Capitulo 4: Supermercado, lo sé, es extraño.
Los secretos: En su mayoría son oscuros y casi siempre se esconden detrás de la perfección.
¿Cuál es el secreto detrás de tanta perfección?
A veces ocultan un pasado perturbador o pueden ocultar las acciones que llevaron a cabo para obtener esa perfección.
Si les soy sincera para ser quien era tuve que dejar ir mucho, fueron demasiados sacrificios, te aferras a la imagen que todos deben ver qué olvidas como debes verte en realidad.
Mientras la fase cuatro estaba en proceso, había vuelto al país junto a Nat, me gustaba hacer algunas cosas cotidianas como ir de compras, por si lo preguntan, si, el supermercado era uno de mis lugares favoritos.
Deje de usar la ropa elegante y formal, ahora usaba algo normal, jeans, tenis negros, una blusa cualquiera y una sudadera con cierre.
Cada una tomo un carrito del supermercado, chocamos con los carritos, tomábamos las bolsas con pan y nos golpeamos con ellas, llenamos los carritos con comida y todo lo escencial para la casa pero en especial la comida.
—Por lo menos algo bueno sale del dinero de James —Se burló Nat.
Buscaba mis dulces favoritos: Los chocolates, tome varios paquetes y volví con Nat pero al dar la vuelta en el pasillo casi choco con un chico “El chico”.
Desde que llegué a las islas y vine a este supermercado lo ví, extrañamente algo cautivo mi atención, tal vez fue su mirada, su sonrisa o el detalle de que es pelirrojo, pero desde la primera vez que lo ví, siempre he vendido el mismo día a la misma hora solo para poder verlo.
—Lo siento soy una tonta iba distraída —Si eso también, me ponía nerviosa al estar cerca de él y me ponía más nerviosa hablar con el.
—Descuida, también iba distraído —Esa sonrisa me encantaba y esa mirada me volvía loca.
Odiaba esos momentos por qué no sabía que decir, me dejaba sin palabras. Solo sonreí y volví con Nat.
—Cuanto tiempo harás lo mismo —Nat solo esperaba que yo tuviera el valor de hablar con el —Estas enamorada de él y no sabes ni siquiera su nombre.
—Es un milagro que el no sepa quién soy yo —Y era cierto, era mejor conocer a alguien que me viera como una chica normal y no como la hija heredera de la familia Crawford.
—Te ayudaré —Cuando Nat tenía una idea no podías detenerla.
Nat se dió cuenta de que el chico estaba apunto de pasar cerca de nosotras —¡Ey pelirrojo! —No era bueno, Nat me empujó para que no pudiera esconderme y ella literalmente se metió en una parte vacía del estante.
Y yo realmente idiota para intentar disimular un poco tomé varias latas de comida del carrito.
Obviamente el escucho que le hablaban a él y se dió cuenta de que yo estaba ahí —La chica Rockstar.
Me sentía tan estúpida, no sabía que decir.
—¿Trabajas aquí? —El me miraba atentamente y eso más nerviosa me ponía.
—Yo no, ¿Y tú? —Era una idiota.
Nat se tapaba el rostro con la mano, esa expresión de “Lo hechas te a perder”.
—Sigo esperando algún viaje lleno de emociones —Fue de buena suerte que uno de sus amigos lo llamo en ese momento.
—Oye Red, vamos se hace tarde.
El se me acercó para casi susurrar — Deberíamos vernos más seguido —Se alejo después de sonreírme con demasiado encanto.
Y Nat salía de su escondite —Eres una gran idiota, enserio ya no sabes cómo socializar.
—Oye esto es más fácil para ti, puedes hacer que todos te escuchan pero yo no he hecho esto en catorce años.
—Tal vez tengas razón —Nat tomo el carrito —Mira y aprende, recuerda que solo los audaces ganan —Se acerco hasta los chicos y comenzaron a hablar y reír.
—Soy un fiasco —Abrí un paquete de Chocolates para comer y pensar en otra cosa mientras Nat volvía.
Revise mi teléfono, debíamos volver pronto para continuar con el plan. Nat volvio minutos después.
—Los invite a la fiesta y aceptaron.
Compramos un pequeño condominio en ese pueblo y teníamos planeado hacer una fiesta con el propósito se hablar con algunos hackers candidatos a miembros del grupo Darks. Las fiestas eran solo las fachadas para nuestras reuniones.
—¿Qué hiciste qué?
—Acaso no escuchaste lo que dije.
Otra característica de Nat era el sarcasmo.
—Continuemos o llegaremos tarde
Terminamos en el supermercado y volvimos al aeropuerto donde estaba el jet privado de mi familia.
De vuelta en las Islas nos encargamos de verificar que la fase cuatro se hubiera realizado exitosamente.
—Me gustaría ver su cara en este momento —Lo único malo era que me perdía de una transmisión en vivo de James Dameron al escuchar la noticia.
En el Imperio Crawford todo iba de maravilla, la venta de acciones crecía, los millones caían en las billeteras y con el apoyo de mi hermano el plan funcionaba.
—¡¿Qué demonios paso?! —James Dameron estaba que echaba humo.
Los ricos y poderosos tienen la costumbre de guardar todos sus autos en un lugar especial, error de James, la fase cuatro consistía en hacer volar esa bodega por completo y todos sus autos quedaron hechos cenizas.
Mi hermano me ayudó con la ubicación exacta de la bodega, estábamos a mano.
Y después el FBI apareció en la casa de James.
—Ya era hora de que llegaran.
—Necesitaremos todos los dispositivos electrónicos —Había un detective a cargo —Necesitamos hacerle un par de preguntas.
—Lo que sea por descubrir quién está detrás de esto.
Corte la comunicación con la casa de James y borre todos mis rastros, solo deje mi firma como recordatorio “La Reina ganó de nuevo”
Y mientras perdían el tiempo siguiendo pistas falsas que había dejado, era tiempo de descansar un poco antes de la fiesta y de mi encuentro con El chico pelirrojo.
—¿Crees que haya alguien al nivel para ser parte de Darks?
—No lo sé Nat, necesitamos a un experto en código informático.
—Creí que tú sabías leer código informático.
—Si puedo pero, no soy la mejor en el área.
Nat se sintió ofendida —Desde cuando AMC dice que no es la mejor.
Me tire en la cama para cerrar los ojos por un rato, con un solo pensamiento en mente “El chico pelirrojo”.
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