CAPÍTULO 6
En la residencia en la que ahora le pertenecía a Kagome, una menuda figura entraba muy sigilosamente, aunque esta sabía que el lugar estaba vacío, no quería arriesgarse.
En cuanto entro a un determinado cuarto pudo suspirar de alivio, pero eso fue momentáneo, ya que una enorme bestia albina se había lanzado encima de ella, restringiéndole cualquier intento de movimiento y acercando su hocico muy amenazadoramente a su rostro.
- Ranga, detente, me haces cosquillas - Una chica de cabellera plateada y ropaje rojo con dificultad pudo articular palabra debido a la risa que ella tenía por las lamidas que el lobo le daba - También me alegra mucho verte, así que se buen chico y permíteme volver a mi verdadera apariencia - Con pesar, Ranga se levantó para permitirle a la chica hacer lo mismo.
Ya de pie, la ojidorada saco de su vestimenta un pedazo de papel, la coloco en ambas manos al mismo tiempo que empezaba a recitar un matra. Esta se vio completamente envuelta en una luz blanca que poco a poco se iba disipando, revelando a nada más y nada menos que a la dueña de esa Finca.
- Esto está mucho...- Ni siquiera pudo terminar su comentario cuando un mareo la invadió, por suerte el lobo se acercó a ella para ayudarla - Gracias Ranga y lamento preocuparte, parece ser que aún me falta dominar este tipo de encantamiento ¿Me llevarías al cuarto de baño? Necesito asearme después de una semana completa de no hacerlo como es debido - Rio al decir eso, mientras con ayuda de su familiar se dirigían a dicho lugar - Después tomare una siesta antes de que Kuro regrese y empiece a sermonearme - Ranga hizo un sonido simulando ser una risa - Sí claro ríete, me alegra saber que mi desgracia es entretenida para ti - Exclamo con fingida ofensa para después reírse al sentir como este lamia su mejilla.
Después de bañarse, se dirigió a la que sería su habitación de ahora en adelante, claro, aun apoyándose de Ranga, ya que aún no reponía del todo el reiki que utilizo. Con cuidado se recostó en el futón que de una misteriosa manera el albino lobo le había preparado; solo fue cuestión de que ella tocara la almohada para que quedara profundamente dormida.
En tanto, Ranga solo se mantenía observando a la chica desde una cierta distancia, todo tranquilo, hasta que a sus orejas les llego el sonido de aleteos acercándose; dirigió su vista a la puerta de la habitación y ver a Kuro entrar, el cual aterrizo sobre el cuerpo de la dormida azabache.
El ave estaba dispuesta a despertarla de un picotazo y reprenderla por la locura que había hecho, pero el gruñido del lobo lo detuvo.
- Tú y yo sabemos que hizo mal en escabullirse a la Selección Final - Explico el ave, mientras volvía a intentar picotearla - ¿¡Pero qué haces bola de pelos!? ¡Suéltame ahora mismo! - Exclamo entre molesto y asustado al sentir como el can lo había agarrado de su cola.
Ranga ignoro completamente las quejas del cuervo mientras lo más sigilosamente posible lo sacaba de la habitación para dirigirse a donde se supone era el patio trasero.
- Bien, bien, ya entendí, no la despertare, así que por favor suéltame - Satisfecho por sus palabras, Ranga lo soltó - Que quede claro, es por qué quiero no porque te tenga miedo, saco de pulgas - Lo escucho bufar - Haya tú si me quieres creer, mejor me iré a descansar también - Dicho esto, emprendió un pequeño vuelo para posarse en las ramas de un frondoso árbol - Como si no supiera que lo haces para quedar bien con Kagome estúpido Ranga - Fue su ultimo pensamiento antes de caer a los brazos de Morfeo.
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En la Finca Taisho, específicamente en el patio trasero, Kagome y el ya no tan pequeño Iguro se encontraban entrenando, teniendo como únicos espectadores a Ranga y Kuro. Al pelinegro le había costado mucho lograr que la ojidorada lo entrenara, pero su determinación por evitar que gente inocente sufriera lo mismo que él fue suficiente para que la Pilar accediera.
Llevaban alrededor de ocho meses entrenando; durante los primeros meses no había avance alguno en el entrenamiento, por alguna extraña razón, el heterocromático no podía realizar las posturas de la Respiración de Agua, así que a Kagome se le había ocurrido la idea de que este creada una respiración derivada de ella; por fortuna eso sí dio un buen resultado.
- Respiración de la Serpiente, Primera Postura ¡Corte de Serpiente Retorcida! -
- Respiración de Agua, Décima Postura ¡Ciclo de Cambios! -
La colisión de ambos ataques provoco que una gran cortina de polvo se levantara, haciendo nula la visibilidad de los contrincantes. Al pasar de los minutos la nube iba disipándose poco a poco dejando ver a Kagome e Iguro de pie en medio del campo de entrenamiento, solo que uno se encontraba con la respiración algo agitada al contrario de la otra, quien no parecía mostrar signos de cansancio.
- Eso sería todo por hoy, lo has hecho muy bien mi pequeño aprendiz - Tras esas palabras, Kagome desordeno con cariño los cabellos del menor.
- Pero aneki, aun puedo seguir - Exigió el chico.
- Me agrada mucho tu determinación con el entrenamiento Obanai, pero esto es paso por paso, no desesperes cielo -
El pelinegro no tuvo de otra que hacerle caso a la ojidorada y más porque ella se ha dado el tiempo de entrenarlo a pesar de su ajetreada agenda, además de que no se atrevía a contradecirla cuando le hablaba con cariño.
- Aneki ¿Estarás ocupada más tarde? - Pregunto Iguro mientras recibía la toalla que le ofrecía la mayor.
- A decir verdad, no, estoy libre ¿Por qué? -
- Es que antes de venir aquí, Ruka-san me pidió de favor que te invitara a cenar a su casa esta noche -
- Ya veo - Susurro la azabache - Por supuesto que acepto gustosa la invitación, ya tiene bastante que no voy de visita - De forma repentina, la Pilar tomo la mano del menor para guiarlo hacia el interior de la Finca - Debemos asearnos antes de ir con ellos, así nos ahorramos el hacerlo en su casa -
Al principio, un sonrojado Obanai se había opuesto, pero al recordar que la casa de su ahora maestra tenía dos cuartos de baño, se dejó arrastrar por ella.
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Kagome no sabía qué hacer, en cuanto llego a la Finca Rengoku se vio rodeada por tres de los cuatro miembros de la familia, quienes la bombardearon con preguntas y reclamos como "¿Haz estado alimentándote bien?" "¿Porque ya no habías venido?" "¿Cómo esta Ranga?" "¿Te hicimos algo malo?"
- Déjenla respirar un poco familia, apenas acaba de llegar y ya la están incomodando - Intervino el patriarca de la familia, apiadándose de la ojidorada al verla en apuros - Vayamos a cenar y aprovechemos su presencia, será muy difícil que otra oportunidad como esta se vuelva a repetir -
Y es que lo dicho por el Pilar era más que cierto, en el último par de años las incidencias por demonios habían aumentado bastante, por lo que él, Kagome y Himejima (el más reciente Pilar de la Organización) se vieron en la necesidad de cubrir misiones que cazadores de rangos bajos no pudieron llevar acabo, los cuales eran bastantes.
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En el porche de la Finca Rengoku se podía ver al Pilar de la Llama y a la Pilar del Agua disfrutar de un relajante té en combinación de la brisa nocturna, mientras los tres jóvenes ayudaban a la esposa del mayor a limpiar el comedor.
El silencio era acogedor, algo que muy pocas veces pueden gozar, pero este fue roto por la voz de la azabache.
- ¿Es cierto lo que se rumora en la Organización Shinjuro-san? -
- ¿A qué te refieres Kagome? -
- ¿Qué se retirada de los Cazadores de Demonios? -
- Ah, eso, déjame decirte que es cierto - Sorbió un poco de su tibio té - Y antes de que me lo preguntes la respuesta es no, no estoy enfermo - La ojidorada sonrió ante el acertado comentario del Pilar - Solo que creo que ya es tiempo de tomarme un muy buen y merecido descanso -
- Lo entiendo muy bien Shinjuro-san, pero si lo hace, nos veremos algo afectados al ya no contar con un Pilar - Suspiro antes de sorber su té - Quedaríamos solo Himejima-san y yo -
- No lo haría si no creyera que ustedes son lo suficientemente capaces de manejarlo - Respondió mirando a la chica - Tú experiencia y destreza en la batalla junto a la fuerza de Himejima han sido los pilares de motivación entre los cazadores para que quieran esforzarse más -
Esa frase dejo completamente sorprendida a Kagome, si bien el hombre frente suyo ya se lo había dicho, hoy sintió algo diferente al escucharlas, una sensación cálida, algo similar de cuando un niño es felicitado por su padre.
- Además no creo que pase mucho para que nuevos Pilares se integren al grupo; por ejemplo, entre los posibles candidatos se encuentra la hermana de la cazadora que instruyes en el campo médico -
¿Kocho Kanae? - Lo vio asentir - Es muy buena, no lo puedo negar, su determinación hizo que lograra manejar sin problemas la respiración que creo -
- ¿Qué se siente que dos personas crearan sus respiraciones basándose en la tuya? -
- Honestamente me siento un poco alagada, pero a la vez me siento normal, es decir, solo se hicieron algunas modificaciones para que pudieran adaptarse a su propio estilo - Le sonrió al decir eso - ¿Y cuál sería la otra posible adición a los Pilares? - Pregunto regresando al tema principal.
- No recuerdo bien su nombre, pero es el que maneja la Respiración del Sonido o algo si -
Al escuchar eso Kagome casi se ahoga con su té, cosa que asusto un poco al mayor, ya un poco calmada, dirigió su asombrada mirada al Pilar.
- De casualidad ¿Se trata del cazador que tiene tres esposas? - En cuanto lo vio asentir, soltó una risa nerviosa - Esto tiene que ser una broma -
Lo que la chica desconocía era que el rubio si conocía muy bien a ese cazador; ese chico ha rondado a la ojidorada desde que este se había integrado a la Organización, importándole muy poco que ella fuera su superior.
Y a pesar de los constantes rechazos de la azabache este no se daba por vencido; en más de una ocasión quiso ponerlo en su lugar, pero Himejima siempre se lo impedía, aunque el ojivino no salía bien librado ya que si no terminaba con una bofetada en el rostro lo hacía con un fuerte dolor en el abdomen, ambos cortesía de la hartada Pilar. Así que por esa parte no se preocupaba mucho por si se llegaba a propasar con Kagome, su preocupación más bien era que Kyojuro y Obanai se enteraran de la situación y quisieran golpear al albino, ya que al parecer se tomaron muy seriamente el papel de hermanos celosos y sobreprotectores.
- Bien, creo que será un excelente objeto de entrenamiento -
- ¿De entrenamiento? - La vio asentir - ¿Qué clase de entrenamiento? -
- El entrenamiento para lograr controlar mi paciencia - Tras esas palabras, la ojidorada oculto su rostro entre las palmas de sus manos mientras soltaba un suspiro de frustración, ignorando por completo la sonrisa de diversión que tenía el rubio.
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- ¡Malditas, pagaran por arruinar nuestra cena! -
- ¡Ahora ustedes serán nuestro aperitivo! -
Las cazadoras que se encontraban combatiendo a esos demonios no se inmutaron en absoluto, provocando que estos enfurecieran perdieran por completo su capacidad para razonar. Las cazadoras cruzaron miradas entre sí para luego asentir; ambas evadieron los ataques sin problema alguno, permitiéndoles contratacar de forma rápida.
- Respiración de la Flor, Segunda Postura ¡Espíritu de Ciruela! -
- Respiración de Agua, Cuarta Postura ¡Golpe de Marea! -
Esa combinación de ataques logro eliminar por completo al par de demonios que se encontraban acechando ese lugar, mientras las jóvenes solo chocaron manos al ver que su estrategia había funcionado.
- Muy buen movimiento Kanae, no se esperaba menos de la nueva Pilar de la Flor -
- No es para tanto Taisho-san - Respondió algo avergonzada la ojilila - Usted también estuvo increíble, además de que fue la de la idea -
- Pero no lo hubiera logrado sin tu ayuda - Sonrió tras decir eso, provocando que la chica se sonrojara aún más - Ahora volvamos a la Sede para dar nuestro informe de la misión -
Kagome empezó a caminar siendo seguida muy de cerca por una sonriente pelinegra; Kanae siempre se emocionaba cuando la enviaban de misión con la ojidorada, ya que ella fue una las principales razones para esforzarse en la Organización. Su camino hacia la Sede se envolvió en un cómodo silencio, el cual fue roto por Kanae.
- Por cierto Taisho-san, quería pedirle un favor, claro si no es molestia -
- Por supuesto que no es ninguna molestia Kanae - Eso le dio un poco más de confianza a la mencionada - Dime que necesitas -
- ¿Podría venir conmigo después de dar nuestro informe a Oyakata-sama? -
- No hay problema -
Kagome sonrió con ternura al ver como la ojilila daba pequeños saltitos de alegría, sin que esta se lo esperada, la reciente Pilar la tomó de la mano incitándola a correr.
- ¿Me pregunto qué es lo que me querrá enseñar? - Fue el único pensamiento que cruzo por la mente de la mayor, sin disminuir el ritmo de su trote.
Llegaron a su destino pasado del medio día, después de ir con el Patrón la pelinegra arrastro a la azabache hacia un desconocido lugar, a unos cuantos metros adelante, la hermana menor de Kanae, Shinobu, se encontraba en medio del camino, cosa que empezó a extrañar un poco a Kagome.
Sin cruzar ninguna palabra, la ojimorada se les unió a las mayores en su carrera, la ojidorada estaba por preguntar lo que ocurría cuando estas se habían detenido de manera abrupta.
- Esto es lo que te queríamos enseñar Taisho-san- Habló primero Kanae.
- ¿Qué le parece? - La segundo Shinobu.
Kagome se giró hacia la dirección donde señalaba la menor, quedándose sin habla; frente a ella se encontraba un inmenso inmueble, en pocas palabras, una Finca; en si no era la dimensión de esta la que la sorprendió, sino más bien su aspecto. Las plantas y el pasto se encontraban marchitos, por lo que le daba un aire algo deprimente, pero dejando de lado eso, la estructura de la edificación se veía en muy buenas condiciones.
- Esta es la Finca que Oyakata-sama nos asignó a mi hermana y a mí - Esas palabras hicieron que la mayor le prestara atención - Entre Shinobu y yo hemos decidido que este lugar sea especialmente para los cazadores que requieran de cuidados médicos - Por nerviosismo, esta empezó a jugar con la manga de su haori - Y es que queríamos ver si usted...- No pudo terminar su frase ya que los nervios hicieron que su garganta se cerrara e impidiendo que sus palabras fluyeran.
- Lo que Nee-san quiere decir, es si usted podría asesorarnos para asignar las áreas - Intervino Shinobu al ver en dificultades a su hermana - Ya que usted tiene bastante experiencia en ese ámbito -
- Eso es algo lindo de su parte chicas, pero - Esas palabras hizo que ambas Kocho bajaran la cabeza algo desanimadas - Sera un gusto apoyarlas en este gran proyecto - Shinobu y Kanae levantaron sus asombrados rostros solo para encontrarse con la radiante sonrisa de la ojidorada - Y como mi primera atribución a esto, voy a darle vida a este lugar -
Ante la atenta mirada de las chicas, Kagome se hincó en medio del patio delantero para después colocar sus manos en cada extremo del sendero de piedra, poco a poco empezó a liberar su reiki, fue cuestión de un par de segundos en que el pasto empezaba a tornarse verde al igual que cualquier planta que se encontraba en los alrededores, y tal como lo había dicho la Pilar del Agua, ese lugar recobraba vitalidad.
El proceso se completó en alrededor de diez minutos, gracias a eso, la Finca había adquirido un aspecto completamente diferente a cuando llegaron, ya que en lugar del triste color marrón que la cubría, ahora era completamente acobijada de la verde vegetación.
La ojidorada estaba por darse la vuelta, pero de un segundo a otro se encontraba en el suelo con las Kocho encima de ella, las cuales por la emoción se lanzaron sobre ella mientras no dejaban de agradecerle por lo que había hecho.
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La niña de orbes violeta no podía dejar de mirar con cierta curiosidad a la chica del haori rosado con flores blancas, la cual se encontraba platicando con las jóvenes que la habían rescatado hace tres días del hombre al que la vendieron sus padres.
- Por favor, ayúdenos Kagome-san, ya no sabemos que más hacer -
- La niña solo hace lo que uno le diga, ni siquiera es capaz de comer sin que uno se lo ordene -
La azabache estaba analizando cada una de las palabras dichas por las hermanas Kocho; estas habían llegado a su Finca una hora después de que había llegado de una misión, solo le dijeron que tenían una pequeña complicación por lo que requería de su apoyo para solucionarlo, ya que creían que era la más capacitada para ello.
Al no tener más detalles, la ojidorada pensó que era algo referente al tratamiento de un paciente, vaya sorpresa que se llevó al descubrir la "complicación".
- ¿Ya intentaron hablar con ella? - Pregunto Kagome mientras dirigía su atención a la pequeña pelinegra de orbes violeta.
- Más veces de lo que se imagina Kagome-san, pero sin resultado alguno - Respondió Shinobu de manera frustrada.
- ¿Me permiten hablar con ...? - Se detuvo ante esa falta de información - ¿Cómo se llama la pequeña? -
- No cuanta con un nombre Kagome-san - Respondió esta vez Kanae - Al parecer sus padres no le pusieron uno y no le hemos asignado uno porque preferimos que ella nos dé su opinión, pero como vera...-
- Te entiendo Kanae, bien, me las ingeniare para poder platicar con ella - Fue lo último que dijo antes de dirigirse hacia donde estaba la ojivioleta y escuchar un suave "Suerte" de ambas hermanas - Hola linda, un gusto el conocerte, mi nombre es Taisho Kagome, soy la Pilar del Agua - Empezó la conversación en cuanto llego con la menor - Las chicas de allá me dijeron que no hablas, pero que si puedes entendernos ¿Es verdad eso? - Sonrió al verla asentir - Creo que liberar un poco mi reiki funciono, poco a poco se está sintiendo más cómoda - Pensó de manera positiva al ver que al menos la pequeña respondía con movimientos de cabeza - Debes de haber pasado por algo muy traumático como para que no quieras pensar por sí misma - La menor abrió con sorpresa sus ojos ante las acertadas palabras de la mujer frente suyo - ¿Me harías un favor - La menor volvió a asentir - Quiero que una niña tan linda como tú pueda decidir sin depender de nadie, que pueda expresar sus emociones sin miedo -
Esas palabras hicieron que una calidez recorriera el cuerpo de la ojivioleta, una extraña pero agradable calidez, la cual la chica ojidorada de alguna manera le trasmitía, por lo que hizo algo que dejo satisfecha a la azabache y sorprendidas a las dueñas de la Finca.
- Sé que no va ser fácil, pero tampoco es imposible - Susurro Kagome de manera suave mientras acariciaba la espalda de la niña que se había arrojado a sus brazos a llorar - Recuerda que ya no estás sola, tienes el apoyo incondicional de las personas que viven en este lugar, pero sobre todo puedes también contar conmigo -
Ambas chicas estuvieron así por algunos minutos, momento que aprovecho Kagome para buscar algo dentro de la manga de su haori; la misma niña fue quien rompió el abrazo, mirando la maternal sonrisa de la Pilar, la cual le había dejado algo en la palma de su mano.
- Cuando te cueste demasiado decidir algo, usa esa moneda - La menor vio por un momento dicho objeto antes de regresar su atención a la azabache - Pero solo utilízalo de manera temporal y cuando realmente no sepas que hacer, no olvides intentar hacerlo por tu propio criterio ¿Está bien? - La ojivioleta volvió asentir.
Mientras estas continuaban con su "conversación", Kanae y Shinobu no podían dejar de mirar aun sorprendidas tal escena, ya que la mayor había logrado algo que ellas no pudieron hacer en esos tres días, compartiendo un mismo pensamiento al ver como la pequeña pelinegra dibujaba una pequeña sonrisa en su rostro.
- Kagome-san es increíble -
Y las hermanas hubieran disfrutado más esa escena, pero el cuervo Kagusagai de la Pilar de la Flor le informo que el Patrón requería de la presencia de todos los Pilares en su residencia.
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Un chico peliblanco se encontraba en el suelo inconsciente, mientras una chica de cabellera azabache y orbes dorados era sujetada por un hombre de gran altura y musculatura, mientras un albino y una ojilila asistían al peliblanco.
¿Y cómo se llegó a esta situación? Bueno, el Patrón había solicitado una reunión para presentar al nuevo Pilar que se integraba a ellos, todo hubiera estado bien si Shinazugawa Sanemi (El recién ingresado) no hubiera empezado a insultar al Patrón; los otro cuatro Pilares se molestaron mucho con la actitud que el ojiamatista demostraba, por lo que con dificultad lograron mantener la calma, pero el último comentario que el nuevo Pilar le dirigió al líder de la Organización fue lo que derramo el vaso.
Pidiendo disculpas anticipadamente, Kagome arremetió contra el peliblanco; Shinazugawa trato inútilmente de defenderse, ya que la azabache logró asestarle dos fuertes golpes en el abdomen y uno en la nuca, haciendo que este cayera inmediatamente al suelo. Uzui trato de acercarse a ella para tratar de calmarla, pero ni un paso dio cuando esta le dirigió una mirada furibunda.
- Parece ser que aún no olvida lo de la otra vez - Pensó con nerviosismo al recordar la vez que la beso enfrente de los cazadores novatos - Mejor ni acercarse, no vaya a ser capaz de matarme esta vez - Al no tener de otra, Himejima fue quien se acercó a la azabache, haciendo que esta se tranquilizara casi de inmediato.
Mientras todo eso fue observado por Ubuyashiki Kagaya, el cual solo negó levemente con la cabeza y con una pequeña sonrisa de diversión dibujada en sus labios
- Kagome, hija, no era necesario eso, sabes que eso no me molesta en lo absoluto - Oyó a la mencionada pedir disculpas nuevamente - Ademes, fue culpa mía al hacerlo venir aquí cuando recientemente había perdido a alguien muy cercano a él -
- Ya estoy tranquila Himejima-san, puede soltarme - Pidió con amabilidad mientras el mayor realizaba la petición - Lo comprendo Oyakata-sama, pero tampoco era la forma de hablar, la mayoría de nosotros también hemos pasado por eso y no por ello le faltamos al respecto - Expreso mientras miraba al inconsciente peliblanco - La verdad no sé cómo Masachika pudo congeniar con él - Suspiro para dirigir una rápida mirada a Kanae - Y no entiendo como ella puede estar saliendo con él, son polos muy opuestos -
- Lo único de lo que te puedo decir, es que el veía en Sanemi a alguien que él había querido mucho, puede que esa sea la razón de su buena relación - La serena voz del Patrón logró hacer que la ojidorada le prestara atención - Ya vez que no siempre debemos tener los mismo gusto y actitudes para lograr eso -
- ¿Y ahora que prosigue Oyakata-sama? El chico no volverá del mundo de los sueños en un buen rato - Hablo por primera vez Uzui - Y eso que Taisho se contuvo, sino este tonto despertaría hasta mañana -
- Dadas las circunstancias y al no ver otro asunto que tratar, creo prudente terminar la reunión - Al decir eso, sacó una carta de la manga de su kimono - Kanae, podrías por favor entregarle esto a Sanemi en cuanto despierte - La vio asentir - Eso sería todo hijos míos, pueden retirarse -
Los Pilares esperaron a que el Patrón se retirada para así hacerlo ellos.
- ¿Y ahora qué hacemos con el bello durmiente? - Pregunto el ojivino - Hasta donde yo sé aún no se le ha asignado su Finca -
- Creo que lo más prudente es llevarlo a la Finca Mariposa, en cuanto despierte que decida que hacer - Sugirió Himejima.
- Estoy de acuerdo con Himejima-san, Uzui-san, Himejima-san ¿Creen que podrían ayudarme a llevarlo? -
- No es necesario Kanae, yo lo hago - Interrumpió Kagome - Después de todo se lo debo, aunque sea un cretino - Lo último lo susurro.
- ¿Y cómo lograras eso preciosa? - Cuestiono Uzui - Ese tipo es un poco más alto que tú -
El albino vio algo confundido a la azabache, ya que esta había colocado dos dedos en sus labios para momentos después escucharla silbar. Solo fue cuestión de un par de minutos para que una enorme bestia de pelaje blanco apareciera frente a ellos, asustando un poco al Pilar del Sonido mientras los otros dos se encontraban impasibles.
- Tengen, es un placer presentarte a Ranga, mi familiar - Sonrió satisfecha al ver como este habría más los ojos - Él se encargará de llevar a Shinazugawa a la Finca Mariposa - Agrego mientras acariciaba la cabeza del can, quien gustoso disfrutaba del tacto.
Después de eso, la ojidorada le pidió de favor al Pilar de la Roca acomodar al "nuevo" en lomo del animal, en cuanto todo estaba listo, ambas féminas junto con Ranga dejaron la residencia. En el momento en que el ojivino salió de su asombro, se percató que estaba completamente solo.
- Que desconsiderados son, me abandonaron - Pensó molesto, pero eso solo duro un par de segundos, ya que una enorme sonrisa se apreciaba en su rostro - Taisho es sorprendente, ahora más que nunca me esforzare para que sea mi cuarta esposa -
Sin más, Uzui también se retiró de había silbando una alegre melodía sin percatarse que alguien lo había escucha.
- Suerte con eso Uzui, Kagome no creo que te lo deje muy fácil -
Esas palabras fueron pronunciadas por Ubuyashiki Kagaya, quien se había mantenido oculto después de su "retirada".
Al igual que los Pilares, ahora si se retiró a descansar a sus aposentos.
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ACLARACIONES: La edad que algunos de los personajes tiene con relación a este capítulo es la siguiente:
~Kagome 17 años (Durante el entrenamiento de Obanai) y 18 años al final del capítulo.
~Obanai 15 años (Durante el entrenamiento con Kagome)
~ Kanae 15 años (Antes de volverse Pilar) y 16 años al final del capítulo.
~Shinobu 13 años (Después de que Kamae se vuelve Pilar)
~ Kanao 10 años.
~ Sanemi 16 años al final del capítulo.
~ Tengen y Kagaya 18 años al finalizar el capítulo.
~Gyomei 22 años al finalizar el capítulo.
Otro punto a aclarar serian las Respirciones de Kanae y Obanai; por lo que pude investigar de alguns fuentes ambas son derivaciones de la Respiración de Agua, por eso fue el comentarios del layor de los Rengoku.
Espero ser un poco clara con la cronología de la historia, no soy muy buena con las explicaciones.
Sin más les dejo este capítulo, espero que sea de su agrado.
Les mando un fuerte abrazo y un gran inicio de semana.
Que tenga una lindamañana 🌄/ tarde ☀️/noche 🌙.
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