capítulo? ¿En sábado? Sí, aprovechamos que me desperté temprano y que tengo tiempo antes de salir para subirlo.
Título Alternativo: Cuando conoces el futuro no puedes decir nada.
[...]
La biblioteca fue tomando forma lentamente. Los estantes fueron instalados siguiendo las instrucciones de Denki y la mayoría de los libros habían vuelto a sus lugares correspondientes llenando los espacios vacíos. Como solo faltaban aquellas piezas que por falta de espacio habían terminado apiladas en alguna esquina o aquellos que habían sido amontonados por algún usuario descuidado, Denki despidió a los sirvientes y asumió la tarea de limpiarlos, hojearlos y clasificarlos. Eso mantuvo sus días ocupados. Excepto cuando la modista lo visitaba, entonces se pasaba horas siendo un muñeco inmóvil sobre el que colocaban trozos de tela de diferentes colores. Y cuando finalmente terminaba salía a estirar las piernas antes de que anocheciera.
Supo que los invitados iban llegando cuando le prohibieron sus vagabundeos vespertinos y en cambio quedo confinado para ir del comedor a su cuarto o a la biblioteca y de regreso. Otra de las consecuencias de que su padre se avergonzara de él fue que le prohibieron asistir al comedor principal, el cual había sido destinado para todos los invitados de alto rango, aquellos que compartirían la comida y el desayuno en la mesa del Emperador, y el resto sería atendido en alguna de las otras salas dispuestas para aquellas personalidades poco importantes. Como él.
Bueno, si lo miro por el lado amable esto significa que no voy a tener que comer con mi padre.
Así que le tocaba sentarse solo en una mesa vacía siendo atendido por una sirvienta que no conocía porque aparentemente Ina se había quedado sirviendo en el comedor principal. Y pese a que tampoco tenía a Hizashi o a Neito para distraerse, Denki había encontrado placer en esos momentos porque no tenía que cuidarse de lo que decía frente a Noche o su padre pues ambos parecían haberlo dejado en paz. Incluso cuando empezó a encontrarse con algunos invitados desayunando o comiendo en alguna de las mesas dispuestas en la sala, Denki se las arregló para sentarse solo, apartado del resto, pues su padre había sido bastante claro en su orden de no fraternizar y no iba a ser él quien la desobedeciera.
Así que Denki pasaba sus días esperando que su padre lo hiciera llamar mientras mataba el tiempo leyendo sobre intrigas políticas y noticias viajas. El único que encontraba su aislamiento altamente perturbador era Neito, que había encontrado tiempo en su muy ajustada agenda para ir a quejarse de los invitados.
—Lord Matsura es un idiota —decía mientras Denki leía cómodamente reclinado sobre el diván de su habitación— anoche se pasó media hora contándole a todo el mundo la maldita historia sobre su hijo y cómo el muchacho logró espantar a los bandidos que intentaron robarle el caballo.
—Es obvio que está orgulloso —respondía él sin apartar los ojos de su libro—, ¿por qué te molesta?
—Porque no tendría que estar aguantándolo. Ese debería ser tu trabajo. Deberías estar ahí. ¿Por qué carajos no estás asistiendo a las cenas que he organizado?
—Ya te lo he dicho-
—Sí, sí, lo que digas, pero francamente empiezo a creer que solo estás fingiendo esto de estar enfermo para no tener que asistir.
—Son órdenes del médico y el Emperador está de acuerdo. Solo es temporal.
—¿Y también es temporal que estés faltando al comedor principal? Porque deberías estar ahí, maldita sea, incluso la concubina Nemuri fue invitada. Se sienta junto a nuestro padre como si-
—Esa es decisión del Emperador y aún si estoy ahí eso no cambiara. Además, ¿para qué me quieres ahí? siempre te quejas de mis modales en la mesa-
—¡Son desastrosos y no me lo puedes negar! He ido a tu casa y te he visto pedir azúcar.
—¿Qué tiene eso de malo?
—Por favor, no eres un niño. Y no es que yo te quiera ahí, es que debes estar ahí. Eres el Tercer Príncipe.
—Me aburriría y lo sabes. No hablo de política y no conozco a la gente, es mejor para todos si no estoy.
—No me puedo creer que nuestro padre sea tan permisivo contigo. Te deja hacer lo que quieras, faltar a las cenas, faltar a las comidas. Tengo que hablar con él.
—No lo molestes con esto, te lo pido. Ahora mismo está ocupado atendiendo a sus invitados y no queremos fastidiarlo, ¿verdad? No te preocupes por mí.
—¿No te aburres estando aquí?
La respuesta de Denki había sido suspirar mientras apartaba su libro.
—Me las arreglo, ¿de acuerdo? Todo esta bien. Ahora dime, ¿qué te molesta?
—¿De qué hablas?
—Te has pasado la última hora hablando de todo lo que estuvo mal en la cena de anoche. Que si la comida, que si los invitados, que si Nemuri. En general es algo que haces y lo entiendo, estás nervioso. Pero hoy no has dejado de ir de un lado a otro y de retorcerte las manos así que ahorrémonos las preguntas y las negaciones porque tienes que irte pronto, simplemente dime qué te molesta.
Lo miraba con calma y tal vez esa fue la razón de que Neito soltara un resoplido exasperado antes de dejarse caer en el diván junto a él.
—Los emisarios del Reino de Ame han llegado hoy.
—¿Y?
—¿Sabes a quién ha enviado el rey Todoroki para representarlo en este asunto?
—No lo sé. ¿A un montón de hombres barbudos?
—Eso sería bueno, pero no. ¡No! Ha mandado a su amante.
—¿Ha enviado a una mujer?
—¡No una mujer! Por favor, ¿no te he dicho que te pongas a estudiar?
—¡Y lo he hecho!
—Entonces piensa un momento antes de responder.
Denki arrugó la nariz y se concentró. Sus horas de estudio habían incluido una lección detallada sobre las casas mayores y las familias reales que vivían en las afueras de la Ciudad Imperial. La familia Todoroki llevaba gobernando el Reino de Ame desde varias generaciones atrás y en la actualidad la familia se componía del Rey Enji, el Príncipe Heredero Touya, y tres príncipes menores: La Princesa Fuyumi, el Príncipe Natsuo y el Príncipe Shouto, aunque este último era extremadamente reservado y no asistía a eventos públicos así que nadie lo conocía muy bien. De hecho, corría el rumor de que un accidente en su infancia lo había desfigurado terriblemente y por esa razón se ocultaba.
Lo que nadie sabe es que en realidad Shouto desafío los deseos de su padre al marcharse para estudiar en la Academia y fue ahí donde conoció al Protagonista.
—¿Y bien? —se impacientó Neito y Denki le rodó los ojos.
—El amante —respondió con un suspiro— el amante... según recuerdo la reina falleció hace unos años y el rey Enji se abstuvo de volver a contraer nupcias.
—Aja
—Y ahora corre el rumor de que se acuesta con uno de sus... ¿generales? Era uno de sus generales u oficiales o algo así, ¿no?
—¡Sí! ¡Y es a él a quién ha enviado aquí! ¡Keigo Takami! No negaré que el tipo ha tenido un excelente desempeño militar, pero diablos, ¿por qué no ha enviado a uno de sus hijos?
—¿Ninguno de los príncipes vino con él?
—¡No! El grupo de emisarios está compuesto de un puñado de oficiales y eso te hace pensar que el rey no parece tener mucha fe en este acuerdo.
—¿Por qué no?
—Envió soldados para negociar la paz, ¿te suena coherente? Si al menos hubiera enviado a uno de sus hijos, o a uno de sus consejeros, podríamos pensar que su intención de solucionar este problema es real.
En realidad es mejor así, Neito, no quiero ni imaginarme el lío político que tendríamos entre manos si uno de sus hijos hubiera formado parte del grupo que termina muerto al final de la primera novela.
—Bueno —respondió Denki tras una pausa—, dada la tensión que existe actualmente es lógico que el rey Todoroki decidiera enviar a un embajador imparcial, ¿no lo crees?
—Lo creo.
—Y siendo que este es un asunto militar tiene sentido que enviara a un oficial capacitado.
—Supongo.
—Entonces resulta comprensible ver por qué decidió enviar a Takami. Digo, es un oficial y alguien que seguramente cuenta con su confianza. Es posible que le concediera poder de decisión sobre las negociaciones.
—¿A su amante? ¿Qué clase de estúpido le da esa clase de poder a su amante?
—Bueno, antes de convertirse en su amante Takami era ya oficial en su corte, ¿no? Significa que es capaz de resolver esta situación.
—¡Pero es su amante! —Denki no pudo evitar reírse— ¿Por qué te ríes?
—Suenas como un viejo amargado, Neito. ¿Y qué si el rey Todoroki envió a su amante para negociar esto? No veo cuál es el problema.
—El problema es la imagen que ofrece. Algunos podrían interpretarlo como una bofetada por parte del rey, podría ser la excusa que necesitan para rechazar el acuerdo definitivamente y declarar la guerra.
—¿Solo porque el rey se acuesta con la persona que envió a negociar?
—Oh, por todos los dioses, ¿cómo es que no lo entiendes? Este tratado es importante. Nosotros hemos hecho todo lo posible por ofrecer un espacio para dialogar y seguridades para sus hombres, que el rey decidiera no asistir y que tampoco enviara a nadie de su familia deja una mala impresión. Si Takami no está a la altura, este acuerdo no sucederá.
De todos modos está destinado a no suceder.
—Pues esperemos que Keigo Takami sepa lo que está haciendo —es la respuesta de Denki a lo que Neito responde cubriéndose los ojos con evidente pesar.
Al verlo no puede dejar de sentir lástima por él. Es obvio que su hermano está activamente involucrado en garantizar que el tratado de paz tenga éxito y cualquier detalle que lo amenace lo convierte en una bola de nervios.
Lo siento, Neito, piensa mientras le palmea la rodilla. Lamento que esto no vaya a terminar como quieres que termine.
—Todo saldrá bien —le dice Denki—, independientemente de cómo resulte al final encontraremos una solución. Lo importante es no perder la esperanza.
—Oh, cállate —respondió Neito aunque en realidad no sonaba enfadado, solo cansado—, no tienes derecho de decir nada mientras te la pases escondido en tu cuarto. —Se frotó la cara con fastidio y después, en un tono más amable, añadió—: ¿Estás seguro de que no quieres venir esta noche?
—Será otro día, ¿de acuerdo? Velo de este modo, si todo esto es tan importante como dices, lo mejor es evitar que un caso perdido como yo ande toqueteando las cosas que puedan romperse.
Sorprendentemente Neito no se rio de su broma y tampoco la continuo.
—Ya no eres el desastre de antes —dijo tras una pausa—, creo que no lo harías tan mal.
Era una invitación en toda regla y Denki se sintió mal por tener que mentirle, pero eran ordenes de su padre.
—Lo siento —respondió y en verdad lo sentía. Su evidente malestar terminó por calmar a su hermano que sacudió las manos y se levantó.
—Sí, bueno, tengo que irme.
Al verlo marcharse con la postura rígida de alguien que carga con mucho peso sobre sus hombros, Denki volvió a sentir pena por él. Entonces suspiró, apartó el libro y fue hacia la ventana.
El amante del rey Todoroki, vaya. En el libro no se menciona el nombre de ninguno porque Izuku no asiste a ninguna de las cenas o los eventos en el palacio. Este es el último capítulo de la primera novela y la única vez que Izuku se encuentra con los embajadores es cuando ya están muertos, o cuando están a punto de morir no recuerdo. Sé que se enfrenta al asesino que termina desapareciendo y cuando los guardias del palacio llegan lo único que ven es a Izuku de pie sobre un montón de cadáveres. Entonces se ve obligado a huir y su padre lo declara culpable. En un principio parecía un castigo demasiado cruel para alguien de su sangre, pero supongo que si el amante del rey muere, la guerra se vuelve inevitable y eso obligaría a mi padre a condenar a Izuku para intentar calmar las aguas, ¿no? Aunque al final nada de eso importa porque la guerra estalla.
Apoyó los codos sobre el borde, cerró los ojos y dejo que el viento le diera en la cara.
La guerra. La guerra. Parece inevitable. Si cumplo con mi papel al menos evitaré que se adelante, lo cual es bueno, pero tampoco evita que la gente muera. Sé que Aizawa morirá eventualmente, eso a menos que consiga entender por qué y lo evite. Es probable que Toka este muerta. Los embajadores van a morir. ¿Quién más? Una vez que Izuku sea exiliado voy a estar moviéndome a ciegas, ya no sabré que otras vidas están en juego.
Se apartó de la ventana, volvió al diván y se dejo caer sobre él.
Bueno, si somos justos todos los que viven en este mundo no conocen el futuro, supongo que es necesario que yo tampoco lo haga. Solo tendré una vaga noción del destino del Protagonista y dudo que eso me ayude mucho aquí...
Al final reunió la suficiente energía para cambiarse, trenzarse el pelo y dormir, pero incluso mientras se revolvía entre las mantas no dejaba de pensar en la inevitable guerra y en lo triste que Neito se pondría cuando descubriera que todos sus esfuerzos iban a ser en vano.
[...]
NA
Entonces veamos:
Sí, Noche es guapo y cortés –con el mundo–, pero también malvado y necesita que alguien lo sacuda.
Nuestro pajarito languidece en el palacio sin amigos, pero al menos él se esfuerza por tener cosas que hacer.
Por último, la ausencia de Shinsou no deja de sentirse, sin embargo no se preocupen, que más chicos guapos están a la vuelta de la esquina aunque si le preguntáramos a Denki seguro que nos dice que ninguno le gana a su guardia.
Buen fin de semana y nos veremos hasta la siguiente. Saludos. Nos leemos. Gracias por leer y comentar, tengo anotado contestar tan pronto sea posible. Los quiero.
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