Psicópata ese es el término que la sociedad usaría para describirme. Yo lo llamo ser un visionario, con la capacidad de cumplir aquello que otros piensan pero no son capaces de decir en voz alta. Esa compulsión que sentimos todos en algún momento y que muy pocos seden a ella.

A pesar de sentir esa compulsión, no expreso mi arte a diario, esta es la primera vez que lo hago. Hoy sera el dia que mi primera obra de arte cobre vida. Mis obras son seleccionadas con cuidado, todas tienen un concepto, una temática, tienen que ser perfectas.

Mis musas merecen toda mi atención, son aquellos humanos que decidieron convertirse por voluntad en monstruos. Ellos decidieron su camino en cuanto decidieron perseguir sus instintos más primitivos. Abrieron las puertas del infierno por si mismos, yo solo los envié a él.

Nunca supo el momento que la drogue. ¿Quién sospecharía de una inofensivo caramelo?...cargado con un tranquilizante tan potente que derribaría hasta un elefante. Que puedo decir...nunca aceptes dulces si van acompañados de una sonrisa bonita. Los humanos son criaturas simples y tan predecibles.

Bueno no es como que tenga un cartel en la frente que diga psicópata, pero no se le hizo siquiera sospechoso que no estuviera en clases. No, claro que no, eso es porque la estudie bien...estaba más concentrada en lo que haría con mis ojos si lograra capturarme.

«Es una lástima, yo te vi primero»

-Estoy tan decepcionado...creí que sería más divertido. Que decepción-dramatizo-Creí que teniendo en cuenta tu historial serias más lista. Mira que caer en tu propio truco-suspiro con decepción.

Fue lindo echar sus intentos fallidos de hablar o ver como su cuerpo sufría de espasmos mientras vaciaba sus cuencas, rellenarlas con mis preciosas rosas que con tanto amor y cuidado cultive especialmente para ella. Fue tan aburrido que creí que yo era a quien torturaban.

-Algo falta...creo que tu cuello necesita un poco más de color.

Arreglo mis guantes blancos, jamas entenderán la belleza de la tela blanca fundiéndose con el carmín de la sangre. Ver lentamente como cada espacio de pureza es corrompido por el líquido quien busca devorar cada pequeño espacio. La belleza de las mirada de suplicas y terror. El apreciar como la vista se desvanece de su cuerpo lentamente dejando espacio a un recipiente vacío, carente de alma. Esa alma sucia y corrupta que poseí.

-Mira el lado bueno, fuiste increíblemente buena ocultando tu lado...creativo.

Acomodo una de las rosas que se había salido un poco, me alejo un par de pasos para comprobar mi hermosa escultura. Quien diría que tan despreciable criatura tendría el privilegio de formar parte de tan hermosa obra.

-Lagrimas escarlatas...deberías sentirte afortunada tienes un hermoso nombre-tomo una foto.

-Tch...que aburrido...

Abandono mi creación cuando una idea se formó en mi cabeza iluminando cada célula e mi ser. Mi cuerpo vibró en respuesta con la idea que se forma en mi mente. Esa sensación de adrenalina que intoxica...soy demasiado inteligente para que me atrapen...no importa que tantos errores cometa nunca lo verán. ¿Qué pasaría si no dejo atrás un error, que pasaría si dejara una pista?

- ¿Tú que dices, crees que serían capaz de llegar a mí? ¿que debería escribir? querida policía se que nunca me atraparan aquí les dejo este regalo para que lo hagan. No eso no.

Le pregunto a mi obra terminada sin esperar la respuesta que nunca llegara. ¿Pero que debería decir? ¿Hola yo la maté?...muy cliché...mmm...ya se. Tomo una de las hojas de papel sobre el escritorio y remojo el bolígrafo en la sangre que gotea descaradamente. Con esto debe ser suficiente. Una sonrisa tira de mis labios y la adrenalina recorre mi cuerpo.

-Mmm...esto será un poco problemático-digo mientras la compulsión se hace presente en mi cuerpo pidiendo a gritos más.

La alarma de mi teléfono suena recordándome que el tiempo se acabó. Recojo mis cosas, doy una última mirada asegurándome que todo este donde debería. Cierro la puerta tras de mí, me pierdo entre los pasillos y espero con paciencia que el espectáculo comience.

Que tan exquisitas serán sus reacciones, sus miradas de horror, sus gritos, el miedo corrosivo de que quizás ellos sean los siguientes. Me siento tan mal por esas pobres almas que no merecen tal tormento. A quien engaño, estamos en los Hampton Royal aquí todos son culpables de algo, todo está en que tan bien lo ocultan.

-Aquí nada es lo que parece, todos están igual de jodidos o peor que yo. Solo hay que ver a la joya que tenemos de profesora.

¡Oh demonios!...

Sofoco un gemido de placer...

Esas expresiones, los gritos, fue más de lo que espere. Estoy tan emocionado que mi cuerpo no para de temblar...intento disfrazarlo con una de las tantas miradas de horror en la multitud de estudiantes y profesores.

A penas puedo retener mi impulso de saltar al frente, gritar que soy quien creo tan hermosa obra. Oculto mi rostro entre ambas manos, muchos pensarían que estoy en shock, solo yo sé lo que se oculta tras mis manos, una sonrisa fugaz que casi destruye mi actuación.

Esto es más de lo que imagine...mucho más de lo que espere...

La policía saca a los tres chicos del salón, cada uno es un poema con expresiones muy lejos del miedo. Me irrita un poco, pero mi atención se la roba la pelinegra de ojos escandalosos que no quita la vista de mi escultura, aun cuando los oficiales la empujan...una pequeña sonrisa asoma en sus labios y al pasar junto a mí puedo observar el verde de sus ojos arder en algo muy lejos del miedo.

Emoción. Un reto el cual parece haber aceptado. Aun sino fue echo para ella. Interesante. Veamos cuanto puedes fungir no tener miedo. Si quieres jugar...juguemos ratonsito, veamos qué tan buena eres.

-Tienes mi completa atención, no me decepciones.

- ¿Dijiste algo?

-No-sonrío inocente para luego marcharme sin mirar atrás.