1.23. Éxito
Título Alternativo: Denki necesita un descanso y un abrazo
[...]
El carácter del Emperador siempre había sido volátil, Denki lo sabía, pero no había esperado que fuera tan impredecible.
Voy a tener que andarme con mucho cuidado para no volver a irritar a este hombre
Estaba ocupado maldiciendo mentalmente cuando Shinsou y Aizawa aparecieron por la puerta y corrieron hasta detenerse junto a él.
—Alteza —dijo Shinsou extendiendo las manos. Denki lo aferró y se apoyó en él para levantarse.
—Llamaré al médico, Alteza —dijo Aizawa
—No —respondió Denki incapaz de evitar una mueca al mover la boca y sentir la tirantez en la zona— Quiero irme a casa.
—Pero, Alteza...
—Casa —repitió con más firmeza y eso basto para que Aizawa asintiera.
Entre ambos lo acompañaron por los pasillos vacíos hasta la zona donde su palanquín lo esperaba.
—Lo siento, Alteza —dijo Aizawa ofreciéndole su mano para ayudarlo a subir— si esto fue por culpa del Festival-
Denki se giró hacia él y le ofreció un abrazo. Fue cortísimo y termino sin que el hombre atinará a corresponderle.
—No —se apartó e intentó sonreírle sin éxito. Sentía la cara caliente y deforme— la decisión del Festival fue mía, y lo habría hecho aun si te hubieses negado. Si insistes en la culpa voy a subirme a otro escenario a bailar de nuevo.
—Alteza-
—Me ayudaste. Eso es lo único que importa, ahora cuídate. No podré visitarte porque me han ordenado quedarme en casa, pero cuando pueda, volveré a darte lata, ¿de acuerdo?
—Como ordene, Alteza.
Oculto tras las cortinas vaporosas Denki los oyó murmurar, pero no hizo caso, empezaba a punzarle la cabeza y tenía ganas de recostarse.
En la casa Toka lo recibió con una expresión de horror, pero antes de que ella empezara a decir nada Denki alzó las manos y procuró ser lo más breve posible.
—Estoy bien. Me voy a la cama, y mañana me tomaré el día libre. Solo Fantasma está autorizado para entrar en mi alcoba. Si alguien viene preguntando por mí lo envían de vuelta. No quiero que nadie me moleste. Nadie, ¿está claro?
Ella asintió y cuando intentó ofrecerle algo para su cara, Denki se marchó sin despedirse. En su alcoba se desnudó sin ayuda, dejo su ropa sobre uno de los silloncitos y después se vistió con su ropa de cama. Puso los adornos de su cabeza en el buró y se limitó a sujetar su pelo en una coleta a la nuca.
Estaba acomodándose entre las mantas cuando Shinsou volvió llevando una palangana de agua y un pañuelo al hombro.
Con la palangana en el regazo, Denki sumergió el pañuelo en el agua fría que olía a sábila y lo apretó contra su boca. La sensación genero un escalofrío que lo recorrió de pies a cabeza, podía sentir como toda la zona de su labio superior latía.
Denki no pudo evitar un gemido cuando sus dedos fríos tocaron la zona caliente, donde la piel empezaba a sentirse tirante y dura.
—Lo siento, Alteza —dijo Shinsou
Fue el tono, lastimero y frustrado, el que hizo a Denki alzar los ojos.
—Debí... —parecía incapaz de mirarlo a la cara, tenía el cuerpo tenso, los puños apretados y las líneas de su mandíbula indicaban la fuerza que estaba usando para controlarse.
Denki se apiadó de él, extendió la mano hasta sujetar su uniforme y tironeó de él hasta conseguir que los ojos violetas se alzaran hacia él. Entonces le hizo una seña para para que se arrodillara junto a la cama, la repitió una y otra vez hasta que lo hizo entender.
Shinsou se arrodilló, enterró la cara en el colchón y coloco ambas manos sobre este.
—Lo siento —dijo
Pero Denki no lo había hecho arrodillar para oírlo disculparse, mientras su mano derecha sujetaba el pañuelo húmedo contra su boca, la izquierda se deslizo sobre la cabeza de Shinsou y la acaricio con lentitud.
Con mucho cuidado, tratando de no mover demasiado su boca, Denki le dijo:
—Aquí no hay culpa que sea tuya. No había nada que pudieras hacer. Él es el Emperador, ¿no es así?
—Pero-
—¿Lo es o no?
—Pero-
—Se supone que yo soy el necio de esta casa, ¿no?
Shinsou se rio, aunque fue un sonido estrangulado que murió casi tan pronto surgió. Entonces enterró la cara con más fuerza en el colchón, extendió los brazos pero se detuvo, y termino aferrando las sábanas.
—Lo siento —dijo Shinsou una vez más.
—Todo está bien.
Denki siguió acariciando su cabeza, deslizando sus dedos por las hebras de pelo color violeta hasta aflojar su apretada coleta.
—¿Quieres que siga con la tradición, Fantasma? —preguntó Denki repentinamente curioso.
Una breve sacudida. Una negación inequívoca.
—Entonces, Hitoshi —dijo Denki— no fue tu culpa.
Hitoshi alzó el rostro y lo miro. Los ojos violeta se enfocan en su boca -Denki experimentó un súbito escalofrío- y después ascendieron hasta mirarlo directamente a los ojos -una sensación tibia y electrizante hizo temblar su estómago-.
Un poco abrumado por la repentina reacción de su cuerpo, Denki extendió la mano y le palmeó la cabeza en un intento por borrar lo extraño de la situación. El gesto provocó que Hitoshi extendiera la mano como si quisiera tocarle la cara, Denki experimentó otra vez el escalofrío, el cual comenzaba a ser familiar, pero Hitoshi retiró su mano y se levantó.
—Descanse, Alteza —dijo.
Denki asintió; humedeció una vez más el trapo en la palangana antes de que Hitoshi la moviera a la mesita junto a la ventana, entonces lo dobló y lo colocó sobre su cara después de acostarse.
Estaba tan cansado tras los acontecimientos del día que no pudo evitar dormirse apenas consiguió relajar los músculos de su cuerpo.
&
Denki durmió durante horas, recuperando el sueño perdido de los últimos días. Despertó en algún momento de la mañana, cuando Hitoshi se apareció para ofrecerle desayunar, pero Denki murmuró una protesta y volvió a dormirse.
La siguiente vez despertó sin ayuda y permaneció así largo rato viendo la luz cambiar en la ventana de su habitación. Su cara había dejado de dolerle aunque seguía sintiendo la hinchazón de su boca.
Estaba listo para dormirse de nuevo cuando Hitoshi apareció con expresión mortificada.
—Alteza, lo siento, sé que no quiere recibir a nadie, pero... El Segundo Príncipe está aquí.
Denki parpadeó incapaz de procesar lo que acababa de oír, pero no tuvo tiempo de analizar la información porque en ese momento Neito entró en la habitación. Tres voces sonaron al mismo tiempo.
—¡AH! —dijo Denki pegando un salto en su cama y arrimando todas las cobijas contra su cuerpo
—¡No puede entrar aquí! —dijo Shinsou, pero cuando intento moverse fue interceptado por Sombra, la guardia del Segundo Príncipe.
—Solamente el Emperador me hace pedir audiencia —dijo Neito— y no tengo tiempo para estar esperando allá afuera.
Neito se detuvo frente a la cama y miro a Denki.
—Dile a tu sabueso que se calme —se refería a Shinsou que parecía listo para liarse a golpes con la mujer—. Tú y yo tenemos que hablar.
—Hitoshi —dijo Denki sin poder evitar la mueca al sentir su boca inflamada— lleva a Sombra a tomar el té.
Hitoshi no vaciló pese a que era obvio su deseo de quedarse, se marchó con la mujer detrás suyo y una vez que estuvieron solos Neito no perdió tiempo. Se acercó al borde de la cama y se sentó a los pies de Denki.
—Creí que estaría peor —dijo señalando su cara— cuando tu sombra dijo que no recibías visitas me imagine que nuestro padre se había excedido un poco.
—No pasó nada más de lo que viste, simplemente no quiero ver a nadie.
—No es como si alguien quisiera venir a verte.
—Y sin embargo estás aquí.
—Siempre hay una primera vez.
—Me duele la cara, ¿podemos ahorrarnos toda la batalla verbal e ir al punto?
—Solo si quieres ser aburrido.
—Lo quiero.
—Bien, solo vengo porque Hizashi me envía a ver cómo estás.
—¿Por qué no viene él?
—Nuestro padre lo ha enviado a hacer un recado. Salió hoy y volverá en un par de meses, dependiendo de las negociaciones que tenga que hacer.
—Uhm
—Sí, bueno, me pidió que viniera y te dijera que descanses. Dijo: "Espera hasta que tu padre te deje salir, muchacho, y después evita hacerlo enfadar". Supongo que se ve en la necesidad de aclararlo por si tu sentido común se esfumó junto con tus modales.
—Hmjum.
—Ahora, acepte venir a darte el recado porque quiero saber qué hiciste para tener a Aizawa de tu lado.
—¿Qué?
—Aizawa. Es la primera vez que lo veo contestándole al Emperador, sin mencionar que debió haberle dicho algo a nuestro tío o él tampoco habría metido las manos para sacarte del apuro en el que te metiste.
—No hice nada.
—No me mientas, llevó años intentando ganarme a ese ogro malencarado, y tú lo consigues apenas sales de aquí. No lo creo.
—Solo fui amable.
—Eso tiene más sentido.
—¿A dónde fue Hizashi?
—Supongo que puedo decírtelo. Lo han enviado para ultimar los detalles de tu compromiso.
—¿Sabes quién es mi prometido?
—Dirás prometida. Y no, no lo sé. Hizashi no quiso decírmelo.
—Estoy seguro de que tengo un prometido, uno al que todavía no conozco. Hizashi y el Emperador lo dijeron ayer.
—Debiste oír mal. No tienes un prometido, no puedes tener un prometido.
—¿Por qué no?
—Eres un príncipe. Nuestra casa está destinada a casarse para perpetuar nuestro linaje, todos los hijos del Emperador están destinados a tener una esposa.
—Pero yo los oí, ellos dijeron prometido.
—El golpe te dejo tonto. Un príncipe nunca se casará con otro hombre, eso sería un suicidio político: No tendrías descendencia, no tendrías derecho al trono. Podría solucionarse si después el Emperador te deja tener una concubina con la que puedas procrear, pero es absurdo pensar siquiera que nuestro padre considere dejar que tengas un esposo que se una a esta corte.
Denki parpadeó. Estaba seguro de lo que había oído y también tenía la certeza de lo que había leído. Al acordarse de la novela, Denki recordó que el Tercer Príncipe solía fantasear con conocer el mundo.
—Bueno —dijo Denki tratando de ordenar sus ideas— ¿qué pasa si no se trata de que alguien se una a mi casa?
—¿A qué te refieres?
—¿Qué pasa si tengo un prometido y soy yo quien se une a la suya?
—Es una locura.
—Sí, ya lo dijiste, ¿seguiría siendo malo?
—Sería una vergüenza. Ningún hombre de origen noble aceptaría tomar como consorte a otro hombre, ni siquiera a un príncipe; podría aceptar que forme parte de su harem, si lo tiene, pero si ese fuera tu caso perderías tu estatus y cualquier derecho al trono. Peor aún, tu mismo valor dentro del harem sería nulo porque no tienes forma de procrear hijos para tu esposo.
—Pero es posible.
—No en tu caso.
—Pero es posible.
—Escucha, el padre que permite a su hijo unirse a un harem sabiendo que será miserable el resto de su vida es un padre que no valora a su sangre. No sé quien es tu prometida, pero ten por seguro que es alguien de las familias leales a nuestra casa. Hija de un oficial. Hija de algún diplomático. Incluso hija de algún comerciante rico. Y si no hay candidatas aquí en la Ciudad Imperial siempre podemos contar con nuestros aliados. La familia Taisin o la familia Moaj, o cualquiera de las familias que viven en el Reino.
Denki asintió.
—No tienes nada de que preocuparte —añadió Neito— aun si el contrato matrimonial se hace en este año no significa que la boda tenga que ser ahora. Yo he tenido una prometida desde hace cinco años, la visito ocasionalmente y todos felices.
Denki balanceó la cabeza sin mucho entusiasmo sin dejar de pensar. Al ver que la conversación no iba a continuar, Neito se puso de pie.
—Pues ya te di el mensaje de Hizashi, así que me voy.
Denki se acostó y fingió estar dormido cuando Hitoshi volvió para preguntarle si quería comer. Al oír que los pasos se alejaban, abrió los ojos y empezó a meditar.
Estaba segurísimo de que el Príncipe tenía un prometido, pero si lo que Neito decía era cierto entonces la situación podía llegar a ser problemática. Lo único en lo que Denki podía pensar era: ¿Qué razón tenía el Emperador para casar a su tercer hijo con otro hombre?
Dado que es una trama que no se desarrolla en la novela es probable que no sea importante. No consigo recordar si, en alguna de las entrevistas que le hicieron, el autor comentó sobre el prometido desconocido. Podría ser que se haya equivocado y que en realidad sea una chica.
La duda no lo deja en paz, pero el aburrimiento puede con él y vuelve a dormirse.
Cuando despierta por tercera vez todo está oscuro y cuando enciende la lámpara que esta sobre la mesa junto a su cama descubre que alguien -probablemente Hitoshi- dejo un plato con fruta y panecillos.
Comió con calma mientras volvía a pensar en la conversación con Neito.
¡BAH! Vamos a olvidarnos del prometido, cuando Hizashi vuelva le preguntaré a él porque la otra opción es hablar con el Emperador y a ese no me acerco sin una vara de diez metros. Así que.... Lo importante ahora es el regreso del Protagonista. Faltan menos de dos semanas para que vuelva, ya debe de estar en camino. Sí, y después de que lo conozca...
El panecillo se detuvo a mitad de su boca.
...después... la trama seguirá su curso. A ver espera. Hay algo aquí que no encaja.
Devolvió la comida al plato e intento recordar exactamente lo que sucedía en la novela original.
Izuku vuelve de la Academia y al enterarse que su hermano está muy enfermo va a visitarlo. Lo visita durante varias semanas hasta que el Tercer Príncipe se muere. Entonces acusan a Fantasma y lo ejecutan casi con días de diferencia. Izuku investiga mi muerta, habla con Aizawa, con el Emperador, con su tío, con el doctor Yakumo y después se da el asesinato de los hombres del Reino de Ame, entonces Izuku es culpado y exiliado. Y ahí termina la novela.
Sí, Denki se acordaba perfectamente de la trama original, pero...
No estoy enfermo. No hay razón para que Izuku venga a verme. Si el Protagonista no viene, no me conoce, si no me conoce no intentará averiguar por qué morí, eso significa que no hay razón para que lo exilien. Y no podrá iniciar la travesía que lo llevará a alcanzar su destino...
Aterrado, Denki cerró los ojos y abrió su pantalla. En cuanto lo hizo recibió una notificación.
<¡Felicidades! Objetivo conseguido. El Príncipe Denki se ha convertido en un personaje espectador. Has alcanzado los requisitos mínimos para garantizar la supervivencia del príncipe. Tu vida te pertenece>
Para su asombro la barra de Popularidad y Salud estaban llenas en su totalidad. La barra de Lealtad seguía brillando y la Relevancia había escalado hasta llegar a 600 puntos. La barra de Desastre había vuelto a bajar hasta 620 y el marcador de los días había perdido su número y solo tenía dos líneas verticales en su interior.
De puro alivio Denki suspiró, estuvo a punto de reírse, pero se contuvo.
<¿De verdad? ¿Lo conseguí?>
<Los puntos obtenidos durante la cena en las áreas de Lealtad, Voluntad, Respeto, Obediencia y Tenacidad fueron suficientes para elevar la relevancia a la mitad de su marcador>
<Pero habías dicho que necesitaba un porcentaje más alto>
<Eso era antes de desbloquear otro Atributo Especial>
Denki sonrió y saboreó el éxito, solo entonces se percato que debajo de la barra de Lealtad había otra estrella con la letra S en su interior.
<Sistema, ¿qué Atributo?>
<Un momento. Recuperando notificación... ¡Felicidades! Barra de Relevancia al 50%. Se procede a la combinación con el Atributo de Lealtad. ¡Felicidades! Atributo Especial Desbloqueado. Sacrificio. Barra de Desastre Congelada. +100 puntos de Relevancia.>
<¿Sacrificio?, ¿qué clase de atributo es ese y por qué se relaciona con la barra de Lealtad?>
<La Lealtad de parte de Fantasma desbloquea "Sacrificio" que garantiza que la trama no sufra modificaciones>
<No, espera, ¿la trama sigue igual? ¿cómo rayos la trama sigue igual si me vas a dejar vivir? Se supone que mi muerte es el detonante en la travesía del Protagonista>
<No>
<Claro que sí>
<No. La injusticia y la ejecución de un inocente es lo que garantiza que el Protagonista emprenderá el viaje hacia su destino>
<¿Qué?>
<La muerte del Príncipe provoca que su guardia Fantasma termine siendo enjuiciado por un crimen que no cometió. Tu muerte es opcional, de no haber conseguido los tres objetivos la trama se habría mantenido exactamente igual, pero ante tu éxito tu posición queda garantizada. La Lealtad del Guardia Fantasma asegura que el Sacrificio se mantenga.>
Y entonces el Sistema pronuncia las palabras que Denki habría deseado no oír nunca.
<Es su muerte y no la tuya la que desencadena el destino del Protagonista.>
[...]
n/a
Hola, chicxs.
Primero que nada gracias por seguir aquí comentando y teorizando. En segunda nos acercamos al final del primer arco y por eso estamos avanzando rápido, quedan unos cinco capítulos para acabarlo y como imaginaran van a quedar incógnitas. Pueden hacer una lista.
Ahora, voy a agregar un Q&A (preguntas y respuestas) al final del primer arco ya que hay detalles que no he podido añadir por cuestiones de narración (como la edad del Príncipe Denki y un poco de su pasado), pero me gustaría que ustedes también participaran y por eso escribo esto aquí para tener tiempo de conseguir la mayor cantidad de preguntas.
No estoy segura de cuántos de ustedes van a participar, así que vamos a tratar de que sea una pregunta por persona. Si cuando nos acerquemos al final veo que no son suficientes agregaré otra nota para que puedan añadir una segunda pregunta. Preguntas parecidas o iguales se omitirán y me quedaré con el primero que la haya formulado.
Ahora, imaginen que son los lectores de Toshinori Yagi y que han leído el primer volumen de su saga Balada de Dos Espadas, ¿qué quieren preguntarle? Pueden ser cualquier cosa, algo que quieran saber o una duda que tengan sobre la historia original (léase la historia donde Denki y Hitoshi murieron) y él responderá.
Justo el capítulo anterior he recibido un par de preguntas que me interesa añadir, estás son:
¿Por qué nadie usa el nombre Eraser para dirigirse a Aizawa?
¿Por qué Denki tiene un prometido y no una prometida?
Entonces si tienen preguntas para añadir al Q&A pueden dejarla aquí ->
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