2.1 Objetivo
Título Alternativo: En el que Denki pone en marcha su plan.
[...]
<Objetivo 1: Sobrevivir al ataque del Asesino>
Apenas oyó el anuncio, Denki se echó a temblar. En su imaginación se vio atravesado por una cuchilla repentina y estuvo a dos latidos de correr por la puerta y buscar ayuda cuando el nuevo Sistema hablo una vez más.
<Objetivo 2: Eliminar las sospechas del Envenenador>
¿Eh?, pensó Denki olvidándose de su miedo y de su asesino imaginario; pero no tuvo tiempo de formular sus preguntas porque la voz del Sistema se escuchó por tercera vez.
<Objetivo 3: Enfrentar al Traidor>
<¿Por qué tengo tres objetivos con la misma persona?> preguntó, pero el Sistema lo ignoró y continuó con su monótono discurso.
<Las restricciones impuestas para el Príncipe son: No antagonizar al Emperador y mantenerse al margen del destino del Protagonista.>
<¿Al margen? Pero si ya acordamos que mi sola presencia modifica las cosas>
<La modificación se implementa para evitar que vuelvas a tratar de chantajear al Sistema>
Denki notó el calor en las orejas y se puso tieso.
<Chantaje es una palabra muy fea>
<Coerción. Coacción. Imposición>
<Ya te entendí. Basta con los sinónimos>
<Bajo ningún motivo el Príncipe debe asumir un papel activo dentro de la vida del Protagonista. ¿Queda claro?>
<Si>
<Del mismo modo tienes prohibido ejercer tu autoridad como personaje secundario para retrasar al Protagonista o modificar los eventos que están destinados en su vida. El Príncipe debe desbloquear cada uno de sus objetivos dentro del límite de tiempo estipulado y debe hacerlo sin alterar el resto de los acontecimientos que involucran al Protagonista>
<¿Solo tengo que cumplir con esos tres objetivos y ya?>
<Los objetivos no son lineales y no son únicos, conforme avance la historia otros ocuparán su lugar. Todos ellos pertenecen a la Fase I>
<¿Fase I?, ¿qué es la fase I?>
<La Fase I tiene como finalidad asegurar que la intromisión del Príncipe en la Trama no traerá consecuencias irreparables a la vida del Protagonista. Dicho de otro modo, busca integrarlo a la Historia. Siendo que el Príncipe no es un personaje primordial ni principal debemos monitorear su desempeño>
<Bien, lo entiendo, pero entonces ¿cuántas fases son?>
<Solo dos. La Fase II iniciará inmediatamente después de que el destino del Protagonista esté garantizado, entonces se desbloquearan los objetivos relacionados con la subtrama del Príncipe y para ello es importante haber completado todos los objetivos de la primer fase>
<Entonces... primero me preocupo por el Protagonista y después con lo que sea que el autor haya escrito para el Príncipe>
<La subtrama le proporcionara un trasfondo al personaje y eliminara los cabos sueltos que hayan podido crearse>
<Suena como algo que puedo hacer. Solo tengo una duda. Tú me dirás cómo va la trama, ¿verdad? Porque con excepción de ciertos detalles no estoy seguro qué pasa con el Protagonista después de que es exiliado>
<Los objetivos te indicaran el camino>
<¿No podría saberlo por anticipado?, así sería más fácil evitar entrometerme>
<Lo siento, tu intención es formar parte de la Trama y por tanto eres susceptible a ella. No tendrás trato preferencial y eso implica no saber lo que sucederá>
<¿Y qué pasa con mis puntos de popularidad, salud y demás?, ¿aún recibiré notificaciones cuando esté en peligro?>
<No, la Actualización del Sistema ha modificado ligeramente tus parámetros anteriores>
Denki se apresuró a cerrar los ojos y descubrió que su pantalla se había limpiado. En el centro, en color brillante, había una lista de seis renglones.
O1: Sobrevivir al ataque del Asesino
O2: Eliminar las sospechas del Envenenador
O3: Enfrentar al Traidor
Restricciones:
-No antagonizar al Emperador
-Mantenerse al margen del destino del Protagonista.
Los tres primeros tenían un contador en color verde claro –Denki supuso que eran los marcadores de tiempo– y encima de la pantalla había tres círculos vacíos.
<El marcado de Salud ha dejado de ser importante, pero el contador de Popularidad seguirá funcionando exactamente igual que antes>
Apenas termino de hablar, el primer círculo vacío se lleno con la imagen de un montón de figuritas diminutas –como los muñequitos que se colocan en las puertas de los baños– rodeados por un marcador de color amarillo. Y de inmediato la voz del Sistema volvió a tomar la palabra:
<Tus logros son el resultado de tu interacción con el resto de los personajes lo que le da profundidad al carácter del Príncipe, es decir su Relevancia, así que seguirás recibiendo notificaciones cada vez que consigas desbloquear uno>
Esta vez el segundo círculo se lleno con todas las estrellitas que habían conseguido anteriormente, incluida la "S" que hacía temblar a Denki.
<Debes ser consciente de que conforme convivas con la gente de este mundo, los logros seguirán apareciendo y aumentaran tu relevancia, a mayor puntaje mayor es el cambio que tus acciones generaran así que procura actuar con cautela>
<¿Y qué hay en el tercer círculo?>
<Pertenece a la Fase II y como te dije se refiere al trasfondo del personaje, por ahora se quedará en blanco. Por último, la barra de lealtad del Guardia Fantasma mantiene activo el Evento Sacrificio>
La barra de lealtad apareció en la parte baja de su pantalla, seguía llena y aún despedía destellos plateados.
<Si cambio las cosas, ¿la barra desaparecerá?> preguntó Denki
<No mientras la Lealtad del Guardia Fantasma se mantenga, pero ahora puedes evitar activar el Sacrificio>
<¿Cómo?>
<Sobreviviendo>
Denki apretó los dientes.
<Ya sabía que Fantasma iba a sacrificarse salvándome de mi asesino, no me dices nada nuevo. Necesito más detalles para poder evitarlo>
<Lo siento, el Sistema no ofrece consejos ni información. Lo único que puedo decirte es esto: Eres el único en este mundo que puede cambiar el destino de las personas que existen en él.>
<No el del protagonista>
<Obviamente. Este es su mundo después de todo>
<¿Cómo voy a cambiar el destino de Fantasma si no me ayudas?>
<Los objetivos marcan tu camino, el resto depende de ti>
<¿Y por qué todos los objetivos se refieren a la misma persona?>
<Para terminar mi participación, debo recordarte que eres susceptible a morir como cualquier personaje. Y fallar en cualquiera de estas dos fases traerá como consecuencia que este mundo sufra>
<Ya sé, ya sé. Si me equivoco el apocalipsis. Lo que no entiendo es, ¿eso no afecta el destino del Protagonista?>
<Se han hecho los cálculos adecuados. Una vez que se confirme que tu presencia no causa una divergencia catastrófica en su camino, nada de lo que hagas podrá afectarlo en un futuro. Aun si este mundo se hunde en el caos y la guerra, el Protagonista prevalecerá y su viaje, si bien difícil, saldrá adelante>
<Pero tú dijiste que si fallo se perderá la esperanza de este mundo>
<Así será, y durante muchos años la gente sufrirá, pero al final el Protagonista saldrá adelante y devolverá la paz. Independientemente de tu éxito o tu fracaso, el Protagonista está destinado a alcanzar la grandeza>
<Ya. Los únicos que sufrirán serán el resto de los mortales, ¿cierto?>
<Es inevitable>
<Como sea, ahora abordemos una cuestión importante ¿por qué mis tres objetivos-?>
<Lo siento, el Sistema no ofrece consejos ni información>
<¡Es una simple pregunta!>
<Has alcanzado tu límite de consultas mensuales>
<¿Qué?>
<A partir de aquí el Sistema limitara su contacto contigo para evitar posibles chantajes y fugas de información. Una vez al mes tendrás derecho a quince preguntas y consultas de diferente índole. Si eso es todo->
<No, ¡espera!>
<-el Sistema se despide. Buena Suerte>
<¡HEY! ¡Todavía no terminaba de hablar!>
Pero sin importar cuántas veces gritara o se pusiera a maldecir, el Sistema se mantuvo en silencio. Denki se frotó la cara conteniendo el grito de ira que amenazaba con estallar.
Genial, sigo como al principio.
Decidido a no rendirse, Denki se concentró en el plan que tenía entre manos así que volvió a su habitación y se metió en su cama a esperar. Oyó que la puerta se abría y tras un momento de silencio oyó un susurro.
—Alteza.
Era Shinsou, pero Denki fingió estar dormido y no le contestó. Procuro quedarse quieto durante largo rato hasta que volvió a oír la puerta deslizarse por su marco. La costumbre era que una de sus sirvientas entrara para abrir las ventanas y ventilar la habitación, y era común que encontrara a Denki levantado cepillándose el pelo, pero esta vez él ni siquiera se movió.
Eventualmente la sirvienta se acercó a la cama –como había hecho en esos primeros días en los que Denki no conseguía levantarse– y murmuró con cuidado.
—¿Alteza?
Denki fingió despertar: Abrió los ojos, frunció el entrecejo y frotó la cara contra su almohada.
—¿Hm? —dijo Denki
—Buenos días, Alteza —respondió Toka ligeramente preocupada—. ¿Quiere desayunar?
—No tengo hambre.
—Alteza, debe comer.
—No.
—Un bocadillo, Alteza, solo uno.
—Bien —dijo Denki con aparente hartazgo—. Pero quiero los bocadillos de naranja que probé hace unos meses.
—No sé de qué bocadillos habla, Alteza.
—Fantasma, ¿sabes cuáles son?
Desde su acostumbrado lugar junto a la pared, Shinsou respondió con rapidez.
—Sí, Alteza. Los probamos cuando fuimos a visitar las barracas de los soldados.
—Eso es —se giró para mirar a Toka—. Envía a Ina con Aizawa para preguntarle dónde compro los bocadillos y después quiero que compre cinco docenas.
—¿Tantos?
—Sí, quiero compensarle a Aizawa la molestia.
—De acuerdo, Alteza.
—Eso también me recuerda, ayer vino el Segundo Príncipe y me pidió ayuda con algunas decoraciones. ¿Quién es el mejor vendedor de telas en la región?
—Bueno, Alteza, la tienda más cercana-
—No quiero la tienda más cercana quiero al mejor comerciante, ¿sabes quién es?
—Hay un comerciante en la Ciudad de Caberla, varias tiendas de la ciudad le compran a él.
—Bien, entonces envía a Sayu y a Mizushima a buscarlo. Quiero un muestrario completo de su inventario, que le digan para quien es por si tiene algún inconveniente.
—Pero, Alteza, la Ciudad de Caberla está a tres días de distancia.
—Entonces que se marchen hoy mismo. El Segundo Príncipe no puede esperar.
—Como ordene, Alteza.
—Por cierto, hoy es tu día libre, ¿cierto, Toka?
—No se preocupe por eso, Alteza. Estaré gustosa de quedarme-
—No, no, recuerdo que me pediste permiso para marcharte hoy a mediodía. ¿Era por el cumpleaños de tu sobrina?
—Alteza, por favor, no se preocupe.
—No, insisto. Ve y toma tu día libre. Cuando Ina vuelva se hará cargo de las comidas y Fantasma puede ayudar en el resto. Estaremos bien hasta que regreses.
—Pero, Alteza-
—Es una orden. Es probable que hoy no me levante así que tampoco habrá mucho que hacer, ¿queda claro?
—Sí, Alteza.
—Bien, ahora déjame solo. Cualquier cosa que necesites pídesela a Fantasma.
Ambos se marcharon y Denki se metió bajo las cobijas a pensar. Sabía que el Protagonista iba a aceptar su misión, pero lo importante era hacerlo sin arriesgar a que Shinsou decidiera intervenir. Enfrascado en sus pensamientos, Denki se quedó ahí hasta que la puerta de su habitación volvió a abrirse. Supo que era Shinsou porque no hizo ruido alguno mientras entraba.
—¿Se han ido? —le preguntó
—Sí, Alteza.
Entonces Denki apartó las cobijas de un golpe y se levantó.
—Prepara té para nuestros invitados, me cambiaré y esperaré en el salón para las visitas.
Shinsou obedeció y Denki se apresuró a vestirse. Pese a que deseaba ponerse su ropa de casa lo mejor era mantener su papel de cara a las visitas así que se decidió por una de sus túnicas elegantes. Vestirse sin ayuda resultó ser una lata, pero Denki perseveró hasta que consiguió un aspecto pulcro frente al espejo. Omitiendo que sus ojeras le daban un aspecto terrible, se había decidido por el pelo bien cepillado y suelto lo que hacía resaltar la forma de su cara y sus ojos, y la túnica era lo suficientemente llamativa para recordarle a quien la viera su título; complacido con el resultado, Denki se dirigió hasta el salón cerca de la entrada y ahí se quedó.
Cuando Shinsou llegó con el té lo dejo sobre la mesita larga, entonces se limitaron a esperar. Los nervios se revolvieron dentro de Denki cuando vio a Shinsou salir para recibir a la persona que tocaba en la entrada. Al volver lo acompañaba Aizawa con una expresión tan sombría que Denki estuvo a punto de encogerse y pedir perdón.
—Hice lo que me pidió, Alteza —dijo Aizawa—. Mis hombres mantendrán a su sirvienta ocupada mientras tratan de localizarme. Y en un rato se disculparán con ella y le darán la información que busca.
—Bien, mientras la distraigan todo el tiempo que puedan nos dará suficiente tiempo para charlar. De los otros no tendré que preocuparme por ahora. Toka también se ha ido y no volverá hasta mañana. Saya y Mizushima volverán en una semana.
—No lo entiendo, Alteza. Charlar sobre qué.
—No me gustaría tener que repetir todo dos veces, será mejor esperar a nuestro otro invitado. Le enviaste la segunda nota que Shinsou te dio, ¿cierto?
—Así fue, Alteza. Aún sin entender por qué quiere hablar con él.
—Seguramente él también tendrá la misma duda, pero sentémonos. Shinsou se tomó la molestia en preparar el té.
Como era costumbre el té no tenía azúcar, Aizawa y Shinsou lo bebieron sin cambiar de cara pero Denki acercó la azucarera y se sirvió generosamente. Procuró concentrarse en su taza mientras fingía no darse cuenta de las miradas que los otros dos intercambiaban.
Al final la espera termino cuando finalmente Shinsou se levantó por segunda vez para abrir la puerta. Denki se levantó con él, demasiado ansioso para seguir arrodillado, y apenas el recién llegado cruzo la puerta, él le ofreció una inclinación respetuosa.
Un gusto conocerte por fin, Protagonista.
[...]
¡Y estamos de vuelta!
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