CUATRO DÍAS DESPUÉS

NÉMESIS HALE

Corrimos a casa al escuchar un aullido de nuestra madre, sentí mi corazón hacerse pequeño al oler humo, desde lejos se lograban escuchar gritos y alaridos de mi familia. Me detuve al ver a mis dos hermanos mayores detenerse, Laura se giró para ver a Derek.

— Necesito que te quedes con Némesis, ¿entendiste?— le ordenó a mi hermano y este asintió, Lau me miró unos segundos para después irse corriendo.

Mis piernas por instinto también avanzaron pero Derek me tomó del brazo.

— Aquí la esperaremos— me dijo serio pero podía oler su miedo y preocupación.

— Algo sucede, ¡Tenemos que hacer algo!— exclamé desesperada.

Me miró meditando mis palabras para después tomarme de la mano y ambos comenzar a correr a casa, vimos entre los árboles las llamas y el humo saliendo de nuestra casa. Aumentamos nuestro paso y logré ver a Laura sacando a Peter del sótano, de un momento a otro se dejó de escuchar los gritos, solo se escuchaba el quemarse de la madera y cuatro corazones. 

— No— murmuré comenzando a hiperventilar, Derek me soltó la mano y corrió a ayudar a Lau y Peter, sentí mis piernas temblar y simplemente me dejé caer de rodillas a la tierra.

Desperté por falta de aire sintiendo aún ese dolor en mi pecho, otra vez esa escena, otra vez aquel recuerdo de cuando mi vida se acabo. Miré la hora en el reloj que estaba en mi buro, 4:09 am.

— ¿Qué sucede?— preguntó Derek entrando a la habitación seguido de Isaac y Cora, los tres con caras preocupadas.

— Nada— susurré controlando mi respiración, me lleve una mano al pecho sintiendo mi corazón latir demasiado rápido.

— ¿Qué ocurre?— preguntó adormilado Alec, miró a mis hermanos para después mirarme a mi preocupado.

— Solo fue una pesadilla— aclaré principalmente a Derek, mi hermano se acercó para sentarse en la orilla justo de mi lado y me miró a los ojos, tratando de averiguar que soñe—. Der, estamos bien, estoy bien—le aseguré y suspiró para después asentir.

— Vamos— les dijo a ambos menores para salir de la habitación.

— ¿Qué soñaste?— me cuestionó Alec, giré mi cabeza para mirarlo y negué.

— Nada importante— respondí para después volverme a acomodar en la cama, tratando de borrar aquel sueño.

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Escuche la voz de Derek hablando con Magnus, por su tono de voz, sabía que algo andaba mal. Me levanté sin volver a despertar a Alec y me coloque mi ropa interior de abajo, técnicamente solo tenía la camisa de Alec cubriendo la parte de arriba de mi cuerpo y mi ropa interior cubriendo la parte de abajo, salí de mi habitación y vi en la sala a Derek y a Magnus hablando, Mags con una taza de café en la mano y Der cruzado de brazos.

— ¿Qué ocurre?— pregunté llegando a donde estaban.

— Buenos días, Hielito y pequeños lobitos— saludo levantándose de donde estaba sentado para después acariciar mi vientre ya muy notorio.

— No has dormido nada, ¿cierto?— hablé seria al notar su notorio cansancio.

— Porque ambos opinan que no he dormido, estoy de maravilla— nos miró a ambos sin comprender, compartí miradas con Derek para después los dos mirar a nuestro brujo favorito seriamente.

— No estás bien— hablamos al unísono y me crucé de brazos—. ¿Algo te molesta?— pregunté.

— A mi nada me molesta.

— Te conocemos desde ya casi ocho años, ¿qué pasa?— preguntó Derek con tono preocupado.

— Mis niños, estoy bien— aseguró pero claramente su corazón lo delataba, estaba acelerado.

— Bien, no insistiremos. Hablaras cuando estés listo— fue lo último que dijimos para después, yo regresar a mi habitación y Derek a la suya.

— Buenos días— salude a mi dormilón, estaba sentado en la cama con sus manos en su cara.

— No diría tan buenos, desperté por segunda vez y no estabas a mi lado— respondió quitando las manos de su cara y me miró.

— Solo por una mañana, no seas dramático— me quite su camisa y se la aventé a la cara.

— Me recompensa la vista que me estas dando— me miró de pies a cabeza y rodé los ojos, camine al armario y saque la ropa que me iba a poner.

— Técnicamente ya nada me queda bien por la culpa de esta panza y aparte de que mis brasieres ya casi no me quedan por lo grande que se están poniendo mis "diminutos" pequeños— hablé frustrada, saque ropa holgada y que me quedara algo grande.

— Te ves hermosa así— lo escuche susurrar atrás de mí, sus manos se colocaron en mi cintura y me jalo pegándome a su pecho.

— Aja— vacile y recargue mi cabeza en su hombro.

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— ¿Haz ido con algún medico a revisarte?— me preguntó mientras caminábamos para el Instituto, insistí en que quería caminar.

— No— mentí, hace tres semanas comencé a ir a citas con Melissa para revisarme, no le he dicho nada a él ni a nadie, solo Derek y Melissa saben de eso.

— ¿Quieres que vayamos hoy?—propuso girando su cabeza para mirarme.

— No descuida, no es necesario que vaya a un doctor a revisarme. Al ser mujer lobo, ellos están sumamente protegidos y además de que, escucho el latir de su corazón a un ritmo normal— explique.

— Pero tú, Derek, Isaac y Cora pueden escucharlos, yo no— hablo con cierta tristeza—. Yo quiero escuchar el latir de su corazón, verlos en un ultrasonido, ver cuando han crecido.

— Pues ni modo, no me vas a obligar a ir a un hospital— finalice con algo de culpa—. Pero bueno, ¿ya sabes lo que vas a decirle a la Clave sobre el intento de asesinato de Luke a Valentine?— pregunté cambiando el tema.

— No lo sé— respondió inseguro—. Si no le digo a la Clave, violaría la ley. Y si lo descubren, podrían quitarme mis runas y solo... — se quedo callado, sentí miedo en sus palabras.

— Tranquilo, todo estará bien— le aseguré apretando su mano—. Tengo que decirte algo importante.

— ¿Qué pasa?

— Scott, reunió a la manada, ya tenemos a todos, solo falta Lydia, así que— pensé en las palabras adecuadas— vamos a ir a Casa Eichen a sacarla, Stiles ya tiene un plan en donde me involucró claramente pero prometo que no haré mucho ya que quiero sacar a Lydia de ahí y no pienso quedarme de brazos cruzados mientras ellos lo intentan— hablé rápido totalmente nerviosa, está claro que no me dejará ir.

— ¿Qué?— preguntó confundido.

— Iré a Beacon para ayudar a sacar a Lydia de Casa Eichen— expliqué con calma y vi en su cara seriedad.

— Némesis estas embarazada, no vas a ir y es una orden— me miró serio y llegamos al Instituto.

— ¿Pues sabes qué? Ni siquiera te estaba pidiendo permiso, te estoy avisando que iré a Beacon Hills— hablé seria mientras entramos, caminamos por el pasillo.

— Pues yo ya te ordene que no vas a ir, ¿Derek, Magnus, Isaac y Cora están de acuerdo con que vayas?— preguntó deteniéndose y se giró para mirarme.

— Tengo la aprobación de Scott y de Melissa que es doctora— respondí con simpleza y el chico Verlac se acercó.

Le dijo algo a Alec el cual creo que tampoco le presto atención, está pensando en otro modo de retenerme.

— Iré a reportar lo que ocurrió a la Clave, espérame allí— señaló la mesa que estaba en el centro de la sala de control.

Asentí con la cabeza y camine hacía ahí, mi celular vibró indicando la llegada de un mensaje, saque mi celular de mi bolsillo trasero de mi pantalón y miré la pantalla, "Scotty".

Scotty:

¿Vendrás?

Stiles ya no está muy convencido de dejarte estar en el plan

Si, no importa lo que tenga que hacer, iré a ayudarlos

Dile a Stiles que no me va a sacar y si lo hace le cortaré la garganta con mis garras

¿Derek no sabe que vienes, verdad?

No, Scotty

Hablé con Scott unos minutos, habían modificado el plan pero todos seguían con el mismo trabajo.

— ¿Con quien tanto mensajeas?— escuche la voz de Alec a mi lado, por el olor que emanaba de él supe que estaba celoso.

— Con alguien— respondí guardando mi celular después de despedirme de Scott.

Escuche los tacones de Izzy y miré por donde provenían.

— He pedido que traslademos a Valentine al Gard en Idris, la Clave aprobó el traslado— nos informo a Jace, Izzy y a mi.

— ¿Les dijiste sobre el intento de asesinato?— le preguntó Jace y mire a Alec.

— No— negó mirándome—. Les explique que sacar a Valentine de aquí sería la mejor manera de restablecer los lazos con el submundo, claramente la Inquisidora me dijo que eso se lo dejara a Némesis pero le dije que ella tiene mayores problemas en Beacon así que no lo creo posible. Deje a Luke fuera de esto.

— Es la decisión correcta— opinó el chico Verlac.

— Pero no vamos a dejar de buscar a quien orquestó el ataque a Valentine— volvió a mirar a Jace.

— Tengo algunas pistas sobre eso. Voy a tener un informe al final del día— habló Sebastian y rodé los ojos.

— Bien— aceptó Alec y Verlac se retiró, Alec me miró serio al notar aun mi desconfianza a aquel rubio—. Izzy, estará a cargo de la misión de traslado, Jace tu la ayudaras.

— Debemos eliminar la runa del Círculo de Valentine o las nuevas salvaguardas de Idris no lo dejaran pasar— informó Izzy con notoria emoción para después mirar a Jace—. ¿Harás los honores?

— Gracias por preguntar— le sonrió.

— Bien— se fue feliz y sonreí con diversión.

— ¿Díganme que estoy haciendo lo correcto?— nos preguntó y lo miramos—. Porque, entre nosotros, no estoy seguro de ser bueno en esto— informó y negué.

— ¿De que estas hablando?— preguntamos ambos—. Naciste para este trabajo así como uno de los dos bebés también— pasó su mano por mi vientre—. Oye, piénsalo como un tiro al arco, ¿sí? Solo tienes que confiar en ti mismo y no dudes, Alec.

— Y más allá de eso, solo cruza los dedos— le sonreí y asintió ante nuestras palabras.

— Adiós, Nem, adiós pequeñines— lo último lo dijo con otro tipo de voz algo tierna y se fue.

— Se que no va a importar lo que te diga porque técnicamente solo obedeces a Derek, pero no quiero que vayas a Beacon— habló y lo miré, suspiré negué con la cabeza—. Es peligroso y, ¿si te pasa algo? Se que Scott te va a defender pero...

— Alec, estaremos bien— le aseguré colocando mi mano en su hombro—. Además, solo acompañare a Liam, Scott y Stiles hasta la puerta, Stiles hará el resto ya que ninguno de los tres puede pasar la barrera de serbal.

— Bien, ¿cuándo?

— Hoy en la noche, después de que trasladen a Valentine fuera de aquí— pase mis manos por su cuello y lo abracé, él colocó sus manos en mi cintura.

— Entonces te acompañaré, no voy a dejarte sola— informó y bufé.

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— Entonces si es niño, ¿quieres que se llame Eros?— volvió a preguntar totalmente en desacuerdo.

— Le gustó a Derek, Cora, Isaac, Magnus, Stiles, Scott, Liam, Phael, Meliorn, Luke, Melissa, al sheriff, Parrish, Mason, Maia, Josh— me detuve pensando en quien más me falta—, y creo que ya.

— Bien, se llamará Eros pero si es niña se llamara Cassie— me miró afirmando.

— Puf, de acuerdo.

Tocaron el marco de la puerta y ahí se encontraba Izzy, con una sonrisa irradiando felicidad.

— Removimos la runa del Círculo de Valentine y reuní a mi equipo— informó.

— Bien, me sentiré mucho mejor cuando salga del Instituto.

— ¿Ya tienen a Magnus para el traslado?— nos preguntó y la miré ofendida.

— Creo que deberíamos considerar el uso de un brujo diferente— opiné cuando Alec se levantó, salimos de la oficina.

— Estamos hablando de llevar al más buscado de la Clave, no hay muchos brujos con esa habilidad, además, quiero al mejor. Y ese es Magnus— concluyó y lo miré indignada.

— Me estas diciendo que no soy pésima bruja— afirme llevando mi mano a mi pecho.

— No, pero estás embaraza, ¿qué tal si corres riesgos?

— ¿Cuántas veces tengo que aclarar, que estoy bien?— pregunté mirando a ambos hermanos—. Además, Magnus no se encuentra en las mejores situaciones. Se nota a leguas que no ha dormido nada.

— ¿Qué pasa?

— No lo sé, no quiere decirnos ni a Derek ni a mi. Pero se que tiene algo.

— Para algunos es difícil pedir ayuda— nos detuvimos y la miré, Alec se colocó a mi lado y tomó mi mano para entrelazar nuestros dedos—. Si Magnus está sufriendo, no dejen que los aleje.

— Lo conozco desde ya hace ocho años y se que le ocurre lo mismo que a mi— afirme y sentí aquel dolor emocional—. Un recuerdo lo atormenta— ambos hermanos me miraron esperando que explicará.

— Ahí estás— habló Verlac apareciendo en los escalones.

— ¿Alguna información?— le cuestiono Alec.

— Si, quien sea que fuera, es astuto. No dejó ningún rastro, pero he revisado los archivos del personal y encontré a algunos Shadowhunters con un interés personal en quererlo muerto— explicó—. Familiares muertos y otros perdidos en el Círculo, todos con autorización para sacarlo.

— Bien envíame la lista cuando termines— le ordenó.

— ¡Por el Ángel!— exclamó Izzy y miré a donde ella, una chica de cabellos negros amarrados en una coleta baja y con aspecto asiático.

— Aline— llamó Alec con algo de emoción, la mujer se giró y nos miró.

— En persona— sonrió.

Bajamos las escaleras y nos acercamos.

— Han pasado años.

— ¿Qué haces aquí?— le preguntó Izzy cuando se separaron de su abrazo.

— Les habría avisado de antemano pero, no quería asustar a mi querido primo— miró a Verlac algo seria—. Quien desaparece por medio año solo para aparecer aquí.

El olor que emanaba de Sebastian eran nervios y miedo, aunque lo intente ocultar. Aline le sonrió y el rubio se sintió más tranquilo.

— Ven aquí, precioso inglés— lo abrazó y sentí total desconfianza en Sebastian.

— Es agradable verte, Aline.

— Y tu debes ser la famosa nieta de Imogen, Némesis, ¿verdad?— me miró y asentí.

— Némesis Herondale o Hale— extendí mi mano y esta la estrecho. Es raro presentarme con ese apellido.

— Aline Penhallow, ¿y tus hermanos? Derek y Cora, me parece.

— Bueno, Derek regreso a San Francisco por algunos asuntos y Cora está en el departamento de Magnus— le sonreí.

— Lo siento, disculpen— Alec se alejó al recibir un llamado de un Shadowhunter.

— Bueno, yo tengo algo que resolver en casa, fue un gusto conocerte, Aline.

— Igualmente, Némesis— me despedí de Izzy y le di una mirada a Sebastian para después irme del Instituto.

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— Tenemos competencia con Theo— informó mi parabatai.

— Lydia es una Banshee, nuestra única Banshee, tal vez piensa que es la única que puede ayudarnos con la bestia— comenté mientras caminaba por la acera.

— O la única que puede salvarnos.

— Por cierto, Alec quiere acompañarnos— mencioné y lo escuche suspirar.

— No me sorprende, ¿Derek lo sabe?

— No, le tengo que decir y lo más probable es que me deje pero bajo la amenaza de que si me sucede algo, ustedes pagaran las consecuencias.

— Con Derek se que siempre habrá consecuencias si me meto contigo. Así que, nos vemos en la noche.

— Estamos locos— afirmé, este plan es uno riesgoso.

Termine la llamada.

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— Les cortaré la garganta a ambos si te ocurre algo— habló Derek mientras caminábamos al departamento, lo había ido a recoger ya que estaba en Hunter's Moon hablando con Josh.

— Lo sé, pero también irá Alec.

— Aja— llegamos a la puerta y nos miramos. Abrió la puerta y entramos, Magnus estaba sentado en un sillón con un martini en la mano, parecía ido.

— ¿Magnus?— lo llame pero este no respondió.

— Magnus— habló más fuerte mi hermano y brillitos mágicos salió de su trance.

— Chicos, hola— se levantó algo desorientado—. Estaba a punto de hacerme un trago, Derek, ¿quieres uno?

— No— negó y me miró.

— Trasladaremos a Valentine a Idris— informé.

— Con mayor razón, podemos brindar por la esperada salida de Valentine— sirvió dos tragos y tronó los dedos apareciendo un vaso de leche con chocolate en mi mano.

— Magnus te conocemos— habló Derek cruzando sus brazos.

— Algo anda mal y lo sabemos. Siempre estaremos para ti así como tu lo estas para nosotros.

— Y lo agradezco, pero estoy bien— aseguró entregando le el trago a Derek.

— No mientas— hablamos al mismo tiempo—. Así que habla— ordené y le di un trago a mi leche de chocolate.

— Cuando me torturaron en el cuerpo de Valentine, esa runa de agonía... me hizo revivir mi peor recuerdo. Y ahora... no puedo sacarlo de mi cabeza— negó y se sentó, su expresión demostraba dolor—. Cada vez que cierro los ojos... 

— Tranquilo— me arrodille delante de él después de dejar el vaso en la mesa de centro, Derek se arrodillo a un lado mío.

— ¿Recuerdan que les dije que encontré a mi madre muerta por su propia mano?— asentimos con la cabeza—. Mi padrastro me encontró poco después. Me gritó, me llamó una abominación— esa palabra, "abominación", resonó en mi cabeza, fue la misma que uso Gerard cuando nos conocimos—. Tenía razón, me culpo por su suicidio. Él dijo que ella se odiaba por dar a luz a un monstruo. Así que lo azote, con toda la magia que tenía— lágrimas salieron de sus ojos, sentí mi corazón achicarse—. Lo queme, justo donde estaba. Maté a mi padrastro.

— No tenías control de tu magia— le dijo comprensivo mi hermano.

— Si, de hecho lo tenía— nos miró y negué—. Nunca quise que vieran este... terrible y horrendo  lado de mi... de mi pasado.

— Mags, no tienes que ocultarnos algo así. Sabes lo que nosotros hemos hecho, nuestros errores. Todos tenemos un lado que nadie quiere que veamos, pero todos en esta habitación le hemos arrebatado la vida a alguien— lo abracé con fuerza y él me correspondió.

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— ¿Seguro que quieres hacer esto?— le pregunté a Mags, este asintió seguro.

Después de unos minutos Izzy apareció liderando al grupo, ya con Valentine esposado.

— Valentine Morgenstern, por orden de la Clave se le remita al Gard en Idris— habló Alec y miré con desagrado al pelón.

Izzy nos hizo la señal y junté mi poder con Magnus, abrimos el portal y me crucé de brazos.

— Puedo estar en una celda, pero al menos, estaré en Alicante. Donde el aire no apesta a subterráneos— nos miró a Mags y a mi.

— Tu olerás muy bonito— murmuré y Magnus me dio un codazo en el brazo.

— Sáquenlo de aquí— ordenó Alec antes de que abalanzará sobre aquel idiota y lo mate.

Izzy y Jace encabezaron la formación y atravesaron el portal.

— ¿En serio no había opción de que le arrancara la cabeza?— pregunté mirando a Alec y Magnus se llevó una mano a la frente.

— No— negó y bufé.

— Bueno, mi trabajo aquí terminó. Nos vemos en casa, hielito— me dio un beso en la frente y abrió un portal para irse.

— Bien, a Beacon Hills— recordé y este asintió, cree un portal y suspire. Tome de la mano a Alec y atravesamos en portal.

Aparecimos en el hospital, donde Scott, Liam y Stiles nos estaban esperando.

— ¿Qué hace la copia de Derek aquí?— preguntó Stiles mirando seriamente a Alec.

— ¿No le dijiste?— le pregunté a Scott.

— Alec no iba a permitir que Nem viniera sola, así que Stiles, no te quejes— le sugirió Scott a nuestro escuálido amigo.

— ¿Qué hace "este" aquí?— preguntó Alec mirando muy mal a Liam.

— ¿Tu también estás molesto conmigo?

— No— negó cruzando sus brazos mirando intimidante a Liam.

— Dejemos esta conversación de lado— opine—. ¿Tienen las bolsas?

— Sip— Stiles nos entregó dos bolsas donde meten a los muertos.

— ¿Nos meteremos en esto?— preguntó Alec frunciendo el ceño.

— ¿Están listos?— preguntó Parrish apareciendo con una camioneta de la morgue.

— Fueguito, claro que sí— afirme y me sonrió.

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Abrí el cierre de la bolsa y logre respirar, ya estabas adentro de Casa Eichen, claramente en la morgue. Mire a mi derecha y estaba Scott recuperando la respiración, a mi izquierda Alec apenas estaba abriendo la bolsa y Liam ya estaba con la cabeza afuera de la bolsa. Stiles parecía pez fuera del agua hasta que logró sacar su pecho y cabeza de la bolsa.

— Por favor. Nunca más— nos miró a Scott y a mi.

— Llorón— me burlé y Alec respiró al salir de la bolsa.

— Quince minutos, empezando ahora— avisó Scott y logró abrir todo el cierre quedando acostado en la mesa de metal. 

Hice lo mismo al igual que Alec quien se bajo de la mesa para ayudarme al igual que Scott, un golpe seco se escuchó y miramos para abajo donde estaba Stiles tirado.

— ¿Tas bien?— le pregunté cuando me baje de la mesa.

Alzó su dedo pulgar en señal de que si.

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Caminamos por el pasillo para llegar al área donde estaba Lydia, nos regresamos al ver a dos guardias en la puerta.

— ¿Qué están haciendo?— preguntó Scott confundido.

— No lo sé, sus turnos tuvieron que terminar hace cinco minutos— susurró Stiles igual de confundido y asomamos la cabeza solo nosotros tres.

— No serán problema— opinó Liam y nos giramos para mirarlo.

— Apoyó al enano, solo son dos— habló Alec tomando su estela y la paso por su runa de invisibilidad.

— No atacaremos a nadie— indicó Scott.

— ¿Dónde está Derek 2.0?— preguntó Stiles buscando a Alec. Jale a Alec del brazo cuando camino hacia los guardias.

— Aquí— murmuró fastidiado deglamurizandose y rodó los ojos.

— ¿Cuánto queda?— pregunté a Scott.

Scott sacó su celular y miro el tiempo.—Tres minutos—respondió algo preocupado.

— Los dejo inconscientes y los mandó al sótano / Los noqueare y los mandaré al sótano— hablaron Alec y Liam al mismo tiempo.

— No puede ser, por favor basta— hablamos Stiles y yo ante las sugerencias de ambos.

Un golpe nos hizo brincar, miramos de dónde provino y enfrente de nosotros estaba lo que era la habitación de un chico con problemas de hiperactividad.

— ¿Tienen al doctor?— preguntó y lo miramos confundidos.

— ¿Qué?— preguntó Liam por nosotros.

— ¿Tienen al doctor?— volvió a preguntar—. No he tomado mi medicamento. Necesito diez miligramos a las 8, quince miligramos a la una y no más de veinte en la cena.

— Iremos por el doctor— le aseguró Scott.

— Dr. Fenris— mencionó el chico—. Dr. Fenris—repitió entrando algo así como un ataque—. Se llevó al Dr. Fenris—golpeó el vidrio.

Volvió a golpear pero más fuerte y con ambas manos, siguió golpeando.

— No he tomado mis medicamentos. Necesito al doctor. Se llevaron al Dr. Fenris.

— Si, alguien ciérrele la boca— pidió Stiles mirando a los guardias sin ser visto.

— Necesito ver al doctor—volvió a golpear.

— Cállenlo— pidió ahora Alec.

El chico siguió golpeando, sin pensarlo más, Scott y yo gruñimos mostrando nuestros dientes e iluminamos nuestros ojos de su respectivo color rojo. Este se quedo quieto y algo pálido. Miramos a los guardias y estos ya habían entrado a una puerta.

Caminamos a la puerta y las luces auxiliares se prendieron.

— Lo logró— murmuré mirando las luces.

— Lo hizo, Kira lo hizo— habló aliviado Liam y nos terminamos de acercar a la puerta.

— Cinco minutos para ir por Lydia— habló Scott y asentí.

Stiles se acercó a la puerta con la tarjeta en mano pero se quedó quieto para después alejarse un poco.

— ¿Y el lector de tarjetas?— preguntó y miré la cerradura—. Debería de estar aquí. Tiene que estar aquí—señalo donde estaba la entrada de una llave.

— Debieron quitarlo cuando los doctores pasaron— mencionó Scott.

— ¿Ahora qué?— preguntó Alec alterado.

— ¿Vas a decirme que vinimos hasta aquí para ser detenidos por una llave normal? ¿Estás bromeando?— preguntó ya alterado mi escuálido amigo.

— Alec, ¿crees que la runa de apertura sirva?— le pregunté y sacó su estela de su bolsillo.

— No lo sé— se acercó y en la cerradura trato de dibujarla pero esta no servía—. No la agarra— informó.

— No necesitamos llaves o runas— habló Liam mirando la puerta. Lo miramos para después mirar la puerta tipo reja—. Podemos derribarla— nos miró.

Scott y yo nos miramos para después mirar a Stiles y Alec. Estos nos dieron paso y colocamos nuestras manos en la reja, comenzamos a empujar pero fue inútil.

— Oigan, se acaba el tiempo— nos recordó Stiles y trate de hacer más fuerza pero sentí una pequeña punzada en mi vientre. Me aleje al mismo tiempo que Scott y lleve mi mano a mi vientre.

— No podemos— murmuró Scott.

— Es el serbal, es demasiado— completé recuperando el aliento.

— Golpéenme— murmuró Liam y lo miramos confundidos.

— ¿Qué?— preguntamos.

— Golpéenme— repitió girándose para mirarnos—. Me voy a enojar, seré más fuerte.

— Golpéenlo, ¡Golpéenlo!— nos ordenó Stiles.

— Intente robar sus poderes— nos recordó y negué, aunque Alec pareció querer golpearlo—. Intente matarlos. Golpéenme. 

— Y los dejó morir— alentó Stiles.

— ¡Quería que murieran!—exclamó y sentí la ira correr por mis venas al igual que sentí el enojo de Scott.

Scott estampó su puño en la cara de Liam.

— Otra vez— ahora fui yo, Alec apretó su puño para después estamparlo en la cara de Liam.

— Más fuerte que eso— habló otra vez Stiles.

— ¡Hagánlo!— Scott y yo unimos fuerzas y le pegamos en la cara.

— ¡Si!— felicitó Stiles.

Alec lo golpeo también y Liam ya tenía sangre en su cara.

— ¿Estas enojado?— preguntamos y Liam iluminó sus ojos a dorado eléctrico para después rugir—. Nosotros también.

Empujamos la reja con fuerza, gruñí y la puerta por fin se cayó.

— Stiles, Alec, vayan— ordenó Scott y recargue mi espalda en la pared recuperando el aliento. Alec me dio un beso en la frente y se fue con Stiles—. Dos minutos—indicó después de que vio la hora en su celular.

Liam y Scott intentaron atravesar la barrera pero no lo consiguieron.

— Nunca pasaremos— opiné.

— Pero Scott lo hizo una vez, ¿no?

— Era una situación de vida o muerte— recalcó.

— ¿Y esto no lo es?— interrogamos Liam y yo.

— No solo es un circuito, hay serbal en la mitad del edificio.

Sentí algo abrirse en mi estómago, Scott y yo alzamos nuestras camisas y teníamos una herida a medio sanar. 

— Stiles, Alec y Lydia tienen cinco minutos para entrar y salir. Ya pasaron casi diez, el reinició término.

— Y la tarjeta ya no funciona— murmuré.

— Y hay cuatro guardias más de seguridad— mencionó y lo miramos confundidos.

— ¿Qué guardias?— preguntamos.

— Esos guardias— señaló atrás de nosotros.

Nos giramos y venían hacia nosotros cuatro guardias. Intente detenerlos con magia pero por el serbal, no funcionaba.

Comenzaron a darnos descargas eléctricas, termine en el suelo boca abajo mientras que uno tenía aquel aparato en mi espalda, Liam estaba igual mientras que Scott, dos de los guardias los tenían con descargas y golpes.

Sentí mis ojos iluminarse y mis colmillos salir, escuche el rugido de Scott y rugí también levantándome del suelo para después empujar al guardia y devolverle las descargas. Liam empujó al guardia contra la pared mientras que Scott los empujo al suelo de golpe. 

— Vamos, sacaremos a Lydia de aquí— caminamos por el pasillo justo por donde habíamos venido.

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