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Algún motivo había para que los habitantes de estos lares frondosos se sintieran obligados a seguirme hacia mis restos.

一¿Por qué me siguen? 一le pregunté al zână más cercano a mí, sin mirarlo. Por alguna razón, no tenía las agallas suficientes para enfrentarlos. Mi llegada y presencia a este sitio se sintió forzada, no pude evitar sentir culpa.

一Fue gracias a ti que estamos aquí.

Sigo ciegamente a Hyunjin, quien caminaba frente a mí. Ya anocheció y a duras penas puedo diferenciar su figura entre esta penumbra, alguno que otro zână traía consigo una lámpara de aceite; mas no era suficiente para esclarecer el camino por completo.

一No entiendo por qué me deberían de agradecer por esto 一bajé la cabeza, ningún rastro de orgullo en mi corazón一. Los traje a sufrir, nada más.

Por el momento, estos valles estaban verdes. Era cuestión de tiempo para que las cenizas y las llamas arrasen.

一Tienes razón. Varios de los que caminan aquí te odian y te quieren muerta 一mostró una sonrisa, que no sé si intentó reconfortarme一. Pero no te podemos hacer nada. Si mueres, nos vamos contigo.

一Alguien que desentierre el cadáver 一Hyunjin se dirigió hacia la multitud.

En pocos segundos, un par se ofrecieron y se pusieron a excavar. Con el pulso hecho un lío, que un poco más y me podría desmayar, me acerqué con temor para mirar adentro cuando terminaron...

Como si el cuerpo hubiese fallecido hace unas pocas horas, lo que creí que serían meros restos del ángel caído que falleció en ese entonces, en realidad estaba su cuerpo completo. Bueno, a excepción del evidente vacío que había en donde debía estar su corazón.

El ángel caído tenía su rostro hacia un costado, su cabello se lo cubría. Tragué en seco al acercarme un poco más para intentar verlo, pero entre más me acercaba, más sentía que en cualquier segundo se iba a mover.

Sin embargo, la curiosidad atrapó lo mejor de mí y traté de echar su pelo hacia atrás, hasta que el demonio me interrumpió.

一No te recomiendo que lo hagas 一él estaba atrás de mí, cerca一. Un humano no debería verle la cara a un ángel caído. Podrías perder tu cordura.

一...¿Tú alguna vez la llegaste a ver?

一Por supuesto. Incluso me devoré su corazón 一Hyunjin se puso de cuclillas a mi lado y tomó mi rostro hasta hundir su pulgar en mi mejilla一¿Qué no te acuerdas?

一Esa no soy yo 一mi voz tembló. No me había percatado del ardor que había en mi pecho y en mi garganta de tanta angustia一. Comprendo que...soy una especia de reencarnación suya, ¡pero no soy yo! ¡Soy mi propia persona!

一Ni una ni la otra.

一¡Soy mi propia persona! 一rompí en llanto, mi voz se quebrantó patéticamente.

Aunque Hyunjin permaneciera en silencio, no noté que se compadeciera de mí.

一¡No merezco esto! ¡¿Por qué tengo que ser yo quien cargue con esto?!一golpeé el suelo con mis puños, sin importarme que me ensuciara一No quiero esto, no quiero esto...一lloré a la par que enterré mis dedos en la tierra.

Arrebaté una de las palas que dejaron en el suelo y la utilicé para clavar su extremo puntiagudo en el cadáver. Repetidas veces. A lo largo de su torso.

Su cara. Su cabeza.

La sangre brotaba de ella todavía y me salpicaba.

Una vez desahogué mi vesania en la raíz de mi existir, me encontré falta de aliento y volví a desplomarme. Mi cabeza me daba vueltas, mi visión se llenó con manchas negras y, justo cuando creí que perdería la conciencia, un dolor inigualable me agujereó.

En agonía, me abracé a mí misma y hundí mis uñas en mi piel. La agonía se extendió por mi cuerpo y avivó mis venas y nervios con lo que solo podría describir como una brasa. Escaldaba mi ser.

No era una novedad que un ángel cometiese un pecado. Es más, había uno infame que cada ser en la Tierra y otros planos ya conocían. No obstante, lo que cometí, fue una acción que ningún otro ángel había hecho.

Maté a unos ángeles.

Me había enamorado de uno—de por sí, eso fue una falta a las órdenes celestiales. Los ángeles no fuimos creados para sentir. Solo hacer. A pesar de mi error, no estaba lejos de la salvación aún. En la etapa en la que estaba, podía recibir el perdón de Dios.

En donde desperdicié mi oportunidad, fue cuando surgieron mis achares, que me inundaron al comprender que no podría ser mío. Ni en un millón de años, ni aunque viviera por la eternidad.

Los maté a ellos. A quien amaba y a quienes se acercaron.

Dejé de coexistir como un ser incorpóreo, y pasé a materializarme en la Tierra.

Cuando noté que podía sentir la humedad del suelo bajo mis pies y el frío carcomer mi piel, fue cuando comprendí que caí de la gracia de Dios. Dios me había abandonado.

Cuando Hyunjin apareció, la conocida presencia abrumadora que tienen los demonios no me atemorizó. Es más, cómo podía temerle a algo que se parecía a un ángel cuando se posó encima de mí, su cabeza tapó el sol y el resplandor imitó el halo de uno alrededor de su cabeza.

El dolor me cegó.

一Ayúdame 一moribunda, alcé mi mano hacia él.

¿Enfurecí a Dios por haberme enamorado? ¿O fue por haber matado a unos ángeles? ¿Ambos? Dios puede amar a sus criaturas, ¿pero nosotros a él no? ¿No puedo amar a mis prójimos como le ordena a los humanos? Esos desgraciados se lo merecían. Aquél que atrapó mi corazón no debía ser más que mío.

一No hay mucho que pueda hacer por ti. Vas a perecer.

En el fondo, lo sabía.

Su respuesta hizo añicos mis esperanzas. Sin embargo, al ver que seguía sin retirarse, pensé que, tal vez, después de todo, no estaba tan perdida.

Contemplaba mis pecados y sonrió al darse cuenta de lo que hice.

Haz lo que quieras, pero te imploro...no hagas lo que creo que vas a hacer.

一¿Un ángel que se enamora de otro y, encima, mata por celos? 一se burló一. Debo admitir que eso me llamó la atención. Si no, te hubiese abandonado a tu suerte.

De mí, no salían más que cortas respiraciones agitadas. Cualquier movimiento era similar a miles de cuchillos clavarse en mí.

一Te preguntaría tu nombre, pero sé que Dios no le pone nombres a los ángeles sobrantes como tú一posó su mano sobre mi frente一¿Qué te parece si te pongo uno y me conviertes en tu dios? Conviérteme en tu nueva razón de ser. Quiero que me ames y mates a otros por mí. Y, a cambio, te amaré devuelta tanto, que te destruiré. 

comentarios: top 10 madi jumpscares. le cambié el nombre a la historia porque ya no me gustaba jakdhskljfahhlkjha