Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⋟ siete; solo suyo.

Cuando se halló a sí mismo mirando desde arriba a JungKook, sintió que ya no podía aguantarlo por más tiempo. Todo su ser deseando a ese jovencito que se suponía no debía tocar. Pero su mente estaba tornándose borrosa, a medida que besaba los tiernos labios de JungKook que parecían amoldarse perfectamente a los suyos. Sabía lo difícil que había sido para el mestizo vivir todo este tiempo sin su otra mitad, por poco él mismo comenzaba a perder el auto control y sus días separados fueron una penosa tortura donde tenía que estar todo el tiempo recordándose que lo mejor era mantener la lejanía para no cruzar los límites que su lazo consanguíneo le impedía. Si para él fue tan complicado de soportar, no quería pensar en el dolor latente que tuvo que pasar el pequeño, siendo tan débil y estando tan vulnerable con una madre humana que no podía entender del todo lo que le dictaba su naturaleza.

—Vamos a mi habitación.

TaeHyung sentía que poco a poco perdía la razón, necesitaba a este chico, necesitaba consumar su lazo y dejar de sentir esta inquietud royendo en su interior.

Necesitaba que fuera suyo y solo suyo.

—N-no... —murmuró no muy convencido—. ¿Por qué me haces esto? ¿Piensas que soy así de fácil?

Los hermosos ojos de JungKook comenzaron a brillar en absoluta decepción y tristeza, para luego soltar lágrimas que lastimaban a TaeHyung, puesto que él entendía que todo era su culpa, si desde un principio no hubiera puesto este muro impenetrable a su al rededor —y no hablaba del día en que llegó a su casa, todo pálido y asustado, no. Hablaba desde que lo abandonó cuando era tan solo un niño—, él no estaría pensando aquello, no estaría creyendo que TaeHyung lo veía como un juguete, como muchos de los puros veían a los mestizos.

JungKook se quitó a TaeHyung de encima, se limpió los labios brillantes por la saliva intercambiada y se levantó dispuesto a irse lejos de ese hombre, de su aroma, de sus ojos cautivadores, de su boca adictiva, lejos de todo lo que pudiera hacerlo dudar de su decisión tomada.

—No vas a poder mantenerte alejado de mí mucho tiempo, JeonGguk —murmuró a sus espaldas—. Me necesitas.

Furioso, así se sentía al caminar hacia su habitación con los puños cerrados con fuerza y lágrimas escociendo sus ojos. Odiaba a ese vampiro puro, definitivamente lo odiaba.

'*•.¸♡

No creía sentirse bien cuando comenzaba a vestirse para ir al colegio, nuevamente tenía náuseas, se sentía tan cansado y hambriento que por momentos su vista se volvía nebulosa. Se sentó en su cama tapando su rostro con las palmas de sus manos, debía ser más fuerte que eso, arrastrarse ante TaeHyung una tercera vez no era para nada su plan, así que tomando unas cuantas respiraciones volvió a mantenerse en pie y salió de la alcoba dirigiéndose a la puerta principal, donde afuera ya debía de estarlo esperando Leo, su chofer.

—Te ves horrible.

Se tensó, y lo miró por unos cortos segundos antes de seguir su camino hacia la entrada.

—Necesitas beber sangre nuevamente, Jeon. —Su tono salió filoso, casi logrando que JungKook titubeara.

—Lo sé. Pero no necesariamente la tuya.

Mierda, se estaba transformando en un mocoso tan contestón que estaba seguro de que volvería a ser azotado, pero no podía evitarlo, su sangre hervía cada vez que se cruzaba a TaeHyung.

El problema era que no sabía si era de ira o deseo.

—Sabes lo que ocurrió la última vez. —Su mirada, se veía tan terriblemente molesto que JungKook tuvo que retroceder unos pasos.

—¿Q-Qué?¿Piensas golpearme hasta desgarrarme otra vez ? —Su voz saliendo para nada tan segura, siendo más bien un tartamudeo.

—JeonGguk...

—¿Qué pasa que no te largas de una buena vez? — Alguien irrumpió de repente en su extraña burbuja de incomodidad y pesadez. HyeJin.

JungKook ni siquiera se molestó en decir algo de vuelta, ignorando las miradas de ambos adultos salió de la mansión y de una manera apresurada ingresó en la camioneta que aguardaba por él. 

YoonGi y JiMin se encontraban observándolo fijamente, provocando que se sintiese incómodo. Sabía que era afortunado de que ambos decidieran ingresar al horario diurno después de que el de labios regordetes le rogara a su novio, queriendo tener algo con el que recordar su anterior vida antes de convertirse en un ser completamente diferente y haberse mudado a un despampanante apartamento en los mejores barrios de la ciudad luego de estar viviendo en una pequeña habitación con su tío que disfrutaba de golpearlo siempre que se le apetecía.

Sí, quizás sabía un poco más de lo que debería de la vida de JiMin, pero en su defensa se habían convertido en muy buenos amigos, con una facilidad espectacular en poder confiar el uno en el otro. Probablemente JungKook aun se había guardado algunas cosas para sí mismo, él tan sólo esperaba el momento perfecto para poder sacar todo lo que llevaba dentro.

—Muy bien, ¿piensan hablar o van a quedarse mirándome de esa forma tan escalofriante?

Ambos parecieron darse cuenta de lo que hacían, YoonGi desvió la mirada hacia otro lugar fingiendo desinterés.

—¿Has estado bien, Kookie? —JiMin fue el que finalmente decidió hablar—. Nuevamente te encuentras tan pálido y distante. Te has... ¿te has alimentado bien?

—B-Bueno... —JungKook no supo qué decirles—. No.

—Cielos, ¿desde hace cuánto para que estés así de mal? —El brillo preocupado en los ojos ámbar de JiMin le dijo que quizá su apariencia no estaba tan compuesta como él creía.

—¿Tres semanas? —No estaba seguro.

—¡Kookie! Eso es mucho tiempo, ni siquiera yo podría aguantar tanto —exclamó JiMin alarmado.

—Mira, no sé dónde conseguir sangre, ¿sabes? —comentó apenado—. No se me da muy bien atacar a las personas en algún callejón oscuro. —Además de que mi estúpido cuerpo pareciera solo desear la sangre de ese bastardo arrogante.

—Conozco un tipo —habló de repente el mayor—, él podría ayudarte si se lo pido. No está atado a nadie y es un vampiro saludable.

—No c-creo que sea...

—No estás en posición de discutir. —Las cejas de JiMin comenzaban a unirse con enojo—. Siento que en cualquier momento vas a desmayarte y morir. —Su amigo a veces era tan dramático, sin embargo, en esta ocasión podía darle la razón.

—Aun así...

JungKook olió sus alrededores, nada era atrayente, parecía que su olfato tan solo percibía una fracción insignificante de las hormonas sanguíneas de los humanos que estaban en ese momento en la cafetería. La única que parecía ser relevante para el castaño era la de cierto vampiro puro al que no quería recordar.

—¿Aun así qué, Kookie? —JiMin se encontraba algo desesperado a ese punto, sus ojos sumamente abiertos mientras le dedicaba una mirada insufrible.

—No siento atracción por ninguna sangre repentinamente... —murmuró algo bajo.

—¿Qué? —Inesperadamente fue YoonGi el primero en reaccionar.

—¿Qué sucede, Yoonnie?

La expresión de YoonGi era una de total confusión, parecía analizar lo dicho por JungKook con una mueca bastante preocupante.

—La pérdida del olfato no le sucede a los mestizos —dijo el de cabellos negros.

—¿Qué? ¿Por qué? —Si JiMin estaba confundido, pues JungKook lo estaba todavía más.

—Eso sucede únicamente cuando un vampiro puro se une a otro vampiro puro en un lazo eterno. —Se peinó sus cabellos ondulados hacia atrás—. Al igual que los convertidos, los mestizos no tienen pareja predestinada, eso solo ocurre entre vampiros completos. La diferencia es que un vampiro puro al convertir a un humano, este último se vuelve suyo, forman una unión que no es tan intensa como el de las almas gemelas pero aun así puede considerarse como lazo eterno. —YoonGi lo miró tan fijamente para decir las siguientes palabras que JungKook tuvo que tragar duro para aflojar el nudo que se había formado en su garganta—. Los de tu clase no pueden hacer nada como tal.

JungKook se quedó inmóvil, respirando tan superficialmente que parecía que ni siquiera lo estaba haciendo.

—¿Q-Qué quieres decir?

—Tú no tienes un predestinado, no existe tal cosa para los mestizos. —Ver a YoonGi tan afectado no parecía ayudar en nada a librar algo de tensión de su cuerpo—. Pero ¿y si eres una extraña excepción? ¿De quién has bebido sangre, JungKook? ¿Hay alguien a quien puedas percibir con exactitud por encima de otros?

La bilis de JungKook comenzó a subir por su garganta de manera precipitada.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro