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VENGANZA

                            CAPITÚLO IX

El recuerdo de su mirada y la intensidad con que sus ojos me veían serian capaz de dominar cada centímetro de mi piel, mi corazón late tan fuerte al recordarlo. Hades me gusta, enfermamente me gusta.

La sonrisa retorcida que se refleja en mi rostro eleva mi energía quiero que me posea hasta temblar de placer en sus brazos.

Mi mente se ahoga en los pensamientos sórdidos que emana su presencia.

― Megan Rossette Manson ― Grita Briana ― ¿Dónde demonios te habías metido?

― Llegue hace un par de horas, la lluvia me detuvo y Hades me dio un pequeño aventón.

― Tus encuentros inesperados con el me ponen de nervios ― Añade Briana

Briana llevaba el cabello recogido y un vestido que resaltaba su fina figura, sus labios gruesos marcaban una sonrisa nerviosa, suena el timbre de la casa y ella corre a abrir la puerta. Es Bruno que viene por ella, va vestido con una camisa azul, vaqueros negros y chaqueta de cuerina, su mirada es sexy y a la vez aterradora.

― ¡Buenas noches! ― Comenta Bruno, tiene una voz gruesa e imponente ― Es un gusto volver a verlas.

Briana lo besa apasionadamente, mientras observo que Bruno lleva sus manos hacia sus nalgas.

Algo bastante incomodo de ver, pero a la vez provocativo.

― Es un gusto ver hasta tus amígdalas Bruno, ¿Qué te trae por aquí?

― Hay un pequeño concierto en el Bar, y quiero que Briana me acompañe, si gustas puedes venir.

― ¿Ira a Hades? ― Pregunto sin ningún tipo de pudor ― Digo quería darle las gracias por salvarme esta noche.

― ¡Claro! Hades organizo el concierto

Por un momento me neutralizo y pienso lo obvia que estoy siendo al mostrar mi interés en Hades.

¡Vamos Megan! ¡Cálmate! El chico te ha rechazado.

La verdad es que siento que será todo un reto para mi... Y... Me gustan los retos.

― Okey, me arreglo y nos vamos.

Subo a mi habitación y tomo un baño el agua se siente tan caliente y cálida, como dice mi madre, no hay nada mejor que un buen baño para sentirse mejor.

Seco mi cuerpo con tranquilidad, saco la mini falda de cuerina que se ajusta perfectamente a mis curvas el top de encaje rojo y las botas de tacón alto que llegan más arriba de mis rodillas, completo mi outfit con un sobretodo negro.

Subimos al auto de Bruno, su mirada en Briana es de deseo de un deseo inquietante.

― Cambio de planes chicas, ― Dice Bruno ― Iremos a una de las casas de la familia de Hades.

Esta noche o soy cazada o soy cazadora, en mi mundo las cosas funcionan así, me enamora el triple lo imposible. Bruno tiene un Shelby clásico del 68 color rojo sangre.

Me siento en el asiento trasero y cruzo mis piernas, Bruno voltea y las observa de arriba abajo con deseo.

― No me incomoda para nada si Megan te atrae solemos compartir gustos ― Dice Briana mientras Bruno enciende el auto.

Su expresión lo dice todo, mientras toma a Briana por el cuello y le da un beso que se le escapa un gemido.

La brisa juega con los arboles en un vaivén, el reloj marca más de la media noche hay luna llena, y nos acompaña durante el recorrido en el auto.

Luego de veinte minutos de camino y un poco alejados del pueblo, llegamos a nuestro destino, la fachada de la casa es muy hermosa y a la vez elegante, tienen vigilancia y muchos autos en la entrada, Bruno entra sin mediar palabras, debe venir muy seguido, pues solo le abrieron las rejas.

Hay una enorme piscina y muchos chicos a su alrededor la casa es inmensa y moderna con grandes ventanales su estilo no tiene nada que ver con Blackriver

Por un momento escucho esa voz tan varonil y a la vez tan dulce volteo y es él es Hades.

Va vestido tan elegante esta noche lleva su cabello un poco desordenado y la camisa entre abierta dejando ver su pecho, se acerca y saluda a Bruno.

― Eres la última persona que imagine ver en mi casa ― Comenta Hades mientras se acerca a mi y me da un beso en la mejilla ― Bienvenida señorita.

Mis piernas tiemblan y mi cuerpo se estremece huele tan delicioso y sus labios se sienten suaves sobre mis mejillas.

―Per... perdona ehhh... acepte la invitación de Bruno además es viernes no quería estar sola en casa.

―Tranquila no me debes explicaciones, me alegra que estes aquí. Por cierto, estas muy hermosa ― Comenta mientras muerde su labio inferior.

―Tú... también estas muy guapo, eres el chico más guapo que he conocido.

― Gracias por el cumplido... ¿quieres conocer mi casa?

Megan respira, no te muestres tan interesada, aunque hayas dicho que esta noche seria de cacería, acepta la invitación tranquilamente.

― ¡Claro! ¡Me encantaría! Tienes una hermosa casa.

Hades estira su mano para que yo la tome, Briana me ve y sonríe mientras me guiñe un ojo.

Al tomar la mano de Hades siento un pequeño corrientazo que ambos lo sentimos.

― Calma señorita, no estes nerviosa ― Se acerca y besa mi frente

― Lo siento, es que no conocía esta parte de Blackriver y me siento nerviosa.

AY Megan por Dios deja de mentir, si tus nervios tienen el nombre del dios del Inframundo.

Recorremos la casa y me muestra los cuadros de colección que tienen sus padres, me inquieta un poco al darme cuenta que no hay fotos familiares, pero escucharlo es un placer un placer que recorre mi cuerpo y me hace sentir bien.

Subimos a la terraza y podemos observar todo alrededor, tiene una hermosa vista a un lago donde se refleja la luz de la luna.

En un segundo esta frente a mí, acariciando mi rostro y oliendo mi cabello, mi corazón late tan fuerte que puedo escuchar sus latidos.

Coloca sus manos en mi cintura y las baja lentamente a mi trasero apretándome fuerte contra él, tan fuerte que siento su miembro como se endurece.

―Los nervios te traicionan, escucho como tu corazón late tan fuerte cuando me acerco a ti.

Su nariz recorre mi rostro hasta que llega a mis labios y se detiene.

Mi cuerpo esta paralizado, en este momento Hades me puede coger y no pondré ningún impedimento.

HADES... HADES... debes venir un momento.

Se escuchan los gritos de Bruno.

― Lo siento, el deber me llama ― Me dice Hades mientras besa mi frente y se aleja.

Maldita sea ¿Ahora que ocurre? ¿Por qué me dañan el momento?

Camino tras de Hades, mientras bajamos las escaleras. Bruno le entrega una memoria USB con una nota.

Abre la nota y es una rosa negra.

Bruno enciende el televisor pantalla plana que abarca media pared, me coloco al lado de Briana que no deja de hacerme preguntas.

― ¿Ya cogieron? Dime que si por favor.

― No Briana solo me estaba mostrando su casa, ¡Cálmate!

Hades coloca la memoria USB y es de nuevo el asesino, pero esta vez la victima no lleva la cara tapada, es el padre Hidalgo y esta tan golpeado que la sangre gotea a chorros desde su cara, lleva un cartel que dice que es un violador.

El asesino lo hace confesar y que cuente la historia del porque llego a Blackriver.

Asesino**

Vamos Padre Hidalgo juguemos a las confesiones queremos tu historia con lujos y detalles como me la contaste a mí.

El asesino usa un distorsionador de voz para que no lo reconozcan.

Padre Hidalgo**

Vivía en baja california, llegue a los veinticinco años me dieron la congregación viole a mas de cincuenta niños entre diez y catorce años, los tenia amenazados de que irían al infierno si no hacían lo que yo quería, pertenecían a familias muy pobres y la ignorancia los dominaba. La iglesia se entero de esto, pero para no verse más manchados lo ocultaron y solo me mandaron a este maldito pueblo.

La confesión del padre Hidalgo nos dejo a todos con la sangre helada, el asesino lo comienza a torturar cortando sus partes íntimas, y como estocada final le descarga un arma de fuego en el cuerpo.

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