Capítulo 28
*Narra Danyela*
Aquellas palabras me marcaron. Hace menos de unos meses, me hubiera alegrado tanto de que el "amor de mi vida" la hubiera dejado. Pero ahora era distinto. ¿Estaré superando a Taylor? No lo se... y lo más importante. ¿Con quién? Tampoco tengo respuesta a eso...
Notaba la fría mirada de Alex sobre mí. Era en cierto modo incomodante. Ni tan siquiera sabía que responder. Estaba en un aprieto...
-Ellos... Cortaron... por mi culpa.-me sentía la persona más cupable de mundo en estos minutos.
Alex me miró con compasión.
-No es tu culpa Ela. Ya sabes muy bien como es Taylor. Él te ama a tí, y Andrea debe entenderlo y vivir con ello. Tú te alejaste para que ellos fueran felices, pero... Él sigue sintiendo cosas muy fuertes por tí. Aunque sea doloroso, es así.-dijo Alex y me dejó sola con mi nueva guerra interna.
Era parecido a lo que me pasó con Taylor hace unos días... Me ama de verdad.
"Pero es un marrón Ela. Tu estás enamorada de otro del que tampoco te puedes enamorar."
Poco a poco llegé a la conclusión de que debía abandonar el trabajo en la tienda. "Ya buscaría otra cosa" me dije a mi misma. O quizá no... Debía esperar a que Andrea volviera de su "pequeña baja por depresión" para dejar el trabajo con cualquier excusa.
Salí de la trastienda y me encaminé a las pequeñas taquillas a cojer mi bolso.
El camino a casa fue tranquilo. Entre yo y el silencio. No podía dejar de pensar en Andrea. ¿Qué pasará con ella ahora? No tenía una gran afinidad con ella, puesto que se la pasaba en su depacho siempre. Pero por lo poco que sabía de ella, es que era una chica fugaz e hiperactiva. Y tenía miedo de que hiciera algo malo o insenasto por su parte.
Luego tampoco dejé de pensar en Taylor. ¿Será verdad que realmente siente algo por mí? Él estaba borracho, pero sus palabras parecían tan sinceras... Entonces recordé algo que pasó hace unos cuantos años atras...
*Flashback*
Entré en aquel lugar que ahora se me hacía irreconocible, pero en el que había pasado muchas horas al fin y al cabo.
Era parecido a una sucursal donde la gente está cargada de trabajo hasta los topes. Toda la gente corría en todas direcciones. Algunas de ellas iban lindísimas, y ellos iban como autenticos caballeros del brazo con ellas.
Avancé un poco hasta la gran puerta con el letrero arriba de esta en grande. Donde se podía leer "Baile de fin de curso."
El ambiente dentro era de lo mejor, la gente bailaba en la pista, o se tomaban fotos con sus parejas en el fotomatón.
No me arrepentí de venir lo más sencilla posible. Con un vestido banco sencillo y zapato plano del mismo tono para bailar comoda. Con una coleta alta y sutilmente pintada.
No tenía pareja puesto que hace una semana me peleé con mi mejor amigo, Taylor, que me dijo que me traería al baile de fin de curso y me diría una cosa muy importante.
Bien, en esta semana, Taylor dió un cambio brutal, ya no me hacía ni caso, me trataba realmente mal, otras veces me ignoraba, y lo peor es que ahora iba con la más perra del instituto la que antes le caía realmente mal... Este chico a veces era difícil de descifrar, pero lo que hacía ahora me dolía, y él no se hace una idea de cuanto...
No me asustaba quedarme sin pareja pero tampoco me quedaría de sujetavelas con los tórtolos del baile. A si que decidí ir a un lado de la pista, donde estaba mi circulo de amigos, algunos compartidos con Taylor nos esperaban.
-Ela, estas hermosa.-Dijo Derek, uno de los jugadores del equipo de fútbol compañero de Taylor.
-Gracias Derek-No pude evitar sonrojarme. De seguro parecía un tomate.
-Ela ¿Donde estabas?- Dijo Clarie, una de mis mejores amigas, apareciendo de entre la multitud de la gente.
-Eso... nos tenías a todas preocupadas.-Dijeron America y Abygail al unísono acompañándola.
-¿Para que tienes el movil, eres conciente de que estos días casí nos da un infarto...?-Dijo Mady, la más exagerada de todas. En menos de un minuto, me bardearon a preguntas con las que parecía interrogatorio de CSI.
-Chicas, tranquilizaos. Solo fuí unos días a casa de mis padres a pensar... No a sido nada del otro mundo.-dije. Ellas me abrazaron.
-Habla por tí Ela. En estos días Taylor a estado fatal. No comía, no hacía más que pensar en tí y arrepentirse de lo que hizo.- Dijo Allan. Otro compañero de fútbol de Derek y Taylor. Más concretamente el capitán del equipo de fútbol y novio de America.
-No puedo perdonar a una persona así como así. Y a Taylor no debería importarle mucho donde me fuí porque ni me llamó al teléfono. Y es mi vida, hago lo que quiera sin tener que darle explicaciones como si fuera mi padre.-Dije. Algo llamado corazón se rompía a cachitos.
Lento y doloroso. Eso era lo que yo sentía en este momento. Y si se lo preguntan, estos días reflexioné mucho en casa de mis difuntos padres. En esos paseos por la playa cercana a mi casa en los que veía el atardecer. En estos días me dí cuenta de que poco a poco me fuí enamorando de Taylor.
Quería que estuviera allí conmigo para consolarme cuando lloraba o para compartir mis alegrías conmigo y corresponderle igual. Pensar juntos planes de futuro. Poder besarle sin límite y quererle como nunca quise a otra persona.
Quizás suene algo cursí, pero era lo que sentía realmente. Y si lo piensan, quiero decirle al mundo que lo quiero, que quiero al idiota. Que estoy total y jodidamente enamorada de Taylor Prescott...
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