CAPÍTULO 26
En un sendero que dirigía hacia la Finca Mariposa se podía apreciar a cierto Pilar de cabellera negra y azulada mirada; después de ir a brindarle el reporte de su misión en solitario al Patrón decidió ir a ese lugar.
No es que se encontrara lesionado o algo por el estilo, claro que no; el motivo era nada menos que visitar a su linda novia.
Como "castigo" para la azabache por la situación de la misión fue quedar suspendida de trabajo de campo por un mes completo, aunque parece ser que la chica ya se hacía una idea de ello ya que no objeto en absoluto.
Han trascurrido dos semanas desde entonces, por lo que para matar tiempo estaba apoyando a la Finca Mariposa en la atención de cazadores heridos, además de que así su relación con la dueña de la residencia volviera a reforzarse.
Como si la suerte estuviera de su lado, Tomioka vio a la chica de sus pensamientos entrar a la Finca con un cesto de diversas hierbas, por lo que emprendió carrera para alcanzarla en cuanto la perdió de vista en la puerta.
Aceleró el paso al escuchar un gran estruendo acompañado del grito de la mayor, en cuanto llegó al lugar se encontró con una molesta pero peculiar escena.
En el suelo se encontraba Kagome con algunas hierbas esparcidas por su cuerpo, se notaba que se había lastimado al ver que con algo de dificultad se acariciaba con delicadeza su tobillo izquierdo, pero lo que más molesto al ojiazul era ver a extraño cazador de la máscara de jabalí aun acostado sobre las piernas de la Taisho.
- ¡¿Qué es lo que acabas de hacer maldito imbécil?! - Ese grito hizo que el pelinegro volteara a ver al rubio compañero del torpe ojiesmeralda - Inosuke ¿Por qué rayos tacleaste a Kagome-san? -
Como si nada hubiera pasado, el mencionado chico se levantó de un salto para después reírse de manera estruendosa.
- Es más que obvio Monitsu ¡Quería tener mi revancha con la madre de Lumiko! -
- ¿Es enserio? - A Giyuu se le formó una gran vena en la cien tras escuchar la absurda respuesta del chico, estaba a nada de golpear al de puntas azules, pero la voz de la azabache lo detuvo.
- Esas no son formas de pedir las cosas Inosuke, además en este momento no puedo luchar contigo, aquí tengo mucho trabajo -
- Esas son excusas - Rebatió molesto el ojiesmeralda - Mejor di que tienes miedo de perder contra el gran Inosuke - Acompletó señalándola con el dedo mientras se carcajeaba.
Solo fue cuestión de una fracción de segundos en cuanto Zenitsu y Tomioka vieran caer al escandaloso muchacho completamente inconsciente, cortesía de una ya fastidiada Kagome, la cual ya se encontraba de pie como si nunca se hubiera lastimado.
El ojidorado salió de su asombro en cuanto sintió una menuda mano en su hombro y mirar frente a él a la mayor.
- Lamento pedirte esto Zenitsu, pero ¿Podrías por favor llevarlo a una de las habitaciones de la Finca? - Solicitó algo apenada mientras le brindaba al menor una pequeña sonrisa.
- No...no hay problema Kagome-san, enseguida me encargo de él - Respondió algo nervioso el mencionado chico debido a la cercanía de la cazadora.
Sin más ambos jóvenes ingresaron bajo la atenta mirada de la ojidorada, en cuanto los vio desaparecer por completo soltó un cansado suspiro para momentos después dibujar una pequeña sonrisa.
- Bienvenido Giyuu, espero que hayas disfrutado de la escena - Expresó de forma risueña mientras se giraba a ver al sorprendido chico.
- ¿Desde cuándo sabía que estaba aquí? - Preguntó el mencionado en cuanto salió de su asombro y se acercaba a la ojidorada.
- Desde que Zenitsu comenzó a reclamarle a Inosuke - Respondió mientras recogía las cosas que traía en su cesta - ¿Y qué te trae por este lugar? ¿Acaso estas herido? - Preguntó algo preocupada.
- No es nada de eso Taisho-san, lo que pasa es que venía a visitarla - Respondió apresuradamente mientras un lindo sonrojo se coloreaba en su rostro.
- Oh vaya, gracias por tan lindo gesto - Respondió algo apenada y también con un sonrojo en la cara - Aunque lamento decirte que me agarraste algo ocupada -
- Si hay algo en lo que le pueda ayudar, con gusto lo haré -
- Gracias por el ofrecimiento, pero...- No pudo terminar de hablar debido a que fue interrumpida por la voz de Aoi.
- ¡Taisho-sama! -
- ¿Qué sucede Aoi? ¿Por qué venias corriendo? -
- Es que estoy buscando al idiota cabeza de jabalí ¿De casualidad no lo ha visto? -
- ¿A Inosuke? - Vio la de coletas asentir - ¿Para qué lo necesitas? -
- Es que se supone que me ayudaría a mover algunas cajas con material de curación, pero este salió corriendo a quien sabe dónde - Soltó un suspiro cansado - En fin, seguiré buscándolo - Estaba por retirarse de ahí cuando sintió una mano en su hombro - ¿Ocurre algo Taisho-sama? -
- Bueno, veras...- Dudaba un poco en decirle la verdad a la joven, pero de cualquier modo tendría que decírselo - Él por el momento no está disponible - La ojiazul la miró curiosa - Es que ocurrieron un par de cosas y pues... lo deje inconsciente - Se sintió mal al ver a la menor palmearse la frente - De verdad lo siento Aoi, no fue mi intención -
- No puedo creer que realmete lo haya hecho, esto es el colmo - Susurró con molestia, confundiendo un poco a la pareja de Pilares - Usted no tiene que disculparse Taisho-sama, ese tonto se lo busco - Se frotó un poco la frente - Lo malo es que ya no tengo quien me ayude con el trabajo -
Kagome se encontraba pensando en solucionar aquel dilema, realmente no quería meter a Aoi en ese problema, estaba por ofrecerle su apoyo cuando recordó lo dicho por su novio, por lo que se giró para mirarlo esperanzada.
- Giyuu ¿Tu propuesta aún sigue en pie? - Lo vio asentir - ¿Crees poder ayudar a Aoi con eso? -
- Por supuesto, no hay ningún problema -
- Pe...pero no es necesario Taisho-sama - Exclamó Kanzaki un poco nerviosa - Yo puedo encargarme de eso, además tal vez Tomioka-sama tenga cosas más importantes que hacer - Hubiera seguido negándose, pero terminó accediendo ante la mirada suplicante de la ojidorada - Bien, usted gana - Se giró para ingresar al interior del inmueble - Por favor sígame Tomioka-sama -
Sin más la pelinegra comenzó a caminar ante la atenta mirada de la pareja, quienes no pudieron aguantar soltar una pequeña risa.
- Creo que también continuare con mis actividades - Expresó la Taisho, llamando así la atención del pelinegro - Pero antes... - Se acercó hacia el curioso chico para darle sorpresivamente un beso en los labios - No sabes cómo agradezco tu ayuda Giyuu, nos vemos después -
Aun estando en shock el Pilar vio a la ojidorada desaparecer del lugar con su cesta, estuvo así un par de minutos hasta que una sonrisa se plasmó en su rostro al mismo tiempo que tocaba sus labios.
- Creo que ayudare más seguido si ese es el tipo de agradecimientos que voy a recibir de parte de Taisho-san -
Con ese pensamiento y con una gran sonrisa en su rostro se dispuso a entrar al lugar y cumplir con el favor que le pidió su hermosa novia.
**************************
Kagome se encontraba atendiendo a un cazador que había resultado herido en la misión al que había ido, no era nada grave, pero al fin de cuentas tuvo que ser atendido, aunque para el joven fue más que grato ser nuevamente recibido por la Primera Pilar del Agua.
- Creo que con eso es suficiente Tadashi, solo tendrás que guardar reposo por hoy y mañana estarás como si nada -
- Muchas gracias Taisho-sama, en verdad que usted es increíble -
- Vamos Tadashi, no es para tanto - Rio un poco tras decir eso - Solo utilice un poco de mi reiki, nada del otro mundo -
- Pues la mayoría de los miembros de la Organización opinan igual que yo -
La azabache estaba por rebatirle ese argumento cuando la puerta se abrió bruscamente y una imperativa Nezuko entraba corriendo y se lanzara a los brazos de su querida madre.
- Nezuko, cielo ¿Qué haces por aquí? - Expresó la Taisho con algo de asombro mientras se acomodaba a la pequeña en su regazo - Pensé que estaba con Ruka-san -
Y como si de una invocación se tratara también apareció la mujer de orbes rojizos junto al menor de sus hijos.
- Vaya que tu hija sí que corre muy rápido, ni siquiera Senjuro era así de imperativo cuando era pequeño - Expresó la pelinegra en cuanto recupero un poco el aliento - No tengo ni la más mínima idea de cómo le sigues el ritmo -
- Es solo cuestión de acostumbrarse Ruka-san - Respondió mientras acariciaba el cabello de la menor - ¿Qué los trae por aquí? -
- Vinimos a visitarte nee-chan - Habló esta vez Senjuro - Y también le trajimos algo de comida -
- No se hubieran molestado - Agradeció la Taisho mientras recibía la caja de bento que le ofrecía el pequeño rubio - Pensaba ir a comer más tarde -
- Y yo nací ayer - Respondió la ojirojiza de manera sarcástica - Se muy bien que no lo hubieras hecho, te enfrascas tanto en el trabajo que lo dejas de lado -
Kagome no pudo hacer más que reír por el acertado comentario de la mayor, por lo que al final termino por agradecerle a ella y Senjuro su preocupación; además se lo debían por el tremendo susto que les provocó al enterarse de lo que lo ocurrido en la misión que le había robado a su hijo mayor.
- Entonces yo me retiro Taisho-sama - La voz de Tadashi hizo que la mencionada lo mirada con algo de pena por haberlo olvidado - Que disfrute de sus alimentos - Se colocó de pie para después darle una reverencia - Espero verla de nuevo -
- Muchas gracias Tadashi y por favor procura descansar - Lo vio asentir - Me saludas a Ozaki - Rio internamente al verlo sonrojarse.
- Así lo hare, con permiso -
Sin más el cazador salió de la habitación para dejar a la Pilar disfrutar de la compañía de sus muy agradables y estimadas visitas.
**************************
Tanto la azabache como sus visitas se encontraban fuera de la Finca, ya que estas estaban a punto de retirarse a su hogar debido que la pequeña ojivioleta había caído rendida después de jugar con las tres niñas que vivian con la Pilar del Insecto.
- Muchas gracias por tan inesperada visita - Expresó Kagome con una sonrisa - Y especialmente a ti Senjuro y la deliciosa comida que me preparaste -
- No es nada nee-chan, además, Okaa-san me ayudo a elaborarla - Respondió el menor con un ligero sonrojo en sus mejillas causado por el beso que la ojidorada le dio en la frente, cosa que causo ternura en las dos adultas.
- Aun así, la intención es la que cuenta - Tras decir eso dirigió su atención en la madre del rubio.
- Cumplida nuestra misión, nosotros nos retiramos para que así puedas volver a tus labores - Habló Ruka con voz suave mientras acomodaba a una dormida pelinegra en sus brazos - Nos vemos en la noche -
- Vayan con mucho cuidado Ruka-san - Mencionó la azabache mientras acariciaba la cabeza de Nezuko - Nos vemos en la noche -
Tras esas palabras tanto Ruka y Senjuro le dieron un abrazo antes de emprender camino hacia su Finca; la Pilar no entró a la residencia hasta que perdió de vista a las dos personas.
Estaba por darse la vuelta cuando un fuerte ruido llamó por completo su atención, por lo que de inmediato emprendió carrera al lugar de donde había provenido.
En cuanto llegó a su destino no pudo más que masajearse la sien y mirar con desaprobación a uno de los protagonistas de tal escenario.
- No puede ser posible ¡¿A Giyuu también?! -
Con paso pesados se acercó al par de personas que se encontraban en el suelo, con algo de brusquedad quito al causante de todo eso alboroto de encima de su novio y así ayudar a este a levantarse.
- ¿Cómo se encuentra tu muñeca Giyuu? - Pregunto en cuanto vio como el pelinegro hacia una leve mueca de dolor al apoyar su mano al tatami.
- No es nada Taisho-san, no tiene que preocuparse -
- Permíteme tu mano por favor - El ojiazul negó con la cabeza - He dicho que me permitas ver tu mano Giyuu - Esta vez Tomioka le hizo caso ya que parecía comenzar a molestarse - Tal parece que solo te la luxó, no siento ningún hueso roto - La ojidorada suspiro de alivio - Solo dame un segundo Giyuu, en un momento te trato la lesión -
El ojiazul ni siquiera le dio tiempo de contestar debido a que la Taisho se dirigía al otro cazador, el cual apenas salía de su aturdimiento debido al repentino movimiento que esta le había hecho.
- ¿Qué rayos voy a hacer contigo Inosuke? - Cuestionó enojada Kagome mientras veía al mencionado chico - ¿Por qué embestiste a Giyuu por todos los cielos? -
- El haori rojo y yo también tenemos un duelo pendiente - Eso confundió a la chica - El derrotó sin ningún esfuerzo a uno de los demonios arañas -
- No puedo creer que este torpe se acuerde de la misión del Monte Natagumo - Fue el pensamiento que cruzó por la mente de un incrédulo Giyuu.
- Sea como sea, ya te había dicho que hay modos de pedir las cosas - Soltó un suspiro cansada tras decir eso - En fin, por el momento Giyuu también está ocupado, será en otro momento ¿De acuerdo? -
- Esto no es justo - Replicó el chico en cuanto dirigió su mirada al pelinegro - Y tú no deberías de dejar que una mujer te defienda Topioka - "¿Quién rayos es ese?" Fue el mutuo pensamiento de los dos Pilares - Aunque ella sea muy fuerte, no es motivo para que te escondas como un cobarde -
Ese comentario hizo que la poca paciencia que tenía Tomioka llegara a su límite, por lo que estaba por abalanzarse sobre el poder cazador, pero alguien más había golpeado al chico, haciendo que este besara el suelo.
- Ya sabía yo que te iba a encontrar en este lugar estúpido jabalí - Exclamó una colérica Aoi mientras apuntaba a Inosuke con un palo de escoba - Deja de estar molestando a cuanto Pilar se te cruce en el camino -
- Maldita, esa no es forma de tratar al Rey de la Montaña - Reclamó en cuanto se puso de pie y acariciaba su maltrecha cabeza - Tenme más respeto -
Como única respuesta que el ojiesmeralda obtuvo fue una nueva serie de palazos, cortesía de la chica de coletas, por lo que no tuvo de otra que huir de ahí según lo dictaba su instinto de supervivencia.
Mientras tanto Kagome y Giyuu solo se quedaron mirando tal escena con algo de asombro plasmado en sus rostros.
- Taisho-sama, Tomioka-sama - Ambos cazadores dirigieron su atención a la ojiazul - Lamento mucho los inconvenientes que ese tonto haya ocasionado, le informare a Kocho-sama para que le restrinja el acceso a la Finca - Sin esperar respuesta alguna, Kanzaki se retiró del lugar para buscar al de puntas azules.
Ambos cazadores se mantuvieron en silencio hasta que perdieron de vista a la chica, silencio que fue roto por la ojidorada.
- Bien, tal parece que hasta el Rey de la Montaña puede tenerle miedo a una chica después de todo - Rio tras decir aquellas palabras, siendo seguida por su pareja - Aprovechemos que Aoi se ha llevado a Inosuke para tratar tu lesión ¿Esta bien? - Al recibir un asentamiento por parte del chico, ella comenzó a caminar hacia la habitación que Shinobu le había asignado temporalmente como consultorio.
Giyuu permaneció inmóvil por un par de minutos mientras miraba a la Pilar caminar hacia una determinada dirección, preguntándose desde hace un tiempo si esto se trataba de un maravilloso sueño, en el cual la hermosa mujer de cabellera azabache y pozas de oro era realmente su querida novia.
- ¿Qué haces ahí Giyuu? - Esa pregunto devolvió al mencionado chico a la realidad - Sígueme o de lo contrario utilizare el mismo método de Aoi para encaminarte - En cuanto termino de decir esas palabras, emprendió nuevamente su caminar.
Aunque había algunas ocasiones en las que el pelinegro se preguntaba cómo alguien que desprendía un aura tranquilizadora con tan solo su presencia, también pudiera provocarte el más frio de los escalofríos.
Sin más, Tomioka emprendió marcha antes que Kagome cumpliera con lo que había dicho momentos antes.
**************************
Las siguientes dos semanas pasaron como un borró para Kagome, quien parecía una niña ante tal hecho ¿La razón? Es que al fin podría realizar trabajo de campo, lo que significa volver a cazar demonios.
Precisamente en este momento se encontraba en la residencia Ubuyashiki para que el mismo Líder de los cazadores le levantara su sanción.
- ¿Tan mal te trataron en la Finca Mariposa como para que desearas tanto volver a las misiones? - Preguntó de manera juguetona debido a la actitud que tenía ahora la azabache.
- En absoluto Oyakata-sama, solo que ya extrañaba el hecho de viajar - Respondió mientras miraba al pelinegro con una sonrisa - A decir verdad, gracias a eso al fin pude arreglar las cosas con Shinobu -
- Es bueno oír eso - Sorbió un poco de su té tras decir eso - Aunque hubiera preferido que lo hicieran en el momento que más se necesitaban - Expresó eso refiriéndose a la muerte de Kanae.
- Digamos que cada una tuvo una forma distinta de sobrellevarlo - Sonrió por un breve momento con algo de nostalgia, aunque inmediatamente la borró de su rostro - Pero lo pasado, pasado, ahora solo queda disfrutar el presente y prepararnos para el futuro -
- Esa es la Kagome que yo recuerdo, fuerte y positiva ante la vida - Guardó silencio por un breve instante, cosa que intrigó un poco a la azabache - Hay algo que he querido preguntarte desde hace un tiempo, aunque no sé si deseas respondérmela -
- Hágame saber su duda y veré si puedo ser lo más sincera posible para contestarla -
- De acuerdo, aquí vamos ¿Acaso Nezuko es hija biológica de Kanae? - Esa pregunta tomó por sorpresa a la joven madre - Es que en cuanto vi a la pequeña me dio la impresión de apreciar ciertas similitudes con ella - Silencio absoluto, en el cual el Patrón creía que no había sido lo correcto exteriorizar esa duda - Lamento si realmente te incomodé Kagome, no es necesario...-
- Así es - Interrumpió la ojidorada - Nezuko es nada menos que la hija biológica de Kanae -
Kagaya quedó sorprendido ante aquella afirmación, aunque él tenía ligeras sospechas no quitaba el hecho de sorprenderse por ello.
- ¿Y sabes quién es el padre de ella? -
- Con todo el respeto que se merece, pero creo que esa pregunta está de más Oyakata-sama - Expresó la chica de manera risueña - Es más que obvio que es Shinazugawa Sanemi alias "El bruto impulsivo" - No pudo contener una pequeña risa antes sus anteriores palabras - Solo agradezco al cielo es que Nezuko solo haya tomado de Shinazugawa el gusto por los ohagis -
- No sabía que Sanemi era conocido de esa manera -
- Digamos que, conocido, conocido, no - Eso llamó la atención del pelinegro - Es así como solamente yo lo conozco -
- A pesar de los años no has cambiado en ese aspecto - Rio un poco tras decir eso - En verdad que eres única - Su risa se hizo un poco más fuerte al ver a la Pilar posar de manera orgullosa - ¿Has pensado en decírselo a Sanemi? - Vio a la azabache dudar un poco - Quieras o no él tiene ese derecho, al fin de cuentas es el padre -
- Eso lo sé muy bien Oyakata-sama, es solo que...- Soltó un ligero suspiro - Es solo que quiero seguir al pie de la letra el deseo que Kanae me plasmó en la carta que me dejo - Volvió a dibujar una sonrisa nostálgica - Además que también tengo que decírselo a Shinobu, después de todo estamos hablando de la hija de su amada hermana mayor -
- Sé que harás lo correcto Kagome y si necesitas ayuda para hablar con ellos puedes contar plenamente con mi apoyo -
- Muchas gracias por ello, espero que ninguno de los dos se moleste conmigo -
- A pesar del carácter de ambos, te puedo asegurar que no lo harán, ya que era la voluntad de la persona que más querían -
Esas palabras lograron tranquilizar un poco a la ojidorada, solo esperaba que el pelinegro realmente no se equivocara en ello.
**************************
- No pudo creer que Maeda insista en eso - Exclamó molesta la ojidorada mientras se dirigía a su Finca - Si bien claro le dije que ahora quería el uniforme estándar, no el "modelito" que me entregó - Frunció el ceño al ver el paquete que tenía bajo su brazo, haciendo que soltara un cansado suspiro.
Después de salir de la residencia Ubuyashiki, la Pilar había decidido ir al lugar en el que se elaborando los uniformes de los cazadores y ver por ella misma como iba su pedido.
Pero vaya la sorpresita que se llevó al llegar ahí, el sastre la esperaba con una vestimenta completamente diferente a la que había solicitado; le había exigido que le elaborada el uniforme tal cual específico en su pedido, pero el muy descarado le dijo que estaba saturado de trabajo, por lo que tardaría aproximadamente tres semanas en solucionarle ese problema.
No teniendo de otra, la ojidorada tuvo que recibir el conjunto que el pervertido costurero le fabricó, aunque lo dejó las ansias de admirarla con tales prendas ya que había decidido cambiarse en su casa, logrando que Maeda casi llorada por ello.
Era por esos desplantes por la que las pocas mujeres que había en la Organización la vieran con admiración.
La Taisho estaba por ingresar a su casa cuando se detuvo abruptamente en cuanto Kuro (literalmente) se estampo en el rostro de ella, ocasionando que la ojidorada se asustara un poco.
- Kuro ¡¿Qué rayos te pasa?! - Se quejó la Pilar mientras se acariciaba la zona afectada - ¿Qué ocasiono que te pusieras así? - Extrañada de no obtener alguna contestación, miró al frente y no pudo más que reír con nerviosismo - Al parecer el golpe fue muy fuerte para ti querido amigo -
Kagome se acuclilló para poder levantar al pobre cuervo, el cual termino inconsciente después de estrellarse con ella.
Pero solo pudo ponerse de pie en cuanto Kuro empezó a aletear de manera frenética, cosa que asusto un poco a la azabache.
- Kuro, Kuro, trata de tranquilizarte, soy yo Kagome -
Para dicha de la ojidorada el cuervo se calmó en cuanto escuchó su suave voz, por lo que la volteó a mirar, pero la tranquilidad de la cazadora se esfumó por completo en cuanto escucho a su amigo tartamudear.
- Sumiko...misión...estúpido jabalí...Distrito...pervertido rubio...-
Por más que trataba Kagome no lograba en absoluto comprender lo que le quería decir su amigo, por lo que libero un poco de su reiki y ver con éxito como este se relajaba por completo.
- ¿Mejor? - Preguntó recibiendo una afirmación del ave - Bien, ahora dime que es lo que me tratabas de decir -
En cuanto Kuro le explicó mejor el por qué se su actuar una gran gama de emociones se manifestaron en su rostro.
Al principio del relato, la Taisho se mantenía como sí nada, pero después pasó del asombro a la preocupación, seguido de la furia.
Con mucho cuidado dejo al cuervo en el suelo para tomar el paquete que dejó caer a causa del choque entre el ave y ella, ingresando a su propiedad con el ceño profundamente fruncido.
- Esta vez me las pagaras, tenlo por seguro maldito idiota -
Con ese pensamiento Kagome ingreso a su habitación para cambiarse, su molestia era tal que poco le importó colocarse el "diseñito" que Maeda le había entregado.
Después de colocar la vaina de su nichirinto en el cinturón del uniforme, salió de su cuarto con paso apresurado, claro, no sin antes tomar su haori y colocárselo en el trayecto
Desgraciadamente, así como estaba vestida no le permitía montarse en Ranga, por lo que no teniendo de otra emprendió marcha caminando de manera rápida, no sin antes pedirle a Kuro la dirección en la que se había ido su amada hija.
**************************
Hola mis queridos lectores, les traigo el capítulo 26, tarde pero seguro 🤭.
Agradezco mucho el tiempo que le brindan a esta trama, en verdad muchas gracias.
Les mando un fuerte y caluroso abrazo 🥰.
Les deseo que tengan una excelente mañana 🌄/ tarde ☀️/ noche 🌙.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro