El Viejo Magui
Explosiones rugían cual trueno, metralla zumbaba por doquier como abejas ardidas en rabia y nubes de humo y polvo se entremezclaba.
Mientras en una larga línea de trinchera, hombres y mujeres respondían al fuego proveniente del otro lado. Todos respondían al fuego, gastando cargadores y consumiendo balas como si nada. Ráfagas de ardientes colores azules y verdes volaban sobre sus cabezas, mientras pernos ardientes quemaban todo cuanto tocaban.
Gritos de dolor y sufrimiento llenaban el aire, mientras sonidos de trueno sonaban. A la derecha de los soldados, un enorme tanque disparaba sus cañones contra la masa de fuerzas enemigas en aproximación.
El impacto de sus proyectiles de 120 milímetros hacía volar en pedazos todo cuanto su inmensa explosión tocaba.
Unas palabras escritas en tiza blanca en el cañón se leían "Viejo Magui", un nombre muy interesante. Se trataba de un tanque M850 Grizzly, un tanque pesado tan temido por el UNSC y el Covenant, que solo su presencia podía despedir terror el enfrentar una bestia de un peso mayor a las ochenta toneladas.
El Viejo Magui disparaba su par de cañones del 120 contra una formación de tanques Wraiths del enemigo, el impacto de los proyectiles con cabeza HEAT, hacían estragos en el blindado nanolaminado de los tanques enemigos.
Uno a uno, llamas de colores azules y celestes salían despedidas de los cascos de los wraiths destruidos. El grupo de asalto de Grunts, Jackals y Elites se redujo a unos pocos puñados de individuos heridos y dispersos, rotos por la resistencia humana.
Pasaron tres minutos y los restos del enemigo se retiraron del lugar, dejando tras de sí cadáveres carbonizados y rotos, mientras una tierra quemada dejaba echar su presencia, cada palmo de tierra quemado por las explosiones de ambos bandos.
Una media hora después, el páramo estaba en silencio, olor a tierra y carne quemada inundaba el aire, contaminado en una gama de olores extraños, pero no menos tranquilizantes, al menos no era olor de plasma recién disparado.
Un hombre salió del interior del tanque, saco unos binoculares y dio una rápida y meticulosa mirada al frente, una "despejada" zona de tiro se mostraba ante él, ochocientos metros de terreno al alcance, una Zona de Muerte más o menos idónea.
-Comandante Marlow, el capitán lo quiere ver-. Grito un soldado.
-Dígale que estoy en el cuartel en dos minutos-. Respondió el llamado Marlow.
-Bien, solo no tarde entendió-. Dijo el soldado con algo de amargura.
Marlow vio el soldado moverse a su posición, era el artillero de una ametralladora ubicada a treinta metros de su tanque, el hombre se juntó con dos más y por sus movimientos parecían molestos y rabiosos. No habían tenido un buen día.
-Idiota. Al menos ten decencia por los superiores-. Dijo Marlow en voz baja.
Eddy Marlow era un hombre de apariencia vieja de casi cuarenta años, a pesar de sus treinta y nueve reales. Había estado en cuatro batallas contra el Covenant y había sobrevivido a las cuatro. Marlow no era una persona feliz de operar un tanque pesado Grizzly ni mucho menos.
Las formaciones de tanques Grizzly siempre habían sido un objetivo de provecho para el Covenant. En combate a campo abierto, el Grizzly era el indiscutido vencedor, ni siquiera los tanques Wraith podían hacer frente en combate directo en campo abierto.
Pero ese increíble poder era un objetivo tan grande de derribar, que era normal que las fuerzas del Covenant hicieran uso de apoyo espacial de sus naves en órbita para deshacerse de este problema. Claramente, esto era algo que Marlow nunca le dejó de inquietar, jamás dejaría de mirar al cielo, sentía que el ojo del diablo estaba sobre él, nunca podría zafarse de su mirada.
Marlow se bajó de su tanque y se dirigió al interior de la línea de trincheras, un entramado de líneas defensivas, todas alrededor de una instalación de investigación secreta de la Oficina de Inteligencia Naval (ONI por sus siglas en inglés).
La instalación estaba erizada de armas antiaéreas y antenas de comunicación, muchas de ellas habían sido destruidas y arrasadas por los impactos de morteros de plasma de la artillería y aviadores Banshee del Covenant.
Marlow se internó en un pequeño bunker al lado de la puerta principal que llevaba al vientre del enorme edificio.
Marlow entro en el pequeño cuartel. El pequeño bunker hecho de instacreto de secado rápido, estaba lleno de monitores y pantallas de visualización por sus cuatro paredes. Mientras una consola en el centro era operada por unos técnicos que monitoreaban la constante información, mientras una pantalla más grande mostraba un mapa de la instalación y sus alrededores en un radio de cinco kilómetros a la redonda.
-Comandante del 23 Batallón de Tanques Eddy Marlow reportándose señor-. Dijo Marlow mientras saludaba con todos los honores.
-Descanse Eddy. Ya el momento de formalidades termino hace tiempo-. Respondió un hombre con uniforme del ejercito bien arreglado.
Se trataba del general Frederic Motube, un general conocido por sus increíbles victorias contra el Covenant. Motube era un hombre de pocas palabras y mucha acción, cualquier decisión que tomara siempre lo hacia con toda premeditación, nunca dejaba nada a la suerte.
-Señor Motube, hágame el favor, si me disculpa la palabra de decirme ¿Por qué estoy aquí?- La pregunta del millón.
-Bueno Eddy. Creo que es mejor que te informe de forma clara y sin rodeos-. Dijo Motube.
El general era el único que llamaba a Marlow por su nombre, nunca se dirigía a el con su apellido.
-¿Informarme de que señor?- La curiosidad y ansiedad empezaron a llenar la mente de Marlow.
-¿Cuantos tanques operativos tiene tu unidad en estos momentos?- Dijo Motube, una pregunta así vendría con un encargo difícil después sin lugar a dudas.
-¿Pues?- Se rasco la barbilla.
-Contando al Viejo Magui, mi unidad tiene seis tanques operativos. Bueno solíamos ser doce, pero el movernos hasta aquí y plantar la defensa nos dejo reducidos. Pero eso es otra historia-. La mente de Marlow se lleno de recuerdos de su unidad siendo atacada por las fuerzas del Covenant durante trayecto a la instalación.
-¿Porque lo pregunta Comandante?- Hizo la pregunta, aunque en sus adentros sentía que seria un nuevo plan de ataque.
-Pues, tenemos ordenes de arriba de lanzar un contraataque- se puso la mano en la barbilla -Los cabezas de huevo de la ONI desean que retrasemos lo suficiente al Covenant para lograr la evacuación de los artefactos, además de la eliminación de la información y datos delicados-. Concluyo el comandante.
Marlow se sentía extrañado, no tenia tanta sorpresa por la noticia del comandante. Más bien, se esperaba que tal hecho sucediera. Como si en sus adentros deseara ser enviado a la boca del infierno.
Tendría que visitar a un psicólogo más tarde.
-Pues, ¿Cuál es el plan de acción?- Volvió a preguntar -, estoy seguro de que no será una estrategia de sebo con tan pocas tropas que tenemos.
-No claramente- Replico Mobute -la operación será de búsqueda y destrucción.
-¿Como así?- Volvió a preguntar.
-Tienen la misión de atacar una fuerza Covenant que se acerca a la instalación. La fuerza de ataque enemiga- señalo en la pantalla donde se mostraban una agrupación de tropas enorme -esta compuesta en gran medida por una fuerza de infantería de grunts, jackals en grandes cantidades, mientras que también tienen una concentración de tanques enorme-. Explico.
-Entonces, ¿La misión es destruir una fuerza enemiga mucho mayor a mi batallón?- Conjeturo Marlow.
-Afirmativo, pero es una fuerza enemiga de 3000 efectivos por los recuentos hechos por los drones MAKO por el momento. Los de arriba desean que esa fuerza sea desmembrada-. Afirmo el comandante, quien se dirigió hacia la holomesa.
-La cosa- tecleo en la pantalla -es que no tenemos suficientes tropas para un ataque en regla normal como se debería-. De la holomesa salieron figuras holográficas del numero de tropas disponibles -Pero contamos con una fuerza de ataque blindado considerable.
-Entonces ¿Planea enviarme a mi y mis hombres allá sin cobertura?- Replico Marlow.
-Es ne...- Las palabras se quedaron cortas.
-Señor con todo el respeto que se merece y le profeso. ¡¡No enviare a mis hombres a una misión suicida!! Más cuando estamos faltos de munición, ¿A menos que desee que halla una carnicería inútil? No pienso enviar a mi batallón allá, aunque el General Strauss mismo este aquí-. Respondió con dureza Marlow.
Marlow estaba harto de tantas misiones suicidas. Había sobrevivido a muchas incursiones muy peligrosas que dejarían grupos de soldados traumados. Había luchado en batallas donde los mandos claramente mostraban una despreocupación total por sus vidas. Marlow sabia que debía de servir en cuerpo y alma a la Humanidad, pero el ya había entregado a muchos de sus hombres y mujeres a la muerte para nada, ya era su limite.
-Comandante. ¿Sabe que lo puedo enviar a la corte marcial por esta falta de respeto? ¿Lo sabe verdad?- Replico el comandante Motube enfadado.
-Si señor. Pero ya basta de enviar buenos soldados a la picadora de carne. ¿Qué yo recuerde? Nuestra flota no ha sido diezmada y tenemos unas plataformas de defensa orbital operativas. Porque no pide que bombardee ese campamento enemigo?- Exclamo Marlo con enojo en su lenguaje.
-Escuche Marlow. Estoy claro que esto ultimo que le pido no es fácil. Pero entiende- hablo Motube poniendo sus manos en la holomesa -, es cierto que nuestra flota no fue destruida por completo. Pero las pocas naves que no quedaron inutilizadas o dañadas de gravedad están siendo usadas para retirar el equipo y al personal importante por el momento-. Su voz se oyó muy dolida, como si una depresión inmensa hubiera caído sobre aquel hombre -Además la plataformas no pueden disparar al planeta porque su carga destruiría el objetivo pero causaría un movimiento tectónico en tierra causando más problemas de los que tenemos. Creo que entiendes hijo-. Concluyo el comandante limpiándose el sudor de la frente.
Marlow vio que el comandante estaba sufriendo de una pesada carga en su espalda. Marlow sabia del peso de liderar hombres al combate ¿Pero como podía compararse el, un comandante de tanques, con Motube, un comandante de ejército completo? Para Marlow seria difícil pensarlo.
-Entiendo señor- Asintió la realidad.
-Pero quiero que me de apoyo de infantería. No peleare solo contra tanques e infantería por igual sino cuento con soldados que me cubran el culo-. Dijo Marlow, su tono se volvió de grave a suave en un parpadeo.
-Entiendo, tendrás cuatro pelotones de infantería. Veré si puedo asignarte un pelotón de SCDO (Soldados de Choque de Descenso Orbital)-. Respondió Motube alegremente.
-Bueno. Me retiro ahora, denme la información del plan de ataque mientras nos movemos-. Concluyo Marlow.
-Entiendo hijo-. Acepto Motube.
Marlow se retiro del CG tranquilamente. Sin saber que habia aceptado sin querer las ordenes mandadas por Motube.
-Comandante- pregunto uno de los oficiales de comunicación -veo que no le dijo que este ataque podría ser una misión suicida completa, parece que no le dijo como tal.
-Marlow es un tipo de hombre duro y fuerte, pero como toda persona. Con las palabras y el orden adecuados, puedes manipularlos para ir al infierno sin pensarlo-. Respondió el Comandante.
El aura despedida por el comandante cambio en un instante. Consiguió lo que había dicho, cambio la perspectiva de Marlow solo con palabras. Un buen comandante debía saber como manipular el contexto para lograr lo que tenia como objetivo.
Motube lo sabia muy bien.
-Basta de preguntas. Muéstreme el estado de la fuerza de ataque Covenant-. Ordeno.
Al instante señor-. Acato el monitor.
En la pantalla se mostro la concentración de fuerzas enemigas. Un enorme problema se vendría encima ha Marlow si lograba hacerse de la atención de todo ese contingente Covenant.
-Dios- Dijo en sus adentros -perdóname por enviar soldados buenos a la muerte. De nuevo.
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