O11 : Recuerdos
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La mañana siguiente fue silenciosa, el sol entrando suavemente a través de la ventana del apartamento que alguna vez compartieron, ahora vacío de su presencia. Hongjoong había pasado toda la noche junto al cuerpo de Seonghwa, aferrándose a la última imagen de su ser querido. No había dormido ni un solo momento; cada vez que cerraba los ojos, la imagen de Seonghwa, su rostro pálido y tranquilo, se le aparecía frente a él. El dolor de su partida lo ahogaba en silencio.
Pero algo había cambiado. En medio del vacío, algo llamó su atención. En la mesa de la cocina, junto al lugar donde solían sentarse a desayunar, había un sobre. Un sobre sencillo, con el nombre de Hongjoong escrito en letras temblorosas pero reconocibles. Seonghwa había escrito esa carta, había dejado algo más. Algo para él, algo que Hongjoong nunca podría haber esperado encontrar.
Con las manos temblorosas, Hongjoong tomó el sobre. La imagen de Seonghwa en su mente era tan clara como el día anterior. La había visto partir de este mundo, pero había dejado algo que lo ataba aún más a él, una última conexión, una última muestra de amor. Al abrir el sobre, una pequeña fotografía cayó al suelo. Era una foto que les habían tomado a ellos mismos en un día cualquiera, un día en que el tiempo parecía detenerse. Ambos sonreían, sus ojos brillaban con felicidad, y aunque el tiempo había cambiado, ese momento parecía eterno.
Con los ojos llenos de lágrimas, Hongjoong levantó la foto, sintiendo una oleada de tristeza recorrer su cuerpo. Seonghwa nunca volvería a estar a su lado, pero al menos había dejado algo de sí mismo en este pequeño pedazo de papel.
Tomó la carta con manos temblorosas y comenzó a leer.
"Querido Hongjoong,
Si estás leyendo esto, es porque ya no estoy a tu lado. No sé si serás capaz de comprender lo que estoy a punto de decir, ni si querrás leer estas palabras, pero siento que es lo último que debo hacer. No quiero que llores por mí, no quiero que sientas culpa, ni tristeza. Ya todo ha acabado, y ahora todo lo que puedo hacer es despedirme de ti, aunque sea de esta manera.
Tú fuiste lo mejor que me pasó. Y si soy honesto, nunca imaginé que alguien tan increíble como tú podría haberme dado tanto amor. Me enamoré de ti, Hongjoong, aunque lo supe demasiado tarde. Sabes que siempre lo hice, ¿verdad? Siempre te quise, incluso cuando las palabras no salían, incluso cuando las acciones no lo demostraban lo suficiente. Tú significaste más para mí de lo que nunca podré decir.
A lo largo de todo este tiempo, siempre pensé que de alguna forma me salvarías. Pensé que podrías hacer que todo esto pasara. Pero ahora, mientras escribo estas palabras, me doy cuenta de que nunca pedí ser salvado. Lo único que quería era estar a tu lado, aunque fuera por un poco más de tiempo. No me arrepiento de haberte conocido.
Sé que lo que viví fue hermoso. Las risas, las pequeñas cosas cotidianas, los momentos de silencio compartido... todo eso lo llevaré conmigo, aunque no pueda estar más contigo. Cuando todo esto termine, te ruego que no guardes dolor por mí. No quiero que mis recuerdos te pesen. Quiero que recuerdes los buenos momentos, las sonrisas, las promesas que no pudimos cumplir, pero que, en algún lugar de nuestro corazón, siempre estuvieron.
Espero que encuentres alguien que te ame como yo lo hice, alguien que te entienda y te aprecie por todo lo que eres. Porque tú mereces ser feliz, Hongjoong, mucho más que yo. Sé que esta es la última vez que te hablo, pero quiero que sepas que siempre estaré contigo, de alguna forma. Mi amor por ti no desaparece con mi cuerpo. Siempre estaré en ti, en tus recuerdos, en tu corazón.
Por último, por favor, no te culpes. No fue tu culpa. Si de algo me arrepiento es de no haber sido capaz de decirte todo esto antes. Mi corazón siempre fue tuyo, pero ya no puedo más. Gracias por darme todo lo que me diste, por amarme aunque no lo mereciera. Gracias por ser tú.
Te amo, Hongjoong. Siempre te amaré.
Con todo mi corazón,
Seonghwa
Hongjoong dejó caer la carta, y de inmediato sus lágrimas comenzaron a caer con más fuerza. Las palabras de Seonghwa, tan llenas de dolor y amor, lo atravesaron como una lanza. Era como si se hubiera despedido de él no solo con esas palabras, sino con su vida entera. Hongjoong apretó la fotografía entre sus manos, el rostro de Seonghwa sonriendo feliz, recordando el amor que compartieron, aunque solo fuera por un breve tiempo.
Seonghwa había tenido la oportunidad de decir lo que sentía, de dejar su amor en un pedazo de papel. Pero Hongjoong, él nunca pudo haber dicho lo mismo. Él nunca pudo haber mostrado su amor tan claramente, tan completamente como Seonghwa lo había hecho en sus últimas palabras. El dolor lo inundó, pero también una extraña sensación de gratitud por haber tenido a Seonghwa en su vida, por haberlo amado aunque fuera solo en un amor unidireccional, aunque fuera en silencio.
Hongjoong abrazó la carta contra su pecho, como si eso fuera lo único que le quedaba de Seonghwa.
—Te amo, Seonghwa. Siempre te amaré —susurró, entre sollozos, sin poder contener el dolor.
Y en ese momento, mientras lloraba por la pérdida de su amor, Hongjoong también comprendió lo que Seonghwa había intentado decirle: que lo había amado, que siempre lo amaría. Y en sus recuerdos, en esa foto, en esas palabras escritas, Seonghwa vivirá por siempre.
La foto que Hongjoong ve en la carta, es esta misma que les pondré abajo <\3
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