CAPÍTULO 17
Giyuu no sabía en dónde meter la cabeza debido a la pena que tenía por el beso de la Pilar azabache de ojos dorados. Tampoco ayudaba las miradas inquisidoras que dos de sus compañeros le estaban lanzando y para variar su mejor amigo no paraba de hacerle sutiles bromas con relación a ello.
- Bien hijos míos, ahora que oficialmente se encuentran todos los Pilares daremos inicio con la reunión - La voz del Patrón tranquilizó un poco al ojiazul - Como sabrán las victimas por demonios no ha disminuido como nosotros desearíamos y desafortunadamente no contamos con suficientes cazadores para hacerle frente a esa creciente ola, he estado analizando esto por un tiempo y llegue a la conclusión de que es necesario reclutar a más elementos, aunque solo es una idea me gustaría mucho escuchar sus opiniones -
- Con todo respeto Oyakata-sama, pero parece ser que los cultivadores están perdiendo el don de identificar a potenciales aspirantes, un claro ejemplo de ello es lo ocurrido en el Monte Natagumo, según los informes de Kocho hubo demasiados decesos - Comento Sanemi algo inconforme con aquel evento.
- Déjame disuadir un poco contigo Shinazugawa, hace un par de horas la mocosa es...- El ojivino se estremeció al sentir la fría mirada de Kagome, por lo que se aclaró la garganta - Quiero decir, la hija adoptiva de Taisho me pareció un miembro muy hábil, pudo asestarte un muy buen golpe -
- Esa es mi chica, poniendo a idiotas en su lugar - Pensó con orgullo la ojidorada, miro por un momento al peliblanco, el cual le lanzaba una afilada mirada como si supiera lo que estaba pensando, por lo que para molestarlo más dibujo una sonrisa burlona.
- Estamos hablando de los cultivadores, esa niñita no fue entrenada por alguno de ellos - Respondió algo irritado el Pilar del Viento.
- Pero tampoco por un cazador cualquiera - Intervino esta vez Shinobu - Su mentor o mejor dicho mentora fue nada menos que Taisho Kagome-san -
- Kamado no pudo terminar en mejores manos que en las de Taisho - Hablo esta vez Himejima - Ella cuenta con una larga trayectoria y por ende mucha experiencia -
- Chicos, chicos, nos estamos desviando del tema - Expreso Tsuyoi - El dilema no es solo de la calidad sino de la cantidad, creo prudente por empezar a reclutar a más personal -
- Pero debemos de considerar lo siguiente, una persona que no se haya topado nunca con un demonio tendrá un rendimiento bajo a comparación de alguien que sí -
- ¿Y por qué no sería lo mismo Himejima-san? - Cuestiono la ojiverde.
- Porque si un civil llegara a ingresar este no tendría un motivo en concreto para combatirlos - Hablo por primera vez Kagome - Aunque suene cruel quienes han sobrevivido a los ataques de demonios se crea en ellos un motivo para poder hacerles frente, ya sea para vengarse, porque su familia se dedica a eso o para evitar que otros pasen por ello, sea cual sea el motivo su prioridad es llevar a cabo esa labor, creo que la mayoría estará de acuerdo conmigo - Dirigió su vista en cada uno de ellos y verlos asentir.
- Lo que más me sorprende es como la pequeña peliburdea se cruzara con una Luna Demoniaca en tan poco tiempo y que además haya podido derrotarla - Expresó Rengoku con algo de asombro.
- Parece ser que eso viene de familia o al menos eso creo -
- ¿Y por qué lo dice Oyakata-sama? - Pregunto Iguro con cierto aire curioso.
- Pues verán mis queridos hijos voy a preguntarles algo que ni siquiera Himejima sabe - La azabache sonrió con nerviosismo al intuir cual era la dichosa pregunta - ¿Alguien sabe a qué edad Kagome formo parte de la Organización? - Sonrió al escuchar la negativa en un perfecto coro - Bueno, ella ingreso nada menos que a la edad de doce años - Sonrió aún más cuando los escucho exclamar con sorpresa - Y no solo eso, ella se volvió Pilar a los tres meses de entrar -
Bien, parecía ser que Kagome había intercambiado papeles con Giyuu, ya que ahora era ella quien quería meter la cabeza en algún agujero debido a que todos la miraban en ese momento con rostros asombrados, lo único bueno de todo es que se encostraba cerca de la salida, así que si la ocasión lo amerita podría salir huyendo.
Para suerte de la azabache el Patrón prosigue con la reunión, salvándola de un extenso interrogatorio al cual hasta el Pilar de la Roca iba a entrar.
- Retomando el tema, el hecho de que una Luna Inferior hiciera lo que le plazca es indicio de que Muzan no está cerca de los alrededores, es algo frustrante que no nos hayamos topado con él -
- Eso no es del todo cierto Oyakata-sama - Todos nuevamente pusieron atención a la Taisho - Se de dos personas que ya han estado cara a cara con ese demonio -
- ¿Debes de estar bromeando? - Cuestiono Shinazugawa - Si es eso cierto nosotros ya lo sabríamos -
- Ninguno de nosotros ha tenido esa suerte - Lo segundó Iguro - Y como diría Shinazugawa, de ser así ya tendríamos conocimiento -
- Cabe la posibilidad de que dicha persona haya querido mantener esto bajo perfil - Opinó la Pilar del Insecto - Puede haber esa posibilidad -
El resto de los Pilares empezaron a dar sus diferentes puntos de vista con relación a eso, a tal grado de que algunos empezaban a alzar la voz, por lo que el Patrón les pidió amablemente que guardaran silencio y tomar nuevamente la palabra.
- Kagome, podrías por favor decirnos quienes son esas personas -
- Por supuesto, una de ellas es mi hija - Eso provoco nuevamente sorpresa entre los cazadores - Y la otra... la están escuchando en este preciso momento -
La habitación se sumió en un completo silencio, el shock de tal revelación era tan grande que había logrado que los Pilares no pudieran hablar, por lo que la azabache aprovecho eso para seguir hablando.
- Él fue el responsable de la masacre de la familia biológica de Sumiko, la cual sucedió hace cuatro años -
- Eso quiere decir que cuando enviaste a Kuro fue...-
- Para encargarse del entierro de la familia Kamado - Soltó un suspiro - Desafortunadamente esa noche no llegue a tiempo, este los había matado sin consideración, en cuanto lo vi al principio no sabía que se trataba de él, lo ataque sin siquiera pensarlo, descubrí su identidad durante la pelea -
- ¿Y cómo supiste que se trataba de ese maldito y no de un demonio cualquiera? -
- Muy fácil Uzui, Muzan no me tomó muy enserio, tal vez creyó que era de bajo rango, sea como sea no desaproveche la oportunidad que se me presento, por lo que sin que se lo esperada logré cortarle la cabeza - Todos vieron como esta ejercía demasiada presión en su hakama - Estaba por ir a ver si encontraba por lo menos algún sobreviviente cuando me giré había su dirección, ya que su aura aún era perceptible y vaya sorpresa me lleve al ver que ese desgraciado estaba vivo - Al recordar eso de manera involuntaria golpeo la pared sobresaltando a todos - Así que grábense bien esto, para desaparecer por completo a Muzan necesitamos algo más que solo cortarle el cuello - Pudo calmarse un poco gracias a que Kyojuro y Obanai se acercaron a ella para brindarle un apretón en el hombro - Pero no todo fue en vano, ahí pude descubrir algo que tal vez pueda ayudarnos -
- ¿Y qué seria Taisho? -
- Mis poderes espirituales Himejima-san - Tokito, Kanroji, Tomioka y Tsuyoi la miraron sin comprender, ya que ellos desconocían por completo las habilidades de la azabache - Volví a arremeter contra él, pero con la diferencia de que coloqué un poco de mi reiki en la nichirinto -
- Una jugada muy arriesgada si me dejas decirlo -
- Lo tenía muy en claro Obanai, pero no tenia de otra que arriesgarme, nuevamente logré herirlo y fue ahí que note que mi reiki retrasa un poco su regeneración y creo que también lo debilita ya que sus movimientos se ralentizaron un poco -
- ¿Y por qué carajos no terminaste con él? - Exclamo algo molesto el peliblanco ganándose miradas de reproche.
- Ese bastardo al verse acorralado creo una distracción para huir del lugar -
- Bueno, ahora puedes presumir que saliste ilesa tras combatir con el líder de los demonios -
- Te equivocas Uzui, no salí completamente ilesa - Ella empezó a bajar la parte superior de su vestimenta lo suficiente para que los Pilares miraran con horror la gran herida que esta tenia - No conforme con huir como el animal rastrero que es me lanzó un último ataque aprovechando que no podría evadirlo y he ahí como obtuve esta cicatriz -
- Sí que es fea, pero ¿Por qué no te la haz quitado? Hasta donde recuerdo una de tus tantas habilidades es borrar las heridas de los paciente -
- Simple Shinazugawa, lo tengo como un recordatorio de que tengo que entrenar y volverme más fuerte para así terminar de raíz la plaga llamada Kibutsuji Muzan -
- Wow, ahora entiendo porque Rengoku-san mostraba mucho orgullo y admiración cuando hablaba de ella, es una chica con una fuerte determinación además ser alguien linda tanto en la apariencia como en las actitudes - Esos eran los pensamientos que tenía Mitsuri después de terminar de escuchar a la ojidorada.
- Tal parece que Kagome logró encontrar la determinación y la confianza en sí misma después de la muerte de Kanae - Kagaya sonrió tras pensar eso - Y no estarás sola hija mía, a tu alrededor tienes a personas que te ayudaran para lograrlo, creo que los Pilares aquí presentes pueden ser igual de hábiles que los cazadores de la respiración original del Periodo Sengoku, por el momento doy terminada esta reunión, pueden retirarse -
- Muchas gracias por no juzgarme Kagaya - Hablo Kagome en cuanto solo quedaba ella y Ubuyashiki - Primero que nada, te ofrezco una disculpa por haberte ocultado la existencia de Sumiko -
- No te preocupes, tenías motivos más que suficientes para hacerlo, lo único que no entiendo es como esa pequeña puede estar bajo el sol -
- Es una larga historia que en otro momento te contare, lo único que puedo decir es que puedes estar tranquilo, ella nunca dañaría a nada que no sea un demonio -
- Confió en eso, Sumiko tiene a un excelente ejemplo a seguir - Escucho la tenue risa de la ojidorada - Pero no estás solo para disculparte ¿Verdad? -
- Tú y Kuro me conocen muy bien, tanto que dan un poco de miedo - Esta vez fue el turno de Kagaya en reír - Lo que pasa es que quise darte un regalo como agradecimiento -
- No es necesario, con saber que estas de regreso es más que suficiente - Se sobresaltó un poco al sentir las manos de la Pilar cubrir casi por completo su rostro - ¿Kagome, que haces? -
- ¿Confías en mí? - Respondió la chica con otra pregunta.
- Sabes que sí, no sé por qué lo preguntas -
En lugar de responder la Pilar comenzó a concentrar su reiki en las manos, la sensación era tan cálida que Kagaya se estaba sumiendo en un estado relajamiento e inconscientemente ignorando todo lo que se encontraba a su alrededor.
Kagome estuvo haciendo eso por lo que parecía se unos diez minutos, tiempo hasta que satisfecha poco a poco detenía el proceso, acción que hizo que los sentidos del Patrón volvieran a él; en cuanto abrió los ojos se llevó la mayor sorpresa de la vida.
- No...no puede ser...puedo... -
- Ver - Acompletó la azabache mientras le brindaba una dulce sonrisa - En estos años además de buscar mi autoperdón que encontré gracias a mis dos angelitos me dediqué también a investigar alguna manera de deshacer la maldición que tu familia a cargado por demasiado tiempo - Acaricio el limpio rostro del Patrón, el cual nuevamente tenía un hermoso brillo en sus ojos - Así que a partir de ahora las siguientes generaciones ya no tendrán que preocuparse por ello porque hoy eso por fin a finalizado -
Repentinamente la azabache se vio fuertemente abrazada por Kagaya, esto al principio la tomó por sorpresa, pero enseguida le correspondió; era la primera vez que veía al Líder de los cazadores de forma vulnerable, aunque para ella era entendible, él no podía permitirse mostrar ese tipo de facetas, tenía que mostrarse sereno ante la Organización para que los cazadores no se desanimaran.
- ¡Muchas gracias Kagome! ¡De todo corazón muchas gracias! - Expresó el Patrón sin aun soltar a la chica.
- No tienes nada que agradecer, se lo buena persona que eres y se me hizo injusto lo que te pasaba -
Ambas personas continuaron con el abrazo y sin que lo notaran siendo observadas por la señora de la casa, quien con una sonrisa lloraba de felicidad por la acción de la Pilar del Agua.
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- ¡OKAA-SAN BIENVENIDA! -
Fue el grito que escucho la ojidorada antes de terminar en el suelo con sus dos hijas encima, en cuanto se recuperó del leve aturdimiento pudo por lo menos sentarse para mirar con una sonrisa a las pequeñas y acariciarles la cabeza con suavidad.
- ¿Cómo te sientes cariño? - Pregunto Kagome aun acariciándolas.
- Un poco más repuesta Okaa-san, mis heridas ya están completamente curadas - Vio a la mayor fruncir un poco el ceño sin quitar su vista de ella - ¿Ocurre algo Okaa-san? -
- Necesitamos conseguirte algo de ropa, la tuya termino completamente inservible - Se quedó pensando por un momento - Pero primero comamos algo, ya después veremos que hacemos - Con mucho cuidado se las quito de encima para así ponerse de pie - Iré a preparar algo -
- No te preocupes Okaa-san, nee-chan ya se encargó de eso, yo le ayude -
- ¿Y cómo hicieron eso? Esta Finca a estado sola por mucho tiempo, por lo que es imposible que hubiera algo de despensa -
- Una persona dejo una cesta de víveres en la entrada, creo era una señorita, no sé con exactitud - Respondió la peliburdea intuyendo lo que su mamá pensaba - Antes de usarla me cerciore de que no tuviera alguna sustancia extraña -
Eso extraño un poco a Kagome, a excepción de los Pilares y Oyakata nadie más sabía de su regreso.
- De acuerdo, vayamos entonces a comer la deliciosa comida que preparaste cielo -
Sin más las tres féminas comenzaron a dirigirse hacia el interior de la residencia, pero la inocente pregunta de Nezuko llamo por completa la atención de la ojidorada.
- Nee-chan ¿Estás enferma? -
- Por...supuesto que no estoy enferma ¿Por qué lo preguntas?
- Es que tienes tu cara roja como un tomate, pensé que tenías fiebre - Eso hizo que Kagome viera a Sumiko y efectivamente, esta tenía un gran sonrojo.
- ¡POR SUPUESTO QUE NO! -
- ¡POR SUPUESTO QUE SÍ! -
- Ya veras, ahora te visitara el monstruo de las cosquillas y no habrá nada que te salve -
Y con eso Nezuko corría lo más rápido que sus cortas piernitas le permitían siendo seguida por la ojirubí, quien fingía correr lento para que su hermanita disfrutara de la persecución, todo eso siendo visto por una muy sonriente miko.
- No es de extrañarse el sentido juguetón que Sumiko tiene, a pesar de todo aún es muy joven - Con eso en mente reanudo su caminar, volvió a sonreír al escuchar las carcajadas de la pequeña pelinegra en conjunto con las de Sumiko.
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- Que alguien del cielo me de paciencia, de lo contrario soy capaz de matarlo - Pensó cierto pelinegro masajeándose la cabeza mientras su amigo no dejaba de hablar de lo sucedido esa tarde desde que llegaron a la Finca que ambos compartían.
- Ahora si puedo morir en paz, por fin pudimos estar frente a frente con la primera Pilar del Agua - "Ahí vamos de nuevo" Pensó con cansancio el ojiazul - Es una mujer increíble, pudo someter con facilidad al bruto de Shinazugawa y al idiota de Uzui y no solo eso, es la primera Pilar que tuvo la suerte de conocer al fin a Kibutsuji Muzan - Se acostó en el tatami después de esas palabras, miro un momento a su amigo para que una sonrisa maliciosa se dibujara en su rostro - Oye Giyuu ¿Puedo preguntarte algo? - Lo vio asentir mientras le daba un sorbo a su taza de té - ¿Taisho-san es más linda de cerca? - No pudo contener su risa al ver como su compañero escupía su bebida.
- ¡¿Qué clase de pregunta es esa idiota?! - Exclamo Giyuu con molestia mientras le lanzaba la vacía taza al pelidurazno.
- Cálmate, no es para que te pongas así - Respodio en cuanto se volvió a sentar después de esquivar la taza - Solo era pura curiosidad -
- Pues debes de tener mucho cuidado, ya que bien dice el refrán "La curiosidad mató al gato" -
- Sí, sí, lo tendré muy en cuenta - Estuvieron por un par de minutos en silencio, eso hasta que el ojilavanda golpeaba con suavidad el costado del pelinegro - Entonces Giyuu ¿Ella si es más linda o no? -
La única respuesta que Sabito obtuvo fue un fuerte coscorrón para después ser arrojado con fuerza al estanque que tenía la Finca, por suerte no era muy honda; dirigió su vista al porche solo para ver a su amigo retirarse de ahí con pesados pasos y gritar un "Vete al diablo" antes de desaparecer completamente de su vista.
- Uy, qué falta del sentido del humor, ni siquiera puede aguantar una pequeña broma -
Sin más salió del estanque para ir a su habitación y darse un baño, no vaya a ser que termine con un fuerte resfriado.
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- A pesar del tiempo, este lugar no ha cambiado mucho que digamos - Pensó Kagome mientras caminaba detrás de la peliburdea y con Nezuko en sus brazos - Aunque me hubiera gustado más venir con otra ropa, con este atuendo siento que llamo mucho la atención - Haciendo referencia al traje de miko que usaba - Bueno, lo que más me importaba era conseguir algo para Sumiko - Pensó con satisfacción al ver el sencillo kimono verde aqua que su hija usaba.
La peliburdea en compañía de su madre y hermanita se encontraban caminando entre los pasillos de la Finca Mariposa, la menor le pidió de favor ir ahí después de enterarse de que sus amigos se encontraban hospitalizados ahí. La ojidorada al principio iba a negarse debido a que no sabía si iba a ser bienvenida, pero termino por aceptar ante la insistencia que su hija tenia.
- Aquí es Okaa-san - Expreso la menor mientras se detenía en una de las tantas habitaciones de ese lugar - Puedo percibir sus aromas, entrare primero, voy a prepararlos para que te conozcan, espero que no haya problema con eso -
- En absoluto cariño, no tienes por qué preocuparte, aquí estaré esperándote - Después de brindarle una sonrisa Sumiko entro a la habitación mientras ella comenzó jugar con la pequeña pelinegra, tan concentrada estaba en Nezuko que no se percató de que un animalito albino subía por su cuerpo.
- Okaa-san, tienes una gran lombriz en tu hombro - Eso extraño a la mayor, por lo que como pudo giro su cabeza hacia donde señalaba su hija.
- ¡Kaburamaru! Que sorpresa - Exclamo con alegría para después mirar a la ojivioleta - Esta pequeña cosita linda no es una lombriz cielo, es una serpiente - Sonrió al ver como la pequeña miraba al albino reptil con sumo interés - Si tu estas aquí, eso quiere decir que tu dueño también, así que dime en donde lo dejaste, en este momento de seguro debe de estar buscándote como loco -
Y como si de una invocación se tratara dicha persona aparecía por uno de los pasillos, este se encontraba mirando hacia el suelo para ver si encontraba a su compañero y al estar tan concentrado aún no se había percatado de la ojidorada.
- Creo que yo tengo lo que estás buscas - Ese comentario logró llamar la atención del pelinegro y mirar con sorpresa a su emisora - Hola Obanai, un gusto volverte a ver -
- ¡Aneki! - Expreso con alegría para después mirar que Kaburamaru ahora se encontraba en el cuello de la pequeña ojivioleta haciéndola reír por las lamidas que este le daba - Con que aquí estabas pequeño bribón, te agradecería que no me dieras este tipo de susto -Ante tal regaño el heterocromático recibió como respuesta un siseo - ¿Y qué te trae por aquí aneki? ¿Te encuentras bien? - Preguntó algo preocupado.
- Nada de eso Obanai, vine a acompañar a Sumiko a visitar a unos amigos, pero gracias por preocuparte -
- No tienes por qué aneki - Tras esas palabras dirigió su atención a la niña que la azabache cargaba en brazos, la cual parecía estar muy entretenida jugando son la albina serpiente - Hay algo que quisiera preguntarte, pero no sé si te vaya a incomodar -
- Falta de confianza, así que dime que es lo que quieres saber -
- ¿La pequeña es la razón por la que te fuiste hace cuatro años? -
Bien, en parte Kagome se esperaba esa pregunta, pero nunca pensó que tan pronto; decidió bajar a Nezuko y permitirle jugar con Kaburamaru en otro pasillo para así poder platicar más cómodamente con el Pilar de la Serpiente.
- No Obanai, Nezuko no fue la razón - Respondió de lo más tranquila mientras miraba a la niña correr de un lado a otro - Ella llego a mi vida tiempo después -
- Entiendo, entonces fue por lo de...-
- Así es, esa es la principal razón - Respondió antes que el pelinegro terminara de hablar - Cambiando de tema, aun no te he felicitado por convertirte en Pilar - Sin más la ojidorada le dio un fuerte abrazo provocando sin querer un leve sonrojo en el chico - Lamento no haber estado aquí -
- No te preocupes aneki, ahora me basta el solo hecho de que este aquí - Expresó a la vez que correspondía el abrazo - Te invito a comer - Vio que esta iba a desistir por lo que volvió a hablar - Y no acepto un no como respuesta -
- Realmente me encantaría, pero es que no tengo con quien dejar a Sumiko y a Nezuko -
- Ellas pueden venir también - Eso sorprendió a la Pilar.
- ¿En verdad no hay problema? Porque déjame decirte que haci como las ves comen mucho -
- Por supuesto que no hay ningún problema aneki, además, si he invitado a comer a Kyojuro quien tiene un barril sin fondo en lugar de estómago, no creo que tus hijas se comparen con él -
- Vaya, eso es tener mucho valor - Soltó una pequeña risa en el cual se le unió Iguro - De acuerdo, si no hay problema entonces acepto tu invitación -
- Eso me parece genial - Exclamo con alegría - Te gané Kyojuro -
- Okaa-san, ya puedes pasar - La voz de Sumiko llamó la atención de ambos adultos.
- De acuerdo cielo en un momento voy - Después de responderle busco con la mirada a su hija pequeña para encontrarla aun jugando con Kaburamaru - Nezuko cariño es hora de que te despidas de Kaburamaru, ya tenemos que entrar -
- Pero Okaa-san, me estaba divirtiendo mucho con él -
- Lo se corazón, pero...-
- Kaburamaru se puede quedar con ella - Irrumpió el pelinegro - Al fin de cuentas nos vamos a ver más tarde -
- ¿Seguro que no hay problema Obanai? -
- Ninguna aneki, además parece ser que a Kaburamaru le cae bien la niña - Una sutil sonrisa apareció en los labios del chico - Parece ser que a las mujeres de esta familia no le temen a ese tipo de animales - Escucho a la mayor reír - Nos vemos más tarde -
- ¿En el lugar de siempre? - La ojidorada lo vio asentir - De acuerdo, nos vemos luego -
Después de esas palabras Kagome ingreso a la habitación con una alegre Nezuko tomada de la mano; en cuanto la puerta se cerró el Pilar se retiró de ahí con un aire de alegría y satisfacción.
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Kagome no sabía en realidad en que momento había llegado a esta situación; después de despedirse del heterocromático y entrar a la habitación vio con algo de curiosidad a los dos jóvenes que se encontraban reposando en las camillas.
Uno de ellos era de cabellera rubio y con ojos de similar color que los suyos, al lado derecho de este vio a lo que parecía ser un chico, debido a que este tenía puesta una máscara de jabalí se le hizo un poco difícil el averiguarlo.
Hasta ese punto todo bien, no fue hasta que el rubio se percató de su presencia y como pudo se levantó de su cama para ir hacia su dirección para segundos después tomar con gentileza una de sus manos, situación actual en la que se encontraba la azabache.
- No creí que este día podría mejorar aún más - Expreso el chico con aire soñador - Primero la linda Sumiko-chan viene a visitarme y después un ángel caído del cielo entra a esta habitación, realmente soy un chico afortunado - Como todo un caballero le beso con suavidad el dorso de su mano - Mi nombre es Agatsuma Zenitsu, estoy a su completo servicio, podría tan bella criatura deleitarme con su nombre -
La ojidorada miro a su hija para ver si le había dicho al rubio quien era ella, la cual asintió a su muda pregunta.
- Mucho gusto joven Agatsuma, me presento, soy Taisho Kagome y la Primera Pilar del Agua por así decirlo -
La reacción que tuvo Zenitsu no es la que esperaba la Taisho; este al escucharla tomo con más fuerza la mano de la mayor para después hincarse en el suelo, provocando algo de incomodes en la Pilar.
- ¿Quisiera casarse conmigo? - Un jadeo de sorpresa por parte de la peliburdea y de Kagome se dejó escuchar por la habitación - Que mejor que una Pilar cuide de mí, quien además de fuerte es muy hermosa -
- Agatsuma, eres consciente de que soy mayor que tú ¿Verdad? - Lo vio asentir - ¿Y eso no te molesta? - El chico negó esta vez - ¡Por todos los cielos! Con que tipo de personas esta rodea mi hija - Un quejido de dolor la sacó de sus pensamientos, solo para toparse al ojidorado saltar en un pie mientras se acariciaba la pantorrilla izquierda.
- No te acerques a mi mamá de esa manera o de lo contrario le pediré a mi nuevo amigo que te dé una buena mordida - Exclamo Nezuko molesta mientras colocaba a Kaburamaru frente a ella y dejar en claro que no mentía.
Vaya que su pequeña era algo celosa, Kagome no pudo evitar dibujar una gran sonrisa en su rostro, no cabía duda de que tendría quien la defendiera de personas así.
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Hola lindas criaturas del universo, les traigo ante ustedes el capítulo 17 😊.
Que lindo gesto de Kagome hacia Kagaya ¿No lo creen? 😄
Bueno, espero realmente que este capítulo haya sido de su agrrado.
Nos leemos en el siguiente capítulo 😉.
Les mandó un fuerte y caluroso abrazo.
Les deseo una linda mañana 🌄/ tarde ☀/ noche 🌙.
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