Sábado 11 de Junio 7:00 a.m.

Me desperté me duché y me preparé como siempre con mi ropa negra de agente secreta y mis tacones de aguja, a las 8:00 a.m. vinieron a por mi a mi habitación para llevarme a Villa de Vallecas (Madrid) donde debía de iniciar otra misión.

Me subieron a un coche negro, con los cristales blindados y antibalas y me dijeron que me pusiera unas gafas de sol, para que nadie me reconociera. Les hice caso ya que no me quedaba otra y me las puse. En 4 horas ya estábamos en Madrid, a punto de llegar a Villa de Vallecas según el GPS de mi tablet.

Pararon en coche y yo apagué la tablet y la guardé, acto seguido me abrieron la puerta y cojí mi bolsa.

- Aquí es.- Dijo uno de los choferes que parecía ser otro agente secreto ya que llevaba un traje todo negro como el mío y unas gafas de sol.

Observé bien el lugar, nos hayábamos en un edificio grande de color blanco, con detalles negros y tenía toda la pinta de ser una urbanización.

- Ok.- dije yo.

- Acompáñeme.- dijo el otro agente secreto mientras el primero se metía dentro del coche.

Entramos y efectivamente mis sospechas eran ciertas, era una urbanización bastante grande la verdad, y parecía ser muy lujosa. Entramos en una portería y subimos por el ascensor hasta la 4° planta. Salimos del ascensor y acto seguido nos pusimos delante de la segunda puerta derecha. Él abrió y dejó ver una amplia casa, decorada en un estilo un tanto pijotero a mi gusto, pero no me voy a quejar, la casa se veía bien y no debía levantar sospechas.

- Antes de irme, el jefe me ha dado un mensaje para tí. Que lo llames lo antes posible para decirle lo que debes de hacer. Buena suerte.- dijo, me entregó la llave del piso, hicimos un gesto de despedida y se fué corriendo sin dejar ni rastro.

Entré a la casa y cerré con llave. Fuí a una habitación donde había un ordenador encima escritorio grande al lado de una ventana que daba a la urbanización. Dejé ahí mi laptod mi tablet y las gafas de sol, y fuí a la habitación a ordenar un poco la ropa de mi bolsa. Tardé poco y decidí darme una buena ducha ya que mi pelo lo necesitaba. Entré a mi ducha, me quité la ropa y me metí a la ducha.

Ya de 15 minutos de ducha, me enrollé el pelo en una toalla y me puse una toalla por el cuerpo para secarme. Una vez lo conseguí, salí a mi habitación a por algo de ropa, y lo que encontré fué un un suéter de colores y unos vaqueros que hace un siglo que no me pongo por que me recuerda demasiado a mi ex.

- ¿Y que tal si me lo pruebo? Digo, siempre voy de negro, y no quiero llamar mucho la atención.- me dije a mi misma y cojí mi conjunto de ropa interior y el conjunto para meterme al baño y ponérmelo.

Cuando me lo puse ordené el cuarto de baño hasta que llamaron a la puerta, y aún con mi larga cabellera ondulada mojada fuí a abrir.

- Hola, supongo que eres la nueva vecina- dijo un chico alto, guapo, con el cabello moreno y de punta a causa de la gomina, le quedaba bastante bien.

- Si, soy yo... ¿Y a que se debe su visita señor...?- dije por que todavía no sabía su nombre.

- Ohh por favor, no me digas señor. Me llamo Ruben.- dijo extendiendo su mano en forma de presentación. Al principio dude en estrecharla, pero terminé formando el saludo de presentación.- ¿Que tal si pasas a mi casa, que es la de aquí enfrente, y nos conocemos mejor?- dijo.

- Ok.- dije, me vendrá bien hacer amigos para que la gente no sospeche de mí lo más mínimo.

- ¡Wiiii al fin compañía!- dijo el chico en una voz un tanto divertida y no pude evitar soltar una carcajada.