Jueves 17 de septiembre...

El tiempo se nos pasaba volando con nuestras tonterías no hay nada mejor que poner música alta, bailar y cantar a todo pulmón con tus mejores amigos, mientras olvidas que tienes diecisiete casi dieciocho y saltan como niños sobre la cama.

Siempre quise rehuirme con amigos, que hiciéramos cosas juntos. No imagine que la primera vez que trajera a un amigo a casa seria para revisar documentos de víctimas de asesinatos. No me quejo, una vez escuche a mi padre decir que los amigos verdaderos son aquellos que conoces en momentos desesperados y aun así deciden quedarse a tu lado. No llevamos mucho siendo amigos pero ya me acostumbrado totalmente a ellos.

Gracias a los chicos siento que mi vida se llena de color, aun si todavía me encuentro en casa. Un lugar al cual me daba miedo entrar y rogaba cada mañana por no regresar. Mi habitación la cual ha sido testigo de tanto tormento, jamás imagine que se sentiría tan diferente estar en ella. La conozco pero se siente diferente, siempre fue un refugio de lamentos y sollozos que fueron remplazados por música y risas.

-¡Debí haber nacido mujer!-chilla el castaño mirándose al espejo maravillado con su reflejo-¿Alguna vez has visto a alguien tan perfecta como yo?

Pregunta sin vergüenza colocados las gafas para poder observarse mejor. No creo que exista nada mejor que este momento. Daneb perdió a piedra papel o tijera y modelara vestido de mujer.

El castaño atacó mi armario en busca de un vestido según él, digno de su figura y tomo un vestido de seda color esmeralda el cual jamás me he atrevido a usar. Es la clase de vestido que es demasiado elegante para una salida casual, demasiado simple para una cena elegante y lo suficientemente corto para causarle un infarto a mi madre si me lo ve puesto.

Esa fue la razón por la cual Jaret me lo regalo en mi cumpleaños hace dos años. Nunca he encontrado uso para él o más bien la oportunidad de usarlo. A Daneb le queda mejor que a mi estoy a punto de regalárselo.

Vanja se apodero de mis maquillajes los cuales cabe recalcar que la mayoría están sellados. Deneb se contonea de forma graciosa y exagerada por la habitación descalzo, mis zapatos pequeños, mueve las caderas y pone las manos como si sostuviera un bolso para luego dar un giro y lanzar un beso al aire a todos sus fans. Río escandalosamente sobre mi cama mientras Vanja se tapa el rostro sintiendo una oleada de vergüenza ajena.

-¿A qué viene esa cara mi príncipe? apuesto que nunca has visto a nadie más sexy que yo.

El rubio lo observa sin poder sostener la risa.

-Creo que debería darte unas cuantas clases de humildad-le respondo sin quitar la sonrisa de mi rostro.

-Jaja-se burla falsamente-Las diosas como yo no necesitamos eso.

Declara con voz nasal y me recuerda a una de esas películas para adolescentes. El hecho que se refiera a sí mismo como diosa hace bufar al rubio que intenta ignorarlo.

-¡Tú turno príncipe!-exige pasando una mano por el hombro como si estuviera coqueteando.

El rubio lo mira, le quita la mano como si el tacto de esta quemara, Vanja fue el segundo en perder. Por primera vez tuve suerte y fui la afortunada que no recibió castigo pero si la encargada de grabar al rubio el cual tenía que hacer un estriptis con la canción de Abcdefu de Gayle y subirlo en su insta.

Quizás y solo quizás en algún momento de la noche nos escabullimos y atacamos la reserva de vino de mi madre, puede que esta sea la segunda o cuarta botella que nos tomamos. Alguien va a estar muy furiosa cuando vea que su vino favorito desapareció pero ese no es lo que importa lo que importa es...

-¡Levante la mano quien quiera ver a Vanja sin ropa!-grita el castaño lanzando dinero invisibles.

¿En qué punto te das cuenta que estas borrachas?

Es cuando todo te paras delante del espejo mientras le dices a tu reflejo que estas borracha pero que no se lo diga a nadie o cuando decides que es buena idea hacer el estriptis junto a Vanja al cual se le une un demasiado feliz Daneb con mi vestido puesto.

No...Fue en el momento en el que decides publicar el video y puede que hayas gritado un par de veces mientras bailabas...

¡Jodete Jhonatan!

Para luego besar a Vanja.

Viernes 18 de septiembre...

En algún momento nos quedamos dormidos, al principio no podía dormir, todo daba vueltas y casi me levanto a vomitar pero Daneb se giró y me atrapo en un cálido abrazo lo que impidió mi huida al baño, respire profundo un par de veces intentando tranquilizar mi estómago, ¿lo logre?...pues no, vomite en el suelo junto a la cama y volví a los brazos del castaño.

¡Asco!

-Solo cuando te levantas con una resaca de mil demonios y juras que no volverás a tomar sabes que le pasaste genial-declara el castaño sin apartarse del inodoro, un poco más y le pone su nombre, no se ha movido de ahí desde que se despertó.

-Suenas como mi hermano.

-Un hombre muy sabio tu hermano.

-¿Qué clase de lógica de mierda es esa?

Pregunta el rubio molesto detrás de las cortinas, se estaba dando una muy necesaria ducha, después de despertar rociado en vomito cortesía del castaño, yo al menos tuve la desencia de apuntar al suelo.

-Alguien se despertó gruñón hoy-tararea el castaño.

-Cállate ¿qué fue lo que comiste?-se está frotando tan fuerte que es posible que deje un pedazo de piel ahí dentro.

La puerta del baño se abre y su grito resuena, mis tímpanos se reventarán. Daneb lloriquea sin levantarse del suelo. Vanja se queda pasmado mientras se disponía a salir de la ducha, se queda mirando con horror la puerta mientras sostiene con fuerza la toalla atada a su cintura. Marcas rojas adornan su piel y sus ojos se llenan de horror y vergüenza hace lo que puede para ocultarse detrás de la cortina nuevamente.

-Hola señora Donato-sonríe Daneb hace un saludo estilo militar para luego regresar su cabeza y vomitar sonoramente. Todos ponemos cara de asco pero ninguna como la que está dando mi madre en estos momento. Al borde de un ataque de histeria-Se ve hermosa esta mañana-se recupera.

Que puede ser peor que encontrar a tu hija sentada en el suelo de su baño en ropa interior con dos chicos, uno al cual solo lo cubría una pequeña toalla y otro junto al inodoro quien usaba un escandaloso vestido verde. Puedo ver las venas de su cuello y frente hincharse sus fosas nasales agrandarse parece que en cualquier momento escupirá fuego como un dragón. Sus puños se cierran fuertemente.

-Parece que te divertiste anoche mientras no estaba. Tendré que considerar lo de dejarte tanto tiempo sola ¿por qué no se cambian y bajan a desayunar? hare que Viqui les prepare ropa más...adecuada.

Le da una mirada crítica a Daneb y su mirada se detiene más de lo necesario en Vanja quien no sabe dónde meterse, una última en mi dirección antes de hacer una mueca y marcharse.

-Casi se me sale el corazón-dice el rubio quien ayuda al castaño a levantarse y lo empuja hacia la ducha bajo protesta del castaño.

-¡Apestas!

-Yo también te quiero-gruñe el castaño quien fue lanzado en la ducha.

-Lo que tu digas princesa-dice abriendo la ducha, sé que puso el agua fría al oír los gritos del castaño, el rubio sale guiña un ojo sonriendo con malicia.

Me arrastro hacia el inodoro ahora disponible, Vanja sostener mi cabello, le agradezco en mi interior. Las resacas es algo que no debería existir. Mi mundo da vueltas, ciento que estoy en todas partes y ni siquiera he movido un musculo, me duele la cabeza, mi estómago es un desastre sin contar que muero de hambre.

Cuando llega mi hora del baño, el castaño declaro que teníamos los mismos derechos y si yo me quede él también podría. Casi consigue quedarse hasta que propuso ayudar a lavar mi espalda fue sacado a patas por Vanja. Apesto a vomito, alcohol y quien sabe a qué más.

Cuando salgo del baño los chicos ya están vestidos al parecer Viqui les trajo ropa limpias.

Vanja tenía una camisa blanca y un pantalón negro parecía que iba a una cena elegante y no al instituto. La camisa le quedaba muy ajustada algo corta me sorprende que haya logrado cerrarla, el pantalón le quedó algo corto al menos lo logro cerrar. No tengo idea de donde salió esa ropa, solo somos mujeres aquí.

Daneb era el para nada feliz portador de la ropa de mi hermano. La cual le quedaba un poco grande, pero la causa de la infelicidad del castaño era como se veía las prendas. Mi hermano tiene un gusto algo peculiar con su ropa, era una camisa blanca con grandes agujeros los cuales estaban parchados por encaje negro, en la espalda tenía escrito soy sexy y lo sabes. Un pantalón negro con cadenas el cual parecía salpicado con pintura blanca.

Todo en él decía mírame, es imposible que salga desapercibido y si supiera que es la ropa más desecante y menos escandalosa que posee mi hermano no tendría esa cara. AJaret le encanta ser el centro de atención y si de paso puede enfurecer a mamá mucho más. Es inevitable reír. El castaño esta enfurruñado sentado sobre la cama mientras que el rubio y yo nos burlamos. Amo a Jaret por esto.

-¡No te atrevas a ponerte eso!-el rubio le quita las gafas y le revuelve el cabello haciendo que se vea un poco más adecuado.

-¿Y cómo se supone que vea?-pregunta el castaño cruzándose de brazos.

-Tú problema, no mío-responde el rubio escondiendo las gafas.

Se arremanga las camisa, abre un par de botones del cuello. Yo opto por ropa holgada pero sencilla, de alguna manera logramos encajar, somos una mezcla entre elegante, llamativo y despreocupado.

-¿No esperaras que entre al instituto vestido así? Parece que estoy pidiendo a gritos un puñetazo...por lo menos déjame ver quien me golpea-se queja estirando las manos en dirección al rubio como si fuera un niño pequeño.

-Bien-suspira entregándole las gafas-Pero ni se te ocurra hacerte el peinado extraño ese de nerd que siempre llevas.

-Te ves increíble y si te dan un puñetazo yo se lo devuelvo por ti-digo y el castaño asiente feliz mientras que Vanja niega sonriendo.

-Por eso es que te quiero-me asfixia el castaño entre sus brazos.

-Demasiada azúcar-protesta el rubio con cara de asco, me quita del alcance del castaño.

-Todo me da vueltas-desearía no tener que bajar.

Un fuerte gruñido interrumpe mis palabras seguido de otros dos nos miramos entre nosotros y sonreímos. Bajamos a desayunar, nos está esperando sin haber tocado nada de su desayuno. Nos observa critica, cuando ve la ropa que posee el castaño hace una mueca de desagrado puedo verla imaginarse a Jaret paseándose con esas prendas por la casa. Atacamos la comida con la mayor delicadeza que nuestro estomago nos permite.

-Espero que estén disfrutando el desayuno-declara mi madre con voz seria pero calmada. Los tres alzamos la cabeza por un momento se me olvido que estaba sentada enfrente de nosotros.

-Madre, ellos son mis amigos Daneb Campbell-señalo al castaño quien murmura un hola con la boca llena, mi madre le da una mirada de desaprobación-Daneb es el mejor estudiante del instituto tiene las mejores calificaciones-declaro con la esperanza de que lo apruebe.

-¿Tu madre es abogada verdad?-pregunta a lo que el castaño asiente-Espero llegar a trabaja con ella algún día-declara para luego dirigir su vista a el rubio.

-Él es Vanja Volkov es...

-¿Volkov?¿Qué eres de Iván Volkov?-pregunta cautelosa observo a Vanja quien parece un poco incómodo.

-Hijo-murmura y mi madre se levanta de su silla.

-¿Eres hijo de Iván Volkov?-suena preocupada, no me entero de nada y por la cara del castaño el tampoco.

-¿Qué pretendes acercándote a mi hija?¿Es por el juicio, me están amenazando?

Observo al rubio quien parece no entender las palabras de mi madre, luego abre los ojos sorprendido como si acabar de darse cuenta de algo.

-¿Usted es...?-pregunta con duda el rubio.

-La jueza a cargo-declara mi madre y no entiendo nada.

-No, no tengo nada que ver con...-se detiene a pensar buscando la palabra correcta-Los asuntos de mi padre, solo soy un estudiante.

Finaliza intentando convencer a mi madre, es muy tarde conozco esa mirada, los de seguridad llegan, no se en que momento los llamo.

-¿Mamá?-finaliza intentando convencer a mi madre, es muy tarde conozco esa mirada, los de seguridad llegan, no se en que momento los llamo-Eres tan inútil. Nunca espero nada de ti. ¿Por qué tuviste que nacer? No haces más que dar problemas-una punzada de dolor en mi corazón-¿Cómo puedes ser tan tonta y dejarte engañar?¡Dejarlos entrar a mi casa!-grita y avienta un vaso al suelo.

-Yo no...-intenta hablar el rubio pero es interrumpido por los gritos de mi madre.

-¿Quieres que me maten, es eso? Eres una malagradecida. Después de todo lo que he hecho por ti-ahora esta histérica.

No sé lo que pasa pero no es buena idea que los chicos estén cerca de ella cuando se descontrole. Agarro la muñeca de Daneb lo empujo fuera del rango del vaso que acaba de lanzar. Daneb abre los ojos sorprendido.

Llega a donde estoy sujetando mi cabello. Mis ojos se humedecen, no puedo creer que tengan que presenciar esto de nuevo, no quiero. Me siento tan débil, tengo la fuerza y la habilidad para salir fácilmente de su agarre pero cuando se trata de ella me vuelvo una inútil, es como si todos mis sentidos se apagaran.