Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El placer de ser cazada

Sábado 19 de septiembre...

Me despierto con el corazón en la boca, luchando por recuperar el aire y los ojos apunto de lagrimear, me oculto entre las sábanas.

En los escasos minutos que logre cerrar los ojos soñé con él. Cada vez que cerraba los ojos lo sentía ahí presente. Sentado en una esquina de mi cama observándome mientras duermo.

Tocando mi cabello, susurrándome al oído. Un miedo asfixiante se extiende por mis venas, helando mi sangre, acortando mi respiración. Mi corazón golpea con fuerza en mi pecho.
Abro los ojos. Busco con la mirada.

Sola...estoy sola...

Cierro los ojos, aprieto mi almohada entre mis brazos. Mi voz interna, la que se encuentra en lo profundo de mente es lo único que hace que no salga corriendo. Al menos hay una parte de mí que puede mantener la calma. Ahí está esa sensación de nuevo. Alguien me está observando.

Mierda. Mierda. Mierda.

No sé qué da más miedo. Tener los ojos cerrados y no saber lo que está pasando o abrirlos y encontrarlo ahí parada junto a mí.

No puedo dormir... ¿Qué hago? ¿Abro los ojos?

No quiero.

Por primera vez en toda mi vida tengo tanto miedo que creo que me desmayare en cualquier momento. El viento azota con fuerza mi ventana, haciendo que el ambiente se vuelva más tenebroso de lo que ya es.

Se acerca una tormenta en más de un sentido. Las ramas del árbol junto a mi ventana rasgan el cristal, como las garras afiladas de un animal el cual intentando entrar.

Que alguien me ayude.

-No puedo dormir voy a darme un baño.

Digo en voz alta, luego de un par de minutos abro los ojos, asegurándome de que no haiga nadie en mi habitación y me dirijo directamente al baño cerrando la puerta rápido, es obvio que corrí sin siquiera encender la luz. Me deslizo lentamente hasta quedar sentada en el piso en medio de la oscuridad.

-¿A quién demonios le hable? estoy sola ¿no?

En otra situación estar encerrada en el baño, sola y en medio de la oscuridad me asustaría pero por alguna razón siento que aquí estoy a salvo. Lo que me hace preguntarme ¿Qué hay allá fuera que me asusta tanto? Pueden ser paranoillas mías o puede ser mi instinto de supervivencia que por primera vez en toda mi vida decide funcionar.

Dejo salir el aire de mis pulmones. Paso mis manos temblorosas por mi rostro. Me levanto y mis piernas apenas responden. Llego con dificultad a la ducha y tomo una larga...muy larga ducha. No tengo valor de salir.
Creo que dormiré en el baño.

Una risa de auto desprecio escapa de mis labio, es irónico que me encuentre en esta situación ya que yo literalmente corrí hacia un asesino y ahora tengo miedo de estar sola en mi habitación ¿no que no le tenías miedo a nada?

Soy patética.

Del otro lado de la puerta se escucha mi teléfono sonar. ¿Quién demonios llama a esta hora? como no sea importante lo voy a matar por hacerme salir de mi zona segura. La habitación queda en silencio. Supongo que no era tan importante. Pienso aliviada. Otra vez mi teléfono suena. Maldición.

Abro la puerta lentamente. Mi teléfono esta sobre la cama, enredado en las sabanas. Lo tomo rápidamente para maldecir a quien quiera que me esté llamando. El viento remueve mi cabello ¿viento? Doy un grito el cual ahogo en mis manos al taparme la boca. El teléfono cae al suelo haciendo un fuerte crujido. La ventana está abierta.

Las cortinas se remueven bailando al compás del viento. Estoy congelada observando la ventana, la cual juraría estaba cerrada. Entró, son las únicas palabras que mi cerebro es capaz de formar. Busco por toda la habitación.

Mis latidos apenas dejan que escuche otro sonido. No hay nadie. Dejo salir el aire aliviada. Cierro la ventana con fuerza. Todo está en su lugar. Pero estoy segura de que alguien estuvo aquí.

Si fuera una buena detective me pondría a buscar por toda la habitación, pero no me muevo de mi posición. Solo busco con la mirada. No me voy a acercar a mi closet para ver si alguien se oculta ahí y sobre todas las cosas que no hare...

Yo. No. Pienso. Mirar. Bajo. La. Cama.

En esta ocasión prefiero la ignorancia, gracias. Nunca me había sentido tan... ¿Cuál es la palabra que se usa para describir que todo lo que creías sobre ti misma es una mentira? No soy tan valiente como creía, ni tan lista y sobre todo si esto es lo que se siente al enfrentarte con un asesino...no quiero volver a experimentarlo nunca.

Es tan contradictorio, no quiero volver a sentir algo así y a la vez quiero que este sentimiento dure un poco más. Es una mescla de emociones que bombardean mi cuerpo.

Tan intensas, oscuras, adictivas y excitante. Siento que soy asechada desde la oscuridad, a tan solo un paso de la muerte, pero jamás me había sentido tan viva. Creo que me estoy volviendo loca. La adrenalina, si, debe ser eso.

Esto es extraño. No sentí esto cuando descubrí el cuerpo de Mitchell o cuando fuimos a su casa. Ni siquiera cuando nos encontramos con Jones en medio de la lluvia o cuando lo tuve cerca en el salón. ¿Qué me asusta tanto? ¿Qué es diferente? ¿Qué cambio?

Quizás los asesinos dejan de parecerte interesantes cuando te comienza a asechar uno. Quizás jugar a los detectives deja de ser divertido cuando tú podrías ser la siguiente víctima.

- ¿Quién eres? -susurro mientas bordeo con mi dedo el contorno de la palabra escrita en mi venta y no soy una experta pero juraría que está escrito con sangre-¿A quién mataste? -pregunto sin esperar una respuesta. Por Dios que nadie responda.

Puede que tenga miedo, mucho miedo. Pero esto no deja de ser interesante y mucho menos deja de ser divertido. Observo las palabras escritas sobre el cristal de mi ventana como si ellas fueran a revelarme su identidad. ¿Y cómo no lo seria si me estas retando?
Juguemos.

¿Nos siguió? ¿Y si siempre supo donde vivo? ¿Nos conocemos? ¿Quién demonios eres?

El teléfono suena nuevamente y un potente grito se escapa de mis labios. Sujeto mi pecho casi me da un infarto. Recojo el teléfono del suelo, la pantalla está rota pero aun funciona. Acepto la llamada y coloco el teléfono en mi oído.

Al otro lado de la línea se escucha silencio. La calma antes de la tormenta. Luego estruendos, gemido, golpes.

¿Será un pervertido?

Estoy apunto de colgar cuando se escucha un fuerte grito el cual se corta de repente.

Tengo un mal presentimiento.

-¿Quién es?-mi voz es apenas un susurro, tengo miedo de que alguien conteste-¿Hola...quién es? No es gracioso voy a colgar.

Los gemidos regresan. No de la clase que escuchas en el sexo, más bien del tipo como si tuvieras la boca cubierta e intentaras hablar. Un chirrido, están arrastrando algo.

¿Una silla?

Un fuerte estruendo, vidrios rompiéndose. Me paralizo. Alejo el teléfono de mi oído y observo la puerta. Es mi imaginación o se escuchó como si algo se rompiera dentro de la casa.

Una vez más algo se rompe y mis sospechas son ciertas, es aquí. Las cosas rompiéndose, los gemidos, el grito, todo. Y eso solo quiere decir una cosa. La llamada la están haciendo desde la casa.

Aprieto el teléfono en mis manos tan fuerte que siento la circulación cortarse. Observo con desconfianza la puerta que da al exterior de mi habitación.

¿Debería salir e investigar?

No seas estupida.

Un conflicto en mi mente comienza. Una parte de mí me empuja a ir y averiguar que pasa, confirmar mis sospechas. Es como un impulso involuntario que mueve mi cuerpo hasta la puerta.

Algo en mi evita que la abra, me dice que afuera hay algo horrible, que mis sospechas son ciertas, que no tengo que ir a confirmarlo.

La parte irracional me dice sal y averigua que demonios hay allá abajo.

La parte racional grita ni se te ocurra abrir esa puerta, vas a morir.

¿A cuál debo escuchar?

¿Qué debo hacer?

Espera. No, no puede ser.

La respuesta estaba ahí. La ventana abierta, la sensación de ser observada, el escrito en el cristal, los ruidos, la llamada. Todo indicaba a una sola conclusión. Es él, está aquí, no se ha ido y un pensamiento aún peor me invade.

Brrr...brrr...brrr...

Reviso mi teléfono y leo el mensaje que acabo de recibir de un número desconocido.

Desconocido

No bajes.

¿Quién eres?
¿Hola?

No bajes.

Sin pensarlo dos veces abro la puerta y bajo las escaleras lo más silenciosa que puedo. Lo ruidos vinieron de abajo. Mi corazón late con fuerza y mis instintos gritan peligro. Pero la preocupación es mayor que el miedo.


Es extraño, toda la casa está iluminada, mínimo deben ser las tres de la mañana. A esta hora no debería haber nadie despierto. La puerta de la entrada está abierta.

Busco a mi alrededor vigilante, desconfiada. Me acerco a la repisa junto a la escalera. Busco con cuidado intentando no hacer mucho ruido algo con que defenderme.

Un grupo de trofeos aparecen en mi vista, agarro uno de ellos y lo observo extrañada. Es más pesado de lo que pensé. Estudiante del año. Es de Jaret.

¿Por qué está aquí?

Todos son de él. ¿Qué hacen aquí? Agarro con fuerza el trofeos y se convierte en un arma mortal en mis manos.

Mis pasos son lentos pero decididos. La cocina, no se porqué pero algo en mi interior me dice que lo que busco se encuentra ahí.

Quizás porque es el único lugar de la casa donde las luces están apagadas. Como si me estuviera diciendo estoy aquí, acércate un poco más.

Es una trampa.

Lo sé, no tienes que decírmelo, no lo puedo evitar. Enciendo la linterna de mi teléfono y alumbró la cocina.

Esto es una mala idea.

Mi imaginación me está jugando una mala pasada. En cada rincón imagino la escena de esa película de terror, en la que la protagonista alumbra con una linterna en medio de la oscuridad y aparece un fantasma ensangrentado delante de ella.

Me adentro un poco más y llego hasta el interruptor encendiendo la luz. Como un macabro acto de magia la luz se enciende con lentitud, parpadeando un par de veces, dándome pequeños vistazos de la horrible escena que me espera.

¿Por qué ella? ¿Por qué?

Mi vista observa lentamente la escena, como si algo en mi cerebro me obligará a grabar cada detalle. Sus pies descalzos con pequeños fragmentos de vidrios incrustados. Su siempre perfecta ropa ahora ensangrentada. Su cabello era un desastre y su rostro estaba cubierto de sangre. Estaba atada por completo.

-¡No, Noooo!

Grito con desesperación, mi vista se nubla por mis lágrimas, no escucho nada más que el desgarrador grito que sale. Siento mi alma rasgarse y como el tiempo deja de importarme. Mi cabeza duele.

Mi grito se mezcla con el de alguien más, tapo mis oídos con fuerza, se escucha desgarrador. Busco a mi alrededor, no hay nadie, nadie, sola.. pero sigo escuchando sus gritos. Su voz me parece conocida. Lo tengo en la punta de la lengua pero no logro recordar bien, algo lo bloquea.

Se escucha un llanto, están intenso, tan desgarrador que hace que me duela el tan solo escucharlo. Mi vista se nubla y mis sentidos se apagan y sumergen en un recuerdo.

Una chica bajo la lluvia gritando, suplicando, llorando frente al cadáver de alguien. Sus gritos hacen temblar a todos los presentes. Esta cubierta de sangre, nadie se acerca, nadie la ayuda, solo la observan.

Soy yo ¿Pero cuando...?

Mi cabeza duele, duele como nunca antes, mis ojos duelen y lentamente voy perdiendo la visión. Todo se sumerge en una profunda oscuridad y mis ojos duelen como nunca. Un fuerte pitido de mis oídos y comienzo a dudar frío. Estoy teniendo un ataque de pánico. Un fuerte dolor en el pecho se abre paso haciendo que escape todo el aire de mis pulmones.

¿Voy a morir así?

Sola.

La desesperación se apodera de mi e intento levantarme. No veo, no escucho nada más que un fuerte pitido. Mi cabeza duele y mi garganta arde y como si fuera poco a penas respiro.

Me estoy muriendo. Me estoy muriendo. Me estoy muriendo.

Son las únicas palabras coherente que mi mente logra conformar, me advierte de mi trágico destino. Justo cuando estoy por darme por vencida y entregarme a la muerte unas manos me sujetan con fuerza evitando que caiga.

Puedo sentir el calor abrasador de su cuerpo en mi espalda, junto con el tacto frío y seco de sus manos. Me está abarazando e impide que caiga al suelo, es fuerte y más alto que yo. Su respiración es agitada, como si hubiera corrido. Siento su corazón latir con fuerza en mi espalda. Mi nariz es invadida por un fuerte olor metálico.

Me sorprendo al sentir una mano sobre mi pecho. Esto no puede estar pasándome. Pero mis miedos se esfuman cuando su mano se coloca por encima justo sobre el esternón, donde el dolor es insoportable y comienza a deslizarse suavemente, como una especie de masaje. Pasan unos minutos y solo se detiene cuando dejo de hiperventilar.

¿Que esta pasando?

-¿Q...quien...qui...quien...e...eres?

Su mano se desliza hacia mi boca y la tapa para que haga silencio. Siento algo húmedo tocar mis labios y por instinto paso la lengua sobre ellos para limpiarme. El fuerte sabor metálico se filtra y lo identifico en un segundo.

Es sangre.

Mis labios están sucios nuevamente y sin darme cuenta los vuelvo a limpiar. El cuerpo tras de mi se tensa, su respiración se detuvo por un segundo. Y es cuando me percato que sin querer lo roce con mi lengua.

Mi vista poco a poco comienza a regresar, intento girar para ver su rostro pero esta vez tapa mis ojos a la vez que suelta un gruñido molesto. Siento algo crecer y precionar mi trasero. Ahora la que deja de respirar soy yo.

No. No. No.

Me presiona con fuerza a él. Siento su nariz en mi cuello, se desliza a mi hombro y de regreso a mi cuello. Me esta oliendo.

La presión en mi se hace más fuerte, como si no tuviera planes de dejarme ir nunca y quizás ese sea el caso. Su otra mano se desliza lentamente hasta mi cintura con intenciones de llegar más allá.

-Baja un poco más la mano y te la corto.

Sujeto su mano y hablo con una voz tan fría que congelaria hasta el mismo infierno. Aprieto mis dientes con fuerza esperando mi inminente muerte después de provocar a un asesino.

Es oficial, estoy loca, loca y muerta.

No se suelta de mi agarre, presiono con más fuerza la mano sobre mi cintura, se me escapa un jadeo e intento morderlo furiosa. Oculta su rostro en mi cuello y su cuerpo comienza a temblar. Me paralizo confundida.

¿Se esta riendo?

Después de lo que me pareció una eternidad deja de moverse me envuelve entre sus brazos con fuerza sacándome el aire, cada vez ejerciendo más fuerza, como si me quisiera romper con sus brazos.

Siento el tacto húmedo y cálido de su lengua deslizarse por mi cuello y luego morder con fuerza. Un fuerte grito se escapa de mis labios e intentó soltarme de su agarre.

-¿Quién está ahí, Gala eres tú?-escucho la voz de mi madre acercarse con pasos apresurados a mi ubicación.

Cundo mi madre aparece soy empujada con fuerza en su dirección chocando y cayendo sobre ella. Ambas nos encontrábamos adoloridos en el suelo. Mamá se recupere me empuja a un lado y se pone de pie.

-¿Qué crees que estás ha...?-su voz se corta y su mirada furiosa cambia a una de terror.

La observo sin comprender y sigo el rango de su mira que va desde mi pijama ahora cubierto de sangren, a mi rostro y luego observa con horror sobre mi hombro. Me levanto y busco detrás de mí.

No está.

Busco por todos lados y no hay señal de él. Como si nunca hubiera estado aquí. Tocó extrañada mi cuello y el ardor me recuerda que no fue un sueño. Alguien estuvo aquí. Tan cerca que podía sentir su aliento en mi cuello y su corazón latir junto a mi espalda. Mi estómago se encoge y arrugo la nariz con disgusto. Sin mencionar su...

Lo voy a matar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro