Drabble de 709 palabras

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Tal vez Kuroo estaba pensando cosas, tal vez solo era su imaginación, pero tras quince segundos pensando en la misma cosa, cayó en la cuenta de que lo que suponía era cierto.

Kuroo estaba esperando el tren, y vio de repente a ese chico de cabello rizo caminando apresuradamente, pasando a lo lejos. Y pocos metros tras de él, había un sujeto que estaba siguiendo sus mismos pasos.

No podía ser cierto, pensó al momento, porque era un lugar muy estrecho como para darse cuenta, pero tristemente, así eran las cosas. ¡Cielo santo! ¡A ese chico lo estaba siguiendo un acosador!

Algo en su consciencia le decía que no podía simplemente quedarse ahí sin hacer nada, así que se empezó a caminar entre la muchedumbre, localizando al chico de cabello rizo fácilmente pues Kuroo era mucho más alto que la mayoría.

Encima del hombro veía al tipo acercarse, con una cara que Kuroo podría jurar era la de un pervertido. Entonces pensó que demonios se supone que debía hacer, porque ya iba a estar al lado del chico en cuestión de segundos y debía hacer algo de una vez.

Al parecer, lo que decidió su cerebro en esos cinco segundos fue pasar su brazo por encima de los hombros del muchacho. Este se sobresaltó y casi se cae por haberse detenido tan repentinamente de lo rápido que estaba caminando, pero Kuroo logró estabilizarlo y hacer que siguieran caminando.

—¿Pero qué...? —soltó el muchacho, alarmado.

—¿Te está siguiendo, verdad? —preguntó Kuroo, pero no esperó una respuesta—. Has como si nada y deja que te saque de aquí.

—¿Qué me dice que no eres tú también un acosador?

—No es mi estilo ir por ahí siguiendo a la gente. Entremos a un tren, ¿A dónde vas?

—Donde sea está bien, solo quiero salir de aquí.

Se dirigieron al andén donde justamente se estacionaba un tren y se abrían las puertas eléctricas. La gente comenzó a entrar y salir, y Kuroo y el muchacho entraron en el tren. El más alto vio que el sujeto acosador se había quedado muy por detrás, quizás deprimiéndose por la situación. Kuroo sintió una victoria interna.

El tren no se llenó tanto como pensó, así que quitó el brazo de los hombros del muchacho y se quedaron al lado de las puertas hasta que se cerraron, y el tren comenzó a avanzar por el enorme puente de metal, y observaron la ciudad de Tokyo en todo su esplendor.

El muchacho resopló con cansancio.

—Gracias, eh...

—Kuroo. Y no hay problema —dijo Kuroo, encogiéndose de hombros.

Aunque eso era mentira, porque había perdido su propio tren y en ese momento estaba yendo por sitio que no quería, pero por alguna razón, se sentía bien.

—Lamento las molestias, Kuroo-san —dijo el chico, haciendo una reverencia.

—Oh, no, no, en serio no hay problema —Kuroo agitó las manos—. No tienes que agradecerme nada, ehhh...

—Akaashi. Akaashi Keiji.

Kuroo asintió, y un segundo después estaba analizando correctamente al chico, rascándose el mentón con los dedos.

—No puedo culpar a ese sujeto, Akaashi-kun. Ciertamente eres lindo.

Eso tomó a Akaashi con la guardia baja al parecer porque retrocedió dos pasos, y Kuroo rio dentro de sí.

—¿Ese es su estilo, Kuroo-san? —cuestionó el más bajo con desconfianza—. Ir directo al punto.

—Así es más divertido, y más rápido —respondió Kuroo cruzándose de brazos, apoyándose en las barras de metal del tren—. ¿Por qué, te interesa?

Akaashi frunció el ceño.

—No lo creo, en realidad.

—No me sorprende.

—Aunque, siento que le debo un favor.

Kuroo sonrió entonces.

—¿Qué tal, un café?

Akaashi se relajó y se apoyó en las barras de metal que estaban tras de él, observando a Kuroo, analizándolo de repente también.

—Creo que esa es una clase de estilo que me gustaría conocer.

Entonces Kuroo pensó que arriesgarse en ayudarlo, fue algo bueno después de todo.

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Gisella feliz cumpleañooooooos :3 no hice el dibujo de sus cabezas porque en realidad no estaba tan de ánimos para dibujar, pero logré hacer este pequeño drabble al final, espero te haya gustado uwu pásala lindo! Nos leemos por ahí~

Y gracias a todos por leer! Cuídense!

Layla Redfox fuera!

:3