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9. Libertad Mágica y la Compañía, parte 2

Guía de colores de Han JiSung:

Rojo: enojo. Rosa: vergüenza. Violeta: enamorado. Azul: triste. Celeste: emocionado. Blanco: peligro. Amarillo: preocupado. Verde: asustado. Naranjo: confundido. Gris: dolido. Marrón: neutro. Verde menta: alegre. Negro: cansado. Verde oliva: miedo. Rosa pálido: culpa. Rubio cenizo: nerviosismo. Crema: decepción. Magenta; frustrado. Turquesa: calma. Berenjena: querido, amado. Salmón: orgulloso. Fucsia: excitado.

Capítulo 9

Libertad Mágica y la Compañía, parte 2

Septiembre 1, jueves en la mañana

La estación de trenes de King's Cross estaba atiborrada de gente. Muggles andando de un lado a otro mientras hablaban por teléfono o mantenían sus miradas en sus celulares, sin algún tipo de interacción con su medio que los hiciese desviar su atención hacia la gran cantidad de chicos que cruzaban los pilares entre el andén número 9 y número 10.

Para cuando JiSung cruzó hacia el andén 9 ¾, soltó un prominente suspiro.

—¿Por qué estamos acá tan temprano? —preguntó él.

—Shakespeare decía que es mejor llegar tres horas antes a que un minuto tarde —contestó Felix, mientras aparecía junto a él—. Y el expreso a Hogwarts se lo toma en serio.

—Recién son las diez —siguió con su queja—. ¿Por qué HyunJin nos hizo salir tan tempran-

—¡Ay! ¡HyunJin!

El grito femenino retumbó por todo el andén. Con un nivel de atletismo impresionante, un cuerpo más fornido desde la última vez que JiSung la vio y con su cabello negro mucho más corto, Kang Mina corrió por el andén hasta llegar hacia HyunJin, quien, independiente de la dolencia crónica de su pierna, botó sus cosas y alzó a Mina tan pronto como se abrazaron.

Tanto SeungMin como Felix y Yeji los miraron con disgusto, mientras que el cabello de JiSung se tornaba color crema por lo decepcionado que se sentía al ver a HyunJin tan arrastrado.

—Asqueroso —murmuraron.

HyunJin y Mina se saludaban, y HyunSan con SaeJah aparecieron por el pilar para ver con suma contradicción a su hijo. Los otros cuatro chicos, ahogándose de la pena ajena, decidieron dejarlos solos y esparcirse por el andén.

—Iré a comer algo a la cafetería del andén —anunció JiSung. Por culpa de HyunJin, él no había tomado desayuno.

SeungMin, Felix y Yeji se sentaron en los asientos, por lo que JiSung dejó sus cosas con ellos salvo el monedero de sapo que había comprado, y se encaminó hacia el pequeño local de comida que había en el andén, donde los asientos afuera recibían a un par de chicos de Hogwarts que, al igual que JiSung, se morían de hambre.

Se pidió un sándwich de huevo y un jugo de naranja. La señora (que era la misma brujita que vendía dentro del tren) tomó su orden y, por acto de magia, apareció la comida en la barra. Él agradeció mientras dejaba el dinero, y con lentitud comió del pan.

JiSung soltó un pesado suspiro. Dos mascadas fueron suficientes para dejar el pan sobre la barra y, con pésame, apoyar su frente en la orilla de la barra.

Desde el martes que JiSung no podía dormir ni comer a causa de las palabras que giraban en su mente de forma automática, porque la idea de tener un padre no solo aumentaba su nivel de soledad, pero también la circunstancias de ser un chico que fue adoptado por Leela Danford.

Su padre era un metamorfomago, y la carta del profesor Callaghan decía que su madre también. ¿Ella tenía el mismo idioma de los colores que él? ¿De quién JiSung sacó su temperamento; de su madre o de su padre? JiSung pasaba sus ojos pegados a través de cada reflejo en busca de alguna similitud con Erick, y por más que lo intentase encontrar en él, no había rastro. ¿Erick había dicho la verdad, o solamente fue un mecanismo de defensa? E incluso, ¿acaso su rostro era real o solo una máscara a causa de su habilidad?

Eran demasiada las preguntas que JiSung tenía, y su estómago revolvía con desesperación. ¿Él tendría una enfermedad congénita, o es longevo? ¿Por qué lo dejaron con Leela? ¿Ellos se enteraron de cuando lo expulsaron, a los ocho años, y desde ahí vivió encerrado en la casa de ella? ¿Erick sabía que Leela le rapaba el cabello?, ¿o sabía que, para sus vacaciones de tercero a cuarto año, ella lo echó de la casa?

¿Dónde comenzaba el conocimiento, la familia y el concepto?

—Ugh... —JiSung sintió su estómago regurgitar. ¿Cómo podía hablar de eso si cada vez que lo intentaba, quería vomitar?

—... ¿Supiste que pidieron trajes de gala para este año? —escuchó la voz de HyunJin hablar con Mina, un par de metros más alejados.

—Sí, ¿qué crees que sea? —consultó ella. JiSung no podía verle la cara, pero por su tono de voz, ella sonaba contenta.

—¿Un baile, quizá? —y, de forma lenta, HyunJin comenzó a balancear a Mina por el andén—. JiSung nos mostró películas donde chicos iban a bailes escolares.

—¿Has estado adquiriendo cultura muggle? —preguntó Mina con sorpresa—. Me gustas cada vez más.

JiSung estaba al borde del vómito y de la ternura- tal vez ambas producidas por la misma cosa. HyunJin y Mina continuaban con su baile lento en el andén y los chicos que pasaban alrededor solamente los miraban con notoria muestra de pena ajena, pero a ellos dos no parecía de importarle.

JiSung estaba en la posición de ni siquiera intentar olvidar a Erick. Solo fueron dos días, y él ha estado pensando en la misma estupidez.

«¿Por qué me hago esto?», se preguntaba él, aunque JiSung concedía que no debía de ser el único que la pasaba mal.

—Oh, ¡buenos días!

El saludo fue tan abrupto que JiSung saltó en sí y se tapó la boca para acallar el grito. Desde el lado que escuchaba, Seo ChangBin tomaba asiento con una nueva mochila, su maleta y bolso de viaje. Para cuando JiSung se calmó, movió su mano.

—Buen día.

—No pensé que iban a regresar, sinceramente —admitió ChangBin, a la par que sus ojos viajaban desde HyunJin y Mina en el andén, hasta Felix, SeungMin y Yeji en los asientos—. Me alegra de verlos. ¿Cómo estuvo su verano?

—¿Lo preguntas en serio o de forma irónica? —JiSung se giró en el taburete para ver también en el andén. Le ofreció el sándwich de huevo a ChangBin, y él se bebió el jugo de naranja.

—Aunque es más retórica, considero que, genuinamente, pregunto. Las elecciones fueron a finales de agosto, así que el resto...

—Vivimos encerrados en el edificio donde los señores Hwang viven —contó JiSung—. Es un Hotel lujoso- tiene piscina y salón de evento, así que pasé con HyunJin y Yeji en los salones robando cóctel y nadando toda la tarde- figurativamente, porque me dejaron conseguir un trabajo en una tienda de M&Ms.

—¿La grande, de Leicester Square?

—¡Sí!

—¡Yo iba! ¿Por qué nunca te vi?

—Me cambié la cara —explicó. ChangBin se le había olvidado tomarlo en consideración—. Aunque yo no te vi. ¿Cómo estuvo tu verano?

—Mis padres contrataron El Profeta para poder hacer el seguimiento del Mundo Mágico- no quieren que pase lo que pasó hace años y no estar enterados.

—¿Qué cosa?

—¿El de los sangre pura, mestizo e hijos de muggles?

—Ah- ya, ya. Interesante. El Mundo Mágico siempre en conflicto.

ChangBin se encogió de hombros. —Son cosas de las sociedades, ¿no te parece?

—¿Oh? ¿Alguna idea de lo social? Yo soy bastante ignorante con eso.

—Mi papá hace cátedra de sociología en una Universidad, así que he desayunado teorías durante todo el verano —contó—. Pero solo del mundo muggle. No hay mucha información del mundo mágico.

—Es muy triste. El Mundo Mágico está tan cargado de conflictos y componentes que se podría realizar una tesis de cuán idiotas son todos —JiSung dio un sorbo a su jugo, dichoso—, es decir- ¿tantos magos son los que creen que no deberían existir los veelas, metamorfomagos, licántropos, gente del agua?

—Es gente que vive con temor, solamente. Mi mamá dice que, cuando una idea no aparece en una persona, esta aparecerá en otra. Además, la historia es cíclica.

«La historia es cíclica», había sido la frase más repetida por excelencia dentro de la cabeza de JiSung; sí tenía sentido de que lo fuera, pero no por algo que quisiera que fuera realidad. Era terrorífico.

Una vez que HyunJin y Mina pararon de hacer el ridículo, se acercaron a los asientos donde sus otros amigos estaban ubicados. Los cinco se sometieron a una charla intensa antes de que Yeji, desde el mar de estudiantes que de a poco cruzaban los pilares hacia el andén, se topó con sus amigas- abandonándolos con la lechuza Kkami lealmente sobre el hombro de ella. JiSung sostuvo la mirada en Yeji por un instante antes de que se fuera hacia la de ChangBin, quien, por obviedad, estaba concentrado en alguien más.

—¿Y cómo pasaron tus amigos sus vacaciones? —preguntó ChangBin.

JiSung meditó un momento su respuesta, y sonrió con travesura.

—Con HyunJin fue lo mismo, en realidad. Aunque a él le enseñé un poco más del mundo muggle para que pudiera interactuar con su novia- son tan lindos, ¿no lo crees? Que tu novio quiera aprender de tu cultura para aun así hacerte sentir más cómoda —JiSung suspiró con dramatismo, y tomó aire para continuar hablando con velocidad—, nadie se merece un hombre como HyunJin. SeungMin, por otro lado, él vive en una familia seudo nómade, por lo que constantemente se están moviendo- o sea, sus padres trabajan investigando u analizando plantaciones- son herbólogos profesionales. Nos ha dicho que han visto una gran cantidad de plantas- ¡incluso una planta carnívora se lo intentó almorzar! Tan ridículo este mundo.

ChangBin no podría estar menos interesado en el tema, pero JiSung consideraba divertido poder tomarle el pelo sobre lo que él quería o no escuchar. De todas formas, JiSung no le haría las cosas fáciles.

—Hm..., interesante —murmuró.

—Sentémonos juntos en el vagón —invitó JiSung—. Así nos ponemos al día.

JiSung le golpeó la espalda a ChangBin con afecto y se levantó del taburete para irse con su grupo de amigos.

La hora comenzó a correr, y de a poco el andén se llenó más de estudiantes. En un momento, HyunJin fue a apartar un compartimiento del tren para el resto de sus amigos mientras seguían disfrutando de la estadía en el andén- veían y saludaban a sus compañeros quienes los acompañaba un año más, y a un gran grupo de chicos de primer año que, de forma emocionada, veían la estación 9 ¾ con magia.

—Miren- Bang Chan tiene un hijo —bromeó SeungMin, mientras apuntaba hacia un lado del andén.

Ahí, Chan se encontraba con sus padres y con lo que era su hermano menor. El pequeño chico llevaba una túnica grande- pareciendo ser una donación de Chan, y sus padres le daban una cátedra sobre lo que debía y no hacer en Hogwarts. JiSung sonrió con gracia.

—Uh, curioso —SeungMin comentó en voz alta. El grupo le prestó atención—. Creí que él estaría reuniendo a los prefectos.

—¿No te han dicho nada sobre la reunión de ahora? —preguntó HyunJin. Normalmente, todas las reuniones de los prefectos se realizaban en el transcurso del viaje a Hogwarts en un vagón exclusivo.

—No porque sigo aquí —obvió.

JiSung sintió una fuerte apuñalada en el instante que, pasear con Seo SooJin a su lado, Choi YeonJun andaba del brazo con su madre y una elegante capa de primera calidad.

—¿Qué no se muere de calor? —preguntó Mina.

—¿Y a mí qué mierda? —dijo HyunJin—. Por mí, que se muera fundido por un dragón.

Cerca de cinco minutos antes de que el tren saliera de la estación, los señores Hwang se despidieron de los chicos entre abrazos, besos y consuelos. SaeJah aconsejaba que los chicos se mantuvieran lejos de problemas, mientras que HyunSan sonreía socarronamente.

—Si las cosas salen bien, nos veremos menos de lo que crean —se despidió él.

Los cinco chicos quedaron colgados, pero no le prestaron atención. Se subieron al tren y, poco a poco, King's Cross fue dejado atrás. Por la ventana del tren JiSung solamente podía concluir el cómo, melancólicamente, sus vacaciones de verano habían terminado.

«Al fin».

—¿Qué vagón acaparaste? —preguntó SeungMin, mientras los cinco se abrían paso en fila india entre la gran cantidad de estudiantes que pasaban por todas partes. Los acontecimientos sucedido en las vacaciones hacía que el bullicio entre niños se hiciera cada vez más y más sonoro.

—Un poco más allá —indicó HyunJin—. Creo que, si tenemos suerte, podremos- oh...

JiSung supo que llegaron al vagón porque HyunJin se detuvo en un compartimiento, pero su mirada caída cambió drásticamente a uno de rabia.

—Por supuesto que noto tu presencia, y ahora sales por todas partes —dijo HyunJin con voracidad. JiSung se puso en puntillas para ver por el hombro de Felix que era YeonJun quien estaba en el compartimiento.

YeonJun, sin ningún tipo de interés, desvió la mirada de la ventana mientras que Kevin, SunWoo, Shuhua y SooJin los miraban desafiantemente. YeonJun tomó algo que a propósito se encontraba en el suelo, y lo tendió hacia la puerta.

—¿Esta mochila fea es tuya? —preguntó YeonJun.

HyunJin entró enseguida y se la quitó, pero no se movió del lugar. —Lárgate.

—Tomé este compartimiento-

—Pura mierda. Nosotros llegamos primero. —HyunJin sacudió su mochila como muestra, aunque su rostro se frunció al notar el gris de pisotones alrededor de la tela negra. —Hijo de puta. Lárgate.

—Hay más compartimientos vacíos. Perfectamente puedes irte a otro —dijo Mina, pero YeonJun pareció no querer escucharla.

—No pueden llegar y marcar un compartimiento como si tuvieran el poder de todo —respondió YeonJun con calma.

—Ustedes podrían largarse —opinó Kevin—. Realmente no afecta dónde se sientan ustedes- llegaremos a Hogwarts de todas formas.

Kevin tenía razón, desde el punto de vista de JiSung, pero la aparición de esos chicos dentro de su campo visual hizo que la rabia lo carcomiera al instante, apoyando a HyunJin con la pelea.

—Llegamos primero —insistió Mina—. ¿Quieren que traigamos a alguien? Tenemos a un prefecto con nosotros- así que, lárguense.

—¿No eres consciente de que no hay espacio para ti acá? —YeonJun le habló a HyunJin—. No te conviene tenerme como enemigo.

—Enemigo ni que mierda. Solo mueve tu culo de acá —refunfuñó HyunJin mientras hacía puños sus nudillos—. Lárgate si no quieres que...

—¿Qué? —YeonJun sonrió con suficiencia cuando HyunJin tomó una gran bocanada de aire. —Te dejo tomar aire. Sé que necesitas un poco de preferencia a causa de-

—¿De las mierdas que tú nos has hecho? —intervino SeungMin. Mina y Felix asintieron a su lado—. Es decir- tú eres el que nos dejó a sí. O tal vez son tus jodidos padres los que te heredaron ese gen sociópata de que-

—¡Lárguense! —SunWoo gritó, con la paciencia perdida—. ¡Hay más compartimientos! ¡Déjenos en paz!

—¡No, que se queden! —dijo YeonJun—. De todas formas, hay como dos en este grupo cuyos derechos dependen de un hilo-

—¡Tus dientes dependerán de un hilo si es que no te callas! —intervino Mina, furiosa. Ella se ubicó entre HyunJin y YeonJun para encararlo—. ¡Eres un-

—Por favor, ¿no puedes bajar un poco la voz? —pidió SooJin a Mina—. Es irritante escucharte tan fuerte.

—Las mujeres tenemos que hablar fuerte para que nuestras opiniones sean escuchadas —repuso Mina, molesta. Apuntó a YeonJun—. Este idiota no me escuchará si no le grito.

—Puede que haya algunos factores que te hagan ignorarte, como tu sensibilidad o tus opiniones tan banales —SooJin lo dijo con un tono soberbio—. Yo nunca he tenido que gritar para ser oída.

—Ay, mi amor, es que tú nunca has emitido una opinión en tu vida.

—¡Tengo más clase que tú! —SooJin, ofendida, se levantó del asiento junto a YeonJun.

—¿A qué te refieres con nuestros derechos? —se metió JiSung. Felix se había asustado por la pelea, por lo que él había dado un temeroso paso hacia atrás hasta chocar con la puerta del compartimiento del otro lado del pasillo—. ¡No hables mierdas!

—Iré a buscar otro compartimiento —anunció Felix, nervioso.

—No, tú te quedas —alegó HyunJin, y encaró a YeonJun—. ¡Y tú te vas, hijo de puta, si no quieres que yo te despelleje ahora!

Shuhua, hartada de la discusión, tomó a JiSung del brazo para empujarlo hacia fuera del compartimiento. Sin embargo, alterado, JiSung la empujó de vuelta, lo que hizo que se volviera a sentar. JiSung pensó tarde en su reacción antes de tener a SunWoo empujándolo con fuerza de regreso.

—¡¿Qué mierda te pasa?! —chilló SunWoo—. ¡No le pegues!

—¡¿Qué le he pegado yo?! —se defendió JiSung—. ¡Que no me toque!

—¡No la toques tú, cabrón!

—¡Le pegó a Shuhua! —gritó YeonJun a HyunJin.

—¡No le pegó ni mierda! ¡Cállate!

JiSung no podía explicarlo, pero tanto él como HyunJin tenían una corriente adrenalínica de la ira que lo hacía actuar irracional. YeonJun dio un paso hacia adelante para HyunJin pero Mina lo empujó con fuerza hacia atrás. —¡No lo toques! —espetó Mina.

SunWoo intentó repetir la acción de Shuhua con JiSung, pero él no tenía paciencia. SunWoo empujó hacia afuera a JiSung con la misma fuerza que, con su cabello tan rojo como el fuego, él no dudó en darle un puñetazo en la cara.

En el compartimiento hubo una gran cantidad de gritos con intenciones de que se detuvieran. SunWoo no logró regresarle el golpe a JiSung porque SeungMin ya se había involucrado entre ambos para apartarlo, pero Kevin también se levantó para ir tras SeungMin. Los empujones hicieron que tanto SooJin como Mina gritaran, pero HyunJin y YeonJun no se quedaron atrás para poder atacarse.

¡Petrificus Totalus!

Desde el pasillo, delante de Felix, MinHo tenía en una mano su varita levantada hacia el grupo, mientras que, su otra mano se encontraba escondida en el bolsillo de su túnica. Todos quedaron totalmente congelados en las posiciones de la pelea, y los chicos que estaban en otros compartimientos se asomaban a través de las puertas para ver qué era el alboroto.

Felix temblaba ligeramente detrás de MinHo, asustado de ver a sus amigos en una pelea. Él intentó decirle algo a los chicos, pero MinHo ya había tomado la palabra con suma rabia en su voz.

—¡¿Tienen que estar peleando ahora?! —gritó

Con un encantamiento no verbal los descongeló a todos, y tomó de las prendas tanto a SeungMin como a JiSung para sacarlos del compartimiento e interponerse entre HyunJin y YeonJun.

—¿Qué demonios pasó? —espetó él.

—Nos quieren sacar de aquí- compartimiento que nosotros escogimos —explicó YeonJun con falsa calma en su voz. Toda la mejilla derecha estaba colorada.

—Coloqué una mochila para marcarlo. Nosotros llegamos primero —dijo HyunJin con cólera. Él tenía la comisura de su labio ensangrentado.

—Sí que son pendejos —MinHo miró a los dos chicos antes de, hacia HyunJin, apuntar fuera del compartimiento—. Váyanse ustedes, ahora.

—¡Ja!

—¡Tú cállate! —MinHo alzó su varita hacia la nariz de YeonJun—. Te encantaré esa mierda fea si es que sigues tentando a los demás para que te den una paliza, Choi. Cálmate.

—¿Y por qué te debo hacer caso?

JiSung no se había dado cuenta tal vez porque MinHo nunca se lo comentó o porque el calor de la pelea solo le hacía concentrar a su cabello rojo, pero MinHo ya vestía de su uniforme de Hogwarts y, sobre su corazón en la fina capa negra, las resplandecientes letras ubicadas dentro del diseño de un pergamino eran el broche con las siglas P.A sobre ellas.

—¿Premio anual? —YeonJun parecía no creerlo—. ¿Cómo es que tú-

—Cooperación de sus padres, obviamente —dijo SunWoo con enojo.

—Todos ustedes- ¡Todos! Estarán castigados si ustedes cinco no desaparecen de este compartimiento ahora —amenazó MinHo, mientras apuntaba a HyunJin y sus amigos—. Y me aseguraré de meterlos a todos en la oficina de Filch para que se maten.

HyunJin bufó, pero no dijo nada. Tomó sus cosas y salió con Mina del compartimiento- no sin que la pareja más JiSung y SeungMin le alzaran a todos el dedo del medio. Antes de que ellos se metieran al nuevo compartimiento que encontró Felix, YeonJun se asomó por la puerta y les gritó:

—¡Todos ustedes estarán muertos para fin de año!

MinHo se encargó de que el grupo se ubicaran en su compartimiento y, con cansancio, posó una mano en su fruncido ceño.

—¿Es que son idiotas? —preguntó MinHo, retóricamente.

—No tenemos la confianza para que nos insultes —acusó HyunJin. A su lado, Mina sacó un pañuelo desechable y comenzó a limpiar la herida de HyunJin—. Ay- me duele.

—¿Y nos llega el regaño solo a nosotros? —cuestionó JiSung, enojado—. ¡Nos acaba de amenazar de muerte!

—Paren de buscar peleas, por favor —pidió MinHo, antes de apuntar a Felix—. ¡Él está asustadísimo!

—Aparte de Trastorno de Estrés Post Traumático, también me diagnosticaron ansiedad mixta con Ansiedad Social y Ansiedad Generalizada —explicó Felix con rapidez—. No quiero que-

—Nadie va a matar a nadie, ni nada de eso —dijo HyunJin, igualmente enojado—. Pero si esos idiotas me siguen picando el culo-

—MinHo tiene razón —dijo SeungMin—. Ellos son los que tienen a sus padres en el Ministerio.

—¡Yo igual!

—Porque el jefe del departamento de deportes hará demasiado en contra del jodido ministro —replicó JiSung con sarcasmo.

—¿Creen que este ciclo va a ser diferente al ciclo anterior? —MinHo regresó al tema—. DeLuca está en el poder. El Ministerio ya amenazó a Dumbledore con la censura política que hubo- así que no podrá intervenir si es que no quiere perder el cargo. Y estos idiotas ya les hicieron algo. —Los otros chicos se urgieron con incomodidad con tan solo recordarlo. —No sean imbéciles, por Merlín. No se metan con ellos y-

Un ruido en las ventanas internas del compartimiento les llamó la atención. Ahí, una pequeña lechuza negra chocaba con el vidrio para llamar la atención. MinHo, desconcertado por la irrupción, abrió la puerta del compartimiento. La lechuza entró con velocidad al interior y, si fuera propia, sobrevoló la cabeza de JiSung antes de sentarse en su cabello y revolcarse ahí cariñosamente.

A primera instancia, JiSung también se desconcertó. ¿Por qué la lechuza llegaba hacia él? De pronto, él cayó en cuenta.

—Puta mierda —masculló. «Seguro es Erick.»

Con ambas manos intentó agarrarla, pero la lechuza se liberó. JiSung intentó atrapar a Erick en forma de lechuza hasta que, sobre la cabeza de SeungMin, lo logró tomar con ambas manos- dejando solo su cabeza afuera. Con dificultad, JiSung abrió la ventana exterior del comportamiento y lanzó la lechuza hacia afuera; se perdió enseguida por la velocidad del tren. Una vez que la cerró, sus otros amigos parecían verlo sin creerlo.

—¿Qué mierda te pasó? —preguntó MinHo, impresionado.

JiSung carraspeó y volvió a tomar asiento. —No me gustan las lechuzas.

Sin embargo, una niña presuntamente de primer año abrió la puerta del compartimiento.

—¡Hola! —saludó ella, bastante apenada—. ¿Han visto mi lechuza?

La cabeza de todos giró hacia JiSung quien, tras un carraspeo incómodo, negó.

—Por favor —pidió MinHo una vez más—. No se metan en problemas, ¿sí? Cinco puntos menos a cada uno, también.

—¡¿Cinco?! —JiSung alegó—. ¡Hombre, ni siquiera hemos tocado Hogwarts!

La postura de MinHo cambió a una más fanfarrona, y apuntó hacia su broche. —Premio Anual.

JiSung frunció la cara y se cruzó de brazos, mientras su cabello mantenía el rojo. Estaba molesto de que MinHo no le haya contado sobre la selección.

—¿SeungMin? —MinHo le llamó. SeungMin, quien apenas tenía su cabeza a causa de lo mareado por la pelea, asintió.

SeungMin se levantó y salió con MinHo para ir hacia el vagón de prefectos. De lo que JiSung sabía, las personas que recibían el Premio Anual debían de reclutar a los prefectos. No obstante, eso no fue suficiente, porque el cabello de JiSung se tornó azul.

Ay, vamos —HyunJin se quejó—. Verás a MinHo todo los días. ¿Por qué te deprimes?

—No podré hablar con él por los pasillos —murmuró JiSung con pena.

—No podrás chuparle lacara por los pasillos —corrigió Felix.

JiSung lo miró feo, pero suspiró con desgano. —Creo que dormiré un rato.

JiSung se había quedado dormido con su walkman sonando, y cuando él despertó, frente a él Felix jugaba ajedrez con ChangBin (quien, finalmente, se había sumado) mientras que, a su lado, HyunJin y Mina se enrollaban lentamente. Todo con la banda sonora de Save Your Tears de The Weekend de fondo.

Pegó su cabeza hacia la ventana, la cual las gotas de lluvia aumentaban a medida que se dirigían más al norte. No podía medir la hora a causa de la gran nubosidad, pero esperaba haber dormido cerca de dos horas.

«—¡Todos ustedes estarán muertos para fin de año!» había dicho YeonJun. Recordarlo le generaba una sensación asquerosa a JiSung en su espalda.

Con un poco de cansancio, JiSung se estiró en el asiento y se sacó un auricular. —HyunJin, Mina. ¿No prefieren un dormitorio?

—¿Tienes uno ahora? —HyunJin preguntó con sarcasmo—. Sé que te encantaría estar así con MinHo.

—¿JiSung está con MinHo? —Mina cuestionó, sorprendida.

El suspiro de lástima por parte de HyunJin hizo a JiSung sonreír. Por otra parte, Felix y ChangBin continuaban interesados en su juego de ajedrez. La sonrisa de JiSung se eliminó automáticamente.

«—Entiendo que no me reconozcas, pero deberías tener una idea de qué cara tenía tu padre».

JiSung hizo un esfuerzo para que su cabello no tomase algún color para los momentos que quería pensar en Erick.

SeungMin llegó al compartimiento. Abrió la puerta de golpe y, con un pesado suspiro, se ubicó junto a Felix. —La gente es taaan idiota. Hola, ChangBin.

—Hola —saludó el otro.

—¿Adivinen quienes son los prefectos de Gryffindor, de quinto año? —preguntó SeungMin. Los otros chicos se encogieron de hombros—. El Diablo Rojo, y su noviecita.

Awww... —sonrió Mina—. Qué lindo. Novios y prefectos-

—Ugh —HyunJin fingió una arcada—. Ahora tendremos al idiota más insufrible que antes.

—Va a creer que puede darme órdenes —dijo JiSung—. Lo que él no sabe, es que le volaremos el trasero con un-

—Con nada. No hay Quidditch.

—¿Y los tubérculos de SeungMin? —ideó Felix—. Es decir- las bolitas que hicimos. ¿No creen que...?

Como si la única neurona que JiSung, HyunJin, SeungMin y Felix compartían se había encendido, invocaron una mesa al centro del compartimiento para, seguidamente, vaciar sus mochilas con viejos pergaminos, plumas, lápices y, desde lo más al fondo de la mochila de Felix, encontrar las bolitas de color plateado que habían hecho el ciclo anterior.

—¿No fue con eso que me intentaron matar? —preguntó ChangBin, mientras tomaba una.

—Ha sido nuestro mejor invento —aclaró Felix, y se giró hacia SeungMin—. ¿Cómo lo haremos?

—Los tubérculos necesitan una zona húmeda- así que, bajo la cama de JiSung sería suficiente —burló SeungMin—, o la ducha, en realidad. Pero deberán bañarse todo los días.

Los otros tres se quejaron en voz alta; aun así, los chicos comenzaron a hacer los preparativos de las pequeñas bolitas que, si ellos tenían suerte, podrían comercializar.

En un instante de planificación, JiSung le susurró a SeungMin al otro lado de la esa.

—¿Y quién es la chica Premio Anual? —consultó.

—De Ravenclaw: Kim MinJu —SeungMin se veía desinteresado—. Buena chica, en realidad. No creo que te quite a tu hombre.

—Solo pregunto... —Aunque el cabello de JiSung se tornó rosado.

La lluvia continuaba, y para cuando llegarían a Hogsmeade, probablemente habría grandes pozas de agua y los chicos se empaparían al llegar a la escuela; no obstante, disfrutaron un poco el viaje dentro de sus propios mundos.

¡Muchas gracias por leer! Que tengan un lindo fin de año<3

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