amor.
—Killua —. Gon lo llamó. Killua, sin inmutarse mucho, simplemente hizo un ademán para hacerle saber que estaba escuchándolo, sin despegar su vista de la televisión.
—Killua —. Volvió a llamarlo, quería que lo mirara.
—¿Uhmm? —. Está vez pronunció, pero aún no dirigía su mirada hacía él.
—¡Killua! —. Elevó un poco la voz, ese aparato no debía ser más interesante que lo que le quería decir.
Killua por fin volteó, desesperado por su insistencia.
—¡¿Qu- —. Antes de terminar, fue interrumpido por lo que Gon había querido decirle.
—Hagamos el amor —. Soltó de pronto, así nada más.
Killua sintió como si un balde de agua helada con hielo le cayera en encima ¡con todo y balde! Es decir, ¿de dónde venía esa declaración? ¿Gon siquiera sabía lo que significaba? Incluso la caja con chocolates que tenía en su mano fue directo al piso.
—¿Hagamos- qué? —. Preguntó incrédulo, parpadeando un par de veces comenzando a creer que era un sueño.
—Que hagamos el amor —. Repitió Gon la misma tranquilidad, tan normal como quien ofrece café.
A la vez que volvió a repetirlo, Gon se fue acercando a Killua, quién por mero instinto retrocedió lentamente, aún sin asimilarlo, hasta que chocó con la cama y no hubo cómo retroceder.
—Espera, Gon, ¿estás seguro? Es decir, ¿al menos sabes lo que es? —. Habló con rapidez y nerviosismo, y no es que la idea no le emocionara. Al contrario, sentía que en cualquier momento su corazón saldría de su pecho y cobraría vida propia.
Gon ignoró sus preguntas y finalmente, una vez estuvo complementamente frente a Killua con apenas centímetros de distancia, simplemente lo abrazó. Un abrazo cálido, tan fuerte como pudo, pero sin hacer daño.
Killua volvió a estar en estado de confusión.
—Claro que lo sé. Kurapika y Leorio me lo dijeron —. Por fin contestó a la pregunta hecha antes —Me dijeron que era demostrar tu amor a alguien que amas —. Gon se separó muy apenas de Killua, para poder tener sus rostros frente a frente, pero sin dejar de rodearlo con sus brazos.
Killua se vió avergonzado, con un rosado inocente en sus mejillas, con la cercanía pudo notar que extrañamente Gon también estaba avergonzado, pero pasó a segundo plano cuando sus labios chocaron. Sus ojos se abrieron de sobremanera al darse cuenta que Gon lo había besado.
Sus labios apenas y estaban juntos y el tacto no duró más que unos segundos, más que un beso, era un inocente piquito. Aún así, ambos sintieron su corazón dar un vuelco y sus labios cosquillear para luego sentir una especie de corriente eléctrica recorrer sus cuerpos. El sonrojo en en las mejillas de ambos había aumentado considerablemente. Se habían besado. Su primer beso.
Gon sonrió ampliamente, su sonrisa y el brillo en sus ojos delataban que estaba feliz, emocionado. Killua se sintió contagiado y sonrió de la misma forma, devolviéndole el abrazo por fin.
Después de eso, pasaron la noche abrazados, dándose besos, abrazos y caricias en el pelo. Habían hecho el amor.
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