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La chica del Bar


Un día tranquilo en Ciudad Starr. Eran cerca de las cuatro de la tarde. Una tarde calmada y algo calurosa. En el cinema cercano al Parque se hallaba un chico y su amigo actualizando los posters de las nuevas películas. Una actividad que no debería tomarles mucho.

-Bien, este es el último que debemos retirar para por fin terminar nuestro turno.- Dijo el asiático mientras anotaba unas cosas en una libreta.

-Sabes, esta película no se ve tan mal. ¡Hasta me dieron ganas de verla!- Respondió su amigo mientras veía el poster.

-Si, esta interesante. Me gustaría ver que nos trajo Gray esta vez. Pero no te distraigas, Maisie puede venir en cualquier momento.- Replico el asiático.

-Tranquilo, Fang. Maisie no dirá nada siempre y cuando no incendiemos el cinema... Por décima cuarta vez seguida.-Dijo el chico de cabellera naranja al reír un poco y colgar el poster en el marco.

-¡Oye! El último incendio fue tu culpa.- Le reclamo-. Tú fuiste el de la gran idea de retar a Amber a usar su antorcha para "calentar" las palomitas.

-¿Yo que iba a saber que era una pirómana que se descontrolaba a la mas mínima flama que viera?-Respondió al llevarse las manos a la cintura-. Pobrecito el que se haga novio de ella, va a tener que invertir mucho en detectores de humo y extintores de incendios.

El asiático rio. No podía negar que era cierto... Aunque, con lo sexy que era Amber, pues hasta cierto punto valdría la pena el gasto.

-Ahora si me hiciste reír bien recio, Buster. Haha.- Dijo el asiático al colocarle la mano en el hombro-. ¿Ya terminaste?

-Hace rato.- Dijo Buster al señalar el cartel-. Solo falta probar las luces del marco.

Ambos se quedan viendo, a lo cual Fang sonríe.

-Bueno, ¿Qué estamos esperando?- Pregunto Fang al ir al panel eléctrico-.Debería funcionar sin problemas.

-Hey muchachos, ¿Cómo van con ese cartel?-Sonó la voz de la morena.

-¡Maisie, hermanita!- Saludo Buster-. Justo íbamos a probar las luces.

-¿Enserio? Bueno, vamos a ver si funciona todo bien.

Fang acciona el interruptor, y si bien al principio no funciona, repentinamente encienden las luces. Después de revisar bien que nada estuviera fuera de lugar, Maisie les da el visto bueno y se retira.

-... ¿No deberíamos decirle que hay un cable que está fallando y es por eso que no encendió al instante?- Dijo Buster al ver a su mejor amigo.

-Deberíamos... Pero mira la hora que es, ya finalizo nuestro turno, lo arreglaremos mañana. No hay de otra.- Respondió al hacer una seña de poco interés y empezar a caminar dentro del cinema.

-Pero... Hay riesgo de incendio, y no quiero incendiar el cinema... Otra vez.- Replico el chico de lentes de sol.

-Como dije, termino nuestro turno. Mañana lo arreglamos, confía en mi amiguito.- Respondió Fang-. Venga, te invito unas copas en lo de Barley.

-Pero yo... Está bien vamos.-Dijo derrotado y entrando al cinema-.Pero si pasa algo, tú le vas a decir a Maisie la excusa esta vez.

-Tranquilo, compadre. Actúas como si no me conocieras.

-Te conozco bien, Fang. Por eso es que ando diciéndote todo esto.- Replico al abrir la puerta de la sala de empleados.

-Me ofendiste, Buster. Me ofendiste re fuerte.- Dijo el asiático fingiendo estar dolido.

Ambos chicos entran a la sala de empleados en donde dejan sus cosas del trabajo y se preparan para ir a lo de Barley. Luego van al estacionamiento del cinema, en donde Buster tiene su auto. A lo cual Fang se detiene al momento de llegar a la puerta del copiloto.

-Rayos, me olvide de mi cartera.- Dijo el asiático-. Espérame mientras voy a buscarla.

-Ve tranquilo. Mientras voy calentando el motor del auto.- Respondió Buster al momento de entrar al auto.

Mientras Fang va a buscar su cartera, Buster se queda en el auto para encenderlo y tener el motor listo para andar. Mientras espera, se pone a pensar un poco sobre su vida. No se quejaba para nada, tiene un hogar, un trabajo estable y que le gusta, un auto, se podría decir que esta acomodado, pero en el fondo aun sentía que algo le faltaba en su vida.

Él se recuesta en el asiento para mirar el techo plegable, ya hace tres años que había llegado a la ciudad a trabajar, y la verdad es que no ha sido fácil, no solo el adaptarse a su vida en la ciudad, si no a su pasado, el cual cada día quería olvidar, aunque habían cosas que no podía olvidar así como así.

¿Qué será lo que le falte en su vida? Esa era la pregunta que le rondaba en la cabeza al chico de cabellera naranja. De igual forma no tenía que darle tanta importancia a eso, ya en la noche tenía que trabajar en el guion de su siguiente película y además ahí venia su mejor amigo.

Luego habrá otro momento para seguir haciéndose preguntas profundas.

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Estando en el Bar de Barley, ambos amigos conversaban tranquilos. Era una noche tranquila en el lugar, alguna que otra persona bebiendo en la barra, la música a un volumen mediano. Una noche cualquiera.

-Aún sigo sin creer que una máquina de palomitas pudiese explotar con tanta fuerza.- Dijo Fang mientras tomaba un sorbo de su bebida-. Al menos pudimos limpiar antes que Maisie se diese cuenta.

-Hehe, seguro, aunque si lo notas ese mes nos pagaron un poco menos de lo usual, así que estoy seguro que al final si se dio cuenta.- Respondió Buster al momento de estirarse un poco en la silla.

-¿Pasa algo?- Pregunto.

-¿Eh? No pasa nada, solo me estiraba un poco... Además de pensar un poco en el guion de mi nueva película.- Respondió el chico de cabellos naranjas-. Aún sigo teniendo un bloqueo creativo que no me deja pensar en una nueva historia innovadora, o por lo menos entretenida.

-Paciencia, mi buen amigo.- Dijo el asiático al darle unas palmadas amistosas en el hombro-. Tal vez has estado muy estresado estos días. Trata de relajarte un poco, descansa. Intenta algo nuevo o amplio un poco tu círculo social.

-¿Ampliar mi círculo social? Pero me siento conforme con los amigos que tengo.

-Y eso está bien, pero a veces ampliar horizontes es lo que hace falta para despejar la mente. Ten en cuenta que inconscientemente, aunque nos sintamos cómodos con nuestras vidas, en el fondo nos cansamos de la rutina.- Respondió el asiático al volver a beber de su bebida.

-De acuerdo... Ampliar horizontes. ¿Tienes alguna idea de que podría hacer?

-Bueno... Puedes aprender un nuevo hobbie, ir a un nuevo lugar... Buscar novia cuenta también, supongo...

Buster ríe un poco con el comentario de su amigo.

-Aunque suene bien la última opción, realmente no tengo un interés amoroso actualmente, así que no creo que haga algo por esa parte.- Respondió el chico de lentes de sol.

-Bueno, yo no digo mucho allí porque yo no tengo intereses amorosos también.- Dijo Fang-. Lo único que diré es que cuando llega el amor, llega con fuerza.

-Como digas... Sabes, andaba pensando un poco en aquel lugar abandonado. Starr Park. ¿Sabes algo de eso?- Pregunto Buster al abrir su caja de jugo de uva.

-Starr Park... Si, eh leído un poco de ese lugar.-Respondió el asiático-. Un parque de atracciones que abrió a mediados de los sesentas y cerró exactamente en el año 2007. Oficialmente cerraron por problemas financieros, pero yo no lo creo así.

El asiático mira hacia los lados y se acerca a su mejor amigo.

-Si me lo preguntas, ese lugar me causa mala espina, aun estando abandonado siento que algo muy turbio yacía o yace en su interior.

-¿Qué de turbio puede hacer en ese lugar?-Pregunto el pelinaranja al moderar el volumen de su voz.

-Eh investigado un poco de ese lugar. Sabes que me gustan los misterios y eso. Según antes en ese lugar se ubicaba una base militar secreta, pero cuando se construyó el parque no se reportó que la base había cerrado. Claro, obviamente quitaron todo lo militar y eso, pero el parque tenía una zona inaccesible para todos, incluyendo empleados. El edificio administrativo.

-¿Qué crees que haya pasado allí?

-No lo sé, solo hay especulaciones de ese lugar. Pero solo piénsalo. Eran los años sesenta, pleno auge de la Guerra Fría. Los gobiernos que apoyaban a los americanos hacían todo lo posible para adelantarse a los soviéticos.- Respondió Fang-. Hay testimonios de la época que reportaban actividad extraña en el edificio administrativo, entre esos la vigilancia constante de militares, pero vestidos de civil, la entrada y salida de vehículos negros protegidos por convoys militares. En la madrugada se solía escuchar ruidos raros y algo perturbadores provenientes de ese edificio.

Buster mira hacia un lado, no pensó que ese lugar fuera tan extraño. Solo pensaba que era un parque común y corriente.

-Con lo que me cuentas, una historia de terror no quedaría mal allí.- Dijo Buster al sonreír un poco.

-Seguro... Si llego a saber algo más, te lo cuento.- Dijo Fang-. A veces me pregunto, ¿Qué secretos ocultara ese parque?

-Bueno, teniendo en cuenta lo que cuentas, no me sorprendería que estuvieran desarrollando armas, o nueva tecnología para espiar a los soviéticos o... Algo más secreto.

Ambos se quedan viendo para luego expresar confusión en sus miradas, luego toman sus bebidas y beben un poco más. Luego cambian de tema, hablando sobre sus películas favoritas y videojuegos.

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A eso de las once de la noche, ya se estaban preparando para irse, Buster decide esperar afuera a su amigo mientras pagaba la cuenta. Lo conocía de sobras, seguro que se iba a quedar hablando un buen rato con Barley para ver si le cobraba un poco menos. Así que simplemente se sienta en la banqueta mirando al cielo.

El cielo nocturno, adornado por las estrellas realmente le traía calma, aunque también le traía algo de melancolía, ya que le recordaba un poco al pasado. Algo en lo que no quería pensar. Así que sacude u poco su cabeza para librarse de esos pensamientos y sonríe al recordar la charla con Fang acerca de "Ampliar sus horizontes"

Es cuando escucha que la puerta se abre, pero no era Fang. Era una chica algo bajita. Cabello azul recogido en dos coletas en la nuca. Vestía un overol de trabajo rojo, camisa azul y botas de trabajo negras y usaba lentes de seguridad rojos. En sus manos tenía un casco de obrero amarillo.

El nota que la chica estaba enojada, y al parecer estaba discutiendo con alguien. Deja el casco en una mesa que había afuera y señala a alguien dentro del bar.

-¡Vales pa' pura verga, Piper! ¡Chinga tu madre, hija de perra, catripleijuadelagrandisimaperramadreputaquelaremirecontrapario!- Grito la chica a todo volumen. Dejando sorprendido al chico, no por la discusión, si no por las palabrotas que decía que ni él sabía que existían.

El ve que la chica se retira bien encabronada, olvidando el casco. Él se levanta y lo toma. Para ser un casco de obrero, destilaba un olor a vainilla y... ¿Wiskey? Voltea a ver a la chica que poco a poco se alejaba más. ¿Sería buena idea llamarla? Parecía estar muy enojada, y no quería ser el nuevo objetivo de un insulto trabalenguas, pero supuso que le iba a costar más comprarse uno nuevo. Así que se arma de valor.

-Eh... ¡Oye!- Llamo Buster, a lo cual la chica voltea, dirigiéndole una mirada que le asusto, haciendo que trague algo de saliva-. Disculpa, se te está olvidando tu casco.

-Oh... Cielos, no me había dado cuenta que lo había dejado ahí.- dijo la chica.

Buster noto el tambaleo de la mujer, eso y el aliento a licor le dio a entender que quizás se había pasado un poco con las copas.

-Si, eh... Aquí tienes. Disculpa si moleste con haberte llamado, después de semejante pelea supongo que lo último que uno quiere es ser llamado por un desconocido.- Dijo Buster al darle el casco.

-AH, entonces viste... Eso.- Dijo la mujer al colocarse el casco-. Lamento el espectáculo, es solo que hay personas que me sacan de mis cabales, ¡En especial si son una rubias oxigenadas, camperas, amantes del pico parida por una p...!- La chica se detuvo cuando vio que Buster le estaba haciendo una seña para que se calmara.

Quizás era por la aptitud tan calmada del chico, o esa aura pacifica que destilaba, pero se tranquilizó, cuando normalmente se hubiera enojado más.

-Lo siento.-Dijo la mujer.

-Tranquila. Te comprendo. También hay personas que me sacan de quicio, solo que siempre trato de mantener la calma.- Respondió Buster.

-Si... ¿Por qué usas lentes de sol en la noche?- Pregunto.

-Eh... ¿Por qué me veo bien elegante con ellos? Me veo bien "Cool"- Respondió al rascarse la cabeza.

-¿Y no has intentado quitártelos en la noche? Digo, la noche es oscura y además cargando lentes de sol...

-Pues... Podría intentarlo, pero de verdad que no me acostumbro a no tener los lentes puestos.- Replico el peli naranja.

-He, de acuerdo.- Replico al reír un poco-. ¿Cómo te llamas, flaco?

-Buster. ¿Y tú eres...?

-Jacky... ¿Trabajas en los ochentas?

-No, ojala fuera así... ¿Por qué lo dices?

-Por la forma que vistes. Todo en tu estilo grita "1986"-Dijo Jacky al verlo-. Aunque... No te queda tan mal.

-He, gracias. Se que sonara a algo obvio pero... Trabajas en una construcción, ¿Verdad?

-Si, me parto el lomo de lunes a viernes trabajando en la construcción. Quería relajarme un poco ya que es obstinante tener encima a un viejito pirómano y a un robot pendejo. ¿Qué mejor forma de relajarme que con una chelitas bien frías? Pero claro, llego Piper y empezó con sus mamadas de puta fina "Ay, con esa aptitud de marimacha te vas a quedar sola" "ni los perros te van a ladrar vistiendo de esa forma" "Halo murió en Reach" hija de perra, enserio que me cae igual que una patada en los huevos...

-He, ya veo. Si, Piper suele ser algo exasperante en ocasiones. Yo ni la conozco y solo con escucharla hablar es como si te taladrasen el oído.- Dijo Buster-. Rico ah de quererla mucho como para seguir con ella... Eso o se le bugueo el sistema operativo.

Ante ese comentario ambos ríen.

-Me caes bien, carnal.- Dijo Jacky-. Me gustaría seguir hablando, pero tengo que llegar a mi casa antes que el viejo se preocupe y me empiece a regañar.

-Sí, ya es tarde. ¿Dónde te puedo encontrar? Me gustaría seguir hablando contigo.

Eso dejo algo sorprendida a Jacky. Era la primera vez que alguien mostrase interés en continuar hablando con ella.

-Pues, cerca del cinema hay una obra de construcción, allí trabajo. Si quieres puedes buscarme a eso de las doce del mediodía hasta las dos de la tarde que es mi tiempo libre, o si no a la salida. A eso de las cinco de la tarde.

-De acuerdo. Mañana me paso por allí.- Dijo el peli naranja al extenderle la mano-. De verdad es un gusto conocerte.

-Lo mismo digo, flaco.- Respondió la chica al darle la mano-. Nos vemos luego.

Ella se va, con un leve tambaleo. A medio camino pudo escucharla cantar "En el radio, un cochinero". El solo se quedó allí hasta que se fue. Él se voltea y se lleva una mano al mentón. Dejando de lado el nivel de ebriedad que se cargaba, no podía negar que tenía su encanto. Es... Linda, aunque pareciese ser de esas chicas que no le gustan las cosas cursis.

-"Jum... Jacky se llama, ¿Eh? ¿Me pregunto si Fang la conocerá o habrá escuchado de ella?... Esperen, ¿¡Y Fang!?"

El chico se acerca a la puerta del bar y en ese momento su amigo va saliendo.

-Listo, ya pague. Vámonos ya.- Dijo el asiático.

-¿Por qué tardaste tanto?

-Ya Barley conoce mis trucos para pagar menos así que tuve que improvisar.

-Eh... ¿Esta bien? Mientras no hayas hecho algo ilegal, estoy bien. No quiero estar en prisión otra vez.- Dijo Buster al empezar a caminar hacia el auto.

-¡Oh, vamos! Ya te dije que pensaba que "Covid" era una banda de rock, no pensé que iba a enfermar a media ciudad y causar una pandemia.- Respondió Fang.

-... Un día de estos vas a venir causándome un paro cardiaco.- Dijo el chico de cabellos naranjas al revisar su teléfono. Eran cerca de las doce.

-No diga eso, hermoso.- Respondió Fang de forma humorística-. Usted es como un hermano para mí.

El peli naranja le da unas palmadas en el hombro a su amigo para reír un poco.

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El auto avanzaba a una velocidad media por las calles de la ciudad. La vida nocturna estaba en auge y el cielo estaba adornado por las estrellas y la luna llena que parecía seguirles. Fang estaba en el asiento del copiloto revisando su teléfono mientras que Buster mantenía la mirada en la carretera mientras en la radio se escuchaba "Self Control"

En un momento en el que se detuvo en un semáforo con luz roja, decide dirigirle la palabra a su amigo.

-Oye Fang, ¿Estas despierto?

-Eh, sí. Estaba revisando unas cosas para mañana. ¿Sucede algo?

-Bueno... Quería preguntarte algo.- Dijo Buster-. ¿Sabes de alguien que se llama Jacky?

-¿Jacky?... Jacky....- El chico de descendencia asiática intentaba recordar ese nombre, de un momento a otro chasquea los dedos-. ¡Claro! Ya lo recuerdo. Jacky, la chica obrera. La conozco, pero muy poco.

-¿Ah sí?- Pregunto el Peli-naranja al momento de presionar suavemente el acelerador.

-Si. Ella es una chica de unos 22 o 23 años, no recuerdo bien. Se graduó de arquitectura, aunque trabaja en una empresa de construcción y vive con su abuelo y un robot... Pero no recuerdo el nombre del robot, solo del abuelo.

-¿Cómo se llama?

-Dinamike.

-De acuerdo, no lo conozco... Y ¿Qué es de ella? ¿Algo para decir?-Pregunto nuevamente, tratando de ocultar su curiosidad fijándose en el camino.

-Bueno... Eh escuchado algunos rumores de ella, pero en lo personal pienso que son patrañas.- Dijo Fang al guardar el teléfono-. Unos dicen que sus exnovios los asesino y los enterró en una cabaña en el bosque, otras que dice que antes perteneció a una pandilla y de allí saco su mal humor y terquedad... Y la más liviana, que era una gran deportista, pero una lesión en la rodilla la hizo retirarse.

-¿Por qué eso ultimo me suena de otra parte? Bueno, no importa...

-Si... ¿Y por qué de repente la curiosidad?

-Bueno, yo... Este... Veras, cuando estabas adentro del bar, ella salió gritando.

-Ahaha, si yo vi la pelea, fue divertido.- Interrumpió Fang al reírse.

-Bueno, la cosa es que se le olvidaba el casco así que se lo devolví... Tuvimos una pequeña charla y sabes, debo admitir me cayó bien. Y a ella también le caí bien, por supuesto.

El asiático levanta la ceja en señal de curiosidad.

-¿Te gusta?

-Nah, hombre. Es demasiado rápido para decir eso, ¿No crees?- Dijo el Peli-naranja al tomar una curva-. No, más bien diría que me causa cierta curiosidad. ¿De acuerdo?

-Hehe, de acuerdo... ¿Qué piensas hacer?- Pregunto Fang.

-Bueno, conocerla un poco mejor y quitarme la curiosidad. No es nada que pueda resolver yo.

-Vale, pero si necesitas ayuda, solo avísame. ¿Sí?- Dijo el asiático al tomar su teléfono de nuevo-. Pero seguro que esta noche te trasnochas pensando en el momento que hablaron.

-No creo que eso pase, es muy pronto para dar veredictos.- Dijo el chico al soltar una risa pequeña.

-Tú dices eso, pero créeme, el cerebro va a hacer tooodo lo contrario. Créeme, me ha pasado.- Dijo el asiático al desbloquear el teléfono.

-He, si tú lo dices...- Dijo el chico al seguir concentrado en el camino-. ¿Vas a Jugar Free-Fire?

-Sí, ya casi llego a Heroico y no puedo perder mi racha de victorias.- Respondió Fang.

Buster hace un gesto de negación al momento de sonreír y seguir enfocado en la carretera.

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Eran casi las cuatro de la mañana y el Peli-Naranja no podía concebir el sueño, porque justamente no había parado de pensar en aquella conversación que tuvo con Jacky. Así que se levanta un momento y se sienta en la orilla de la cama.

-"Como odio cuando Fang tiene razón..."

(Continuara)

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