13
H E A T H E R
Con cautela, observé cada rasgo de su rostro. Sus ojos, grises como la niebla en un día lluvioso, parecían contener en ellos la respuesta a todos los enigmas del universo. Me sentía atrapada en su mirada, como si el tiempo se hubiera detenido y solo existiéramos él y yo en esa iglesia vacía.
El silencio reinante parecía pesar sobre mis hombros, haciéndome sentir la incapacidad de romperlo. Mis labios se mantenían sellados, temerosos de las palabras que podrían surgir de los suyos. Era como si una fuerza invisible me mantuviera petrificada en mi asiento, incapaz de moverme o de hablar.
—Usted — decidí romper el silencio, susurrando apenas — ¿Quién es usted?
Una ligera sonrisa se dibujó en sus labios, como si supiera exactamente qué efecto tenía sobre mí. Su aura intrigante me envolvía, sacudiendo mi curiosidad y desafiandome a descubrir su verdadera naturaleza. ¿Quién era él realmente? ¿Cuáles eran sus intenciones? ¿Por qué sentía que lo conocía?
— ¿Conoces el mito de la caverna? — sus palabras resonaron en mis oídos, y mi piel se erizó ante el timbre grave de su voz. En lugar de responder a mi pregunta, él la evadió por completo. Me quedé perpleja, sin saber a qué venía aquella pregunta tan drástica. Estaba tan confundida que no pude articular una respuesta, me limité a esquivar su mirada, mientras él mantenía una serenidad envidiable y una ligera sonrisa adornaba su rostro antes de comenzar su discurso.
—En una oscura y sombría cueva llamada Craven, sus habitantes vivían sumidos en la falsedad y la ignorancia. Como prisioneros atados a las cadenas de las falacias, no conocían más que la oscuridad que los rodeaba y la fé de una religión, que usaban para cubrir sus pecados. Un día, uno de ellos logró liberarse de sus ataduras. Aquel valiente individuo se adentró en lo desconocido, dispuesto a enfrentar la cruda realidad que les rodeaba. Con ayuda de alguien que conocía más allá de las sombras, descubrió la terrible verdad: Craven no era más que un tablero y todos sus habitantes meras marionetas, peones en un juego orquestado por alguien poderoso, ocultado bajo el manto de la religión. Guiando a quienes anhelaban alcanzar el paraíso hacia una muerte espantosa disfrazada como la voluntad divina. El impacto de este descubrimiento lo cegó momentáneamente. Se preguntaba si hubiese sido mejor haber vivido en la ilusión, sin conocer la tenebrosa realidad que los rodeaba. Sin embargo, su deseo de compartir este conocimiento con los demás habitantes ignorantes era demasiado fuerte. Pero aquellos que aún vivían en la sombra, amarrados a la falsedad, no estaban dispuestos a escuchar la verdad. Temerosos de despertar de su utopía, se negaron a aceptar la realidad que se les presentaba. Por temor a perder su seguridad y comodidad, decidieron silenciar al valiente liberado. El deseo de mantener el secreto de la verdad se apoderó de ellos. Nadie quería despertar, nadie quería ver más allá de las sombras. La ignorancia se convirtió en la única protección en ese oscuro mundo. Aquellos valientes que osaban desafiar lo incognoscible, estaban condenados a ser silenciados.
El miedo se apoderaba de mí mientras evitaba hacer contacto visual con el desconocido sentado a mi vera mientras hablaba. Su figura ominosa e impredecible me aterraba profundamente.
Como si sintiera ofendido mi intento de esquivar su mirada, giró su cuerpo en su asiento quedando de frente a mi perfil. Era como si su simple presencia tuviera la capacidad de desafiar todas las leyes de la lógica y la tranquilidad. Mi corazón comenzó a latir desbocado, como si intentara escapar de mi pecho, mientras trataba desesperadamente de evitar su mirada penetrante.
Fue en ese momento, enfrentado con el desconocido y con mis peores temores, que comprendí que tenía dos opciones: huir de aquel encuentro o enfrentarlo directamente. La elección fue difícil, pero sabía que mi coraje se mediría en cómo decidiera lidiar con el riesgo que se presentaba enfrente de mí.
—En esta oscura y misteriosa caverna, saturada de innumerables máscaras y velos artificiales, te encuentras atrapada, Heather. Las paredes de esta caverna, rugosas y sinuosas, parecen cobrar vida propia mientras miras a tu alrededor; cada rincón oculto revela un engaño sutil y cada eco que reverbera te advierte de la falsedad en la que has sido inmersa. El aire está cargado con la presencia de estas máscaras, asfixiándote con su fragancia de engaño y ocultando la verdadera esencia de aquellos que las portan.
Reuní todo mi valor y, finalmente, decidí mirar al misterioso desconocido a los ojos y enfrentar el destino incierto que nos esperaba. Aunque el miedo seguía ardiendo en mi interior, me negué a permitir que me consumiera completamente. Porque, en última instancia, solo la valentía lograría desvelar el misterio de quién era este desconocido y qué papel tenía en mi vida.
La atmósfera se volvió aún más tensa cuando de nuevo mi mirada se encontró con la suya. En aquellos ojos podía vislumbrar una oscuridad insondable, una frialdad implacable que helaba mis pensamientos y paralizaba mi cuerpo. Sentí que me adentraba en un abismo sin fondo, presa de un miedo ancestral que no podía comprender ni controlar.
— Heather... — el misterioso hombre deslizó su mano enguantada dentro del profundo bolsillo de su largo abrigo negro. Su camisa impecable y ajustada parecía resaltar su magnetismo. Con delicadeza, extrajo una cinta y sin previo aviso, tomó mi mano entre las suyas, sus dedos firmes pero suaves, transmitiendo confianza y secreto a partes iguales. Allí, sobre la palma de mi mano, depositó la cinta con un gesto sutil y misterioso, como si supiera que aquel nombre detentaría un poder indomable sobre mí.
Mis ojos no podían apartarse del papel satinado de la cinta, en la cual se plasmaba en esmerado lenguaje caligráfico el nombre que cambiaría para siempre el curso de mi vida: Maddison Young. Un escalofrío recorrió mi espalda, como si las letras en relieve tuvieran vida propia y supieran el destino que me aguardaba — Soy la voz que te conducirá hacia la liberación de las cadenas de la ignorancia.
—¿Cómo? —mis labios temblaban mientras susurraba, luchando por recuperar mi voz después del impacto — ¿Cómo has conseguido esta cinta?
La risa del desconocido era tan peculiar y única que me desconcertó aún más. El sonido se asemejaba a una melodía alegre y contagiosa, pero al mismo tiempo tenía un matiz de misterio y asombro. Era tan distinto a cualquier risa que había escuchado antes, lo que me dejó perpleja. Su risa resonaba en mi cabeza, dejando una sensación de confusión aún mayor
—Las cintas que Maddison había grabado antes de su suicidio llevaban consigo un propósito específico: ser recibidas por la persona a la que estaban dedicadas. Este instante, este encuentro, estaba destinado a ocurrir. Cada acontecimiento que se ha desencadenado hasta ahora ha sido cuidadosamente orquestado para que estas cintas finalmente llegasen a tus manos.
—No... No lo comprendo — mis ojos se llenaron de lágrimas en un torrente incontrolable. Mi mente estaba llena de confusión y mis sentidos aturdidos por la situación. Un escalofrío recorrió mi espalda mientras el miedo se apoderaba de todo mi ser.
—Lo comprenderás — mientras me miraba fijamente, sus ojos brillaron con un destello que reflejaba la emoción en su rostro. Una encantadora sonrisa se dibujó en su cara mientras señalaba con su dedo cubierto por un elegante guante de cuero la cinta que sostenía en mis manos — . Invertirás tu tiempo y tus habilidades en entenderlo, una vez lo consigas, será en ese momento en el cual nos encontraremos una vez más — agarrando su sombrero con suavidad, susurró mientras se preparaba para levantarse y abandonarme a mi suerte.
Sin pensarlo dos veces, extendí mi mano y agarré firmemente su brazo, impidiendo que se escapara. El semblante de sorpresa en su rostro no se desvaneció, manteniéndose sentado en su asiento con una mirada expectante, esperando a escuchar lo que tenía que decirle — ¿Qué significado tenía aquel mensaje? ¿Por qué me envió una imagen de Catalina? ¿Quién? ¿Quién es usted realmente? — una lágrima solitaria recorrió mi mejilla, mientras la desesperación se apoderaba de mí.
Observé cómo mi desesperación se reflejaba en sus ojos, mientras él mantenía su serenidad envuelta en un misterio azotado por la incertidumbre. Él parecía estar persiguiendo algo en su cabeza, sumergido en un silencio perturbador. Pasaron unos segundos eternos hasta que finalmente, su voz traspasó la barrera del silencio y se hizo eco en el ambiente —Me pregunto si en tu mente siempre vigilante ante los sucesos actuales, no has considerado a tu querida amiga. Deberías ser consciente de que últimamente, todas las jóvenes de 18 años desaparecen misteriosamente para luego encontrarse sin vida. Entonces, al pensar en este patrón que se repite una y otra vez, la siguiente en cumplir los 18 es Catalina. ¿No es así? Justo esta noche, a las 12 en punto, ella celebrará su decimoctavo cumpleaños. Sin embargo, si nos basamos en los acontecimientos, todas las jóvenes desaparecen antes de tiempo, semanas, incluso días antes... ¿Será Catalina una excepción en este juego retorcido? ¿Será que ha logrado romper el entramado?
Catalina...
Flashback
— Es que no puedo estar tranquila después de... Bueno. Mi cumpleaños será en un par de días, y mis padres me obligaron a casarme con el que iba a ser el esposo de Maddison. Siento que estoy haciendo algo indebido... No es mi lugar, no quiero compartir anillo de compromiso con el que iba a ser el esposo de mi amiga.
F. Flashback
Su cumpleaños ¡Se me había olvidado por completo!
—¿Por qué me cuentas esto? — llena de dudas, me dirigí a preguntar y mi confusión se incrementaba con cada segundo que pasaba. En ese momento, pude percibir claramente cómo mi corazón se aceleraba desbocado, latiendo al ritmo frenético de un tambor enloquecido — ¡¿Acaso quieres jugar conmigo?!
—¿Jugar? Oh, impensable — un escalofrío recorrió mi espina dorsal mientras sus labios se curvaban en una sonrisa. Sus ojos brillaban con un fulgor extraño y una sombra misteriosa se adueñaba de sus facciones— ¿Cómo podría tejer este enigma en una trama personalizada? Un enigma anidado en otro enigma. Este místico tablero ha sido tomado por dos facciones adversas. No hay refugio para un intruso, a menos que se desbarate el destino predestinado. Cada paso en el tablero es crucial, determinando el destino de aquellos que se atreven a jugar. El futuro está en juego, y solo aquellos dispuestos a enfrentar lo desconocido pueden resolver el misterio y escapar del destino escrito.
El misterioso hombre se puso de pie suavemente a mi lado, y con una elegancia casi danzarina, corrigió su sombrero negro sobre su cabello castaño, que destacaba ante sus ojos misteriosos de color gris, ocultos bajo la sombra del ala. Antes de abandonar la majestuosa catedral, su voz volvió a llenar el espacio con su melodía atrapante —En un mundo plagado de secuestros camuflados como desapariciones voluntarias y muertes encubiertas como suicidios, surge una intrigante incógnita que atormenta a todos: ¿a dónde van aquellos que desaparecen sin dejar rastro? Pero la verdad es que la pregunta está mal formulada, porque no importa el dónde, sino el cuándo. ¿Cuándo estarán? ¿Cuándo se enfrentarán al enigmático ser que los observa evolucionar hasta enfrentarse a él? — levanté la vista y mis ojos se posaron en su enigmática silueta. Aunque afirmaba ser mi guía en aquel contexto lleno de incertidumbre, no podía evitar cuestionarme si debía confiar plenamente en él. Mi mirada se detuvo en su rostro, estudiando cada detalle en busca de alguna pista —Volveremos a vernos, Heather, más pronto de lo que crees.
El sonido inquietante de la madera crujiente resonaba bajo los pasos del desconocido, arrastrándome hacia un estado de enajenación que me sumergía en mis pensamientos más profundos. Mi mano temblorosa sujetaba con firmeza la misteriosa cinta, en la que el nombre de Maddison me producía un miedo atroz. Con un suspiro de alivio, las majestuosas puertas de la catedral se abrieron, indicando que el hombre se había marchado. Era el momento de regresar a casa y enfrentarme a la intriga desgarradora que aguardaba en aquel trozo de material, que parecía esconder secretos más oscuros de los que mi mente podía imaginar.
El misterio flotaba en el aire, mientras yo corría tambaleándome por las solitarias calles empedradas. Sabía que el contenido de la misteriosa cinta que llevaba conmigo era de vital importancia, capaz de cambiar el rumbo de los acontecimientos.
El cielo oscuro parecía abrazar la noche, envolviéndola en un manto de oscuridad casi tangible. La ciudad estaba hundida en el silencio, mientras las sombras parecían alargarse y retorcerse en las esquinas más recónditas. Aquel era un lugar donde la propia oscuridad temía adentrarse.
Llegué a mi hogar, cerrando la puerta tras de mí, mis padres me esperaban en la mesa, en un silencio que impregnaba el ambiente. Sus rostros, ocultos tras máscaras, mostraban una complicidad sorprendente. Todos ellos, jugadores en un juego en el que las máscaras eran moneda corriente.
Tras una silenciosa cena, subí corriendo las escaleras para refugiarme en mi habitación, el único lugar donde podía ser yo misma. Allí, en la penumbra, preparé el pequeño televisor para contemplar el misterioso contenido de la cinta. Miku, mi fiel compañera felina, pasó rozando mi pierna ronroneando, como si sintiera la tensión que me embargaba.
Con el corazón latiendo acelerado, pulsé el botón de play y la imagen parpadeante se hizo presente.
A medida que la cinta comenzó a reproducirse, un eco siniestro llenó la habitación, acompañado por una melodía discordante que se deslizaba entre los parlantes del televisor. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho mientras se dibujaba la primera imagen en la pantalla.
Desde el primer instante, supe que mi vida cambiaría para siempre. Mi respiración se agitó al encontrarme con sus grandes ojos en el televisor. El fondo a sus espaldas parecía una cueva, pues las paredes que la rodeaban eran rocosas y apenas había iluminación.
— "Mi nombre es Maddison Young y hoy es 12 de noviembre. Si estás viendo esta cinta, significa que han pasado doce semanas desde mi desaparición y, por lo tanto, la Casa Sagrada se habrá inaugurado hace una semana, y ese mismo día, comenzará la siguiente fase del diablo rojo.
Tal vez te estés haciendo muchas preguntas, cómo dónde estoy o por qué desaparecí sin dejar rastro. Pero eso no importa. Lo que realmente debes preguntarte es cuándo estaré de vuelta. Esa es la pregunta fundamental en este retorcido juego. ¿Cuándo?
Puede que no comprendas lo que voy a contarte, pero el tiempo hará que mis palabras te transporten hacia la verdad. Hace años se construyó una casa, una mansión inmensa que se asemeja a un castillo. Su apariencia exterior es deslumbrante, pero su interior es oscuro y siniestro. Su construcción comenzó en Wagner, Alemania, en un lugar apartado de todo, el primer escenario de este macabro juego.
En Wagner, empezaron a desaparecer jóvenes, todas ellas miembros de la Iglesia. Nadie se cuestionaba por qué sucedía esto. ¿Por qué desaparecían tantas jóvenes? ¿Por qué se encontraban sus cuerpos sin vida, atribuyendo sus muertes al suicidio? La conclusión fue que había un brote de suicidios que se propagaba como una epidemia por diferentes países. Pero lo que no sabían era que todo esto era parte de un plan maquiavélico llevado a cabo por una facción criminal que se resguarda bajo el velo de la religión. Un grupo formado por manipuladores, mercenarios, personas mentalmente inestables y carceleros... Un grupo formado por seres retorcidos, que apenas merecen el nombre de humanos, se disfrazan de piedad y manipulan a los creyentes.
El líder de este grupo se autodenomina "El Diablo Rojo", un título que evoca terror y despierta la curiosidad de todos aquellos que han tenido la desgracia de escucharlo susurrado en la oscuridad. Sin embargo, el paradero exacto de esta figura siniestra permanece oculto en las sombras. Su lugar es en la Casa Sagrada, ¿pero cuál de todas las existentes? Sí... Así como oyes, hay Casas Sagradas dispersas por diferentes países. Son los lugares donde reclutan y someten a jóvenes inocentes a torturas inimaginables. Ese lugar trasciende las convenciones morales y la naturaleza humana. Ese lugar es el mismísimo infierno.
Dentro de este juego de opuestos se encuentra otra facción, sus peores enemigos, cuyo objetivo es deshacerse de El Diablo Rojo. Ellos se hacen llamar el Diablo Blanco. Estos misteriosos individuos, hábiles en el arte del sigilo y la letalidad, funcionan en el más absoluto anonimato. Actúan como los hilos invisibles de una marioneta, influenciando el destino de aquellos cuya voluntad es más débil. Cada una de sus acciones lleva consigo el peso de una repercusión karmática, una respuesta inevitable a los actos de crueldad cometidos por los seguidores de El Diablo Rojo.
A diferencia de su némesis, esta facción no busca refugio en una religión establecida. Ellos mismos son su propio dogma y sus propios dioses. Su fe radica en una convicción implacable de perseguir la justicia y liberar al mundo de la opresión del Diablo Rojo. Sus motivaciones están envueltas en el misterio y su modus operandi es impredecible, pues siguen sus propias reglas mientras desafían cualquier norma establecida.
En su inquebrantable lucha por el bien, estos individuos se sumergen en las sombras y rompen los límites impuestos con tal de cumplir su misión. Emergen desde las entrañas de la oscuridad como guardianes silenciosos de aquellos que han sufrido a manos del Diablo Rojo, dispuestos a restaurar el equilibrio y poner fin a su siniestra influencia.
Cada enfrentamiento entre estas facciones opuestas desencadena una batalla entre fuerzas invisibles, donde el destino de los involucrados queda marcado de forma irrevocable. En medio de este conflicto se esconde una gran verdad trascendental sobre El Diablo Rojo, una verdad con el poder de desencadenar consecuencias catastróficas.
El ambiente estaba cargado de tensión mientras mis ojos no podían apartarse de la pantalla. El granulado blanco y negro se esparcía como una niebla que ocultaba la imagen, y mi corazón se apretaba en mi pecho cuando finalmente se detuvo. Un escalofrío recorrió mi espalda cuando pensé que era el fin de la cinta. "No", fue lo único que logré musitar repetidas veces, pero mis palabras se perdieron en la habitación silenciosa.
Movida por la frustración, mis manos se posaron con suavidad sobre el reproductor, intentando persuadirlo de que volviera a reproducir la cinta. Sin embargo, la desesperación comenzó a apoderarse de mí y mis golpes se volvieron más fuertes, resonando en el cuarto y perturbando el sueño de Miku, quien saltó de la cama sobresaltada.
El televisor cobró vida una vez más, proyectando una imagen que me heló la sangre. Era Maddison, pero su apariencia física había sufrido un deterioro alarmante. Su rostro estaba pálido y demacrado, con unas ojeras profundas y labios de un tono morado que parecían privados de vida. Delgadez extrema se apoderaba de ella, sus facciones ahora angulosas y afiladas.
El fondo había cambiado drásticamente. En lugar de la sala vacía y deteriorada que solía ser, ahora se mostraban paredes cubiertas de cuadros bíblicos. Cada rincón proyectaba imágenes religiosas, como si el lugar se hubiera convertido en una especie de santuario grotesco.
Mis manos temblaban incontrolablemente y una sensación de angustia y miedo se apoderaba de mí.
— " Han transcurrido exactamente 48 horas desde que todo lo que estás viendo en esta grabación tuvo lugar. Sin embargo, la sensación de estar atrapado por este ser despiadado se mantiene, como si fuera un animal capturado en una trampa. Este ser siniestro ha mostrado horrores que nunca hubiese sido capaz de imaginar. Mis ojos se han visto manchados con la visión de cuerpos desangrados y miradas perdidas a su alrededor, mientras él disfrutaba del sufrimiento ajeno. Aunque me tiene retenida, sospecho que su único propósito es obligarme a presenciar estas atrocidades. Repite una y otra vez la misma advertencia, asegurándome que mi muerte dará inicio a este perturbador juego.
La Casa Sagrada es un laberinto interminable de pasillos oscuros, salas inquietantes y habitaciones llenas de sufrimiento. Las paredes están adornadas con imágenes aterradoras de figuras distorsionadas y grotescas relacionadas con la biblia, mientras que el aire está impregnado de un olor a muerte y desesperación. Allí es donde he pasado las últimas doce semanas, encerrada en este abismo de horror.
Las torturas a las que he sido sometida son indescriptibles. Desde el primer día, fui recibida con golpes y humillaciones, llevada al límite de mi resistencia física y mental. Cada día era una prueba brutal de mi voluntad de sobrevivir.
Aprendí a observar y a estudiar cada movimiento, cada rincón de esta Casa Sagrada. Descubrí que sus paredes tenían ojos y oídos, que cada esquina estaba vigilada por cámaras y micrófonos. Pero también descubrí que había otros prisioneros como yo, otros jóvenes atrapados en esta pesadilla de los que me mantienen alejada.
He presenciado horrores inimaginables en estas doce semanas. He visto cómo el diablo rojo ejecutaba a aquellos que se resistían, cómo mutilaba sus cuerpos y los exhibía como trofeos. He escuchado los gritos desgarradores de dolor de aquellos que no lograron soportar las atrocidades de este lugar. Cada día es una lucha constante por mantener la cordura
Te ruego, Heather, que pongas toda tu atención en mis palabras. Aunque te resulte difícil de creer, hay una conexión siniestra entre tú y todo lo que está sucediendo. Tu vida se entrelaza peligrosamente con este perverso juego. Y por esa razón, debes ponerle fin. Porque tú serás la siguiente víctima en el próximo ciclo de este juego macabro. No la fase que hoy comenzará, si no en la siguiente fase. Y junto a ti, arrastrarán a las demás ingenuas llevadas al infierno bajo la falsa creencia de estar en el paraíso. Tú eres la única capaz de ser la voz del silencio, de rescatar a esas almas del sufrimiento que les espera. Debes despertar de tu ignorancia antes de encontrarte con él...
Si esta cinta llega a tus manos, te advierto que esta noche marcará el inicio de un nuevo ciclo de horror. El Diablo Rojo usará la carta definitiva. Durante todo este tiempo he intentado impedirlo, pero lamentablemente no he logrado salvar a nadie, y siento, que no puedo salvarme a mí misma. El tiempo se agota y sé que mi propia muerte está próxima. Una vez que hayan pasado doce semanas, significará que el Diablo Rojo se habrá apoderado completamente del poblado entero. El Diablo Blanco no podrá batallar. Cuando él ponga un pie en Craven, será el preludio de un oscuro destino para muchos. No te dejes engañar, Heather, no confundas al impostor con el auténtico Diablo Rojo. Este ser recién llegado es mucho más siniestro y sus intenciones son aún más malévolas. Las personas inocentes serán arrastradas hacia la muerte mientras él se despliega en el pueblo. Y..."
La expresión en el rostro de Maddison cambió de repente, sus ojos se abrieron y su mandíbula se tensó al escuchar el siniestro chirrido que anunciaba la apertura de una puerta. Con un movimiento de desesperación, lanzó la videocámara que utilizaba para comunicarse en el aire, soltándola como si se tratara de una bomba a punto de estallar. El dispositivo cayó sin piedad sobre el suelo de madera de la lúgubre habitación, dejando escapar un sonido metálico y sombrío. Aparecieron unos pies, calzados con unos zapatos relucientes que contrastaban con la oscuridad del entorno. Los pantalones de traje que se dibujaban en las piernas eran elegantes y enigmáticos. Maddison, con la respiración entrecortada, tenía miedo de que su acto de grabar hubiera sido descubierto. La figura misteriosa que penetró en la habitación se inclinó cuidadosamente, depositando en el suelo un vestido cuyo llamativo color rojo resaltaba bajo una manzana. Pero lo más perturbador para mí fue la revelación de una peculiar característica: la piel de su mano, arrugada y desfigurada, mostraba evidentes signos de haber sufrido graves quemaduras. Su rostro, apenas visible cuando se inclinó, permaneció oculto a los ojos de la videocámara, alimentando aún más el misterio que envolvía a esta figura enigmática.
—Ponte esto ahora mismo — ordenó una voz profunda y ominosa — . Ha llegado el momento de retornar al lugar del que procedes. Y no olvides... Tienes una misión por cumplir si aspiras a alcanzar la gloria prometida... Volver a tu ciudad natal no será un acontecimiento fortuito, sino una necesidad imperiosa para obtener tu posición al eliminar al pecador, indigno de perdón. Tú eliges, Maddison: matar o morir. Si dudas de hacerlo, recuerda las graves repercusiones de no honrar tu palabra.
La puerta, con un crujido siniestro, se cerró lentamente, anunciando la retirada del desconocido. Un escalofrío recorrió mi espalda cuando, de repente, los llantos desgarradores de Maddison llenaron el aire. La habitación se llenó de una oscuridad ominosa, y un aroma a podredumbre invadió mis sentidos. Fue entonces cuando, en medio de aquel caos aterrador, un susurro apenas audible se filtró en los últimos segundos de la grabación:
—"Heriré en tu flébil nombre, arderá mi sendero, liberaré al misántropo, escampará en su último aliento."
Nota de la autora
¡Hola, hola! ¿Cómo están mis queridos lectores/as? 🕵🏻♀
Esta vez les traje un capítulo un poquito más largo y por supuesto cargado de misterio. ¿Qué trama el desconocido de ojos grisáceos y sombrero? ¿Qué trata de advertirnos Maddison? ¿Qué ocurre con Catalina? ... ¿Cómo estará Dark? 🙀
Antes de marcharme, quería decirles que estoy subiendo nuevos capítulos de mi otro libro "A.H.A.E" Échenle un vistazo si desean. ❤
Besos de parte de Dark y de Miku, del protagonista no porque está ocupado en él sótano... Hum... ¿Qué estará haciendo?
❤
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