-wow- exclamó la niña al ver a sus padres en la televisión, junto a sus compañeros- ¿Encerio estuvieron hay?.

-por supuesto- respondió orgullo- aunque también tu padre hace lo mismo que yo pero no tan seguido, así que fue un milagro verlo en esa batalla.

-asi es Sasha- paso su mano por el hombro de su esposo gracias a el crédito por su trabajo.

-¡Genial!- sus ojos se encontraban luminosos- ¿De grande podre ser asi de grandiosa?.

-claro, aunque quien es el ídolo al cual le seguras los pasos- comento el oji rubi, mirando a su pareja desafiante.

Ambos se miraban fijamente con un enorme ego en su interior, peleaban de una manera discreta para saber de quien de los dos, su hija seguiría sus pasos.

-por supuesto de el mejor heroe que aya visto jamás, es fuerte, audaz, ágil y no le teme a nada- describía a su ídolo haciendo que el ego de sus padres aumentará-¡¡El grandioso tio knuckles!!.

Ambos escucharon algo romperse en su interior, su orgullo y su corazón, callendo desplomandos en el suelo.

-¡¡Con sus nudillos rompe todo, la fuerza bruta es lo maximo!!- daba golpes a el aire intentando imitar a el equidna.

-juro que mataré a esa maldita enchilada- susurraba el azabache.

-que hize mal al criarla, talvez fueron demasiados chilidogs que le he cocinado- susurraba el oji esmeralda.

No sabían que habian echo mal como padres pero una cosa estaba asegurada, que el equidna no se salvaría de los golpes de el moreno.