Título Alternativo: Denki recibe una lección de política

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—Le gustaban los pájaros —respondió Neito tras una pausa—, había uno en particular que encontraba especialmente adorable por su esplendoroso plumaje dorado y sus diminutos ojos. Son aves cantoras, aunque dudo que las veas por aquí porque el Serín es una avecilla diminuta que solo se encuentra la Ciudad Marítima de Alerath, que es donde se encuentra el Palacio de Jade. Al saber que eran sus favoritas, nuestro padre mandó traerlas para ella.

—Eso debió hacerla feliz, ¿dónde están ahora?

—Las liberaron o murieron, no estoy seguro.

—¿No quedo ninguna?

—No que yo recuerde.

Denki asintió. —Creo que nadie me ha dicho si tenía un guardia sombra.

—No, esos son exclusivos para la familia imperial, pero tenía guardias designados para protegerla. Y eso era porque le gustaba viajar sola al Palacio de Jade para pasar tiempo con su familia.

—¿Y cómo era ella?

—Bellísima, decidida y enérgica; encantadora cuando lo quería y con el porte de una emperatriz.

—¿La gente te la recuerda?

—Sí, aunque la mayoría son estúpidos que intentan compadecerme.

—¿Nuestro padre no la menciona?

—No

—¿Nuestro tío?

—Solo si le preguntas.

—¿Y Mirio?

—Ya me conozco todas sus historias, no necesito preguntarle nada más.

—¿Y Noche?

—¿Por qué debería hablar de mi madre con Noche?

—Bueno, seguramente él también la conoció.

—Debió conocerla, toda la corte la conoció, eso no significa que me importe su opinión.

—¿Y él nunca te la menciona?

—Es cierto que Noche tiene la horrible tendencia de hablar sin que nadie le pida su opinión, nuestro padre lo deja ser porque a fin de cuentas hace su trabajo y sus sugerencias han demostrado ser acertadas, pero él sabe que no tiene permitido dirigirme la palabra sobre cuestiones que no se refieran a la corte.

—¿Dirías que una persona impulsiva?

—Jamás, y esa es otra de las cualidades que nuestro padre aprecia.

—Pareces conocerlo bien.

—Es un Sombra. Una vez que conoces a uno los conoces a todos.

—Dudo que Noche sea exactamente igual a Fantasma. O a Aizawa.

—¿Cómo puedes saberlo?

—Es una suposición. Estoy intentando aprender cómo funcionan las cosas para no enfadar a nuestro padre.

—Eso es fácil: No hagas cosas sin pedir permiso antes. Respeta la etiqueta. Obedece. Y por amor al cielo, nunca llames a Fantasma por otro nombre que no sea ese. No en público.

—Y si por ejemplo Noche-

—¿Por qué insistes en hablar de Noche?

—¿Tú puedes hablar de Aizawa sin parar pero yo no puedo hacer una pregunta sobre el Guardia Sombra de nuestro padre?

—No es lo mismo. Ya te lo dije: Aizawa es el líder del Clan Sombra.

—Lo siento, pero me he pasado mi vida metido en mi casa y no he prestado atención a mis deberes en cuestiones políticas, ¿puedes por favor explicarme por qué uno te importa y el otro no?

—No he venido a darte una lección de historia.

—¡Neito~, por favor!

—Bien, quita esa cara, dioses. Sabes cómo se toman las decisiones en la corte, ¿no?

—¿La gente acude con un problema y el Emperador decide?

—¡No! Una nación entera no puede depender del humor de una persona y tampoco hay suficiente tiempo para que el Emperador pueda encargarse de todos los problemas que surgen.

—¿No?

—¿Cómo fue que Hakamata descuidó tanto tu educación?

Ey, culpa al autor que no se dio a la tarea de llenar capítulos enteros sobre cuestiones políticas.

—¿Estaba enfermo?

—Tu excusa empieza a cansarme. Bien, nuestro padre es el Emperador, pero la armonía de su gobierno se erige sobre tres pilares indispensables: El consejo de nobles, el consejo de oficiales, y el Clan Sombra. Los dos primeros usualmente siempre están peleando por algo: Los oficiales proponen proyectos y los nobles no los apoyan. Los nobles exigen prerrogativas y los oficiales se los niegan. Hay ocasiones en que un problema se discute durante días.

—¿Tú asistes a las reuniones?

—Por supuesto, el necio de nuestro hermano se ha largado a la frontera a luchar, alguien debe tener aliados en el consejo para cuando el cabeza de aserrín vuelva y necesite ayuda.

—Bueno, ¿y esto en que involucra a Aizawa o a Noche?

—¡Para allá voy! Supongamos que hay un proyecto que se quiere poner en marcha, entonces ambos consejos se reúnen y discuten los beneficios y costos, al final se hace una votación interna para determinar la postura del consejo en general, después el portavoz de cada consejo se reúne con el Emperador para discutir la decisión. Si ambos grupos están en desacuerdo cada uno le presentará su punto de vista al Emperador para intentar convencerlo de votar a su favor, y nuestro padre puede o no respaldar a alguno o pedir ciertas condiciones para seguir adelante.

—¿Y si ambos están de acuerdo aún van con el Emperador?

—Por supuesto, y nuestro padre puede acceder o no, si lo hace el proyecto sigue adelante si no ambos portavoces intentan averiguar qué hacer para obtener la aprobación del Emperador y eso los lleva a volver a discutir el asunto. La mayoría de las veces este proceso es una formalidad pues todos saben de antemano cuál será la decisión final.

—Sigo sin ver a Aizawa o a Noche.

—¡Agh! Eraser tiene la capacidad de veto. Esto quiere decir que aún si el Emperador apoya la moción el líder del Clan puede detener la propuesta.

—¿Aún si todos los demás están de acuerdo?

—Exactamente. Por eso la gente lo quiere de su parte.

—¿Para manipularlo?

—Para explicarle con calma y en confianza por qué un punto de vista es mejor que otro. El punto está en que si perteneces al consejo y no te gusta la propuesta que se presenta lo que te conviene es conseguir que Eraser rechace la decisión hasta que se cambie.

—¿Y funciona a la inversa? ¿Si Aizawa quiere algo se hace?

—No, eso sería darle demasiado poder al Clan. Lo único que Eraser puede hacer es congelar un proyecto por el tiempo que desee.

—¿Por qué haría eso?

—Para mantener la paz del imperio. Por ejemplo, la única razón por la que no nos hemos ido a guerra es porque en cada votación Eraser ha ejercido su veto para impedirlo. El Clan Sombra no quiere una guerra, y seguirán vetando la propuesta independientemente de si el Emperador la apoya o no.

—¿El Clan no quiere luchar?

—En palabras de Aizawa no tiene sentido debilitar al Imperio en una guerra que podría durar años, especialmente no ahora que nuestra economía sigue recuperándose de las pérdidas que sufrimos a manos de los invasores del Este. Y más aun siendo que este conflicto no tiene justificación.

—¿No la tiene?

—Esa respuesta requiere un mapa y una clase de historia de al menos tres horas.

—No quiero la explicación que se da, quiero tu opinión. ¿La guerra con el Reino de Ame tiene justificación?

—No, es una cuestión sobre la división territorial que ha escalado de forma absurda. Todo empezó cuando algún estúpido empezó a cazar y talar bienes en nuestro territorio. El asunto se discutió ambos consejos sugirieron reforzar la seguridad de la frontera, al Reino de Ame no le gusto y envió a sus propios hombres. Hubo meses de tensiones en el que ambos gobiernos exigieron retirar a sus tropas.

—¿Y por qué Mirio decidió ir?

—Para estudiar la situación y ver si podía solucionar el asunto de forma pacífica, pero es obvio que no ha resultado. Las escaramuzas siguen, hay enfrentamientos aislados, y la tensión no deja de crecer. La votación en ambos consejos cambia constantemente, hay mucha presión por liquidar este asunto lo antes posible pues resulta desgastante en el sentido económico mantener tropas alimentadas y preparadas en la frontera sin hacer nada. Hay gente que quiere una guerra, trae beneficios económicos para ciertas clases, pero el deber del Clan es pensar en el bien del Imperio.

—Si todos quieren luchar, ¿no puede el Emperador ignorar la opinión del Clan?

—No. Eraser está en su derecho absoluto de usar el veto, es una distinción que el grupo recibió de parte del Primer Emperador. Si un Emperador intenta revocar ese derecho sin razón, se arriesga a perder el apoyo de Eraser. Perder el apoyo del líder significa perder el control del Clan al completo, lo que básicamente paraliza al ejército pues todos los oficiales de alto rango fueron entrenados y educados bajo los principios del Clan.

—¿Aizawa tiene tanto poder?

—Muchos consideran que sí. El hecho de que el Clan posea autonomía, es decir que ni el consejo o el Emperador puedan opinar sobre cómo escogen a su líder o cómo se aceptan a sus reclutas, resulta intolerable para ciertos círculos, pero eso ha evitado la corrupción entre sus filas. El título de Eraser solo lo obtienen aquellos que han probado rectitud, empatía, honor y lealtad. Cada uno de ellos se ha ganado la confianza de los Emperadores que les ha tocado servir, y cada uno de ellos ha demostrado prudencia en el uso del veto. Todos los ejemplos que tenemos prueban que el Primer Emperador tuvo razón para concederles semejante honor.

—¿Qué ejemplos?

—Necesitas abrir un libro y aprender un poquito de historia. De verdad.

—Lo sé, ahora cuéntame.

—Agh. Nuestra historia no está exenta de vergüenza. En el pasado han existido Emperadores que jamás debieron ser coronados. Uno de ellos empezó a llenar su harem de jovencitas, casi niñas, y fue acumulándolas como trozos de sal. Otro demostró una vena cruel hasta el punto en que intentó reinstaurar las ejecuciones públicas. El veto del Eraser de turno impidió que la cosa se saliera de control y cuando estos Emperadores intentaron revocar ese privilegio... bueno, te diré que no duraron demasiado en el trono.

—¿Y el Emperador no puede sustituir al líder por otro?

—No, pero si existen pruebas inequívocas de que Eraser no tiene el interés del Imperio por encima de todo o de que no es apto para el liderazgo, el Emperador puede solicitar a los miembros más antiguos del Clan que lo sustituyan.

—¿Ha pasado alguna vez?

—No que yo sepa.

Denki, que en ese momento tenía la barbilla apoyada sobre las manos y los codos sobre la mesa, emitió un suspiro cansado.

—¿En qué estás pensando? —preguntó Neito

—En que hay muchas cosas de este mundo que no sé.

—Y solo las aprenderás si decides abrir un libro.

—Ya sé, ya sé —y tras una pausa se enderezó para hojear otro de los libros en la mesa—. Por cierto, sigues sin decirme qué pasa con Noche. ¿Cuál es el asunto con él?

—Ya te lo dije, no hay. Noche es simplemente la sombra del Emperador, no tiene poder político o poder dentro del Clan. El tipo tiene labia, lo admito, pero nada más. La cosa habría sido diferente si él se hubiera quedado con el puesto de Eraser.

Denki alzó la cabeza.

—¿Cómo? ¿Qué has dicho?

—Dije que el tipo sabe expresarse-

—No, eso no. Lo que dijiste acerca de que Sombra era candidato..., eso que dijiste acerca de él siendo el nuevo Eraser, ¿de qué hablas?

—Que antes de convertirse en Noche, él era uno de los candidatos considerados para quedarse con el título de líder.

—Pero... ¿cómo podía ser candidato si para ese momento ya debía ser el guardia de nuestro padre? ¿o no? ¿cómo está la línea temporal en esto?

—Agh, tu ignorancia me hace daño. No lo soporto más —y dicho esto Neito se levantó—. Necesito un descanso.

—No, espera, espera, espera...

Denki fue tras él repitiendo su pregunta, pero Neito lo ignoró en su afán por buscar a Sombra.

—Trae mi palanquín —dijo Neito apenas Sombra se apareció frente a él—. Esperare en el vestíbulo principal.

La mujer se apresuro a obedecer y Denki siguió a Neito por el pasillo hasta la puerta de entrada.

—Neito, por favor.

—No, he contestado suficientes preguntas. Necesitas estudiar, te lo digo en serio, con esta cultura nos dejaras en vergüenza apenas abres la boca.

—Bueno, estudiaré, solo contéstame, ¿sí?, por favor, por favor, por favor.

—¡Basta! Tu ignorancia debería avergonzarte, independientemente de tu enfermedad me resulta inconcebible que no tengas idea de nada.

—Tienes toda la razón, y voy a estudiar, te lo prometo, pero no me dejes con la duda.

Neito resopló, rodó los ojos y finalmente sacudió la cabeza.

—El actual Noche no es el primero que porta ese nombre y las alternativas para su sustituto eran pocas dada la situación que se desarrollaba en ese momento. Eh, no, no más preguntas. Si de verdad quieres saber léete los informes que se escribieron sobre como nuestro padre ascendió al trono y por qué nuestro tío renunció a su corona. Estudia. Y deja de holgazanear.

—Neito~

—Calla. Y ahora que te levantaron el castigo tienes permiso para visitarme, pero solo después de que hayas estudiado porque me niego a sostener conversaciones con alguien que no sabe nada. Dioses, sigo sin comprender cómo lograste que Aizawa te tenga en tan buen estima, hazle un favor y no lo avergüences.

—Nunca haría eso.

—Ya veremos.

En ese momento los guardias de Neito se aparecieron cargando con su palanquín. Tras subir con ayuda de Sombra, el Segundo Príncipe le dirigió una mirada que no contenía enfado alguno.

—Recuerda lo que te dije y evita más problemas.

Al final la cortina cayó ocultándolo y Denki los vio alejarse por el camino principal mientras el cielo comenzaba a oscurecerse.

Rayos, esperaba que la conversación con Neito me diera información sobre Noche, pero aparentemente el tipo es inofensivo e inteligente. Agh, y mañana a primera hora tengo que estar en el palacio así que lo mejor es tener todo listo esta misma noche, significa que debo tomar mi decisión ahora.

mmmm

Muy bien, Denki, decide, lo peor que puede pasar es que el Protagonista pierda un aliado..., pero si perder significa que va a morir entonces no puedo ser negligente, al menos debo entender lo que estoy haciendo... ahhhh... ¿cuál es la mejor opción?

—Alteza

¡AH! ¡Carajo!, no me asustes así.

Denki se dio la vuelta luchando por bajar el corazón que tenía en la garganta.

—¿Qué pasa, Ina?

—Lamento la molestia, Alteza, solo quería notificarle que muchos de sus ornamentos personales se rompieron en... en la conmoción de la vez anterior y de los que quedan solo un puñado es apto para eventos formales. ¿Desea que empaque todos o prefiere escogerlos personalmente? Podría escogerlos yo si supiera a dónde irá.

—Empaca todo, no te preocupes por escoger.

—Como ordene, Alteza.

—¿Algo más?

Ina sonrió y le ofreció una reverencia sumisa.

—Es tarde, Príncipe, me permite hacer una pausa en mi labor para ir a la cocina a preparar su cena.

—No tengo hambre, continúa con tu trabajo.

—Tal vez Su Alteza prefiera una taza de té.

La respuesta 'Fantasma lo preparará' murió en su boca al recordar que su guardia se había marchado.

Ups, olvide que iba a quedarme con Neito y Sombra hasta que Shinsou volviera. Seguro que no debe de tardar, pero lo mejor será no quedarme solo. Por si acaso.

—Té estaría bien —respondió con calma y cuando Ina se marchó hacia la zona de los sirvientes, él fue tras ella sorprendiéndose de lo ligero que caminaba.

Vaya, tiene pies de gato, con razón no la oí acercarse.

No pudo evitar acordarse de Toka que solía anunciar su presencia tocando la puerta o llamando una vez antes de entrar. Siempre atenta y discreta, lista para anteponerse a todas sus necesidades.

¿A dónde fuiste, Toka?

Su desaparición incrementaba la desazón que sentía pues le resultaba inconcebible creer que ella tuviera algo que ver con el envenenamiento. Sin embargo, Denki entendía que por muy sorprendente que resultara era una posibilidad. Y mientras no supiera por qué la gente quería matarlo debía tener mucho cuidado con aquellos que lo rodeaban, pues las únicas personas en las que podía confiar eran Hitoshi, Aizawa y el Protagonista.

Denki esperabaque su decisión no terminara afectando a ninguno de ellos.

[...]