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IV. Caso I. Irrupción parte IV


—¿Qué hacen ustedes aquí? Deberían estar descansando.

Wen Xu hizo la fila de documentos a un lado, y dio una mirada escéptica a su capitán. —Jefe, ¿realmente cree que tenemos cabeza para descansar después de lo que le ocurrió a Jiang WanYin?

—¡¿Quieren que los suspenda a todos?!

Wei WuXian dio un trago a su enorme taza de café, e ignoró la quemadura en sus labios. —Estamos cerca de conseguirlo. Descansaremos después, ¿que si el criminal atenta con otra bomba?

Sintiéndose en una encrucijada, Nie MingJue se cruzó de brazos, y aceptó a regañadientes.

—Bien, pero todos se tomarán un descanso después de que el criminal sea atrapado. En especial tú.

Wei WuXian apuntó a sí mismo, y refunfuñó: —¿Ah? ¿Qué pasa conmigo?

—Que te hayan dado el alta no significa que haya olvidado que recibiste una conmoción.

Haciendo la carpeta a un lado, Wei WuXian contuvo sus opiniones. —¿De qué sirve el alta entonces? Estoy perfectamente.

MingJue obvió sus palabras, giró en dirección de su compañero: —¿WangJi?

Mn, creo que Wei Ying necesita descansar. Pero, entendió que su compromiso al caso parte de la cercanía que tiene con Jiang WanYin.

—Entonces, dejó a tú consideración el que Wei WuXian tenga que retirarse a descansar o no.

Comprendo. Informaré si hay un cambio de opinión.

Nie MingJue se encaminó a la segunda planta. El equipo de aseguranza terminó la valoración de la oficina destruida, y se dirigió escaleras arriba para hacer un informe de daños.

Wei WuXian abandonó su sitio, y tomó a su compañero por el brazo.

Sorprendido por el asunto, WangJi se liberó, aunque se trató de un agarre superficial. Incapaz de discutir en presencia de otros, se dirigieron a una sala de interrogatorio vacía, una vez que las puertas fueron cerradas, Wei WuXian explotó.

—¡¿Qué fue eso?!

—¿Qué cosa?

—¡Lo de hace un momento, Lan Zhan! ¿Por qué hablas por mí así?

—El capitán preguntó primero. —Contuvo el ceño fruncido, y mordió el interior de su mejilla. —Wei Ying se está recuperando de un traumatismo. Solo considero lo que es adecuado. Eso incluye descansar como es debido. Wei Ying, no has ido a tú casa desde que abandonaste el hospital.

—¡Claro que no! Pero tú tampoco fuiste a casa.

Consciente de los intentos de su compañero de desviar el tema, le ignoró en su reclamo y se mantuvo firme. —El médico dijo que tenías que descansar.

—Si, lo escuche. Dormí unas horas en las literas. Ni siquiera tomé café como me dijiste.

WangJi ansió reclamar que eso no era suficiente, pero se detuvo de hacerlo.

Wei WuXian era un adulto, y ambos estaban cansados. Ni siquiera eran ellos quienes hablaban, era el cansancio y la frustración.

Corrigiendo su expresión, aligeró el semblante y abrió la puerta de la sala.

—No te voy a apartar del caso, Wei Ying. Solo trata de relajarte un poco. ¿Ya comiste?

Wei WuXian titubeó, la máscara de irritación se rompió, y encontró confusión en sus ojos. Probablemente espero que Lan WangJi siguiese el malentendido, y no lo hizo.

Dando una aspiración profunda, dejó caer los hombros. Se pasó una mano por el cabello, y cepilló algunas hebras dispersas.

—No. Lo siento.— Wei WuXian carraspeó. —No debí hablarte así. Por eso, me disculpo... No, no he comido, Lan Zhan.

—Vamos a comer algo.

—De acuerdo, pero yo pago la mitad de tú comida para compensarte.

—Está bien.

Aunque la conversación terminó en un acuerdo mutuo, Wei WuXian no pudo ignorar el malestar en la boca del estómago, y el disgusto que se asentó en su corazón a partir de las palabras de Nie MingJue.

Se sintió incopetente.


***


—Finalmente parece haber algo bueno.

—¿De qué se trata?— preguntó WuXian.

Wen Xu señaló en dirección de las pantallas digitales, y, en la tercera pantalla central, se manifestó la foto de la captura de la fallecida.

—Wen Qing envió los resultados de ADN.

Wei WuXian: —¿Qué tomó tanto tiempo?

Lan WangJi se acercó por la derecha, tenía una taza de té herbal en manos y, aunque había dormido unas cinco horas en una de las literas del cuartel, no ocultó manchas púrpuras bajo los párpados, y la trenza de lado ya había perdido algunos mechones.

—Estaban retrasados con las pruebas en la oficina del forense.

Dando un delicado sorbo a su bebida, Lan WangJi presionó: —¿Qué encontró?

A estas alturas todos habían dejado la civilidad de lado, por lo que se mostraron toscos y directos.

—El nombre de la mujer asesinada era SiSi. Sin apellido, sin familia viva. Se dedicó a la prostitución, fue arrestada varias veces por lenocinio.

Las diapositivas en la pantalla cambiaron entre documentos de archivo, e imágenes de arresto. Por lo visto, fue aprisionada a lo largo de los años, y se comprendió que trabajó en las calles desde que obtuvo la mayoría de edad, incluso en la adolescencia.

Wen Xu, se detuvo en la octava fotografía y señaló con el indice una fotografía de periódico en blanco y negro de un operativo.

Había cuerpos de policía, oficiales, y un sin número de mujeres, niños y algunos jóvenes, arrestados en el muro de un antiguo edificio de ladrillo oscuro.

Aquí. Hace quince años se dio una gran redada en un burdel clandestino. ¿Distinguen a la persona que aparece aquí?

Yao Zhou forzó la vista, y acortó la distancia hasta que las formas humanas tomaron nitidez. —¿El capitán?

—Exacto. El capitán Nie formó parte del operativo en el burdel en su primer año a cargo de la estación.

—¿Qué información hay sobre SiSi? ¿No es curioso que se esté tomando el caso por el fallecimiento de una persona arrestada por el capitán y ahora envíen una bomba a su oficina?

—Lo es, Wei WuXian.

Lan WangJi hizo el té a un lado, y comenzó a trazar algunas anotaciones en su libreta de bolsillo. Zheng Mao se dirigió a la pizarra, y escribió con rotulador la información obtenida.

El detective de la familia Wen, añadió tanto sobre los delitos relacionados con la mujer, su vida en las calles, e incluso nuevos descubrimientos por parte del forense.

—Hubo una denuncia anónima contra ella hace diez años. Abuso a un menor.

Wei WuXian se sintió disgustado por la revelación, jugueteó con las manos dentro de sus bolsillos. —¿Por qué no me suena familiar ese caso?

—La denuncia no procedió. En ese entonces los encargados del caso fueron Han ZhiYuan y Deng YuHan.

Reconocieron los nombres. ZhiYuan se había retirado del departamento en el tercer año de Wei WuXian. Y Deng YuHan pidió un cambio al departamento de narcóticos.

Sintió pesar por la denuncia realizada y la negligencia al caso.

Con dicha información, se recomendó buscar información referente a la redada en el burdel de Guande, y la carpeta de investigación de Han ZhiYuan y Deng YuHan.

Sin un compañero, Wen Xu se alió a la dupla de Zheng Mao, y se dirigieron a las bodegas de archivo por los reportes de Deng YuHan.

Wei WuXian y Lan WangJi lo tuvieron más difícil. Al tratarse de un operativo importante, firmado y sellado por su superior, encontraron menester hacer una llamada para informar sobre la solicitud.

Lan WangJi se encargaría de redactar el machote, mientras él se dedicaba a quemar neuronas en la línea de espera, tratando de contactar a su jefe, y otros responsables del archivo general.

Al mediodía tuvo que hacer una pausa a su trabajo de oficina, debido al sonido incesante del teléfono de Lan WangJi. Wen Xu y compañia decidieron ignorarlo. Pero Wei WuXian, a dos escritorios de distancia, no pudo hacerlo.

Su compañero se había apartado para conseguir tinta para impresora, por lo que estaría en suministros durante un tiempo llenando las formas, de acuerdo al protocolo.

Empero, por la relevancia del caso, supuso que podría tratarse de algo importante. Se desplazó en su silla giratoria, e impactó con el borde frío de la superficie. Conteniendo el aire que amenazó con escapar de sus pulmones, dio una respiración superficial y levantó el intercomunicador.

Se sorprendió de que se tratase de la encargada de recepción. Ella señaló que había alguien al frente buscando a Lan WangJi.

No había muchas personas que buscaran a Lan WangJi. Además, llevaba tiempo sin ninguna especie de cita, por lo que Wei WuXian se extrañó.

Temiendo que pudiese tratarse de otro paquete bomba, escribió un mensaje en una nota adhesiva y lo pegó sobre la pantalla del ordenador. Informando de su salida, se dirigió a la entrada principal, acarició la empuñadura del arma por mero tic nervioso.

Habiendo atravesado los últimos metros del corredor, dobló en una esquina.

—¡Oh!, mira a quién tenemos aquí— llamó una voz femenina.

Wei WuXian se paralizó, pues estaba familiarizado con aquella mujer. Su cabello se cortó en capas largas e irregulares, y se peinó con cierto desorden, y fijado con espuma; tenía una camisa de cuello alto, y por encima, junto a un juego de pantalones holgados negros, vistió una larga gabardina de cuero negro.

La característica particular de aquella mujer eran sus ojos. Dorados como el sol de verano y el cristal de ámbar.

Esta persona era la madre de Lan WangJi.

Yue XiYue tenía un brazo sobre la cintura de su esposo, en un gesto que resultó protector. Ella le liberó, y acortó la distancia para abrazar a WuXian; con el mismo entusiasmo con el que se aferraba a su hijo.

Por encima del hombro distinguió a Lan XiChen. A diferencia de su madre, mantuvo un estilo más sobrio, y WuXian reconoció que padre e hijo eran bastante parecidos.

Después de ser sacudido y golpeado varias veces por la mujer, Yue XiYue le dejó ir, y pinchó sus mejillas como haría una vieja tía.

—Estás más flaco, ¿qué te ha pasado? ¿Estás comiendo bien?

—Sí, tía. Estoy comiendo bien.

Ella no se tragó sus palabras. Entrecerró los ojos y apuntó con un 'más te vale'.

Esto casi mejoró su estado de ánimo complicado desde que el caso de SiSi llegó a sus manos.

Tras un puñado de palabras de cortesía, saludó al resto de la familia Lan.

No pasaron más de tres o cuatro minutos, antes de que Lan WangJi apareciese por el mismo pasillo, con una expresión neutral, pero reservada, hasta que identificó a sus parientes.

Lan WangJi tragó pesado antes de relajarse. Aceptó el abrazo intenso de su madre.

Lidio con palmaditas en la espalda, y hombros sacudidos; el entusiasmo de su madre llegó a tal punto que la trenza se enredó con la cremallera de la chaqueta y Lan WangJi tuvo que reelaborar su peinado, con discreción.

Lan QingHeng se mostró menos entusiasta, pero igual de preocupado. Dio una sonrisa suave e indulgente y dio un toque en la barbilla.

La familia de Lan WangJi era amable, sobreprotectora y cálida.

Solían invitarlo a sus fiestas de fin de año, y navidad. Atendió un par de eventos, en sus primeros veintes. Sin embargo, cuando Lan WangJi comenzó una relación larga, dejó de acceder a las invitaciones, ya que no se sintió cómodo. Se supone que las fiestas son para pasarlas en familia y personas cercanas. Aunque era amigo de Lan WangJi, prefirió apartarse de la narrativa y darle lugar a la pareja de su compañero en ese momento.

Después de todo, siempre pudo celebrar solo en la excéntrica fiesta de Nie Huaisang.

Yue XiYue hizo un montón de preguntas, y abrazó a su hijo menor como si aún fuese un niño pequeño.

—Estábamos preocupados. Vimos esa nota en las noticias. ¡El atentado a la comisaría llegó hasta las noticias nacionales! Y no estabas atendiendo las llamadas de tú madre.

—Lo siento, estuve ocupado.

—Eso no es excusa— dijo Lan QingHeng. Pese a sus palabras, hubo un toque de preocupación en su atractivo rostro lleno de líneas de expresión por la edad.

Yue XiYue decidió soltar a su hijo menor a petición de su marido, y refunfuñó. Pinchó el costado de la cintura del anciano, y rió con malicia por lo bajo. Recordando la existencia de Wei WuXian, apuntó en dirección de la banda adhesiva—: ¿Qué te pasó ahí?

—No es nada. Solo un pequeño fragmento de vidrio.

Yue XiYue abrió los ojos debido a la sorpresa. A pesar de tener un rostro similar al de Lan WangJi, era más expresiva, y tosca sin llegar a ser bruta. Por lo que siempre fue una sorpresa advertir tantas emociones en aquellos ojos claros.

—¡¿Solo eso?! Es terrible, ¿qué más te pasó? ¿estás herido?

Wei WuXian dio un paso atrás cuando se le comenzó a palmear el brazo y sobre el pecho.

Lan WangJi había aprendido a dejar de luchar contra el espíritu desenfrenado y confianzudo de su madre, y Wei WuXian también. Aún así, el esposo de la mujer, tocó su hombro suavemente, y llamó su atención..

Ella suspiró, y jugueteó con su cabello desenredando con los dedos.

Lan QingHeng: —¿Estás herido?

Wei WuXian negó.

El hombre no hizo preguntas incómodas ni desagradables. Por lo que consiguió relajarse. Lan XiChen se mantuvo cerca de su madre, y escuchó atentamente las divagaciones de su ancestro.

Pasando un brazo entre sus brazos, Yue XiYue se aferró a él de camino a la salida, y preguntó—: ¿Qué han dicho tus padres?

—No han dicho nada.

—¡¿Cómo es que no han dicho nada?! El caso está en todas partes. Han habido unos tres programas en la televisión desde esta mañana! Incluso vi a su guapo capitán en las noticias.

Pese a los elogios coquetos, Lan QingHeng no dijo nada, y obvió el asunto. Pero, observó a Wei Ying con esa expresión de preocupación a la que no estaba acostumbrado desde que dejó su hogar para enlistarse en la academia de policía a los dieciocho años.

Wei WuXian dijo—: Están ocupados, llamaran cuando tengan tiempo.

Yue XiYue no ocultó el disgusto, y aumentó el agarre sobre su brazo hasta cortar la circulación sanguínea.

No hubo razón para que estuviese molesta. Después de todo, su familia no era como la familia de Lan WangJi. Todos eran amables, genuinos, sinceros y sopreproectores entre sus miembros, en el buen sentido. Wei WuXian venía de un entorno lleno de complicaciones. Aunque tranquilo en igual medida, sus padres se separaron durante su infancia. Todo esto se debió a diferencias irreconciliables, Wei WuXian les vio continuar con su vida.

Recordó un par de escenas que permanecieron frescas en su memoria deficiente: Las primeras semanas de iniciado el conflicto. Sus padres discutiendo hasta alzar la voz. Días de incertidumbre, previos a la confirmación de la separación.

Yue XiYue le sacó de sus pensamientos. —Estaba pensando que, ya que estamos en la ciudad, ¿por qué no vamos a almorzar? ¿Han comido algo?

Lan WangJi negó. Wei WuXian imitó.

Lan XiChen juntó sus manos, sacó el móvil del bolsillo; presionó un par de teclas y sonrió. —Perfecto, llamaré para hacer la reservación en el restaurante.

Sin demasiadas opciones para protestar, Wei WuXian terminó inmerso en un restaurante con la familia de Lan WangJi.

Tomaron una cabina al fondo del restaurante, en una de esas instalaciones novedosas en forma de 'U' pronunciada, lo que provocó una ruptura entre conversaciones. Por un lado, Wei WuXian fue abordado en la chachacha jocunda de Yue XiYue. Lan WangJi, conversó con su padre y hermano, la tertulia tomó lugar con voz modulada y comentarios acertados.

Dio vistazos ocasionales de Lan WangJi, y reconoció la similitud en las facciones del grupo de hombres. Rostro sereno, aquietado, movimientos mesurados, poco cambio en las expresiones faciales. Al menos, Lan WangJi. Lan QingHeng, era más una mezcla entre sus hijos. Sonrisas diplomáticas como XiChen y serenidad en sus ojos como su hijo menor.

No pasaron desapercibidos los movimientos de ceja por parte de XiChen, mientras escuchaba situaciones de peligro en el cuartel. A pesar de las sonrisas constantes en sus labios, Wei WuXian atinó que el hermano mayor de Lan WangJi era bastante antipático.

Cuando los platillos fueron servidos, se inició un festival de brazos enredados. Como era habitual con ciertos mayores, los Lan acostumbraban colocar pequeños bocados de comida en el plato de sus hijos, e incluso ofrecer pan o rellenar su bebida.

Wei WuXian observó la escena con cierta familiaridad. Cuando Yue XiYue giró en su dirección para colocar algo de papa al horno, Wei WuXian alzó su plato para evitar que se derramara, y asintió con una sonrisa torpe.

En respuesta, cedió un trozo de pollo asado en cubos. Yue XiYue le robó espinacas.

La mujer mayor sonrió, y le pinchó la mejilla.

Inconscientemente, calentó su corazón y encontró agradable el almuerzo. Había sido mucho tiempo desde que compartió tiempo con la familia de Lan WangJi.

No fue capaz de recordar cuando compartió espacio con sus propios padres. Tal vez fue en su octavo cumpleaños. Pero podría estar equivocado.

El último momento en que compartieron espacio fue después de la ceremonia de graduación de la escuela media superior. Antes de mudarse de casa de su padre tras ser aceptado en la academia.

Yue XiYue—: Di, A-Xian, ¿cómo ha ido tú vida? ¿conociste a alguien? ¿alguna linda chica?

Wei WuXian terminó los restos de su té helado. Rellenó su taza y la de la mujer a su lado. La madre de Lan WangJi estiró el brazo hasta su esposo y robó la salsa de especias. —No, tía. Estoy enfocado en mí trabajo. No he salido con nadie desde la última vez que nos vimos.

—Ah... ya. —Yue XiYue hizo un gesto con la mano e instó en acercarse para compartir un secreto. —¿Cuándo le vas a pedir una cita a A-Zhan?

Se ahogó con los restos de arroz. No de manera dramática ni absurda. Pero la señora Lan notó la turbación y entregó una servilleta.

—Tía, ya se lo dije. Lan Zhan y yo solo somos amigos. Nunca pasara nada como eso.

—¿Por qué no? ¿No has visto a A-Zhan? Es tan guapo y un buen chico. Me gustaría mucho que fueras mí yerno.

—Estoy seguro de que las cosas no funcionan así, tía.

—A-Yue, deja a Wei WuXian tranquilo. Ya hablamos de eso.— Lan QingHeng le llamó la atención con una voz suave, a lo que la mujer tuvo que ceder a regañadientes.

Levantó la mirada de su tazón de sopa, buscó la reacción de Lan WangJi. Pero, parecía haber hecho oídos sordos a las bromas de su madre, y se dedicó a cortar el filete. Lan XiChen se inclinó para decir algo en bromas, que Wei WuXian no consiguió escuchar, y vio reír a ambos hermanos.

Mientras pagaban la cuenta, Yue XiYue se acercó, colocando dulces del tazón cerca de la caja registradora en su bolsillo, y le dijo—: No te mortifiques tanto, A-Xian. Solo quería jugar un poco contigo. No era para hacerte incomodar.

—Ya sé, tía. Pero piensalo bien. Lan Zhan quizá no disfruta de esas bromas.

—Oh, las disfruta.

No tuvo fuerzas para luchar contra las palabras de la madre de su amigo. Tenía esa energía chispeante, era imposible resentirle por algo.

En su camino hacía la salida, la mujer envolvió su brazo en el de Wei WuXian y le llamó 'chico guapo' entre bromas. Su esposo observó la escena con diversión.

A-Xian, tienes que ir a Gusu a visitarme. Hay un bazar alternativo cerca de casa. La última vez compre una chaqueta bordada a mano con grabados geométricos concéntricos. Incluso conseguí esta gabardina con un viejo conocido.

Sonrió sin reservas. —Eso suena interesante, tía. Me gusta su abrigo.

Por supuesto, no dijo que le resultó tan increíble que deseaba uno igual. La mujer era tan osada para enviar un conjunto por paqueteria uno de esos días.


***


Fue gracias a Yue XiYue que Lan WangJi y él se conocieron.

A los veinte años, durante sus estudios en la academia, se encontró visitando un bar frecuentado por los policías y cadetes. Jiang Cheng había accedido a ir a regañadientes. Dijo que no deseaba tener problemas, ni una sanción. Pero en el fondo se entusiasmó por abandonar los cuarteles y hacer algo diferente en su día de descanso.

Observó rostros conocidos, y charló con gente nueva de grado superior. El bar se destacó por baldosas blancas, iluminación sombría, buena música en vivo y mobiliario de madera oscura. Hubo una larga barra que servía toda clase de tragos. Incluso la marca de licor que prefería.

Reconoció a viejos compañeros del entrenamiento, y se puso al día con sus vidas. En la tercera ronda de tragos, decidió apartarse de la cabina. Se excusó con tener que ir al baño y conseguir una cerveza.

Los muchachos vitorearon y fastidiaron. Jiang Cheng le dejó marchar, llenando sus puños con aperitivos, que tragó con un sorbo a la jarra de cerveza.

—Wei WuXian, tráeme otra cerveza— ordenó.

Aiya, ¿cómo se dice?

Ahora.

Wei WuXian lanzó una risotada y se dobló de la risa. Jiang WanYin puso los ojos en blanco pero sonrió con cierta diversión. Pese a su temperamento huraño era un sujeto agradable, no por nada era su mejor amigo desde que comenzaron su entrenamiento en la academia.

—Cerca, bastante amable. Tendrás que pagar mí siguiente ronda, Jiang Cheng.

—Hecho.

Con esto dicho, marchó hacía un pasillo angosto, e iluminado por luces artificiales.

Después de hacer lo que tenía que hacer, volvió a la barra e hizo el pedido.

A un asiento de distancia se encontró un joven bastante solitario. Debido a la cantidad de personas en el bar, su pedido tomaría un tiempo. Mientras esperaba, decidió entretenerse con el material de la barra, picoteó algo de maní sobre un cuenco dispuesto, y encontró interés en el joven hombre cuya bebida parecía ser agua gasificada. Pero no tomó ni un sorbo mientras esperó, y el hielo comenzó a derretirse.

'¿Quién viene a un bar y no bebe?', fue su primer pensamiento.

Además, no estaba conviviendo con nadie en todo el recinto. Miró sobre su hombro, en caso de que estuviese ignorando algo. Pero, nadie a su alrededor pareció familiarizado con el joven cadete, y tampoco intentaron relacionarse con él.

Tentado a iniciar conversación para matar el tiempo, prestó atención a su perfil, y se quedó sin aliento.

La persona a su lado tenía el cabello negro como la tinta. Sedoso, suave y caía a cascadas frente a su rostro; una chaqueta ultramar y mangas completas blancas. Apreció labios carnosos y rosados, y una piel pálida como el jade.

Con una sonrisa nerviosa, y una voz temblorosa, se forzó a hablar debido a la increíble familiaridad que le proporcionó aquel rostro—: Oye, amigo. ¿Cómo te llamas?

El chico giró en su dirección, fue aún más increíble de apreciar, porque sus ojos recordaban al sol; al cristal de ámbar, al topacio y la miel.

Penso 'Joder, es identico'.

Se atragantó.

—... ¿Ah?

El cantinero interrumpió su conversación y colocó dos jarras de cerveza sobre la barra. Wei WuXian se adelantó a tomar la suya y bebió porque su garganta estaba reseca.

El chico de ojos claros le observó con un ceño fruncido, que denotó reserva; siguió cada uno de sus movimientos mientras bebía, y sus manos ahuecaron su vaso.

Tras terminar la mitad del tarro de cerveza, se percató de su patético actuar, y limpió la espuma con el torso de la mano. —Qué desagradable soy. Te invito una cerveza.

El chico se limitó a observar sus acciones, pero no respondió.

La tensión flotó en el aire y no supo qué hacer para mitigarla.

—Ah... yo me llamo Wei WuXian, puedes decirme Wei Ying. ¿también eres un cadete?

El joven parpadeó con lentitud, como si se tratase de un gato doméstico. Respondió un sencillo: —Sí.

—Genial, ¿en qué sede?

—Gusu.

Le pareció un poco extraño que un estudiante de Gusu estuviese en un bar tan lejos de casa. Hasta que consideró la opción de que el joven estuviese de visita en la ciudad, o hubiese sido invitado por algunos compañeros. Después de todo, el bar fue popular entre el círculo de la policía.

—Yo estoy en el segundo año de la academia de Yunmeng.

Mn.

El joven hombre volvió su vista al frente y le ignoró. Al menos esa impresión dio. No había dicho su nombre. Y no tocó la jarra de cerveza que le obsequió. Pero tampoco el agua carbonatada.

Hubo un cambio de ritmo en los parlantes del bar. La melodía evocó el estilo electropop de los noventas.

—¿Has escuchado a 'Vizzine'? Es una banda de rock de los ochentas.

—...

—Te pareces mucho a la guitarrista, incluso tienes el mismo color de ojos. ¿Los conoces?

El joven asintió a regañadientes. Esto fascinó a Wei WuXian. Él era un fanatico de la banda. La escuchaba en su habitación por las tardes después de la escuela secundaria. Había encontrado gran interés en la estética andrógina y versátil del grupo. Además, su música era diferente al estilo pop que solía escucharse en la radio local.

—Oh, eso es asombroso.

Si los banquillos se pusiesen desatornillar del suelo, Wei WuXian hubiese acortado la distancia para estar más cerca del joven y escuchar su voz por encima de las bocinas. Al final todo lo que pudo hacer fue beber directo de la jarra y terminar su cerveza. —¿Qué canción te gusta de ellos?

El chico decidió cambiar el rumbo de la conversación e hizo un par de preguntas más bien formales. Wei WuXian se extrañó por el tono serio pero no le molestó. Le agradó bastante. Además, le destacó como hermoso e increíblemente radiante bajo las luces artificiales de los reflectores del bar. Su piel de jade brilló como una gema preciosa y sus ojos adquirieron un peligroso brillo. El chico empujó la jarra de cerveza a manos de Wei WuXian, y le permitió tomarla.

—¿No quieres?

—No bebo.

—Oh, eso está bien. Tenemos que abstenernos de beber en nuestro turno y ser buenos referentes para la gente y todo eso... pero estamos en nuestro día de descanso.

Mn, no deberías excederte.

Compartiendo la mitad de los aperitivos que ordenó, el chico aceptó y comió con cierto recelo, y Wei WuXian hizo una mueca borracha. Sintió los músculos faciales adormecerse y la alegría pulular en su sangre. Estaba borracho. Pero no estupido.

El lindo didi de cabello sedoso era receloso, antipático y callado, pero fue grata compañía. Escuchó sus desvaríos por cerca de una hora, y se ofreció a pagar la mitad de los bocadillos que se ordenaron. Aún no decía su nombre, pero no se molestó cuando usó toda clase de apodos absurdos para referirse a él.

En un punto, cuando el alcohol pareció nublar su juicio, atrapó al chico observarle con intensidad. Tanta que se sintió indefenso, patético y nada genial. Jugueteando con la manos dentro de su chaqueta, hizo añicos la caja de cigarrillos, y acarició el pedernal del encendedor con la uña. Se bajó del banquillo y acortó los centímetros que les separaban.

El chico tenía esa expresión de aburrimiento en el rostro, pero no se apartó cuando intentó acercarse hasta que su nariz amenazó con rozar.

Antes de tener oportunidad de hacer lo que había querido hacer desde hace un tiempo, una voz llamó a sus espaldas y tiró del cuello de su casaca con tanta fuerza que trastabilló.

—Wei WuXian, ¿dónde te habías metido? Te he buscado por todo lados.

—Oh, Jiang Cheng, tan poco oportuno como siempre.— Se alejó para evitar arruinar su chaqueta, e hizo un gesto ceremonial en dirección del chico de ojos claros. —Estaba conversando con mí nuevo amigo.

El joven hombre no dio su nombre.

Wei WuXian carraspeó la garganta y continuó. —¿Para que me buscabas?

—Los chicos se preguntaban si estabas coqueteando con alguien o te habías ido por el retrete. No regresaste y llevas más de dos horas desaparecido. A todo esto, ¿dónde está mí cerveza?

—¡Cierto! Me la tome.

El joven saltó fuera del banquillo y pagó por el agua con gas que ni siquiera se tomó. Dando un vistazo a ambos hombres, inmersos en una discusión ridícula, dio un asentimiento con la cabeza y se excusó con un "tengo que irme".

Wei WuXian no tuvo oportunidad de conocer su nombre, ni obtener su numero de telefono porque desapareció demasiado rápido entre la multitud. Contuvo los deseos de empujar y reñir a Jiang Cheng, correr contra el muro de personas, pero su amigo no se lo permitió. Fue arrastrado de regreso a la mesa para continuar con la fiesta privada.

Lo lamentó.

Le había agradado bastante, además de ser muy atractivo.

Empero, meses más tarde, tuvo oportunidad de encontrarle en un evento organizado por la policía, y solo entonces supo su nombre.

Lan WangJi.

Charlaron por tres minutos, antes de separarse una segunda vez. Encontró el encuentro tan electrizante e hipnótico como la primera vez.

Habiendo olvidado el puñado de reuniones casuales de pocos minutos, terminó la academia, y se dedicó a trabajar en campo como un oficial de policía hasta conseguir la ficha de aplicación para el examen de detective.

¿Quién hubiera pensado que él y Lan WangJi se volverían compañeros de escuadrón?

Le hizo pensar en que estaban destinados a encontrarse.

Desde entonces, ya habían transcurrido cerca de diez años.

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