CAPÍTULO 38
- De antemano agradezco mucho que hayan venido mis queridos hijos, ahora bien, saben por qué estamos aquí ¿Verdad? -
- Con todo respeto Oyakata-sama, pero la verdad desconocemos la razón de esta reunión - Expresó Shinazugawa con suma curiosidad.
- Nuestros cuervos solamente nos dieron la indicación de venir aquí - Prosiguió Iguro.
- Además, se suponía que obligatoriamente era para todos los Pilares, pero no veo por ningún lado a Taisho-san - Mencionó Tsuyoi, detalle que hasta el momento nadie había notado.
- Kocho ¿No se suponía que la diste de alta ayer? - Preguntó Rengoku esta vez.
- Así fue Rengoku-san - Contestó Kanroji en vez de la de puntas moradas - Vi como Taisho-san salía de la Finca Mariposa en compañía de Tokito-kun -
- ¿Y tú que rayos hacías con Taisho? - Preguntó Uzui con cierta curiosidad al menor.
- Eso es algo que no es de tu incumbencia -
- Mendigo enano del demonio...ya verás -
- Uzui-san, deje sus payasadas para después, nos estamos desviando del tema - Exclamó Kocho algo molesta.
- Vamos hijos míos, hay que mantener la calma - Sonrió el Patrón con satisfacción en cuanto estos le hicieron caso - Esta reunión se tratara de lo ocurrido en la Villa de los Herreros -
- ¿Y eso qué relación tiene con Kagome-san, Oyakata-sama? -
- Mucho mi estimado Giyuu - Eso causo más intriga en los presentes - De acuerdo a los informes que me hicieron llegar, afortunadamente no hubo ninguna baja en la Villa - Eso era algo que el resto de los Pilares desconocía en absoluto, excepto Muichiro - No tengo los detalles completos, pero al parecer Kagome se dio en la tarea de colocarles a cada uno de los pobladores una barrera espiritual, misma que se activa automáticamente en caso de encontrarse en peligro -
- Con que eso fue lo que ocurrió con Koketsu - Pensó el ojimenta al recordar al joven herrero sin ningún rasguño.
- Esa Taisho siempre sale con cada cosa, esa mujer es un estuche de sorpresas -
- Y lo que falta por descubrir Shinazugawa - Expresó el ojivino.
- No olvidemos que hasta el momento a derrotado a tres Lunas Superiores - Mencionó el ojidorado con orgullo.
- Aunque también no ha salido muy bien parada de aquello - Agregó el heterocromático, recibiendo asentamientos de todos sus compañeros.
- Pues he ahí el punto central de la conversación mis queridos hijos -
- ¿De qué habla Oyakata-sama? -
- Veras mi querida Mitsuri, muy independientemente de las habilidades espirituales de Kagome, hay otro factor que la ha hecho ganar en cada una de sus batallas - Con sumo cuidado saco un antiguo documento del interior de su kimono - Durante su pelea con la Cuarta Superior, a ella le apareció una peculiar marca de nacimiento, pero no solo a ella, sino también a Muichiro - Eso llamó la completa atención de todos los presentes - Así que en lo que llega Kagome, Muichiro ¿Podrías por favor tratar de recordar algo sobre ese suceso? -
- La verdad ni siquiera sabía que algo así me había aparecido Oyakata-sama - En eso recordó algo que había dejado de lado - Lo que sí puedo confirmarle es la marca que le apareció Kagome-nee-san - "¿Nee-san?" Pensaron todos los Pilares, menos una - Tenia en la frente una figura de tonalidad azul con una apariencia muy similar a una gota de agua -
- Como puede ser posible que lo de Taisho si lo recuerdes y lo tuyo no, es el cómo Tokito -
- Pues debes ser tan estúpido como para que me digas eso Shinazugawa - El mencionado gruño un poco - Al menos que me coloque enfrente de un espejo, no hay otra forma que pueda verme a mí mismo -
- Tranquilos hijos míos, no hay que discutir - Tras escuchar la voz del Patrón, ambos cazadores guardaron silencio - Verán, en mis manos poseo una carta escrita con puño y letra de un de los primeros espadachines de la Era Sengoku, entre lo que se pudo descifrar era que dichas marcas proporcionaban de una inmensa fuerza a quien las tuviera, eran muy similares a la que los demonios poseen - Eso asombró a todos - Comenta también que uno de estos espadachines estuvo a nada de acabar con la existencia de Kibutsuji Muzan -
- ¿Por qué nunca se nos había dicho nada de esto Oyakata-sama? - Preguntó un muy confundido Sanemi - Sí esas marcas permiten tener mayor probabilidad de eliminar a Muzan, era algo que todos teníamos el derecho de saberlo -
-Desgraciadamente no se cuenta con un registro como tal sobre ello - Agitó suavemente la carta para que todos la vieran - Con lo único que se cuenta es con lo escrito en este papel - Volvió abrir la carta - Además, de eso ha pasado muchísimos años, años en los que los espadachines de aquella época o bien morían en combate, tenía información algo confusa o nunca habían tenido descendientes a las cuales trasmitirle ese conocimiento -
- Si realmente no se cuenta con aquellos datos ¿Por qué el repentino interés Oyakata-sama? -
- Por el hecho de que este suceso ha ocurrido tres veces en tres personas diferentes, Gyomei - "¿Tres? No sé suponía que solo eran dos" Pensó con intriga el pelidurazno - El primer caso lo dejamos de lado, ya que a la persona que lo manifestó no pudo explicarnos la razón, por lo que no tenía sentido estarla hostigando con algo que ella no sabía -
El lugar se cubrió de un leve silencio, Kagaya les estaba dando tiempo a sus hijos para que asimilaran la poca información que hasta el momento se les ha proporcionado, creyendo que ya era tiempo suficiente, este retomó la plática.
- "Cuando una persona obtiene dichas marcas sobre si, esta misma comienza a extenderse a otros como si se tratase de una ramificación" Esas son las textuales palabras que están escritas en la carta - Guardó con delicadeza el desgastado papel, mirando a todos los Pilares después - Eso solo aclaro un poco mi teoría de porque Kagome y Muichiro obtuvieron las marcas -
- Espere un momento Oyakata-sama, está diciendo que ni Taisho-san ni Tokito fueron los primeros en manifestarla ¿Verdad? - El ojilavanda lo vio asentir - Si ningún Pilar fue entonces ¿Quién las obtuvo primero? -
- Permiso para pasar Oyakata-sama - Esa suave voz impidió sin desearlo que el Patrón respondiera - Una enorme disculpa por la tardanza -
Kagome no sabía realmente que es lo que sucedía, en cuanto levantó la mirada en la sala de reuniones se percató el como todos la miraban con sumo interés, era tanta la atención de estos que comenzaba a ponerla algo nerviosa.
- Hija mía, que bueno que llegas - Le respondió gentilmente el Patrón - Tú más que nadie tiene que escuchar esto - La ojidorada lo miró sin comprender absolutamente nada mientras tomaba asiento al lado de él, al mismo tiempo que este la ponía al tanto de la plática - Respondiendo a tu pregunta Sabito, la cazadora que obtuvo dichas marcas fue nada menos que Kamado Sumiko -
- ¡¡ESO ES IMPOSIBLE!! - Exclamaron todos con sorpresa, todos menos Kagome, quien se mantenía algo pensativa, siendo notaba claramente por Ubuyashiki.
- ¿Tienes algo que decir hija mía? - Esa pregunta silencio a todos.
- De hecho, sí - Contestó de manera seria - Lo que mi hija tiene en la frente no es una marca de nacimiento -
- ¿Cómo dices hija? -
- Justamente lo que acabo de decir Oyakata-sama, eso realmente es una herida, misma que se la produjo durante la prueba de Selección Final -
- Haber Taisho, hay algo que aun no logró comprender - Sanemi tomó la palabra - Esa mocosa es una demonio -
- Corrección Shinazugawa, Sumiko es una mitad demonio - Corrigió Tsuyoi, recibiendo un gruñido del peliblanco.
- Como estaba diciendo, Kamado es una Hanyou ¿No se supone que puede regenerar sus heridas? -
- Supones bien Shinazugawa, pero por alguna peculiar razón es la única lesión que mi niña no pudo curarla - Dirigió una de sus manos a su frente - Sobra decir que ni siquiera mis poderes espirituales puedo hacer algo al respecto - Bajo su mano tras decir eso.
- Kagome-san ¿No ha considerado que no pudo eliminarla porque realmente es una marca de nacimiento? -
- No voy a negar que llegue a pensar en eso Mitsuri, no como una marca como tal, sino más bien por alguna reacción de la sangre demoniaca que tiene mi pequeña - Contestó con una ligera sonrisa - Y no le tome mayor importancia al ver que eso no le afectaba en nada - Llevó un dedo a su mentón - Aunque ahora que lo analizo bien puede que si se trate de una marca -
- Por lo ocurrido en la Villa de los Herreros seguramente -
- Te equivocas Tengen - "¿Entonces?" Pensó el resto - Me refiero a la lucha que tuve con la Tercera Luna Superior, Akaza -
- Podrías ser tan amable de iluminarnos un poco Taisho, realmente no estamos entendiendo nada -
- De ti no me extraña Shinazugawa, tu fuerte no es entender las cosas a la primera - Respondió la azabache de manera burlona, ganándose una furibunda mirada del ojiamatista - La razón por la que me tarde es porque tuve una pequeña charla con Sumiko antes de venir aquí, ahí me hizo mención que no era la primera vez que la marca se había hecho presente, ella la había notado muy tenuemente cuando me estaba tratando después de la lucha con Akaza - Tomioka, Rengoku, Iguro y Kocho fruncieron levemente el ceño al recordar eso - De igual forma también la vio cuando estaba a nada de pelear con la Sexta Superior -
Silencio total, cada una tratando de procesar bien la nueva información que se les acaba de proporcionar, después de todo nunca cruzó por sus mentes que dicho evento que recientemente acaban de descubrir haya tenido ya dos sucesos previos.
Al ver que no había nada más que decir, Kagaya opto por terminar la reunión, por lo que se retiró de la sala dejando a los once Pilares solos, pero antes de hacerlo la Pilar del Agua se le había acercado susurrándole algo en el oído, asintiendo en respuesta a la petición de esta y ahora sí abandonando la habitación.
La Taisho se giró hacia sus compañeros para despedirse de ellos, pero en lugar de eso termino completamente rodeada por las otras dos féminas, las cuales la estaban mirando con bastante emoción
- Kagome-san, díganos que hizo para adquirir la marca -
- Sí Taisho-san, no sea mala y cuéntenos como, queremos ser tan geniales como usted -
- Eh, bueno, déjenme ver - Ante la presión de las menores Kagome trató de hacer memoria - Recuerdo vagamente me mis latidos superaron las doscientas pulsaciones por minuto - Frunció el ceño excavando más en su cabeza - Y creo que mi temperatura superaba los 39 °C, ya que sentía mi cuerpo arder -
- Wow ¿Y en esas condiciones logró pelear Taisho-san? - La pelirosa la vio asentir - ¡Eso es increíble! - Exclamó emocionada, asustando a todos los varones, quienes se mantenían alejados en la esquina contraria - ¡Entrene conmigo Taisho-san! -
- ¡También conmigo Kagome-san! - Se le unió la ojimorada a la otra chica, ambas jalando las mangas de su haori - ¡Suéltela Kanroji-san! ¡Yo quiero entrenar primero con ella! -
- ¡No es justo Kocho-san! ¡Yo se lo pedí primer! -
Y así es como ambas chicas comenzaron una pelea para ver con quien entrenaría primero la Taisho; contrario a lo que los chicos pensarían, Shinobu le estaba complicando mucho las cosas a Mitsuri, de quien sabe dónde la de puntas moradas había adquirido las fuerzas necesarias para hacerle frente a la ojiverde.
En tanto, Kagome estaba comenzando a marearse por tanto zangoloteo, aunque podía librarse muy fácilmente de ellas no quería ser descortés, por eso estaba aguantando todo ese zarandeo.
Sin que Kocho y Kanroji lo esperaran, la ojidorada les fue repentinamente arrebatada, por lo que ambas fruncieron el ceño al ver al ladrón.
- En que momento Sabito se fue de mi lado - Pensó Tomioka algo perplejo sin dejar de mirar a su amigo.
Efectivamente, el salvador de la azabache era nada menos que el pelidurazno, el cual al ver a su Superior en problemas decidió en ir a ayudarla.
- Vamos chicas, compórtense como las adultas que son - Expresó Tsuyoi de manera tranquila - ¿No creen que es malo estar incomodando a Taisho-san? - Satisfecho, escuchó como ambas féminas se disculpan con la mayor - Además, con quien debería de entrenar primero... ¡Es conmigo! -
Tan pronto como termino de decir esas palabras, el ojilavanda salió como bala de la sala llevándose a la ojidorada con él, el movimiento fue tan repentino que ambas Pilares tardaron en reaccionar, por lo que sin más salieron tras de ellos, iniciando ahora una persecución.
- Tsuyoi, sabes en el problemón que te acabas de meter ¿Verdad? - Mencionó la chica mientras era jalada por el menor - Van a matarte -
- Se muy bien las consecuencias de ello Taisho-san, pero tenía que hacerlo, después de todo usted es la madre de la chica que me gusta - "Con que por eso ¿Eh?" Pensó la Taisho con gracia - Además, de no haber sido yo hubieran sido cualquiera de los chicos -
- Entonces no quiero dejar a mi hija viuda antes de tiempo - Rio un poco al ver el sonrojo del pelidurazno - Tengo el lugar ideal para escondernos -
Con eso, Kagome ahora era quien guiaba a Sabito, el cual sin dudarlo la dejo hacer, después de todo, las amenazas de muerte que cierta Pilar del Insecto le profesaba comenzaron a asustarlo por completo.
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- No sé por qué tengo que pasara el día con alguien como usted - Expresó una voz femenina con desagrado - Que fastidio -
- No te preocupes, el maldito sentimiento es mutuo - Respondió una voz masculina con la misma emoción - Hasta el momento es la segunda cosa que tenemos en común -
- Que conste que esto lo hago por Nezuko - Expresó nuevamente la fémina - Después de todo ella es mi familia -
- Al igual que la mía, que esa cabecita tuya no lo olvide, enana -
- Una más Shinazugawa-san, una más y no me tentare el corazón para envenenarlo -
- Ja, ya quisiera verlo, no te creo capaz de dejar huérfana de padre a Nezuko ¿O sí? - Preguntó con una sonrisa ladina.
- Sigo sin entender cómo es que mi querida hermana se fijó en usted, ya que es un completo...-
- ¡Tía, Otou-san! - Ese alegre e infantil grito interrumpió a la ojimorada - Vayamos a ese lugar - Solicitó la pequeña apuntando a un puesto de Ohagis.
Shinobu no pudo evitar negar con la cabeza con una genuina sonrisa en su rostro, por lo que tomo a la niña de la mano para ir en esa dirección mientras eran seguidas de un menos malhumorado Sanemi.
Ambos Pilares querían salir de paseo con la pequeña pelinegra, queriendo aprovechar todo el tiempo posible con la niña ¿La razón? Pues después de la escenita que armaron las féminas con el pobre pelidurazno, tuvieron otra pequeña reunión, en esta se acordó llevar un entrenamiento exhaustivo para que el resto de los Pilares también pudieran adquirir las marcas.
Desde ese acuerdo han transcurrido tres días, tiempo en el que por fin se había asignado la fecha de inicio, que sería en dos semanas, pero previo a eso estos tenían que prepararse debido a que más cazadores de todos los rangos querían ser partícipes de ello, así que ambos querían salir con la ojivioleta, el único detalle es que solamente tenía ese día para hacerlo, por lo que queriendo o no tuvieron que salir juntos.
Ya con las tan ansiadas golosinas de Nezuko, ambos adultos optaron por buscar un lugar para degustar con más comodidad los ohagis, afortunadamente encontraron un banco sobre la sombra de un frondoso árbol, así que inmediato fueron a tomar asiento.
Kocho sentó primero a la niña para después ella y Shinazugawa lo hicieran a cada lado de ella, esta sonreía de vez en cuando al ver la emoción de la menor al estar comiendo.
- Tía Shinobu, quisiera pedirle un favor - Susurró la pelinegra logrando obtener la atención de la chica - ¿Cree que podamos regresar antes del mediodía a mi casa? -
- Claro que sí Nezuko, con mucho gusto, pero ¿Por qué quieres regresar temprano? -
- Nee-san y Okaa-san saldrán de viaje - Eso sorprendió un poco a los mayores - Así que quería despedirme de ellas -
- ¿De viaje? ¿A dónde? -
- Me parece que a nuestra antigua casa, o eso le escuchar decir a Nee-san -Frunció un poco el ceño - Aunque eso no es justo, yo también quería ir - Su expresión cambio rápidamente cuando vio a dos familiares personas, por lo que sin previo aviso corrió hacia ellas.
- ¡Nezuko! ¡Espera! - Exclamó con preocupación la ojimorada - Shinazugawa-san, no se quede ahí como idiota, vayamos por ella -
Disgustado en como lo llamó la chica, el ojiamatista la siguió para que así ambos fueran tras su hija.
Mientras tanto la pequeña pelinegra corrió con una gran sonrisa en su rostro, aceleró un poco más la velocidad al ver que estaba a una corta distancia de llegar a su objetivo, en cuanto se encontraba a medio metro de este, la niña saltó sobre la desprevenida persona, ocasionando que ambos cayeran al suelo, claro, Nezuko encima de su víctima.
- ¡Tío Iguro! ¡Tío Iguro! - La ojivioleta repetía una y otra vez ese nombre mientras se aferraba mucho al cuello del mencionado - ¡Te atrapé Tío Iguro! -
- ¿Nezuko? ¿De dónde saliste pequeña? -
- Oye Obanai, perdí de vista a...- El recién llegado no pudo terminar su oración cuando vio a su amigo en el suelo y con la hija menor de su hermana encima de él - ¿Te encuentras bien? -
- ¡Tío Rengoku! - Exclamó feliz la menor al ver al ojidorado - ¡Me alegra mucho verte! -
- A mi también me da mucho gusto verte linda - Levantó con suma delicadeza a la pelinegra - Pero sabes, creo que deberías dejar que tu Tío Iguro se levante del suelo, aunque sea el Pilar de la Serpiente, no hay que tomarlo muy literal -
- Ja, Ja, muy gracioso Kyojuro, mejor ayúdame a levantarme -
Sin más, el rubio de puntas rojas ayudo a Obanai a levantarse, claro, sin contener su risa, molestando un poco más al pelinegro. En cuanto ya estaba de pie, el heterocromático estaba por volver a preguntarle a la niña cuando vislumbró a la de puntas moradas y el peliblanco correr hacia su dirección, claro sin dejar de discutir.
- Con que con ellos estaba, vaya cosa - Pensó Obanai con algo de gracia - Tal parece que lo de niñeras no le queda a ninguno -
- Oh, ya callase Shinazugawa-san - Fue lo último que dijo Kocho antes de dirigir toda su atención en la niña, ignorando por el momento a Rengoku - Nezuko, pequeña, no corras de esa manera ¿Qué haríamos si te pierdes o te pasa algo? -
- No creo que a esta pequeña traviesa le ocurra algo, es muy inteligente para la edad que tiene -
Shinobu levantó inmediatamente la mirada para toparse con un sonriente Kyojuro, el cual se había mantenido un poco al margen ante la iteración de las chicas.
La chica inmediatamente se sonrojo de la pena al ver que había dejado de lado al mayor en cuanto vio a Nezuko, por lo que sin perder tiempo le dio una reverencia a modo de disculpa.
- Tía Shinobu, usted actúa igual que Nee-san -
- ¿A qué te refieres, linda? - Pregunto extrañada la ojimorada.
- Es que a Nee-san se le pone la cara roja cada vez que ve a Tsuyoi-san - Eso provoco que ahora el ojidorado se sonrojara al saber a qué se refería Nezuko - Aunque también Tsuyoi-san se le pone la cara roja - Agregó mientras colocaba uno de sus deditos en el mentón.
- Eso se debe a que a Kocho...- La respuesta de Sanemi fue brutalmente interrumpida.
- Ara, Ara Shinazugawa-san, parece ser que aún tiene hambre, para que vea que soy buena gente le doy mi ohagi - Efectivamente, Shinobu le había tapado la bocota al peliblanco al introducirle tal golosina en su garganta, mientras el resto miraba la escena con una gota de sudor bajándoles por la sien - Por cierto Iguro-san ¿Qué los trae a usted y a Rengoku-san por este lugar? -
- Lo que pasa es que veníamos siguiendo a Kagome-nee-san, nos pareció algo extraño verla con un enorme ramo de rosas - Respondió Kyojuro en lugar del pelinegro - Y también queríamos preguntarle por Sumiko, ya que ayer parecía algo decaída - Guardó silencio un momento, pero en eso sintió que la niña en sus brazos comenzaba a pellizcar su mejilla, logrando obtener su atención - ¿Sucede algo Nezuko? -
- Creo saber por qué Nee-san esta triste -
- ¿Ah sí? - Vio a la niña asentir - Entonces ¿Me podrías decir por favor por qué Sumiko esta triste? -
- Sí Tío Rengoku, Nee-san esta así porque en estos días es el cumpleaños de su primera familia - "¿Cumpleaños?" Pensaron extrañados los mayores - Una vez Okaa-san me dijo que ellos cumplían años que se fueron al cielo unos meses después de mi cumpleaños -
Esas simples palabras aclararon las dudas de todos; la peliburdea estaba de ese ánimo por el aniversario luctuoso de su familia, así que por eso la azabache había comprado rosas, acompañaría a la menor a visitar las tumbas de sus familiares.
Aunque no solo ellos tuvieron conocimiento de ello, ya que los otros dos Pilares del Agua, ocultos detrás de un pequeño local, también escucharon las palabras de la dulce Nezuko, así que ambos se miraron por un momento antes de asentir con determinación, emprendiendo marcha hacia un determinado lugar.
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- ¿Cómo se encuentran las flores, cariño? -
- En perfecto estado Okaa-san - Respondió una joven voz femenina - El encantamiento que me enseñaste está funcionando de maravilla -
Kagome asintió en respuesta mientras le brindaba una suave caricia al albino pelaje de su familiar mientras este iba con un ligero trote; ella junto a la peliburdea había partido de su Finca hace unas tres horas.
- Muchas gracias Okaa-san -
- ¿Por qué cielo? -
- Por pasar primero a visitar la tumba de mis padres y hermanitos - Respondió mientras recargaba su cabeza en la espalda de la mayor - Ya tenía bastante tiempo que no había ido, realmente lo agradezco mucho - Sonrió un poco al sentir una suave caricia en su cabeza.
- No tienes por qué corazón, después de todo yo también quería ir a visitarlos - Regresó su mirada al frente - Además, tenía que decirle a Tanjuro-san y Kie-san lo fuerte y hermosa que se has vuelto su hija -
- Que cosas dices Okaa-san - Expresó algo avergonzada mientras un ligero sonrojo se asomaba en sus mejillas - La hermosa eres tú, no por nada Uzui-san anda detrás de ti aun teniendo pareja -
- Lo que Tengen tiene es el ego lastimado - Escuchó a la ojirubí soltar una pequeña risita - No soporta la idea de que alguien más se le haya adelantado - Dibujó una pequeña sonrisa ladina - Es lo único que cruzó por la cabeza de ese tonto - Ambas rieron ante esas palabras.
Después de que ambas cazadoras dejaron de reír, la azabache le pidió a Ranga que aumentara su velocidad en el trote, esto con la intención de llegar a la que fuese la casa de la Hanyou en su tan adorada niñez.
A pesar de que el albino lobo obedeció la petición de la Pilar llegaron cuando el manto oscuro de la noche, por lo que ambas optaron descansar esa noche en el antiguo almacén de la casa.
La primera en madrugar fue la Taisho, así que aprovechó para ir a limpiar el nicho de la familia Kamado para que así Sumiko solo se dedicara a distribuir las rosas entre las seis tumbas.
Tardo por lo menos una hora entre que arrancaba la maleza que estaba alrededor del lugar, como tambien le daba un barrida a los alrededores.
- Creo que iré un poco de agua al río que se encuentra cerca, así mi petirrojo podrá colocar las rosas blancas en los pequeños floreros que traigo en mi bolso - Sonrió tras decir esas palabras.
Sin más la ojidorada buscó una cubeta para después ir al dichoso río por el vital líquido, está ya se encontraba muy lejos del lugar cuando en ese preciso momento la Hinoe despertaba de su relajante sueño.
Después de arreglarse un poco, la joven se dirigió hacia el lugar en el que reposaban los restos mortales de su familia, en cuanto llegó ahí no pudo evitar negar suavemente con una sonrisa, esto al ver como el lugar ya se encontraba completamente limpio, seguramente cortesía de su madre.
En lo que esperaba a su mamá, Sumiko coloco unos cuantos inciensos alrededor de las tumbas, después de ello comenzó a orar por sus almas; cada movimiento era observado por unos curiosos orbes lavanda, cuyo dueño se encontraba oculto entre algunos arboles
La chica no era consciente de que era observada debido a la dulce fragancia que emanaba de los inciensos que había colocado, impidiéndole que cualquier cambio de aromas en el entorno fuera perceptible para ella.
- Lamento mucho no haber venido antes - Expresó con pena la peliburdea - Desde que me volví cazadora mis tiempos libres son escasos, por no decir que cortos - Soltó una pequeña risita - Me hubiera gustado presentarles oficialmente a Nezuko, la hubieran adorado - Dirigió su vista al lugar en donde reposaba su hermanita - En especial tu Hanako, ella es igual de hiperactiva como lo fuiste en su tiempo - Soltó un triste suspiro - Realmente los extraño mucho, si no fuera por mi actual madre tal vez ya ni siquiera estuviera con vida -
Esas palabras le provocaron un leve escalofrío al pelidurazno, recordando la vez en la que él casi estuvo a nada de asesinarla, y no solo ese momento, también se le vino a la mente la vez que Shinazugawa casi la mataba, situaciones en las que en cada una de ellas fue rescatada por la cazadora que él tanto admira y de la cual ahora su mejor amigo es su novio. Aunque inmediatamente salió de su mundo al escuchar un leve sollozo de la ojirubí
- Agradezco al destino por haberme permitido conocer a la maravillosa mujer que me ha criado hasta ahora, cuidando de mi como si fuera de su propia sangre, y no solo de mí, sino también de mi pequeña Nezuko -Dibujó una tenue sonrisa al recordar a la pequeña ojivioleta - Ambas han hecho que mi vida retomara su rumbo, apoyándome en todo lo que llegue a decidir, bueno, casi en todo - Mencionó aludiendo a la misión del Tren Infinito - No por nada se han vuelto mi más apreciada familia - Nuevamente, lágrimas traviesas comenzaron a salir de sus bellos ojos - Les agradezco que estén cuidando de mi desde el cielo - Con lentitud se colocó de pie - Pero ya no tienen que preocuparse por mí, he conocido gente maravillosa que también me aprecia, como yo a ellos - Con el dorso de su mano se limpió las gotas salinas - Por lo que ya no estaré sola ya que siempre contare con mis tíos, mis locos amigos, con Giyuu-san - Tsuyoi dibujó una tenue sonrisa mientras con pasos lentos se acercaba a la chica - Con Oyakata-sama, Okaa-san, Nezuko...-
- Y conmigo -
Inmediatamente Sumiko se giró al escuchar aquella voz, sorprendiéndose al encontrarse con el dueño de la misma.
- ¡Sabito-san! - Pronunció al fin la peliburdea al salir de su asombro - ¿Cuánto tiempo ha estado aquí? Ni cuenta me di de su presencia -
- Lamento asustarte de esa forma, pero no puedo quedarme callado por más tiempo - Se disculpó el Pilar en cuanto llegó a su lado - Sé que este momento tendría que ser tuyo y de Taisho-san, aunque tengo una muy buena razón para hacer lo siguiente - Ante la perpleja mirada de la joven, este se hincó frente a ella mientras tomaba con delicadeza su mano - Aquí, enfrente de los seres que más amaste en el mundo quisiera decirte lo siguiente - Sonrió en sus adentros en cuanto una muy sonrojada Sumiko le permitió proseguir - Estoy enamorado de ti - El sonrojo de la fémina creció aún más - Es un sentimiento que fue creciendo poco a poco, del cual también el miedo de que algo pudiera hacerte partir de este mundo - Apretó un poco más la mano de la Hinoe - No me importa que seas humana o demonio, para mí eso es lo de menos - El corazón de Sumiko latió con más fuerza - Quiero ser también alguien importante en tu vida, estar en las buenas y en las malas, ayudarte en cualquier problema que llegues a tener, pero lo más importante...- Inspiró hondo para darse valor - Ser alguien que le permitas demostrarte el gran amor que te tengo y que a tu familia por testigo juró que daré mi vida entera para esa bella sonrisa en tus labios jamás desaparezca, así que Kamado Sumiko, hija de la gran Pilar del Agua Taisho Kagome y la chica que se metió en lo más profundo de mi corazón ¿Quisieras ser mi novia? -
Muy emocionada la Kamado se lanzó sobre el ojilavanda para besarlo en los labios, cayendo al suelo por el repentino movimiento, aunque claro, sin dejar de besarse mientras entre cada beso la joven no dejaba de repetir un muy claro "Sí".
Toda esta hermosa escena era vista por seis pares de ojos, los cuales tenían una enorme sonrisa plasmada en sus rostros, felices al ver que la peliburdea estaba comenzando un nuevo capítulo en su vida, en la cual un chico de muy sinceros sentimientos recorrerá un largo camino al lado de Sumiko a partir de ahora.
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Hola, hola mis estimados lectores, espero que esten bien.
Les traigo ante ustedes el capítulo 38, espero les agrade (Ya que cierta parejita se acaba de formar 🤭)
La idea de las ultimas escenas fue gracias a anaculise, espero que sea lo que esperabas linda 😘.
Sin más les mando un fuerte y caluroso abrazo.
Les deseo que tenga una maravillosa mañana 🌄/ tarde ☀️/ noche 🌙.
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