Título Alternativo: ¡Denki tiene una idea!

[...]

Al entrar en la zona de los sirvientes por primera vez Denki se sorprendió al descubrir que tenía la misma distribución de la zona principal: Un pasillo circular que conectaba todas las habitaciones con el patio que se hallaba en el centro, pero a diferencia de su jardín ornamental –que incluía pequeños tiestos con flores, un esponjoso pasto verde y un árbol de hojas rosadas–, el patio en la zona de los sirvientes contenía un corral con aves, una pequeña huerta, y un pozo de agua.

Denki siguió el pasillo hasta encontrar la cocina, una habitación llena de cacerolas y mesas largas, en donde la estufa parecía ser una mesa de roca, sobre la cual había una cacerola tapada.

—¡Alteza! —gritó Saya al verlo llegar pues era obvio que no lo esperaba. El grito sobresaltó a Ina que en ese momento estaba bajando una de las teteras de porcelana de uno de los estantes, provocando que se le resbalará de las manos.

Trozos de cerámica se dispersaron por el suelo de madera y tanto Denki como Saya se movieron con la intención de ayudar.

—¡No! —gritó Ina, de pie entre los fragmentos rotos, con las manos extendidas. Su expresión de pánico era absolutamente sincera—: ¡No se acerque, Alteza! Yo me encargaré de limpiar.

—Ayúdala, Saya —respondió Denki

—No es necesario —replicó Ina arrodillándose en el suelo y empujando los trozos de porcelana contra sus piernas indiferente a los bordes puntiagudos—, yo terminaré con esto y Saya preparará su té.

—Regrese a su habitación, Alteza —dijo Saya—, le llevaré su té en un momento.

—En realidad esperaba que pudieran acompañarme, —respondió Denki avanzando hacia la mesa donde Saya había estado cenando— no me apetece beber el té a solas.

Saya tardó un momento en recuperarse del susto que suponía tener al Príncipe en la cocina por eso no alcanzó a apartarse cuando Denki se arrodillo en el suelo al otro lado de la mesa; en cuanto consiguió reaccionar fue hacia la cacerola de agua que en ese momento empezaba a hervir. Denki se inclinó sobre la mesa, tomó una de las tazas limpias que había ahí y se sirvió el té de la tetera que estaba cerca.

—¡Alteza! —dijo Ina— Ese es el té de la servidumbre.

—Me viene bien —respondió Denki aunque no hizo ademán de acercar la taza a su boca—. Lamento la intromisión, pero me gustaría saber si alguna de ustedes habló con Toka antes de que ella se marchara.

—Yo no la vi irse —respondió Saya aún sin sentarse, inmóvil y rígida junto a la estufa—. Fue Mizushima quién me dijo que se había marchado.

—¿Y tú Ina?

—Yo no estaba aquí, Alteza —respondió ella sin despegar sus ojos del montoncito de porcelana rota mientras las iba colocando en lo que parecía una cestita vacía.

—¿A dónde fuiste?

—Al pueblo, por arroz para comer.

—¿No se supone que la despensa la envían aquí una vez a la semana?

El comentario hizo que Ina alzara la cara para mirarlo; entonces respondió sin alterar su expresión.

—Así es, Alteza, pero me temo que los Kaji destrozaron el último saquito de arroz que teníamos y necesitamos reemplazarlo.

—¿Suelen hacer eso?

—No, Alteza —respondió Saya—, pero es que el saco estaba fuera del cuarto de suministros.

—¿Por qué?

—Fue mi error, Príncipe —añadió Ina—. Lo deje afuera después de usarlo para la comida de ayer, y como fue mi culpa por eso le pedí a Mizushima que me dejara ir a comprar más.

—Y cuando volviste Toka se había ido.

—Así fue, Alteza.

Denki asintió, tomó la taza y fingió beber aunque se limitó a humedecerse los labios sin dejar de pensar.

—Está bien —añadió—. ¿Alguien recuerda si Toka mencionó en algún momento que su hermana tuviera problemas o que estuviera preocupada por su hermana?

—No, Alteza —respondieron ellas simultáneamente y tras eso Ina volvió a su tarea de levantar los trozos de porcelana y Saya se mantuvo lista para atender cualquier instrucción.

Denki las miro sin saber qué decir pues aun cuando no quería creer en la teoría de Izuku, no tenía ni idea de cómo rebatirla; a diferencia del Protagonista o el Clan Sombra, él tenía nula capacidad interrogativa y en ese momento tampoco tenía cabeza para estar desentrañando el misterio tras la ausencia de Toka.

—¿Preparo su cena, Alteza? —preguntó Saya y Denki sacudió la cabeza.

No quería comer, tan solo compañía. Había tenido la intención de quedarse con ellas hasta el regreso de Shinsou, pero al ver lo incómodas que parecían de tenerlo ahí su resolución fue diluyéndose lentamente hasta que finalmente la incomodidad se impuso ante todo lo demás.

—Será mejor que vuelva a mi cuarto —decidió poniéndose de pie.

—Le llevaré su té en un momento, Alteza —dijo Ina

—No es necesario, por hoy es todo.

Ellas se inclinaron respetuosamente mientras Denki salía y ni siquiera las oyó murmurar mientras se alejaba. Avanzó con lentitud hasta llegar al pasillo que conectaba ambas secciones, ahí se apoyó contra los paneles de madera que conformaban la pared y se deslizó hasta el suelo olvidándose de todos los protocolos de etiqueta. Apoyó los codos sobre las rodillas y la cara sobre sus manos.

Esta será mi vida en el palacio, sin Shinsou como compañía y con sirvientes que se cohíben de tenerme cerca.

La idea le resulto insoportable. El encierro le resultaba tolerable cuando tenía gente de confianza para charlar. No pudo evitar acordarse de los días de sol cuando salía al jardín a sentarse sobre una manta en el pasto para leer mientras Toka le preparaba bocadillos fríos y Hitoshi se olvidaba de su papel como soldadito de plomo para sentarse cerca a oírlo leer en voz alta.

Solo ahora se daba cuenta de lo esencial que Toka se había vuelto. Preparaba su vestuario, administraba los horarios, hacía limpieza de su habitación, y nunca se escandalizaba cuando Denki cometía algún error de etiqueta. Era ella a quién Denki tenía planeado llevar al palacio –habría sido una elección indiscutible– pero ahora iba a tener que llevarse a Ina, pues al menos estaba familiarizada con el protocolo de la corte lo que le evitaría vergüenzas una vez que se instalara.

Y volvemos con el palacio, pensó Denki con fastidio, el maldito palacio y mi inevitable mudanza.

Era obvio que no podía seguir posponiendo su decisión.

De acuerdo, Denki, es hora de usar la cabeza... Que es más probable: ¿Decirle a Izuku y arriesgar un enfrentamiento que podría terminar en la pérdida de su aliado? ¿o no decirle a Izuku y arriesgarme a que mi silencio sea la condena de alguien?

Pero por mucho que lo pensara la respuesta seguía siendo tan elusiva como siempre.

Agh, no sé qué hacer. Si tuviera más tiempo podría seguir investigando, ¡diablos!, si tuviera más tiempo haría que Noche se delatara solito así no tendría que decidir.

La idea lo hizo enderezarse.

¿Podrá hacerse? ¿Será posible que Noche se delate a sí mismo?... mmm... Si Noche es estúpido seguro que no será difícil porque no cabe duda de que volverá hacerlo y solo tengo que esperar, pero... ¿lo es? Sé que es impulsivo, no hay otra explicación para su numerito de hoy... No, espera, según lo que Neito dijo, él no se arriesgaría a enfadar al Emperador, así que... ¿matar al pájaro de mi madre fue un acto impulsivo o premeditado?... No, Denki, no; no busques adivinar la respuesta, intenta pensar en cómo hacer que se delate. Bien, en primera necesito testigos, supongo que los sirvientes no cuentan así que forzosamente debe ser alguien a quien Noche no pueda chantajear o amedrentar.

La lista que se le ocurría era cortísima y de todos ellos la única persona que podía estar a su lado las veinticuatro horas del día era Shinsou. Y de alguna forma Noche se las había ingeniado para asegurarse que eso no sucediera.

Seguramente convenció al Emperador con alguna excusa absurda y aún si voy con mi padre él no me creerá. Y sin su apoyo es imposible que consiga mantener a Shinsou a mi lado, ¿verdad?

La pregunta lo deja pensando y de pronto una pequeña idea empieza a germinar en su mente, una solución simple que aparentemente había pasado por alto. Tras meditarla cuidadosamente Denki decide arriesgarse.

<¿Sistema?>

<¿Estás listo para tomar una decisión?>

<Sí>

<Te oigo>

<Primero tengo una pregunta hipotética>

<Adelante>

<Cuando dices que no debo mencionar nada de lo acontecido en esa habitación, ¿te refieres a que no que no debo hablar del tema en absoluto o puedo hacerlo únicamente con quienes estuvieron ahí?>

<...>

<¿Y bien?>

<...podrás hablar de ello únicamente con las dos personas que estuvieron en esa habitación, pero solamente si ellos abordan el tema>

<Muy bien, otra pregunta, ¿qué pasa si abordan el tema en público?, es decir frente a otras personas, ¿la regla del silencio se mantiene?>

<...si ellos inician el tema frente a terceras personas no podrás participar en la conversación a menos que alguien te haga una pregunta directa sobre el asunto>

Denki se apretó los dedos. Muy bien, creo que es todo. Si guardo silencio y eso no hace peligrar al aliado de Izuku eso será todo, pero si lo hace entonces lo único que tengo que hacer es conseguir que Noche se delate solito. Es un plan.

<De acuerdo, Sistema. He decidido guardar silencio>

<¿Entiendes que no hablaras con Izuku ni con nadie sobre tu conversación con el Guardia Noche?>

<Sí>

<Tampoco tendrás permitido hablar de los detalles discutidos con el Emperador>

<A menos que ellos toquen el tema y alguien me haga una pregunta, ¿verdad?>

<Exacto, ¿confirmas tu respuesta?>

<Si>

<Respuesta registrada. Actualización de Objetivos lista. Buena suerte en el palacio>

Denki se apresuró a cerrar los ojos y por primera vez desde que tuviera conocimiento de sus objetivos volvió a mirar su pantalla.

¡¿Qué?! se preguntó con sorpresa al ver los cambios.

Objetivos Actuales

Sobrevivir al ataque del asesino.

Asegurar el compromiso del Tercer Príncipe.

Instaurar una alianza real.

Restricciones

No antagonizar al Emperador.

Mantenerse al margen del destino del Protagonista.

No hablar sobre las acciones del Guardia Noche.

Tras un momento de pánico Denki busco en su pantalla y encontró que si se concentraba podía "pasar página". En la nueva pantalla estaba una lista titulada "Objetivos Cumplidos" y en color gris había una pequeña lista de dos líneas: Eliminar las sospechas del envenenador. Enfrentar al traidor.

<Sistema, ¿cuándo hice estas cosas?> Pero como de costumbre el Sistema guardo silencio. <Sistema, no me dejes en visto. Al menos dime si el aliado de Izuku está a salvo. Tienes que decírmelo>

<...lo está>

<¿De verdad?>

<Así es. Tu decisión mantiene la trama en su versión menos desastrosa>

<Y si hubiera ido de chismoso, ¿la cosa sería diferente?>

No hubo respuesta y Denki se froto las sienes. Está bien. Entonces debo guardar silencio y no decir nada. Ponte el candado en la boca, Denki, y comienza a moverte. Y justo cuando estaba listo para hacerlo una campanilla invisible sonó dentro de su cabeza, tras lo cual volvió a oír la voz mecánica e impersonal que lo había guiado durante los primeros meses de su vida en ese mundo.

<¿El Visitante está listo para solicitar su pase libre?>

<¡Hey! hola, creí que te habías ido. ¿Has vuelto?>

<No, mi trabajo contigo se ha terminado. El Nuevo Sistema se encargará de guiarte durante el resto de tu viaje, mi participación actual es simplemente temporal. Te ofrezco cobrar tu Pase Libre ahora>

<¿Pase libre?>

Denki tardo un momento en entender. Se había olvidado por completo de la conversación que había mantenido con el Sistema la primera vez que se había visto en un espejo, el día que había descubierto que sus ojos no eran de color azul.

<¿Esto es en compensación por lo de mis ojos?>

<El cambio en los ojos del Tercer Príncipe no representan una amenaza a su identidad, pero generan atención sobre su persona; para compensarlo te ofrecemos un Pase Libre>

<¿Por qué me lo ofreces ahora?>

<Porque es el momento>

<Y si te digo que no, ¿podré guardarlo para después?>

<No, el nuevo Sistema no sabe nada de él>

<Pero tú has venido para ofrecérmelo>

<Porque ahora es útil>

<¿Es decir que lo necesito ahora?> Silencio <¿Lo necesito ahora y no puedes decírmelo?> Silencio <¿No puedes contestarme?>

<No puedo darte detalles mientras no decidas. Esas son las reglas que acepte para que me dejaran venir>

<¿Por qué no viniste antes?>

<Porque desde que te uniste a la trama lo único que has querido ha sido garantizar su supervivencia, apostaste tu vida por él y pensé que te gustaría esperar hasta que pudieras cumplir tu deseo>

<¿El Pase me ayudará a salvar a Shinsou?>

<¿Aceptas cobrarlo?>

Denki ni siquiera lo dudo. <Sí>

Hubo otro tintineo y él se apresuró a cerrar los ojos. Lo hizo a tiempo de ver como sus objetivos cambiaban.

Objetivos de la Trama

Sobrevivir al ataque del asesino.

Asegurar el compromiso del Tercer Príncipe.

Instaurar una alianza real.

Objetivos Personales

Impedir que Fantasma se una a la guardia de Noche.

Neutralizar al Prometido

Eliminar los cargos contra Fantasma

Restricciones

No antagonizar al Emperador.

No hablar sobre las acciones del Guardia Noche.

Mantenerse al margen del destino del Protagonista.

Denki leyó con cuidado cada renglón y procuro no espantarse demasiado porque solamente tenía idea de cómo cumplir con uno de ellos.

<Si cumplo con todos los objetivos personales, ¿Fantasma estará a salvo?>

<Sí>

<¿Por qué hay tantos?>

<Porque en la historia original Fantasma muere y la trama intenta mantener ese hecho invariante. Al ofrecerle una misión al Protagonista has hecho que su muerte no sea automática, pero no la has eliminado por completo. La vida de Fantasma correrá riesgo en tres ocasiones, todas ellas como resultado de tu participación en la trama>

<Bien. La primera me queda más o menos clara, pero no entiendo la segunda>

<Tu Prometido no siente aprecio por el Clan Sombra y no aceptará a uno en su casa>

<De acuerdo, otra pregunta, ¿cuáles serán los cargos contra Fantasma?>

<El asesinato de Eraser>

Claro, pensó Denki con amargura apenas se recuperó de la sorpresa, no podía ser de otra forma. Cuando siento que tengo control sobre la situación este mundo vuelve a demostrarme que vive para picotearme las narices.

[...]

n/a

Ah, la vida de Denki es una constante lucha contra la Trama, especialmente porque esta avanza sin avisos de ninguna clase y su única preocupación es encauzar el camino del Protagonista. Denki tiene su plato a rebosar y todo parece indicar que su vida en el palacio será excesivamente interesante.

Pues allá vamos.

PD. ¡¡Felices fiestas!! Deseo que tengan un bellísimo inicio de año. Nos veremos en Enero con más actualizaciones. ¡Muchos saludos y los mejores deseos!