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𝐈. I'M STILL BEJEWELED ...



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‎ ‎ ‎ ❪ ! ❫

‎ ‎ ‎‎ ‎ ‎ 𝐈... CAPÍTULO UNO
‎ ‎ ‎ ‎ 𝖨'𝖬 𝖲𝖳𝖨𝖫𝖫 𝖡𝖤𝖩𝖤𝖶𝖤𝖫𝖤𝖣
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‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Londres, 1814.
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Brimsley casi tropezaba mientras intentaba seguir a la reina Charlotte por todo el inmenso pasillo del palacio. Soltó un suspiro cuándo ella disminuyó su paso, el leal Brimsley estaba casi tomando grandes bocazas de aires para recuperar el aliento, la reina había salido despavorida cuándo se le avisó que su visita había llegado. Corriendo desde el jardín hasta la entrada del palacio de Buckingham, sus guardias y la mayoría de personas que le acompañaban corriendo detrás de ella, Charlotte estaba completamente emocionada, aburrida por 10 meses y por fin tendría algo de diversión.

La reina Charlotte sonrió cuándo la solución a su más grande dolor de cabeza bajaba del carruaje con una gran sonrisa de emoción. Su majestad abrió los brazos para que la joven real corriese a abrazarla. Por su parte, la chica qué bajaba del carruaje -y después de ella un hombre de cabellos grisáceos-, soltó una suave sonrisa, apresurándose caminó hasta los brazos de su tía.

── ¡Tía Charlotte! ──exclamó la joven después de separarse del suave abrazo qué habían compartido las dos mujeres. La gran monarca no solía ser del todo demostrativa frente a la gente pero a base de su gran interés por la presencia de la figura femenina a quién aún le sostenía las manos con delicadeza no podía evitarlo. Podía no ser una gran figura materna pero siempre sabía ser una gran compañía. Apenas pudo cruzar un saludo con la joven cuándo fue interrumpida por Brimsley que llamó la atención de la reina, la mujer lo miró con enojo y volvió la atención a su sobrina, apenas iba a hablar cuándo visualizo al varón de porte y elegancia caminando hacía ellas, una reverencia se hizo presente de su parte y la reina asintió.

── Duque de York ──muy apenas volvió a sonreír Charlotte, ver al hermano de su esposo le causaba un poco de incomodidad, sabía que en algún momento el Duque preguntaría por la salud de su hermano o peor, querría verlo.

── Su alteza, es un honor volver a verla. Ha sido una sorpresa su invitación, pero cómo siempre, es un honor servirla, espero que mi hija pueda cumplir con sus grandes expectativas. ──el hombre miró a la mujer a su lado, ella aún mantenía una sonrisa emocionada igual a la de una niña apunto de recibir un caramelo delicioso.

── ¡Tonterías! Es una princesa, por sus venas corre la fortaleza para sostener un reino, será una maravillosa debutante. ¿No es así, mi princesa Lilibeth?

Hasta aquel momento la princesa no había sentido ningún tipo de nervio. Cuándo una carta llegó a su hogar en Francia se había sorprendido, su padre la había leído para todos en su familia durante la cena y fue cuándo los Hannover quedaron sorprendidos por la petición de la reina Charlotte. Tenía razón, una reina jamás se equivoca y cuándo ella mencionó que su hija, la princesa de Gales no estaba casada según sus informantes y tenía que debutar lo más pronto posible. El Duque fue llamado a Londres junto a la princesa para qué pudiese presentarla durante su debut:

"Después de eso puede retirarse, Edward, yo me encargaré de que su princesa tenga un esposo para el final de la temporada."

Eso era lo que sorprendía al Duque y a la princesa, ¿qué tipo de planes tenía la reina para la princesa? ¿Por qué ahora? Podía esperar, era una princesa, no tenía que desposarse, ya no tenía que dar un heredero, sus deberes para el linaje no eran necesarios, la reina tenía muchos hijos y tendría muchos herederos.

── Es cierto, mi reina, estoy aquí para hacerla sentir orgullosa, a usted y a la corona. ──respondió con cautela, hizo una pequeña reverencia antes de su tía diera la vuelta y los invitara a pasar. Brimsley miró de mala gana a la princesa antes de caminar detrás de su reina.

── Tendremos un día ocupado, corazón. Primero, tu padre y yo tendremos una charla, mientras tanto puedes refrescarte, tienes que descansar y verte espléndida mañana, así que tendremos una gran tarde de belleza tú y yo, pero mientras tanto... ──la reina se detuvo de pronto, Brimsley que estaba distraído de nuevo paro de golpe y casi tropieza de nuevo, la princesa soltó una pequeña risita que ahogó con su mano de inmediato. Charlotte volteó a mirar al hombre de baja estatura y levantó una ceja, lo señaló con sutileza. ── Tú, encárgate de correr la voz.

Una gran sonrisa se formó sobre los labios de la reina, Brimsley le devolvió la sonrisa a su majestad antes de darse la vuelta y salir de la vista del Duque y la princesa.
"Mañana a primera hora estará de vuelta" dijo, la reina lo invitó a retirarse de una manera no tan dulce y con la vista al frente siguió caminando, una caminata llena de firmeza y un toqué de felicidad.

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Bridgerton House, 1814.


‎Balbuceos y peleas se escuchaban por el pasillo blanco de la casa de los Bridgerton. La Duquesa, Daphne Basset-Bridgerton confundida camino unos pasos hasta detenerse.

──¿Esté es el plan? ──preguntó un poco confundida y decepcionada del plan de sus hermanos. Todos los Bridgerton se encontraban fuera de la habitación de Eloise, la segunda mujer de la familia y la próxima debutante de la temporada. Se sabía que Eloise era una mujer tenaz y aún que ninguno de sus planes tenía que ver con el matrimonio, la joven Eloise deseaba hacer feliz a su familia y a su madre, Violet, así que ahora se encontraba molesta y incómoda hasta la médula con un estruendoso vestido mientras sus hermanos y hermanas la esperaban afuera de su pieza.

Por su parte, Daphne obtuvo toda la atención de su familia después de hablar.

── Qué bueno que llegaste. ──exclamó Violet un tanto aliviada, tal vez su hermana podría calmar los nervios de Eloise.

──Solicitó un tiempo... ──el vizconde Anthony Bridgerton cómo siempre mostrándole un poco de paciencia a su joven hermana.

──¡No tenemos tiempo! Apártense. ──Daphne se limitó a hacerse espacio entre sus hermanos, sin embargo fue detenida por el encantador y risueño Benedict Bridgerton.

──Sin ofender, pero eres la última persona que quiere ver. ──se había ofendido, claro estaba y aún que todos aún miraban a la puerta de color blanco esperando la salida de Eloise las cosas se empezaban a poner tensas.

Intentando discutir con Benedict, Hyacinth y Francesa discutiendo sobre el paradero de su hermana y Violet deteniendo sus preguntas, Benedict y Anthony se unían a su conversación llena de balbuceos. Daphne se quejó de la imprudencia de su hermana diciendo qué dejó su hogar por estar presente y apoyar a Eloise.

──Sabía qué pasaría. Llegaremos tarde con la reina. ──por fin el Vizconde habló, algo muy Anthony quejarse solamente cuándo levanta la voz.

Unos segundos después todas las mucamas salieron despavoridas. Algunas con lágrimas secas en los ojos, otras con un rostro furioso y otras simplemente cabizbajas, Eloise podría ser muy ruda en estos temas y la cara de las mucamas era un gran ejemplo de ello.

A su frente, la preciosa Eloise Bridgerton se hizo presente, con un hermoso vestido color blanco y un bello tocado sobre el pelo. Su familia la miraba atónica y Daphne encantada por la belleza de su hermana levantó una mano, casi pidiendo la primera palabra pero fue detenida por la menor.

──Si alguien dice una sola palabra... Terminemos con esto.

Eloise salió de la habitación con furia, estaba harta y aún que los nervios le estaban comiendo el alma deseaba quitarse ese estúpido vestido. Su familia la siguió a pasos emocionados mientras salían de su hogar para dirigirse al carruaje que los llevaría hasta el palacio listos para ver a su reina.

La familia se dividió en dos, Anthony, Benedict y Gregory subieron al carruaje. El mayor de los Bridgerton se notaba un poco molesto, irritado y ansioso. Benedict miraba con diversión a su hermano mayor y Gregory un poco confundido, el menor solamente se preocupaba por molestar a su hermana menor, Hyacinth y el camino hasta el palacio el parecía eterno.
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── Mis deberes no pueden ser tan complicados. Si Hastings lo logro, ¿por qué yo no? ──su tono egocéntrico le hizo diversión al joven Benedict, aún que su hermano estuviera firme en querer encontrar una esposa está temporada a Benedict le parecía gracioso qué su hermano realmente creyera que podría conseguir una vizcondesa con esa actitud arrogante.

── Su emoción me conmueve. ──con una mano en el pecho, Benedict miró a su hermano menor quién le devolvió una respuesta con una mirada divertida ante las palabras del vizconde Bridgerton.

── No necesito emoción. Tengo lo que requiero, y es una lista; tolerable, diligente, caderas grandes para darme hijos y algo de cerebro. ──Benedict estaba dudando en sí golpear a su hermano o abrir la puerta del carruaje y lanzarse mientras estuviese en movimiento en aquellos momentos, Gregory aún con su corta edad lo miraba con disgusto y un poco de confusión. ¿Realmente una persona podría ser así de aburrido y mezquino? ── Lo último no es un requisito, es más una preferencia.

No se podía negar que el vizconde era conocido por sus ideas "peculiares" y no sería el último hombre en Londres en pensar de aquella manera sobre la búsqueda de una esposa y aún que para su madre, Violet las ideas de Anthony podían resultar groseras y poco éticas no podía decir nada más que esperar que su hijo fuese callado con el amor. Quién sabe, tal vez el vizconde debería mantener silencio antes de hablar o podría ser víctima de una dulce karma.

Pero eso ya estaba por verse.
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‎ ‎ ‎ ‎ ‎ Palacio de Buckingham, 1814.

Las jóvenes damas de la alta sociedad, vestidas en sus más deslumbrantes atuendos, esperaban ansiosas su turno para ser presentadas ante la mirada escrutadora de la aristocracia.

Entre ellas se encontraba la princesa Lilibeth Hannover de Gales. No quería ser tratada diferente para ese momento así que estaba entre todas las debutantes mientras esperaba su turno.

Había tenido una conversación un tanto interesante con su tía el día anterior en su rutina de "belleza" y aún que sabía las mala intencionadas ideas de su tía no podía evitar sentirse nerviosa. ¿Qué tal si su plan no funcionaba? ¿A caso su tía la dejaría a la deriva? ¿Podría irse a casa e ignorar el hecho de qué estaba apunto de ser lanzada a los lobos hambrientos de la sociedad londinense? Estaba asustada y un poco confundida. Su nobleza siempre le había traído dicha y aún que fuese una mujer completamente tenaz no quería comportarse de esa manera frente a los candidatos que pudiesen querer su mano, esperaba con ilusión no encontrarse con el típico hombre que no buscaba una esposa, sino un adorno más en su hogar.

Lejana de sus pensamientos soltó un suspiro cuándo su atención fue desviada a una joven que parecía apunto de tener un colapso mental. Sudaba muchísimo y sus ojos miraba de un lado al otro buscando alguna salida de escape del momento, aún con esa pinta de querer saltar por le ventana lucia hermosa y la princesa Lilibeth sonrió al ver su nerviosismo, ella se sentía así por dentro y aún que intentaba mantener la compostura deseaba ser así de libre cómo la joven para poder demostrar sus verdaderos sentimientos.

Se acercó unos pasos hasta la joven que temblaba y se movía ansiosamente para intentar calmar sus nervios. Una mujer mayor a ella volteó a verle y le dio una sonrisa cálida, la joven de ojos azules se calmó un poco cuando noto a la princesa acercarse.

── Lamento molestar, milady. Pero he estado viéndola y quiero que sepa que no es la única que se siente aterrada, creo que acabo de romper mi vestido, escuche la tela rasgarse cuándo llegue aquí. ──soltó, una sonrisa genuina se formó sobre la castaña nerviosa, la mayor de las tres mujeres apretó un poco los labios mirando la reacción de su hija, había calmado un poco sus nervios. ── No tienes de qué preocuparte, sé de buena fuente que la reina está un tanto... aburrida, así que camina derecho, no notará nada más.

Antes de que alguna de las dos desconocidas para la noble pudiese hablar se le fue anunciado que la princesa era la siguiente. Miró asustada a la joven y ella le dio una sonrisa dulce. Eloise Bridgerton sintió una clase de paz cuándo la princesa tomó su posición, a su lado un hombre se dejó ver, la mayoría de madres lo miraron con confusión y sorpresa. ¿Por qué un hombre presentaría a una debutante? ¿Sería viudo o habría algo más importante detrás?

Aún con el nerviosismo entrando a su cuerpo una vez más, la princesa destacada con una postura perfecta, sus ojos ya miraba enfrente para evitar caer y aún que su corazón latía fuertemente contra su pecho necesitaba mantener su elegancia intacta por el bien de su familia.

El momento había llegado. Con su porte real, su belleza radiante y un vestido blanco, adornado con encajes, plumas y perlas que realzaba su figura delicada y elegante, un servidor anunció con voz firme y resonante:

── ¡Presentada por su alteza real, el Duque de York y Príncipe de Gales, la primogénita Lilibeth Hannover de Gales, princesa de Gales!

Los ojos de la alta sociedad se posaron en la princesa mientras caminaba con firmeza y lentitud por el salón. Los murmullos de sorpresa inundaron la habitación, el susurro de halagos se esparcían por el aire. Todos quedaron cautivados por su presencia y su inigualable belleza pero había uno en particular que parecía haber quedado sin aliento.

Anthony Bridgerton, el egocéntrico vizconde, que hasta ese momento había demostrado una indiferencia envidiable hacia las jóvenes debutantes, se encontraba ahora atónito al contemplar a la princesa. Un nudo se formó en su garganta cuándo los ojos color miel de la princesa se cruzaron con los suyos por unos segundos. Los ojos color miel de la princesa brillaban con una mezcla de miedo y fascinación. El corazón de Anthony latía aceleradamente mientras observaba cada paso de la princesa. No podía apartar la vista de su rostro angelical y su mirada llena de nobleza. Era una belleza cautivadora y misteriosa que lo había dejado sin palabras. Su porte y sus ojos que dejaban ver una increíble confusión por todo a su alrededor habían cautivado la atención del vizconde.

Sus palabras arrogantes y despectivas sobre encontrar una esposa esta temporada parecieron desvanecerse en ese momento. Y una extraña sensación de arrepentimiento se apoderó de él.

A medida que la princesa se acercaba a la reina Charlotte, el vizconde no podía apartar la mirada de ella. Su presencia irradiaba una fuerza magnética que lo dejaba sin aliento. Se dio cuenta de que había encontrado algo mucho más valioso que cualquier título o deber social: un espíritu libre y una belleza cautivadora y a su propio diamante de la temporada.

A su lado, su hermano Benedict Bridgerton miraba con atención a la princesa, podía ver las sonrisas de sus hermanos menores viendo a la joven de la nobleza, susurrando lo bonito que era su vestido o sus zapatos, sin embargo lo que más le llamó la atención fue la posición estática de su hermano mayor.

──Vuelve a tus pensamientos, Anthony. ¿Acaso te ha comido la lengua un gato real? ──preguntó con una ceja levantada, Anthony miró de reojo a su hermano y acomodó su compostura. Daphne quién miraba un tanto sorprendida a la princesa se acercó a sus hermanos y interrumpió la pregunta de Benedict.

──¿De verdad su alteza decidió debutar a una de sus queridas joyas después de la temporada pasada? Temo admitir que me siento un poco culpable aún por el príncipe de Prusia, tal vez no soy la más iniciada para que... ¿qué pasa? ──las palabras de la Duquesa de Hastings quedaron en el aire cuándo noto la pose tensa de su hermano y la sonrisa burla de Benedict sobre su rostro. Daphne no tardó en darse cuenta y se percató de la mirada de su hermano sobre la princesa, no pudo evitar soltar una risita burlona. Se acercó a él, con una sonrisa traviesa en los labios, y le susurró. ── ¿Qué tenemos aquí, Anthony?

Anthony, desconcertado y un tanto sorprendido por la atención repentina, trató de disimular su interés con una sonrisa irónica pero no pudo decir ni una sola palabra cuándo la princesa llegó frente a la reina. Los sentimientos que despertaba en él eran nuevos y desconocidos, pero había algo en ella que lo atraía irresistiblemente y Anthony Bridgerton no era la clase de hombre qué le gustase quedar con la duda y estaría dispuesto a buscar una respuesta sobre la misteriosa princesa.

La princesa Lilibeth dio una pequeña reverencia ante su reina. La reina le miró con orgullo, sin embargo su pequeño momento mágico entre ella, su tía y los ojos de confusión y interés de Anthony Bridgerton fueron interrumpidos por el sonido de una gran puerta abriéndose. Un servidor de la reina caminaba a pasos apresurados entre la corta distancia de la reina y él, la princesa aún inclinada se encontraba confundida.

── ¿Qué significa esto? ──la reina miró un tanto molesta al servidor que llevaba una bandeja de plata entre sus manos que recostaba el tan apreciado y ansiado pedazo de papel. Inmediatamente sonrió orgullosa, miró a su sobrina y le dio una vista a los presentes. ──¡Ya vi suficiente! Lilibeth, vámonos.

"Majestad, aún hay..." fue interrumpida aquella voz con una reina Charlotte levantándose de su trono y tomando a su sobrina del brazo para llevarla con ella. La princesa confundida mantuvo su compostura y miró a su alrededor, casi inconscientemente miró a aquellos ojos con los que se había topado y Anthony sintió otro extraño sentir sobre el estómago. La princesa lo miró con confusión antes de desaparecer junto a su tía.

Eloise Bridgerton que esperaba detrás de la puerta casi soltó un grito de la emoción, su madre llamó su atención con un regaño y la joven solamente alabó al cielo y la joven princesa que la había salvado de su tormento.

Los Bridgerton que esperaban del debut de su hermana quedaron un tanto decepcionados, Daphne miraba a la ahora puerta abierta dónde su madre miraba con confusión a todos los presentes y tomaba de la incomparable revista de Lady Whistledown. Daphne soltó un largo suspiro y miró a su hermano que aún buscaba con algo con la mirada.

── No puedo decir que vaya a extrañar estas cosas. ──con una mirada juguetona miró al punto fijo donde los ojos del vizconde se encontraban. ── Que tengas suerte hermano, sé que vas a necesitarla ante tu inesperado interés.

Anthony, desconcertado por sus propias emociones se quedó callado y sintiendo el peso de la mano de Benedict busco a su madre con la mirada y se preparó para sacar a su familia de allí.

── No sé de qué estás hablando, querida hermana. Solo es una presentación más, ahora, vámonos, tengo citas que atender.

En su mano se encontraba su apreciado reloj, mirándolo para evitar la mirada de sus hermanos camino por el pasillo tomando a sus hermanos menores. A ese punto del día una gran confusión había llegado a la mente del mayor de los Bridgerton pero por ahora no deseaba poner sus pensamientos en otro lugar que no fuesen sus responsabilidades.

Menos deseaba ponerlos sobre la alteza de labios color rojizos y ojos color miel.

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Queridos lectores,

¡La noticia más emocionante ha llegado a mis oídos! Una figura real ha aparecido en nuestras queridas calles de Londres, y no es otra que la enigmática y encantadora princesa de Gales.

La llegada de esta joven princesa no pasa desapercibida, y su pasado intrigante solo agrega un toque de misterio a su presencia. Rumores dicen que ha sido criada bajo la estricta mirada de su impecable padre, el Duque de York, y que ha sido sometida a las más altas expectativas de la reina Charlotte.

Los más valientes y ambiciosos se acercarán a ella con la esperanza de ser los afortunados en capturar su atención. Pero no se equivoquen, estimados lectores, la princesa Lilibeth es "ruda" y no se dejará seducir fácilmente. Solo aquellos con la fuerza necesaria para enfrentar los desafíos que se le presenten podrán aspirar a ganar su favor. Su presencia ilumina los salones y deja a todos maravillados. Pero detrás de esa belleza radiante, se oculta un alma compleja, salvaje y apasionada.

Con anticipación y emoción,
Lady Whistledown








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holiii bueno aquí el primer capítulo, como dije, soy nueva en esto y capaz es aburrido pero quiero que sepan que estaré mejorando, me siento como robot narrando aún pero quiero mejorar y si hay algún consejo será bien recibido, al igual de que les gustaría saber sobre la princesa. !!!!!!!!

el próximo capítulo ya veremos más sobre la personalidad de la princesa y bueno, su primer encuentro con el loquito de anthony, estoy ansiosa por que vean su primer baile, y gracias una vez por tomarse la molestia de leer 😭

hasta la próxima, si leíste hasta acá te mando un besito de tu bridgerton favorito menos si es gregory, hyacinth o francesa, están chiquitos 😫

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