Lily se encontraba sentada en el piso de San Mungo, abrazando sus piernas, aquellos ojos color verde ahora están empañados de lágrimas, la pobre chica se siente enojada con ella misma.

-Cómo demonios no me di cuenta de esto, es que acaso soy tan egoísta como para no notar a mi amigo sufrir- pensó la chica

Por otro lado Poppy pedía con insistencia a las enfermeras el estado de Snape, todas le indicaban lo mismo, no tenían información. Cansada de se acercó hasta Lily.

Se arrodillo –Señorita Evans todo saldrá bien- abrazo a la chica

-Co-como lo sabe, no hemos te-tenido nad-da de inf-información de el- Lily no pudo evitar sollozar

-Familiares del Joven Snape- dijo una enfermera

Poppy y Lily se levantaron de inmediato, fueron hasta ella –¿Cómo está el muchacho?- pregunto Poppy

La enfermera chequeo algunas hojas, suspiro y dijo –El estado del chico es grave, las raíces ya están muy crecidas, pudimos sacar algunas, pero nos hemos dado cuenta que crecen demasiado rápido, si sigue a este paso no tardara en aparecer espinas y eso ara unas perforaciones en sus pulmones. Lo cual le harán una hemorragia interna y posteriormente perderá la vida-

Lily soltó un grito, mientras derramaba más lágrimas, Poppy abrazo a la chica.

-Tienen que traer a los Padres o Tutores legales del chico, para saber si lo dejaran morir o le harán una limpieza- la enfermera miro con pena a la niña, se dio la vuelta y fue a seguir haciendo su trabajo.

Sin poderlo evitar la mujer reviso de nuevo el expediente, el chico era demasiado joven para morir apenas tenía 16 años, -A veces odio este trabajo- pensó la enfermera.

Poppy sentó a Lily en una de las sillas del hospital y dijo -¿Señorita Evans, podría quedarse aquí mientras yo aviso a los Padres del Señor Snape?-

Miro como Lily solo asentía mientras se abrazaba a si misma, no pudo evitar sentir tristeza por ella y por el señor snape, se dirigió en una de las chimeneas y arrojo los Polvos Flu.

Nueva parte espero que les guste, dejen sus teorias haber que pasara para el siguiente capitulo.