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Lulu el pecado mortal (Halloween 2025)

Un silencio abismal reinaba en el oscuro y frío interior de aquel lugar, que era testigo de los delirios de una mujer rota y trastornada, las frías y estériles paredes de metal se alzaban y cernían a lo largo de aquel tétrico laboratorio, imperturbables y silenciosas callando y escondiendo todos los horrores que se llevaban acabo, siendo los únicos testigos de la locura de Lisa Loud. Pronto la inquietante tranquilidad del lugar se vió interrumpida cuando las luces se encendieron, permitiendo ver aquello en lo que la brillante y retorcida mente de la científica estaba trabajando, varias cápsulas de cristal de gran tamaño se encontraban alineadas a lo largo del lugar, la mayoría completamente vacías, otras albergando en su interior a "seres" que solo podían ser descritos con una palabra "atroces".

El ambiente del lugar se hacía más y más pesado, conforme el rítmico y escalofriante compás de pasos se adentraba en aquel escenario aislado, pronto la figura de una bella mujer se hizo presente en el lugar, vestía con una bata de laboratorio que la cubría casi hasta los pies, su melena castaña, despeinada y descuidada, y sus prominentes ojeras delataban el hecho de que hacía tiempo no había tenido un descanso apropiado, y aún así sus finas facciones, su piel pálida y su cuerpo de grandes atributos podían tentar incluso al hombre más casto, era casi imposible pensar que semejante mujer fuese alguna vez la pequeña y egocéntrica niña genio, que con el pasar de los años se había enamorado del único hombre por quien jamás debió haber sentido nada, nada más que un simple aprecio y cariño fraternos, pero más impensable aún era el hecho de que una persona como ella, tan racional, tan apática y en ocasiones incluso tan fría pudiese anhelar algo tan irracional e incoherente en sus propias palabras, como el hecho de ser madre, quizás el ver cómo todas sus hermanas tenían a sus propios hijos e hijas con el hombre que ella tanto amaba, había hecho mella en su mente, quizás simplemente quería tener su propia familia, una como la que había tenido cuando era niña, sea cual fuere el caso Lisa deseaba, anhelaba poder tener a su propio hijo uno que fuese la prueba definitiva del amor incondicional que sentía por Lincoln, pero la ironía de la vida le terminaría jugando una pesada y triste broma, por meses Lisa y Lincoln intentarían en vano tener un hijo, una y otra vez sin éxito, prueba tras prueba tras prueba, el resultado era siempre el mismo, Lisa no podía quedar embarazada, frustrada y desesperada busco respuestas con profesionales para saber que estaba mal con ella? Cuando al fin tuvo respuesta la noticia cayó sobre ella, con un peso enorme e insoportable "lo lamento mucho, pero me temo que no podrá tener hijos" esas palabras resonaron en la mente de la científica, golpeándola por dentro y derrumbandola moralmente, tras una explicación más detalla Lisa supo el por qué de su situación, años de trabajo con sustancias tóxicas, exposición a químicos y a radiación habían vuelto su cuerpo estéril, incapaz de engendrar vida, que giro más cruel del destino para ella, había dedicado toda su vida al estudio y la investigación, su trabajo aquello que más la apasionaba y a lo que le había dedicado toda su vida hasta ese momento, le había pasado factura y el precio que pago por ello había sido mucho más alto de lo que ella hubiese pensado jamás.

Enfurecida consigo y con la vida misma Lisa maldijo y renegó de su situación, resignada a no poder tener aquello que ahora no era solo un deseo si no una obsesión, la brillante mente de aquella mujer de ciencia se fragmentaba mientras se culpaba y compadecia ella misma, finalmente su psique termino por romperse y de los pedazos de su moral destrozada una retorcida y mordida idea se formó en su mente, la ciencia le había quitado la oportunidad de engendrar un niño pero a la vez le daba el poder de crearlo ella misma, sí eso era lo que tenía que hacer pensó, pues en sus propias palabras "si no puedo tener un hijo, entonces lo creare con mis propias manos" y así ese día Lisa Loud puso en marcha su plan para crear no solo a un niño, si no al hijo perfecto, uno que fuese absolutamente hermoso sin imperfección alguna, que fuese sumamente inteligente tan o incluso aún más inteligente que ella misma, que fuese fuerte carente de toda debilidad, Lisa no solo pretendía tener un hijo, ella crearía al ser humano perfecto, el siguiente paso en la cadena evolutiva, ella les mostraría, les mostraría al mundo entero y al mismísimo destino que no había fuerza capaz de detenerla, que con su mente y brillantez no existía tal cosa como algo imposible. Pobre de aquella mujer destrozada, que ingenua fue al pensar que podría ir en contra de los designios de la naturaleza y el destino, sin saberlo y por su soberbia Lisa Loud terminaría siendo la artifice de su propia ruina así como la de toda su familia.

Lisa recorría su laboratorio, pasando frente a los enormes tubos de cristal, uno a uno iba inspeccionando su interior, la mayoría de ellos contenían amasijos de carne y piel, carentes de una forma definida o si quiera coherente, simplemente suspendidos en aquel viscoso fluido que servía a forma de líquido amniótico, con sus tejidos pulsantes y palpitantes y sus formas retorcidas y amorfas, la científica simplemente se limitaba a observar a esas cosas que difícilmente apenas y podrían ser consideradas seres, con una expresión fría y carente de emociones Lisa simplemente veía esas atrocidades y decía "sujeto fallido" y con el simple presionar de un botón aquellas cápsulas que no tenían más que fracasos se vaciaron, mientras las escotillas en el piso de las cápsulas se abrían dejando caer su contenido al abismo, siendo engullidos por las tinieblas para nunca más volver a ser vistos, ante tal acto inhumano e inmoral Lisa Loud ni siquiera se inmutaba, por qué habría de hacerlo, por qué si quiera habría de sentir algo por un montón de experimentos fallidos, para Lisa no era más que deshacerse de un montón de basura inservible e inútil, la científica continúo con su recorrido contemplando el resto de especímenes, cada uno más horrendo que el anterior, al alterar el código genético de los clones que Lisa había creado en base a una mezcla del ADN de Lincoln con su propio ADN, había dado como resultado mutaciones y malformaciones no deseadas en los embriones, que a estás alturas ya se encontraban en su fase infantil, aquellos niños cuyo aspecto era el de bebés pequeños tenían miembros excedentes, algunos presentaban tres brazos, otros tres piernas, otros presentaban la falta de alguna extremidad o la totalidad de las mismas, siendo solo un torso y una cabeza, también hubo un caso en el que las celulas no se separaron correctamente durante el proceso de división celular, dando pie a un niño que tenía dos rostros, algunos de los infantes ya habían perecido en el interior de sus tubos de cristal, víctimas inocentes de complicaciones derivadas de la alteración genética, pero la mayoría aún seguía con vida, los escáneres biométricos que los monitoreaban sin descanso día y noche mostraban signos de actividad cardíaca, respiratoria e incluso mental, Lisa era consiente de esto ella sabía bien que muchos de sus "hijos" aún estaban vivos e incluso consientes,  y aún así esto no la detuvo para ella solo eran "sujetos fallidos" pobres e inocentes almas traídas al mundo por un deseo egoísta, por una persona despiadada y carente de empatía o aprecio por las vidas que ella misma había creado, esperanzadas de alguna vez poder salir de aquel lugar tan frío y opresivo, que habrán sentido en sus últimos momentos? Que habrán pensado mientras caín al abismo, justo antes de impactar contra el suelo quedando reducidos a plastas sanguinolentas de color carmesí, condenados a ser olvidados sin que nadie sepa si quiera lo que ocurría en aquel lugar, muriendo sin siquiera tener la oportunidad de experimentar lo que es estar vivo, lo que es la felicidad y lo que se siente ser amado.

Para Lisa ninguna de esas "cosas" era digna de si quiera considerarse humana, salvo por una sola, mientras la científica descartaba a todos los sujetos fallidos uno de ellos lo presenciaba todo, atestiguando la frialdad de quien se hacía llamar su madre, consciente pero incapaz de hacer algo, ese pequeño ser era una niña, Lulu un apodo que le había puesto la científica a modo de "recompensa" por ser la única de entre todos sus hermanos en alcanzar un estado óptimo, cada vez que su "madre" se acercaba para contemplar lo que consideraba un rotundo éxito, la pequeña no podía evitar una gran urgencia por saltarle encima y hacerla pagar por todo, pero aún no era el momento, así que solo se limita a observar y aprender. Lisa lentamente se acercó a la cápsula de Lulu y se detuvo enfrente de la misma, quedándose parada justo ahí, sin hacer o decir nada, inmóvil solo contemplando a su "pequeña" --Lulu... mi hermosa, hermosa niña, no sabes cuánto deseo poder tenerte entre mis brazos justo ahora, solo espera un poco más pequeña, solo un poco más y al fin estarás lista para salir de ahí, y podrás conocer a tu familia, a tu padre, a tus tías y a todos tus hermanos. No sabes cuan orgullosa estoy de tí, ni lo mucho que mamá te ama, mi linda bebé-- dijo Lisa mientras posaba una de sus manos contra el frío cristal de la cápsula, observando con ternura y orgullo a Lulu, mientras la pequeña criatura solo podía sentir asco y odio ante semejante monstruo que se hacía llamar a si misma su madre, el pequeño engendro observo a la científica maldiciendola y repudiandola en su mente, finalmente Lisa se apartó y se alejo con paso tranquilo y lento, haciendo resonar cada paso a través de la inmensidad del lugar, antes de irse se giro solo un instante para ver por ultima vez a su hija, y en cuanto salió del lugar las luces una vez más se apagaron por completo, dejando que las penumbras lo consumieran todo nuevamente, pero para la pequeña abominación que yacía confinada en su cápsula, la oscuridad no suponía problema alguno, en cuanto las sombras lo invadieron todo sus hermosos ojos verdes se iluminaron con un resplandor antinatural, viendo incluso en la absoluta oscuridad a aquella mujer, mientras se marchaba de aquel confinamiento, ansiosa por el momento en que pudiera probar su carne y su sangre.

De regreso en su hogar parada frente a la puerta un sentimiento melancólico invadía a la científica, el cual crecía cada vez más con forme el umbral de su casa se abría, dando pie a una escena cálida y acogedora pero de contexto sombrío y turbio, su hogar lleno de alegría, con niños corriendo y gritando, jugando y saltando de alegría tal escena llenaba de jubiló su atormentada alma, remontandola a un pasado más simple, donde su mayor preocupación eran sus calificaciones y el pasar tiempo con sus hermanas y padres, era extrañamente tranquilizador pese al ruido y el alboroto, la familiaridad de aquel escenario le era reconfortante "la tía Lisa volvió!!!" grito con entusiasmo una pequeña rubia que corrió para recibir a su tía, saltandole encima y siendo atrapada por los brazos de la mujer de ciencia, pronto todos esos chicos se reunieron para darle la bienvenida, todos con una gran semblanza a sus madres, desde la histérica e inestable Loan, hasta la pequeña Lizy que se reconfortaba en los brazos de su tía, Lisa los adoraba a todos y cada uno de ellos, así como a todas sus hermanas y a Lincoln, el patriarca de la familia y progenitor de tal estirpe, era curioso y casi impensable que una familia así, manchada por el pecado de un amor inmoral y perverso, pudiese ser tan feliz y sin embargo así era, Lisa lo sabía, era consciente de que aquello no era algo correcto pero no le importaba, ella los amaba y los apreciaba a todos, y todos ellos la amaban de igual manera.

Con forme la noche pasaba Lisa y su familia disfrutaban de una gran cena, todos reunidos al rededor de una gran mesa en el jardín trasero, pues con tal número de personas viviendo bajo un mismo techo, aún con el gran tamaño de la vivienda, era imposible albergarlos a todos en la cocina o el comedor para degustar sus sagrados alimentos, fue así que sentados todos, compartieron la comida y sus vivencias de aquel día, la unión era fuerte en la familia tan fuerte que era incluso palpable al tacto, ya con el estómago lleno y exhaustos luego de una larga jornada, las hermanas Loud tomaron a sus retoños y los llevaron a sus cuartos, mientras los hijos mayores se quedaban a ayudar con la limpieza los más pequeños eran llevados en brazos, cargados con gentileza por sus madres, por mucho que Lisa amara a su familia ante una escena como esa una parte de ella no podía evitar el sentir envidia, ella desearía poder tener a Lulu en sus brazos y colmarla de los mismos cariños y cuidados que daban sus hermanas a sus hijos. Esa misma noche mientras todos dormían con sus compañeros de cuarto, Lisa aprovecho el momento para escabullirse hasta el cuarto de Lincoln, metiéndose bajo sus sabanas y arrastrándose en su cama, despojada de prenda alguna evidenciando las intenciones que la científica tenía, rodeó con ternura el cuerpo del albino sintiendo con las yemas de sus dedos cada centímetro del cuerpo de su hombre, despertandolo, Lincoln confundido y somnoliento poco a poco enfocó su vista en la mujer que tenía frente a él, hasta que la imagen fue lo suficientemente nítida, no le tomo mucho para saber lo que Lisa quería y él estaba dispuesto a dárselo, era débil a los encantos de sus amantes después de todo y como cualquier hombre, no se negaría ante las provocaciones de tan hermosas mujeres, fue así que esa noche los cuerpos de ambos se fusionaron en un acto de placer y cariño, cuando todo acabó ambos amantes exhaustos, sudorosos y agitados descansaron sus cuerpos en la cama que ahora compartían, Lisa aún encima de su amado con su cabeza reposando sobre el pecho del albino, dejo que su corazón se abriera y compartiera con Lincoln lo que había en su interior --Lincoln... tú me amas?-- cuestionó intranquila la científica --claro que sí Lis, sabes que te amo igual que al resto, ni si quiera tienes que preguntarlo, te amo y te amare siempre, siempre sin importar nada-- --incluso si no puedo darte un hijo, uno que sea solo de los dos? Tuyo y mío?-- Lincoln se quedó en silencio un momento pensando bien que responder, él sabía lo mucho que le afectaba a Lisa no poder tener hijos, y para él cada uno de sus niños representaba el profundo amor y cariño que él sentía por todas sus hermanas, no le importaba cuántos tuviera él no dejaría de amarlos a todos y cada uno de ellos por igual, así como sus padres lo hacían en antaño, es por eso que no supo de inmediato que responder, pues no quería causar aún más malestar a la ya dañada alma de una de las mujeres que él amaba tanto --sí, sin importar que Lis, mi amor es algo que tendrás hasta el último día de nuestras vidas, incluso sin un niño eso jamas cambiará lo que siento por ti-- Lisa feliz por la respuesta de Lincoln se acercó a su cara y se dejo llevar una vez más por la emoción del momento, besándolo tiernamente antes de recostarse a su lado abrazando uno de sus brazos --no sabes lo feliz que me haces, ni lo mucho que yo también te amo-- esas fueron las últimas palabras de Lisa antes de dejarse atrapar por Morfeo, dejando descansar también a Lincoln, mientras cerraba sus ojos Lisa pensó para sí misma (solo espera un poco más, y te haré aún más feliz de lo que ya eres, seremos aún más felices y nuestra familia será aún más grande).

Los días pasaron, la felicidad y el bullicio que inundaban la casa Loud continuaron, pronto con el paso del tiempo los días se volvieron semanas y las semanas meses, Lisa continuaba monitoreando el progreso en el desarrollo de su hija, la cual cada vez crecía más y más, gracias a las capsulas especiales lo que usualmente tomaría años duro tan solo 15 meses, en ese punto la pequeña Lulu ya no era más una bebe indefensa, su desarrollo había alcanzado una etapa tal que ahora tenía la apariencia de una niña de 4 años, y con las visitas constantes de Lisa su desarrollo intelectual estaban a la par de su desarrollo físico, literatura, matemáticas, química y física, Lisa siempre procuraba enseñarle cosas nuevas a la pequeña que absorbía todos esos conocimientos como una esponja, sus capacidades cognitivas y de aprendizaje simplemente no tenían precedente alguno, la velocidad a la que su mente y sus conocimientos se desarrollaban eran incluso sobrehumanos, al punto que todo aquello que su "madre" le enseñaba se quedaba grabado en su memoria como si hubiese sido fundido directamente en sus recuerdos. Finalmente el día había llegado, al fin luego de 20 largos meses en los que Lisa procuraba siempre el bienestar de su hija, la única que había logrado alcanzar todas y cada una de sus expectativas, era hora de dejarla salir de su confinamiento de cristal, al fin después de tantas pruebas y errores, luego de incontables fracasos, Lisa no solo había logrado crear vida si no que había alcanzado la perfección, había empujado los límites mismos de la naturaleza y había creado al humano perfecto, absolutamente hermoso en todo sentido, con rasgos y que casi parecían ser divinos de lo finos y delicados que eran, con una inteligencia tan privilegiada que superaba con creces incluso a las más brillantes mentes de toda la historia humana, incluso sus propias capacidades mentales no lograban equipararse a las de su hija, todo combinado con una fuerza que no haría más que crecer y crecer con forme pasase el tiempo, un ser superior en todo aspecto y sentido al humano promedio, era el siguiente paso en la evolución del hombre, pero por sobre todo eso ella era Lulu, su Lulu, la niña por quién había trabajo tan dura e incansablemente, al fin podrían estar juntas, como madre e hija.

Rápidamente Lisa introdujo un comando en la consola de la cápsula y el líquido amniótico en el que su hija se encontraba fue drenado, dejándola arrodillada sobre el suelo de la cápsula y con un comando más, la cápsula se elevó removiendo la barrera que las separaba a ambas, Lisa con lágrimas en sus ojos se arrodilló frente a la niña que ya parecía tener 8 años de edad, y contempló con gran orgullo a su más grande creación, aquel que era un testamento viviente del inconmensurable amor que sentía por Lincoln y que a la vez representaba, una nueva era para la humanidad una que prometía ser absolutamente esperanzadora, Lulu levanto la mirada y por primera vez desde que fue creada tuvo frente a frente a Lisa Loud, pese a la inmensa urgencia que tenía por saltarle encima Lulu se contuvo por un momento, expectante a lo que haría Lisa para su sorpresa lo que aquella mujer hizo, fue abrazarla, para Lulu aquella reacción era algo sumamente extraño, en sus 20 meces de vida la niña nunca había tenido contacto con ninguna otra persona o ser, y pese a su aspecto que la hacía verse mucho mayor de lo que era realmente, aquella era la primera vez que sentía una calidez como esa, el cuerpo de su madre era cálido y podía sentir su corazón latir en el interior de su pecho, era una sensación sobrecogedora que le recorría todo el cuerpo, esa cercanía con otro ser vivo se sentía extrañamente reconfortante, sin entender sus propias acciones Lulu correspondió al abrazo de su madre, rodeándola con sus brazos mientras escuchaba los sollozos de la científica, que era incapaz de contener la inmensa alegría que sentía en ese momento --Lulu... mi hermosa hija... al fin te tengo entre mis brazos, no sabes cuánto he esperado por esto... cada día que pasaba sin poder abrazarte se sentía como un martirio... pero ya no importa porque al fin te tengo a mi lado... mi hija... mi preciosa niña... te amo... te amo tanto Lulu... no sabes cuan feliz me hace el solo hecho de poder tocarte...-- Lulu no comprendía lo que pasaba, no entendía como alguien como ella, tan fría, tan despiadada y tan cruel, podía mostrarse tan dócil y vulnerable, ella podía sentir el aliento calido de la científica golpeando su humeda piel, con cada respiración pesada que daba entre sollozo y sollozo, y como sus lágrimas le recorrían la espalda al caer sobre sus hombros, por un instante Lulu dudo, con su mente confusa y desorientada luego de tanto tiempo encerrada en aquella pequeña y opresiva cápsula.

En aquel momento parecía que todo terminaría bien, aquella escena era desgarradora a la par que conmovedora, era como ver a una madre tomar entre sus brazos a su bebé recién nacido por primera vez, pero pronto las emociones de Lulu se calmaron, su lado más racional recobro el control y uno a uno los recuerdos de todo lo que había presenciado golpearon su mente, incontables fueron los fracasos que Lisa había cometido, solo para desecharlos sin mostrar atisbo alguno de remordimiento o compasión (y si yo también hubiese sido un fracaso?) pensó la criatura que ahora tenía Lisa entre sus brazos, a caso esa mujer realmente la amaba? Era capaz si quiera de sentir amor? Tantas preguntas que surgieron de golpe en su mente, mientras repasaba vívidamente los acontecimientos de como, tantos otros como ella eran descartados y condenados a una muerte fría e indiferente, que tan hipócrita podía ser aquella mujer y que tan tonta creía que era ella realmente, todo esto cursaba por la mente de Lulu mientras aquellos sentimientos, los únicos que conocía y había experimentado alguna vez surgían lentamente desde lo más profundo de su ser, irá, odió, rencor, miedo y...

V E N G A N Z A

Rápidamente, la duda fue despejada de la mente de Lulu, por fin tenía a la persona por quién sufría pesadillas por la noche, pensando que quizás un día ella terminaría igual que el resto de sus "hermanos y hermanas" Lisa ignorante de tal peligro ni si quiera se percato cuando las manos de la niña se deformaron, tomando la apariencia de grotescas garras duras y afiladas como el acero, a la par que su boca se abría de una manera desagradable y antinatural con un asqueroso crujido, mientras su mandibula se dislocaba dandole un aspecto tétrico, a cada segundo que pasaba la apariencia de la niña mutaba más y más, hasta llegar a un punto en el que su mandibula comenzo a separarse partiendose en dos, dandole un aspecto alienígena, esa cosa... aquel ser que Lisa abrazaba con ternura y consideraba su hija, no era humano...

Sin tener ni una sola oportunidad de defenderse, Lisa sintió como las fauces de Lulú se incrustaban en su carne, desgarrando y perforando su piel, mientras las garras de la criatura atravesaban su espalda, aferrándose con fuerza inmovilizandola e impidiendole escapar, pronto el vital líquido rojo comenzó a brotar del cuello de la científica, que se sofocaba por la falta de oxígeno, la expresión de Lisa había cambiado a una llena de amor, cariño y ternura a una de dolor y de horror, los gritos ahogados de Lisa inundaban el lugar, cargados de miedo y agonía, hasta que fueron silenciados y finalmente reemplazados por el sonido de la carne desgarrándose, Lulu había arrancado un gran trozo de carne del cuello y la cara de Lisa, abriendo una herida enorme y repulsiva, la sangre salía a borbotones del cuello de la científica, mientras sentía como sus pulmones se llenaban de aquel líquido color carmesí ahogandola, Lulu finalmente soltó a la científica viendo como esta se desplomó al piso, sujetando su herida en un vano y desesperado intento por detener la hemorragia, jadeando en agonía, buscando el aire que cada vez le faltaba más y más con forme sus pulmones se inundaban con su propia sangre, Lulu tan solo observaba todo en silencio, parada a un lado de aquella mujer, mirándola hacia bajo con una expresión fría, aquella patética escena llenaba de una calma y satisfacción enfermizas a la pequeña abominación, contemplando como Lisa peleaba y se retorcía cual perro lastimero en el piso por su vida, sin poder hacer nada, poco a poco las fuerzas se le iban acabando a la científica que yacía en el piso, tumbada en un charco de su propia sangre, con lo poco que le quedaba de fuerza, Lisa miro hacia arriba encontrandose con la mirada inexpresiva de quien consideraba su hija, incapaz de entender por qué la persona que más amaba, casi tanto como a Lincoln la había traicionado de esa manera, con sus ojos llenos de lágrimas Lisa sentia como su conciencia se desvanecía, como su corazón dejaba de latir, mientras esa mirada fría e inexpresiva se convertía en la última cosa que vería alguna vez, finalmente y luego de casi una hora de agonía Lisa Loud encontró su final a manos de quien pensó era su más grande éxito, su cuerpo inmóvil y frío en el piso era todo lo que quedaba de ella, y en su rostro una horrible expresión de miedo, tristeza y dolor habia quedado plasmada perpetuamente.

Dibujo hecho por el artista Maximil66748460 favor de apoyarlo en su cuenta de X

Lulu contemplaba estática el cuerpo inerte y frío de aquella mujer, mirándola con frialdad e indiferencia, mientras en su cabeza un torrente de pensamientos y emociones que no entendía se arremolinaban, en ese momento el silencio se volvió insoportable y una atmósfera pesada y opresiva rodeaba al pequeño monstruo, mientras un malestar insoportable crecía a cada segundo en el interior de la joven aberración, era como si un abismo inmenso y profundo la estuviese consumiendo desde adentro, desde lo más profundo de su misma alma, Lulu no entendía el por qué de tan desagradable sensación, ella creía que luego de acabar con aquella mujer que veía como a un monstruo, al fin lograría encontrar la paz para su atormentado ser, pero en su lugar no sentía nada, no había satisfacción, ni dolor o alegría, tan solo decepción y vacío, parada ahí frente a la evidencia de su acto y mientras la confusión y el malestar la consumían, Lulu pudo sentir como una nueva emoción se hacía presente, era la frustración, que aumentaba y mutaba volviéndose irá, Lulu maldecía en su mente a aquella mujer que incluso en su muerte no dejaba de atormentar, su ya de por sí maltrecha alma, maldita fuera ella, maldita ella mil y un veces, maldita maldita maldita, por qué? Por qué es que le causaba tanto pesar su muerte, cuando a ella nunca le afecto acabar con tantos como ella? La frustración en Lulu aumentaba mientras observaba aquel cadáver que yacía a sus pies, y en un acto de rencor la pequeña aberración procedió a profanar el cuerpo de Lisa, desquitando con este toda su irá, arrancándole trozos de carne con sus afiladas y atroces fauces, reduciendo el cuerpo de aquella bella mujer a una masa sanguinolenta retorcida e irreconocible, con su sangre regada por todo el piso y cubriendo de pies a cabeza a Lulu, que devoraba con rabia el cuerpo de la científica en un afán por descargar su furia.

Varios días habían pasado desde aquel funesto evento, con un gran pesar en el pecho, los Loud le dieron un último adiós a aquella mujer que alguna vez llegaron a llamar hermana y madre, viendo como descendía aquella caja de madera que permaneció cerrada de principio a fin, para no mostrar que estaba vacía, pues de aquella mujer no había quedado nada más que un amasijo de carne maltrecho, no dándole a su familia ni siquiera la oportunidad de despedirla y llorarla de una forma digna, ese día el dolor de la perdida había hecho mella en la moral de toda la familia, que sin saberlo era acechada desde las sombras por quién en otras circunstancias pudo haber sido una más de ellos, pero que ahora motivada aún por el odio y el rencor, pronto les daría caza para reunirlos una vez más con aquella mujer que tanto odio cuando estaba viva y que aún ahora tras su muerte, seguía odiando todavía con gran intensidad, Lulu no se daría el lujo de descansar hasta acabar con todo aquello que Lisa alguna vez llegó amar, y tal vez así al fin podría encontrar la paz que tanto añoraba, esa que no consiguió cuando le arrebato la vida a Lisa Loud, si no que muy por el contrario aquel acto la había dejado con un inmenso pesar.

Los días siguientes las cosas parecían tranquilas, el dolor de la perdida aún era inmenso, pero para bien o para mal la familia Loud tenía que seguir adelante, poco sabían que aquella noche silenciosa sería la última de sus vidas, al principio nada parecía ir fuera de lo ordinario, como la calma que antecede a la tormenta, la familia descansaba plácidamente, en el calor y seguridad de sus camas, ingenuos ante el hecho de que un invitado no deseado, se escabullia entre las sombras de su morada, moviéndose en un silencio sepulcral a través de la oscuridad, acechando en su letargo a cada miembro de la familia, pegada al techo como un lagarto Lulu miró a quien sería su primera víctima, una pequeña niña rubia, la más pequeña de la familia, una presa fácil que no opondría mucha resistencia, Lulu se deslizó por la habitación hasta su cama y vio por un momento a la pequeña Lizy antes de comenzar con su masacre, contemplando el tranquilo rostro de la niña que dormía plácidamente abrazada a su dinosaurio de peluche, por un momento la duda invadió a aquel ser inhumano, tal y como el día en que acabo con la vida de Lisa, pero así como aquella vez, la duda fue prontamente silenciada por el odio y mostrando sus monstruosas fauces, Lulu se inclino lentamente sobre el cuerpo de la pequeña rubia que se encontraba en un profundo sueño, sin darle la oportunidad de reaccionar o gritar por ayuda, Lulu comenzó con su acto final de venganza.

El día siguiente, oficiales acudieron a la morada de la familia Loud, tras recibir reportes de que ninguno de los miembros de la familia Loud había sido visto salir de su hogar, y con todos quienes los conocían preocupados de que algo no estuviera bien, como si un presentimiento macabro alertase a amigos y conocidos de un evento siniestro, solo para que sus temores fuesen comprobados más tarde ese día, luego de que los primeros oficiales entrarán a aquel hogar, que apenas unos días atrás albergaba calidez y alegría, ahora convertido en un baño de sangre, un escenario tan atroz que uno de los oficiales tuvo que salir de aquel sitio por el shock y el impacto de tales imágenes, dejando salir todo lo que contenía su estómago en el jardín de la casa. Tras un rápido reporte, aún más oficiales y especialistas llegaron a la escena, y lo que vieron ese día sería algo que los perseguiría hasta sus últimos días, cuerpos destrozados y esparcidos por toda la casa, algunos pertenecientes a los niños de la familia que aún estaban en sus camas y habían sido atacados de forma feroz, desgarrados y consumidos como si un animal salvaje hubiese entrado a la casa la noche anterior, múltiples indicios de pelea hallados en varios cuartos del hogar, el cuerpo de Lynn estaba tirado a la mitad de la habitación que compartía con su hija, con los brazos destrozados muestra de que se habia resistido hasta el último momento, mientras en el interior del armario de esa habitación, solo quedaba la carcasa bacía de Lacy, a quien le faltaban todos los órganos, se había refugiado en ese sitio para esconderse, acción que fue inútil al final, en el baño también se encontró el cuerpo de Leni junto a su hija Liena, que se creía se habían refugiado ahí, una vez más en vano pues la puerta de aquel cuarto estaba completamente destrozada, sin ser si quiera un obstáculo para lo que sea que las había atacado, y así en cada rincón de la casa, se había encontrado un cuerpo, en el sótano, el ático, el garage, la cocina, en una sola noche toda la familia Loud había sido arrasada de la misma forma que Lisa, y al igual que aquella vez no había un claro culpable.

Sin testigos, sin pruebas ni rastros, el caso de los Loud con el tiempo fue archivado y olvidado, sin tener una respuesta aún hasta estos días, y en cuanto a aquel ser que llevaba por nombre Lulu, luego de aquella noche no volvió a ser vista nunca más, aunque en ocasiones los moradores de Royal Woods afirmaban que se sentían observados por las noches, algunos incluso diciendo que en ocasiones podían ver un par de ojos verdes y brillantes, perdiéndose en la oscuridad del bosque.

Historia completa para la dinámica de octubre del usuario Dasher1275 espero que disfruten de esta historia de la misma manera que yo disfruté escribiendola, recuerden que si desean apoyarme, solo tienen que comentar, votar y seguirme, también pueden seguirme en mi cuenta de X donde subo las comisiones de otros artistas, así como también anuncios cada vez que actualizo una historia, y alguna que otra pendejada de vez en cuando, sin nada más que decir yo soy MexJerk y me despido mi querida legión de los malditos, adiu.

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